¿Tan mal lo hemos hecho? Pues sí, mire usted que sí.
Tan mal, que es una suerte que aparezcan de cuando en vez estos especímenes del descaro a justificar lo injustificable.
Créanme, lo del nieto no es un exceso, es una bendición.
El nieto debería formar un partido político y lanzarse al ruedo.
Y es que a los dominicanos nos hace falta una alternativa de dictadura, la posibilidad de un joderse todo, un ver acercarse el gas y que casi nos pele...¡a ver, si c... reaccionamos!
Claro que el nieto violó la ley, pero qué carajos, ¿si no eres pobre o clase media, desde cuando hay que cumplir la ley en un país sin autoridades capaces de hacerlas cumplir ni ciudadanos que exijan INDIGNADOS en las calles y con muy malas pulgas que estas se cumplan?
Me gusta la idea de que el nieto y los 69 que le acompañan formen un partido y defiendan la sangre.
Quizás así podamos imaginar hacia dónde vamos.... inexorablemente.
Como decían los chavales en el Madrid del 15-M, hemos pasado del absolutismo tiránico al bipartidismo cínico.
Nuestro problema no es estar cansados de caminar, sino este no tener camino.... Pero, les aconsejo, muy señores míos, cuidarse de los hombres, de los pueblos cuando pierden sus ilusiones y les entran ganas de morirse.
Claro que es absurdo pensar en la Dictadura como opción.
Sin embargo, bien nos vendría escuchar a este nieto y ver en él la evidencia en gris del único gran logro alcanzado desde aquel agosto 16 de 1978, cuando, finalizada en esa fecha la era formal del trujillismo mas degenerado (con la excepción de los siete meses de Bosch), comenzamos los dominicanos y alguna embajada a construir esta vaina de la libertad y la democracia y sus valores, tan desvalorizados ellos, ya ven.
Hablo de la libertad a expresarnos, que es el único gran logro que -junto a la ampliación de los servicios sociales, aunque a costa de su deterioro- hemos alcanzado los dominicanos después de años/décadas de unos gobiernos que como los malos amores, nos parten el corazón una y otra vez, pero sin la opción bíblica del santo fornicio, ay, que en el caso del amor todo lo justifica. (Las caderas de la María Magdalena, su vientre, amén, explican la pasión del hijo de Dios por los pobres de pan o espíritu.)
Hoy padecemos el libertinaje que siempre será preferible a la falta de libertad, pues el hombre, las sociedades, necesitan de ella incluso para joderse que es nuestro caso. (La necesitan “...como la barca necesita el mar para poder navegar, un niño de una mano que le acompañe,(...) y del viento la cometa para poder volar. Mas... cómo has hecho.” Cómo hemos hecho para hacerlo tan mal, para llegar hasta aquí tan vencidos, tan don Doménico Modugno).
Uno saluda la desvergüenza del nieto y le sugiere formar un partido, a ver si los dominicanos reaccionamos asustados y al fin nos decidimos hacernos cargos de este país; justo y antes de llegue la mala hora en que un coronel sin embajada intenté casarse –no con la gloria como el Caamaño de abril- sino con el infierno al que nos invita este nieto sin memoria.
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