Fabio Gadea Mantilla25/04/2017
Querida Nicaragua: ¿Cuántos muertos necesitará Maduro para renunciar y dejar el poder en manos de una persona sensata? Debe haber dentro del grupo de chavistas, inclusive entre los militares, alguien que pueda apreciar la desgracia enorme por la que está pasando la patria del libertador. Cuántos muertos necesita Maduro y cuántos heridos y cuántos encarcelados necesita para despejar las calles que se han vuelto un hervidero de patriotas que luchan en contra de una dictadura autoritaria comunista que carece de patriotismo y de sentido común y que vive aferrada al inútil y fracasado proyecto del difunto Chávez, o sea el resquebrajado socialismo del siglo XXI.
Maduro es el típico dictador antipatriota e irresponsable que juega con el futuro del país que ha sido el más rico de la América Latina. El fallido diálogo con el que quiso ganar tiempo y al cual se prestaron los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero, de España, Martín Torrijos de Panamá y Leonel Fernández de la República Dominicana, y en el cual el chavismo engatusó al representante del papa Francisco, como para involucrar a la Iglesia católica y darle prestigio al falso diálogo, fue como se esperaba un engaño chavista. El tal diálogo no condujo a ninguna parte, pues Maduro se negó a ceder en lo esencial para poder comenzar a arreglar los enormes problemas que sufre la nación venezolana.
En los últimos días el pueblo hastiado decidió salir a las calles. La oposición llamó a una marcha multitudinaria que resultó ser impresionante y que reunió a no menos de un millón de personas protestando contra Maduro. Este por su parte, como hacen todos los dictadores, convocó a una marcha paralela usando todos los recursos del Estado y llamando a los partidarios del chavismo vestidos de rojo y portando banderas de la patria. Al mismo tiempo soltó al Ejército y a las turbas motorizadas en contra de los manifestantes democráticos lanzándoles bombas lacrimógenas y balas de hule y algunas de plomo. Hasta el momento de escribir esta carta había un trágico saldo de 12 muertos, unos cincuenta heridos y 751 prisioneros. Con todo, el pueblo sigue en las calles y la oposición realizó el sábado la marcha del silencio donde todos fueron vestidos de blanco y sin decir palabra alguna y este lunes montaron un gran plantón nacional.
Hemos visto en CNN y en internet las bravuconadas de Maduro como si estuviera en una batalla contra un enemigo armado. Es el régimen de Maduro el que ha sacado las tanquetas para amedrentar al pueblo, es su Ejército el que lleva en las manos un arma de guerra y es la Policía la que lanza bombas lacrimógenas en contra de la población que reclama elecciones libres, libertad para los prisioneros políticos, abastecimiento de alimentos y medicinas, es decir que el régimen cumpla con la Constitución del país. Maduro grita que ha ganado la batalla en contra de la derecha y del imperialismo, es el mismo grito de todos los comunistas que ya a nadie convence. Mientras Maduro grita e insulta a los opositores, a los líderes venezolanos, estos nunca usan palabras gruesas ni amenazan, simple y llanamente piden respeto a la Constitución, independencia de los poderes del Estado, respeto especialmente a la Asamblea Nacional electa mayoritariamente por el pueblo venezolano y representante legítima de este pueblo. Al parecer las protestas en Venezuela están corriendo parejas con la escasez de productos de consumo diario, con la calamidad en que se encuentran los hospitales, sin medicinas y sin recursos para atender a la población. Todo un pueblo con hambre y con semejantes penurias no puede resistir más promesas de un régimen tiránico, armado hasta los dientes y confiscador de propiedades que dejan sin trabajo a miles de venezolanos. Es hora de que Maduro proponga un diálogo sincero.
Es el propio Maduro el responsable de la rebelión que se le ha venido encima. Del pueblo de Bolívar no se podía esperar otra cosa. Dios salve a Venezuela.
El autor es gerente de Radio Corporación y excandidato a la Presidencia de la República en 2011.
Paraquenoserepitalahistoria Este blog nace para conocer
los males de la democracia, promover un régimen de derecho donde todos seamos iguales
ante la ley, conocer de la historia y de las dictaduras del mundo, además para
que juzguen y analicen la vida y obra del dictador Rafael Leónidas Trujillo
Molina, quien gobernara la Republica Dominicana desde 1930 hasta 1961.
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