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PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

lunes, 19 de noviembre de 2012

La venganza fue feroz ,Ramfis asesinó a los ajusticiadores en la Hacienda María

Copiado del periodico Hoy.



El día 19 de noviembre fue publicada la foto de la “perrera” de donde supuestamente habían escapado los seis presos que fueron asesinados.

30 Mayo 2011, 12:15 AM


Trama criminal. El plan orquestado por Ramfis y sus colaboradores más cercanos conllevó el asesinato de tres policías que fueron usados como señuelos para simular que eran custodias de los presos “fugados”

Escrito por: SORANGE BATISTA (s.batista@hoy.com.do)

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La sed de venganza por el ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo, ocurrido un día como hoy, hizo rodar la sangre de hombres que, a fuerza de coraje, decidieron ponerle fin a la satrapía que por 30 años martirizó a la República Dominicana.
A su hijo Ramfis Trujillo solo le bastaron 48 horas para ejecutar en noviembre del año 1961 lo que constituyó el último gran crimen del régimen, cuando en una orgía de sangre y alcohol él y sus colaboradores acribillaron en la Hacienda María a los seis conjurados que habían sido apresados por matar a “El Jefe”.
El hecho fue el resultado de toda una trama orquestada, dirigida y ejecutada por el propio Ramfis, quien, con el poder que mantenía, pasó por encima de todo obstáculo legal que le impidiera realizar sus planes.
La trama. El 17 de noviembre de 1961 Ramfis encomendó a su cercano colaborador y cuñado José León Estévez (Pechito) que agenciara el traslado de los presos que estaban recluidos en la cárcel de La Victoria, con la excusa de realizar un descenso en el lugar donde mataron a Trujillo.
Esto así porque el plan inicial era matar a Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Roberto Pastoriza, Tunti Cáceres, Salvador Estrella Sadhalá y Modesto Díaz en el mismo sitio donde cayó el tirano.
De acuerdo con interrogatorios contenidos en el expediente del proceso judicial que siguió a esos hechos, León Estévez tramita la solicitud al jefe de la Policía, Marcos Antonio Jorge Moreno, para que pidiera al fiscal del Distrito Nacional, Fabio Rodríguez, que “de orden superior” autorice el traslado, pero éste le respondió que ya esa acción no le correspondía porque el caso había adquirido una providencia calificativa que lo enviaba a juicio.
Jorge Moreno responde con esos argumentos a León Estévez pero éste no entendió la justificación, y entonces el jefe policial se dirige al procurador general Porfirio Basora, que le explica lo mismo y, a su solicitud, le dicta un memorándum (que tomó su asistente José Morillo López) en que le detalla las razones jurídicas que impedían el traslado.
Según narró Jorge Moreno, esa acción enfureció aún más a Ramfis y próximo a las 6:00 de la mañana del 18 de noviembre, lo manda a buscar y hasta se vio obligado a ponerse un “jacket” de cuero sobre la pijama.
Es ahí cuando llama al comandante de La Victoria, Dante Minervino, y le pide el traslado de los reos. Minervino dice que le extrañó que solo pidiera tres custodias para los seis reos.
Últimas horas. Contra todo procedimiento llevaron los presos a Ciudad Nueva y dispusieron que el fiscal Fabio Rodríguez hiciera el descenso,y así lo hizo. Empero, narra en su testimonio de los hechos, que tomó previsiones ante la sospecha de que se urdía un plan contra los conjurados. Tras concluir el descenso, en lugar de ser retornados a La Victoria, los custodias los retornaron a la cárcel del Palacio de Justicia.
Ya para ese momento sus familiares sospechaban que algo podría pasar y hasta fueron donde el presidente Joaquín Balaguer en compañía del cónsul dominicano en México para que los orientara, pero la respuesta no fue más de que estaban haciendo un descenso.
“¡Gasparín, coño, nos van a matar a todos!”. Esa frase la pronunció Luis Manuel (Tunti) Cáceres al secretario del tribunal, Gaspar Tevenin, a quien conocía de infancia, en el momento en que fueron retornados al Palacio de Justicia. Ya lo presentían.
Como parte de la trama mandan a buscar la guagua que los trasladaba y los custodias, supuestamente para un servicio, y próximo a las 4:00 de la tarde envían una nueva custodia compuesta por miembros del Servicio Secreto que fueron uniformados a tales fines y éstos informan al llavero Zoilo Hernández que harán otro descenso. Esto, aprovechando que ya no estaban el fiscal ni el resto del personal. Ahí inició el final.
Traslado a la hacienda. La nueva custodia la integraban los agentes del Servicio Secreto Ramón Rivas Viñas y los exsargentos Rafael Palma Pichardo (Frillo) y Pedro Julio Vizcaíno.
Ciertamente, la orden inicial era dirigirse con los presos hacia el lugar donde cayó “El Jefe”, y así lo hicieron, pero allí les esperó un carro marca Zodiac, azul claro, con soldados de la Aviación Militar a bordo quienes les hacen señas de que los siguieran, y la ruta fue hacia la Hacienda María. Así lo afirma Vizcaíno en su interrogatorio.
Allí esperaban Ramfis, los hermanos Luis José y José Alfonso León Estévez, el coronel Juan Disla Abreu, Gilberto Sánchez Rubirosa y otros que compartían tragos con Ramfis, al parecer, desde horas antes ya que se ha afirmado que el hijo de Trujillo estaba ebrio.
Como un guayo. Dante Minervino, quien en los diferentes interrogatorios de que fue objeto se incrimina, confesó que estuvo ahí y narró paso a paso lo que vio ese sábado en la noche.
Minervino dice que inmediatamente llegó la guagua con los presos se les acercó José Alfonso León Estévez y ordenó a Pedro Livio Cedeño que bajara. “Éste bajó y lo agarró por un brazo y lo llevó donde estaban Ramfis, Pechito y Sánchez Rubirosa. Ellos estaban en una plataforma de cemento un poco alta y Cedeño fue llevado frente a ellos, inmediatamente fueron escuchados los disparos, y fueron muchos, con diferentes armas ya que nosotros los militares podemos distinguir los tipos de arma, nosotros alcanzamos a ver que los tres disparaban, pudimos distinguir de espalda a los que tiraban, que eran Ramfis, después el marido de Angelita y luego Sánchez Rubirosa...”.
El procedimiento fue usado con los otros cinco y el hecho quedó consumado. Mataron a los seis de los héroes sobrevivientes.
¿Y los cadáveres? Sobre el paradero se han tejido varias versiones: se dice que fueron sepultados en una fosa que luego fue sellada con concreto, que fueron lanzados al mar o que fueron incinerados.
Aunque a 50 años quedan vivos algunos actores de ese acontecimiento, nunca han aclarado lo ocurrido.El proceso de investigación del asesinato de la Hacienda María fue retomado hace alrededor de tres años y los nuevos investigadores ubicaron e interrogaron a Vizcaíno, y al preguntarle qué había pasado con los cuerpos de los prisioneros acribillados respondió con seguridad “pregúntenle a la Aviación, que ellos son los que saben”.
Las claves
Huida de Ramfis
Tras cometer el asesinato, Ramfis abordó su fragata hasta nunca, no sin antes dejarle instrucciones a Jorge Moreno de recomendar un ascenso a Dante Minervino y de entregar el vehículo que dirigió los presos hacia la Hacienda María.
A 50 años
El destino de los cadáveres de los conjurados aún es un misterio.
La mentira
El final de la trama urdida por Ramfis era simular que los asesinados se habrían fugado mientras eran trasladados a la cárcel. ¿Cómo lo hicieron? Tomaron el vehículo en que trasladaron a los reos y lo estrellaron a tres kilómetros de la cárcel de La Victoria en un árbol de javilla, lo ametrallaron y colocaron los cuerpos de tres “policías” que habían sido asesinados en otra operación parte del plan en horas de la tarde. El propio Dante Minervino admitió haber participado en esos hechos, sin embargo, siguiendo el plan, se dirige a la cárcel de La Victoria y allí, supuestamente, a las 10:30 de la noche es “enterado” de que la vagoneta con los policías se había estrellado y que los tres custodias estaban muertos. El hombre hizo sonar la alarma y ordenó a decenas de policías que capturaran “vivos o muertos” a los prisioneros. Esos mismos que admitió haber visto caer horas antes en la hacienda María.
Los señuelos
Sobre los tres muertos colocados como que eran los que conducían los reclusos a La Victoria, Minervino admitió durante el proceso del caso en instrucción que en horas de la tarde tomaron unos policías especiales que no eran más que ex convictos que tenían para “operaciones específicas”, y los enviaron al ensanche Isabelita en un vehículo para que realizaran “un servicio”.
En su testimonio dice que estando ellos allá, en cumplimiento de sus órdenes, él mismo y un policía llamado Dedé les dispararon a quemarropa y guardaron los cuerpos hasta el momento en que fueron colocados en el vehículo en que simularon que se habían fugado los presos. Los pusieron uno en el asiento del chofer y otros dos afuera, les colocaron las cananas vacías y luego ametrallaron la guagua para simular la fuga.
En el expediente de ese proceso figuran los nombres de los diferentes custodias y las fichas de los que fueron usados como señuelos. Los que trasladaron a los seis ajusticiadores de Trujillo desde el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a la Hacienda María fueron el segundo teniente Ramón Rivas Viñas y los exsargentos Rafael Palma Pichardo (Frillo) y Pedro Julio Vizcaíno de los Santos, miembros del Servicio Secreto que fueron uniformados. Mientras que los que fueron colocados en la guagua ametrallada fueron los rasos Pedro Romero Félix Calderón Castillo, José Fabriziano Cruz Guaba, indultados tras cometer delitos.

31 Mayo 2011, 12:12 AM


Asesinos impunes

Grupo masacró héroes nunca cumplió penas impuestas

Escrito por: SORANGE BATISTA ( s.batista@hoy.com.do)

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A casi medio siglo del bestial asesinato de seis de los héroes del 30 de mayo en la Hacienda María, en Nigua, San Cristóbal, el histórico expediente reposa en manos del Ministerio Público sin que en sus desgastadas páginas aparezca registro alguno de que aunque sea uno de los encontrados culpables haya pagado por los hechos.
Siete personas, entre ellas dos militares, fueron procesados: cinco fueron condenados en contumacia y otros dos declinados a la justicia militar, donde fueron descargados de cualquier responsabilidad.
El informe del fiscal Fabio Rodríguez sobre la supuesta fuga de los presos, dio paso a que el procurador Porfirio Rodríguez Basora apoderara a la jurisdicción de Instrucción e iniciara el proceso por el que fueron judicializados Rafael Leónidas Trujillo Martínez (Ramfis), Luis José León Estévez, Américo Dante Minervino Matías, José Ángel Saviñón y Federico Cabral Noboa, así como los coroneles Marcos Antonio Jorge Moreno y Rubén Antonio Tapia Cessé.
En el oficio 3982, del 22 de noviembre de 1961, el fiscal señaló que le resultó extraño el hecho de que el vehículo en que eran conducidos a La Victoria los reclusos Modesto Díaz Quezada, Huáscar Tejeda Pimentel, Pedro Livio Cedeño, Roberto Pastoriza Neret, Luis Salvador Estrella Sadhalá y Luis Manuel Cáceres Michel fuera asaltado próximo a las 10:00 de la noche si habían salido antes de las 5:00 de la tarde del Palacio de Justicia “…es decir, después de 5 horas de su partida cuando este viaje se puede realizar en 30 minutos”.
Esta duda enlazada al secreto a voces en que se habían convertido los intentos de Ramfis por eliminar al grupo motivaron al procurador Porfirio Basora a apoderar al Juzgado de Instrucción el 2 de diciembre del citado año, quien para ese entonces aseguró que no escatimarían esfuerzos para extraditar personas por el caso.
Entre los elementos que señaló como válidos para el proceso estaba el clamor público y el hecho de que el traslado de los reclusos desde La Victoria hacia la Hacienda María no fuera recomendado por ninguna autoridad judicial, “hechos y circunstancias que permiten establecer seriamente que en la especie no se trata de un hecho como se ha querido pretender, sino de un asesinato del cual fueron víctimas, no solo los reclusos mencionados sino los que fungían como custodias...”.
Inicia proceso. De acuerdo con las exigencias del sistema de entonces se inició la recopilación de pruebas documentales y testimoniales que permitieron establecer que esos reclusos fueron asesinados como parte de una trama ideada por Ramfis Trujillo.
Entre esos testimonios fue debatido hasta fechas recientes el tomado al entonces comandante de la Penitenciaría Nacional de La Victoria, Américo Dante Minervino, quien produjo declaraciones en las que detalló su participación en los hechos y señaló a Jorge Moreno, los hermanos Luis José y José Alfonso León Estevez y al coronel Disla Abreu dentro de la trama.
Dante Minervino. En una serie de declaraciones, relató que recibió de Jorge Moreno la orden de trasladar los reclusos al Palacio de Justicia para un descenso.
Dijo que de esos hechos participó en el asesinato de los policías que fueron colocados como supuestos custodias que habrían asesinado los presos.
De acuerdo a declaraciones tomadas hace pocos años al secretario del tribunal de ese entonces, Ricardo Gaspar Tevenin, llamaba la atención la frialdad con que Minervino narraba esos hechos al punto que a veces dudaban de su testimonio.
“Yo iba manejando y él (Jorge Moreno) se sentó al lado mío, ya que detrás venían los cadáveres, durante todo el camino no hablamos y él no me dijo a lo que íbamos porque como usted sabe los militares hablan poco con sus subalternos... caminamos a una velocidad moderada bastante regular y llegamos a la Hacienda María; ya estaba oscuro porlo que tuvimos que encender las luces del carro...”
Según ese interrogatorio que reposa en el expediente, a su encuentro llegaron Ramfis, los hermanos Luis José y José Alfonso León Estévez y el coronel Juan Disla. Dijo que todos portaban ametralladoras aparte de sus armas de reglamento y que Jorge Moreno conversó con ellos mientras él se estacionaba.
En otras declaraciones Minervino obvia detalles como el señalado anteriormente, en otras no menciona al jefe policial y años después del hecho asegura que fue presionado para inculpar a Jorge Moreno, quien falleció en 2005.
Jorge Moreno. Tras un conflicto de jurisdicción Jorge Moreno y Tapia Cessé fueron investigados por una junta militar integrada por los coroneles Neit Nivar Seijas, Carlos Vinicio Féliz y Rogelio Augusto Jiménez Herrera.
Sobre las declaraciones de Minervino y la participación de Jorge Moreno en los hechos de la Hacienda María en el libro titulado “Marcos A. Jorge Moreno, el último ayudante militar de Trujillo” los historiadores Juan Daniel Balcácer y José Chez Checo reproducen informaciones detalladas que liberan a Jorge Moreno de todo tipo de implicación en las muertes.
Sobre lo dicho por Minervino señala, con documentos de la época, que posteriormente éste admitió ante la Junta Militar que fue forzado a emitir esas declaraciones, que lo obligaron a firmar interrogatorios elaborados en base a torturas que luego fueron comprobadas por certificaciones médicas.
Allí figura un interrogatorio a Jorge Moreno en que dice que el día de los hechos solo estuvo en la entrada de la Hacienda María tras ser llamado por Rubirosa. Señala que éste le dijo que les darían unas instrucciones en el muelle de Haina, pero que allí solo le pidió que le reforzara la vigilancia.
No ha lugar y Contumacia. En la citada publicación figura que la Junta Militar determinó que no procedía el envío a la justicia de Jorge Moreno y Tapia Cessé, debido a que no existían elementos que los vincularan a los asesinatos. El 24 de abril de 1964 se emitió un Auto de No Ha Lugar a favor de Jorge Moreno y el 4 de febrero de 1965 la Primera Cámara Penal condenó en Contumacia, a Ramfis Trujillo, Luis José León Estévez y Gilberto Sánchez Rubirosa, considerados autores materiales de las muertes y los condenó a 30 años de trabajos públicos, y como cómplices fueron sentenciados José Alfonso León Estévez, Fernando Sánchez y Federico Cabral a 20 años.
El 23 de diciembre de 1986 se declaró la prescripción sobre Luis José León Estevez (Pechito).
Las claves
Declara prescripción
En 1986 la jueza interina Rosa Herminia Bautista declaró prescrita la acción contra Luis José León Estevez -Pechito- por haber transcurrido más de 10 años de la condena. Este decidió poner fin a su vida en mayo del 2010 cuando se suicidó de un disparo en la cabeza. Al momento de su muerte era diácono.
Balaguer se pronuncia
Al referirse a los hechos ocurridos en la Hacienda María en el diario La Prensa del 16 de abril de 1963, Joaquín Balaguer dijo que el día del traslado de los reos recibió la visita de uno de los vicecónsules de los Estados Unidos que le dijo que corría el rumor de que eliminarían a los presos.
PGR retomó expediente en el 2007
A raíz de una querella interpuesta en contra de los torturadores de la Era de Trujillo por familiares de víctimas, la Procuraduría General de la República retomó el expediente e inició una serie de interrogatorios tendentes a llevar el caso por ante tribunales internacionales. Esto bajo el principio de que los crímenes de lesa humanidad no prescriben y al tratarse de crímenes políticos forman parte de esa categoría.
Del proceso fue apoderado el procurador adjunto Bolívar Sánchez quien dijo a HOY que el proceso se ha visto truncado por falta de que alguien testificara que había sido torturado por uno de los señalados y la única persona que podía ofrecer ese testimonio para dar curso al proceso es la ingeniera Tomasina Altagracia Cabral Mejía que, afirma, nunca respondió al llamado de la Procuraduría.
Explicó que entrevistaron a Leandro Guzmán, Mayobanex Vargas, Ricardo Gaspar Tevenin, al que fuera cónsul en México Julio Estévez Cabrera e interrogaron a Pedro Vizcaíno y a Juan Disla Abreu quien fue edecán y jefe de la seguridad de Ramfis Trujillo.
De éste último, Sánchez dijo que acudió “con una amnesia selectiva” sobre los hechos de la Hacienda María.
Aunque la mayoría de las víctimas han muerto aún quedan con vida torturadores y víctimas de la sangrienta era.

Copiado del periodico Hoy.

Autoridades locales y nacionales, así como familiares de los seis mártires, develizaron la valla que designa la vía de entrada a la Hacienda María con el nombre 18 de Noviembre. Hoy/GINA DECAMPS


TODOS CALLARON ANTE SU ASESINATO CRUEL

18 Noviembre 2012, 10:09 PM

Recuerdan mártires de la Hacienda María

Escrito por: ROSA ALCÁNTARA

Nigua. San Cristóbal. En el acto homenaje a los mártires de Hacienda María, Luichi Estrella, hijo de uno de los héroes, se quejó de que su padre y los otros cinco hombres que sacrificaron sus vidas por la libertad y la democracia de la República Dominicana han sido los grandes olvidados desde aquel 18 de noviembre de 1961, cuando fueron asesinados por Ramfis Trujillo, en la que era la casa de veraneo del dictador Rafael Leónidas Trujillo y de su familia.
Estrella, al hablar en nombre de los familiares de los seis héroes Modesto Díaz Quezada, Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sadhalá, Roberto Pastoriza Neret, Luis Manuel Cáceres Michel (Tunti) y Huáscar Tejeda Pimentel, rememoró algunos episodios ocurridos antes y después de la matanza de esos prohombres participantes en el complot para ajusticiar a Trujillo, el 30 de mayo de 1961.
Criticó que sectores políticos y personalidades de aquella época no reaccionaran a lo que, dice, era un secreto a voces, de la trama de la matanza de su padre y de sus compañeros.
“Ningún partido, ningún líder político ni de la sociedad puso atención al asesinato. La prensa no dijo nada y puedo mencionar a personas, Bosch y Viriato Fiallo, que eran los principales líderes políticos no reaccionaron”, manifestó.
Otro gran olvidado, dijo también, ha sido Fabio Rodríguez.
El 17 de noviembre de 1961 Ramfis encomendó a su cercano colaborador y cuñado José León Estévez (Pechito) que agenciara el traslado de los presos que estaban recluidos en la cárcel de La Victoria, con la excusa de realizar un descenso en el lugar donde mataron a Trujillo. La matanza de los seis fue un día después en la Hacienda María.
A la fecha no se sabe el paradero de los mártires. Se dice que fueron sepultados en una fosa que luego fue sellada con concreto, que fueron lanzados al mar o incinerados.
Luichi Estrella dice que no le interesa saber dónde se encuentran los restos de su padre, tras asegurar que tampoco se lo van a decir. Además, criticó que los ajusticiadores de Trujillo no se encuentren en el Panteón Nacional.
El presidente de la Comisión Presidencial de Efemérides Patrias, Juan Daniel Balcácer, quien encabezó el acto homenaje-conmemoración, valoró el sacrificio de esos héroes y llamó a emular los valores que les adornaron.
Consideró que no debe estar lejos el día en que se coloquen en un sarcófago los restos de los tiranicidas en el Panteón Nacional.
Zoom
Varios actos
Para recordar los 51 años del asesinato de los seis mártires de la Hacienda María fue oficiado en ese lugar un tedeum, a cargo del sacerdote Jesús Pérez, de la parroquia San Gregorio Magno, de Nigua. Intervino la vicealcaldesa de Nigua, Santa de la Cruz; y se encendió la llama votiva del monumento y depositaron ofrendas.



2 comentarios:

  1. El hecho de que los que participaron en la muerte de Trujillo no esten en el panteon es que ellos no son heroes, fueron un grupo de improvisados que templaban ante Trujillo. Ellos participaron en muchas muertes en la dictadura y luego fueron complices de Balaguer.

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    1. Es de imaginar que usted es del litoral trujillista, o tiene mucho desconocimiento del tema. Primero habria que saber que en 31 años de dictadura de Trujillo, este se hizo dueño de practicamente todo el aparato de fuentes de trabajo para los dominicanos. Solo el que laboraba para las compañias norteamericanas que funcionaban aqui, o los pocos comerciantes que habian no trabajan para el regimen. Al final de este cuando la gente empezo a despertar del letargo en que habian vivido con lavado cerebral desde la musica y el adoctrinamiento escolar, mas la publicidad continua de vender a Trujillo como un mesias, aparte de la practica de terrorismo de Estado que se practicaba y que sumia en terror a todos. Los hechos de las torturas de los expedicionarios y luego la muerte y el crimen horrendo de las Mirabal fueron creando conciencia de que habia que salir del dictador. No fueron uno, ni dos grupos que pensaron a hacerlo. Habia gente en eso. Esta gente del 30 de mayo con virtudes y defectos como todos los humanos, tomaron la decisión de eliminar a Trujillo y lo lograron. Prefirieron algunos de ellos perder bienes y comodidades que tenían y hasta sus familias por meterse en esa empresa para liberar al país de ese monstruo. Los de izquierda los criticaron, muchos incómodos porque se le fueron alante, los trujillistas obviamente los odiaron porque perdieron sus posiciones y se derrumbo el imperio que pensaron nunca caería. Lo cierto es que esta gente tuvo el valor que no tuvo nadie en esa época que hacer eso era una hazaña fantástica e increíble por el poder que tenia Trujillo y sus servicios de inteligencia.Un 30 de mayo de 1961 empezo a desmoronar la dictadura trujillista, ese dia se le considera el dia de la libertad en Republica Dominicana.El pais se enrumbo a la modernidad, salio del ostracismo en que vivia y se liberaron las ideas y el emprendimiento. La industria florecio y el monopolio comercial de todo que tenia Trujillo se rompio. El pais dejo de ser uno de los mas atrasados del area y en donde el Banco Central que se hizo y la moneda se realizo mas tarde que todos los paises del entorno. Se empezo mas tarde a pagar la deuda interna que Trujillo nos dejo cuando cambio la deuda externa por interna y esta nunca la pago, aun se siga con el mito que trujillo pago la deuda publica. Estos hombres del 30 de mayo nos hicieron salir del terror, el crimen, la tortura y el dolo. No son heroes?

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