"Hata la cuanta é?"

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11 Noviembre 2012, 10:57 PM

Por FEDERICO MARCOS DIDIEZ

EL AUTOR es músico. Reside en Santo Domingo.

De los primeros conceptos de la vida que aprendí cuando pequeño, y en una edad que no tenía por qué importarme nada de eso lo era la libertad. Pero no la libertad de unas vacaciones en el campo, de trepar a los árboles y comerme sus frutos, para después zambullirme en un río y secar mi cuerpo mojado con la brisa y el sol arriba de un caballo a galope, pues no, a esa libertad no es la que quiero referirme.
En el año 1974, cuando tenía 5 años de edad, oí a mi padre quejarse porque el programa de radio que él escuchaba en las noches lo habían cerrado con todo y emisora por órdenes expresas del propio Presidente. A los pocos días, pedí permiso para visitar a mi amigo Manuelcito Ledesma. Lo que obtuve fue un silencio como respuesta. Luego me enteré que los Ledesma habían tenido que "salir" al extranjero para no perder la vida debido a problemas con el Gobierno. A los pocos días ya teníamos vecinos nuevos! Un general de la Policía se instaló en esa casa con todo y título de propiedad.
Decía Gretimbrush, un famoso psicólogo alemán, que los niños son esponjas que se nutren del entorno que les rodea. A partir de ahí, nació en mí un marcado interés en saber el por qué de ciertas cosas cuyas respuestas estaban vedadas para los de mi edad. Con el correr de los años, fui conociendo las »respuestas« a todas mis dudas sobre los macabros acontecimientos que pasaron en aquella época tan nefasta y en los subsiguientes años.
"Ata la cuanta é?" como se dice en el lenguaje del pueblo, vamos a seguir permitiendo la forma tan descarada que el nieto del tirano, quien no escatima recursos ni escrúpulos, siga en nuestra propia cara burlándose de la ley, de la historia y de nuestra sociedad con alabanzas y mentiras sobre lo que fue una de las dictaduras más férreas de América Latina y del resto del mundo.
El raciocinio es una de las características inherentes del ser humano, y por ende nadie en su sano juicio y en pleno uso de sus facultades mentales va a querer repetir hechos, momentos, episodios o épocas las cuales representen un retroceso de sus vidas y de su nación; el irrespeto a la sangre derramada por los héroes llenos de coraje y de patriotismo para luchar por un noble ideal, como reza el himno del 14 de junio está siendo mancillado por este individuo y su familia a través de todos los medios de comunicación.
Es una falta de respeto a la memoria de nuestros héroes conocidos y anónimos y a los que sobrevivieron, que es el asta moral en donde ondea nuestra bandera del honor, la valentía y el coraje por haber luchado contra 31 años de sangre, dolor y humillación.
Pretender borrar la memoria histórica de nuestra nación será una tarea muy difícil para aquellos que sólo dejaron una larga estela de duelo y muerte. La impronta de las Mirabal, la de Manolo, la de La Raza Inmortal del 14 de Junio y la de las expediciones de Cayo Confites y Luperón tendrán vigencia y gratitud eterna.
Por eso día a día la sangre y el dolor se hace más latente y fresca por los asesinatos y desapariciones que hoy ellos pretenden minimizar ocultando al verdadero protagonista del sufrimiento desmedido por los dominicanos a través de 30 largos años que ustedes los Trujillo, los que representan la parte más siniestra de nuestro pasado, de un pasado atroz y de luto, de un terror tan macabro sólo comparable a lo que se viviría en el infierno nos hicieron sufrir.
Por eso, interpretando el pensamiento liberal y moderno de nuestro pueblo dominicano respecto a lo que piensa de los Trujillo, y como lo dijo Emilio Prud'Homme en nuestro glorioso Himno Nacional, la República Dominicana, "si fuere mil veces esclava, otras tantas ser libre sabrá".