10 Abril, 2017
Lo hemos dicho antes: en las confrontaciones violentas la sociedad civil siempre lleva la peor parte. No solo por el tipo de armas que utiliza, que son los pitos, las banderas, pancartas, cacerolas y, a lo sumo, uno que otro caucho quemado, y piedras lanzadas a distancia que por lo general no llegan al objetivo; mientras que, el régimen tiene los equipos antimotines que en verdad no se usan como tales, sino como escuadrones que suelen atacar, con aliados paramilitares, bajo el edulcorado calificativo de “colectivos”.
Mientras no exista organización en las protestas y se eviten las confrontaciones con los organismos de seguridad, esa protesta será ineficaz, y lo que es peor, en todo momento será estigmatizada como violenta. Entendámoslo bien, esto no quiere decir que se le haga carantoñas a los efectivos policiales o militares, que siempre son los mismos. Craso error congraciarse con ellos en el terreno de la protesta. No atacarlos, pero tampoco sonreírles y menos aún tomarse selfies con ellos. Estamos en dos bandos: ellos defienden un régimen dictatorial y nosotros defendemos la república y la libertad. Ellos están fuera de la Constitución mientras que nosotros intentamos reestablecer el hilo constitucional.
La MUD son los partidos organizados
He notado en las últimas marchas y concentraciones que una cosa quieren los ciudadanos y otra muy distinta la MUD. La MUD promueve elecciones (es lógico) mientras que la gran mayoría de los que asisten a las protestas no piden elecciones sino el restablecimiento de la democracia, que no piensan que será por la vía electoral. Me lo dicen, y opino como ellos. No esperan cambios con las regionales ni mucho menos con las municipales. Los partidos no pueden dar otro mensaje distinto al electoral por esa razón son vistos con recelo por la sociedad civil.
Abajo la dictadura
Es una contradicción hablar de dictadura y al mismo tiempo pedir elecciones. Confuso mensaje a lo interno y mala señal para el exterior. Pareciera que algunos siguen con esperanzas de sacar a los malhechores y dictadores a través del sufragio. ¡Vaya ingenuidad!
Si el mensaje es “Abajo la dictadura” pues, tenemos que atacarla como tal. Que repito no es de manera violenta, mediante la confrontación, sino con la fuerza de la razón y de la inteligencia. Organización es la clave. Las protestas deben realizarse en distintas localidades casi de manera simultánea. Recuerden los organismos represores siempre son los mismos, que superamos en elevadas proporciones. Ellos están mal alimentados, cansados, mal pagados y además con botas, chalecos, cascos que los debilita. Esos organismos de seguridad: GN y Policía, no siempre hacen ese trabajo con mucha voluntad o convencimiento, no tengo dudas de que la mayoría lo hace por temor a perder su única fuente de trabajo. Si los confrontamos cuerpo a cuerpo, le estamos dando ánimos para que nos ataquen. Es indispensable que ellos entiendan que nosotros no somos sus enemigos y que tampoco representamos un peligro para ellos, mientras que el que le da la orden de atacarnos sí son un peligro, no solo para ellos, sino también para el país
Protagonistas de protestas deben ser los vecinos de las zonas
Si las protestas se organizan en las distintas zonas y con los vecinos de esos sectores, la manifestación será exitosa y cada día se sumarían nuevas personas y otras localidades porque no representan riesgo para la integridad física del que protesta y serán sumamente agotadoras para los que procuran silenciarlas. La GN y los policías con todos sus pesados e incomodos pertrechos se la pasarán corriendo de un lugar a otro, y la lógica nos dice que se agotarán hasta tirar la toalla ¿Es muy difícil entender eso?
En los cuarteles están pasando hambre, es literal la expresión, por ejemplo: en la Marina dan autorización para pescar para que coman pescado, lo que antes estaba prohibido. Hace poco leíamos una noticia del arresto de unos soldados que habían matado unos chivos porque tenían hambre, eso es grave. Existe descontento en la oficialidad y en la tropa porque se destina demasiado presupuesto en mantener a los milicianos.
Me refiero a los militares porque sin su colaboración jamás podremos reinstitucionalizar el país. Ellos están obligados a colaborar con los ciudadanos. Hay que recordarlo a cada instante: la propia Fiscal General de la República lo dijo. Si hay ruptura del hilo constitucional, no hay democracia. Sin pretender dar lecciones de derecho constitucional, siempre es bueno recordar lo establecido en nuestra Carta magna, sobre todo lo que establece el artículo 333 “Esta Constitución no perderá su vigencia si dejare de observarse por acto de fuerza o porque fuere derogada por cualquier otro medio distinto al previsto en ella.En tal eventualidad, todo ciudadano investido o ciudadana investida o no de autoridad, tendrá el deber de colaborar en el restablecimiento de su efectiva vigencia.” Los ciudadanos deben aprenderse ese artículo de memoria. Como hay un golpe de estado en consecuencia los demócratas –sin excepción- estamos en la obligación de restablecer el orden.
Todos los ciudadanos y no los partidos, son los líderes.
Es el momento de la sociedad civil, la que lucha por Venezuela, esa sociedad que ha entendido que no es momento de parcelas de intereses grupales. Esa sociedad que dice ¡Basta de empujones y de zancadillas!
Por el país por el cual están luchando los ciudadanos en las calles es por el de puertas abiertas a la esperanza y a las oportunidades, donde exista y se respete el Estado de Derecho. La gente anhela vivir en una nación en la que los centros de enseñanzas ocupen el sitial de honor que le corresponde para tener ciudadanos bien formados. En las calles de Venezuela se reclama un país donde los ciudadanos trabajen y puedan comprar lo que quiera y no aceptan ni se resignan a tener un país de limosneros que se acostumbren a vivir de una bolsa de comida que le da el gobierno de turno.
Lucha por un país para los venezolanos y de puertas abiertas para el capital extranjero. Ese país solo es posible si nos involucrados todos sin esperar la llegada de ningún mesías.
Lo que escucho a cada momento en las calles es: “basta de seguirle el juego a quienes quieren que esto sea eterno, no me calo a los que se venden como salvadores desde una gobernación o una alcaldía. Ya es suficiente de la farsa electoral. No han entendido la magnitud del problema que enfrentamos, que no es otro que la urgencia del cambio del sistema que nos ha empobrecido y arruinado como país”.
Llegó la hora de la responsabilidad ciudadana ¡Asumamos el compromiso ciudadano!
@pabloaure
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