ROBERTO PÉREZ / ZARAGOZA
Día 15/07/2014 - 09.29h
Rey D'Harcourt, que se unió a los nacionales, fue repudiado por el régimen franquista por haber entregado Teruel a las tropas republicanas
El régimen franquista se cebó con uno de los suyos. Lo incluyeron en su lista negra, no por haberles abandonado, no por no haber secundado el alzamiento contra la República, sino por –a juicio del régimen– no haber estado a la altura en valor y perseverancia.
Se trata del coronel Domingo Rey D'Harcourt. En la práctica, Franco le desterró cuando el coronel era ya cadáver. Y no rebló. Se mantuvo el destierro de sus restos mortales hasta poco antes de que el dictador falleciera. La cuasa: D'Harcourt fue quien firmó la capitulación de Teruel el 8 de enero de 1938, tras muchos días de penosidad, de resistencia hasta el límite ante el cerco de las tropas republicanas.
Rey D'Harcourt entendió que nada se podía hacer y que perseverar en la resistencia ante la superioridad de quienes les cercaban no iba más que a multiplicar el derramamiento de sangre. Y finalmente firmó la rendición.
Franco lo consideró un acto indigno y no perdonó a Rey D'Harcourt ni muerto. El coronel fue hecho prisionero por los republicanos y, tras un año de cuativerio, el 7 de febrero de 1939 es ejecutado junto al que había sido obispo de Teruel, Anselmo Polanco, y a otros cuarenta prisioneros. Fueron ametrallados en un paraje de Pont de Molíns, cerca de la frontera con Francia.
Pero el régimen franquista enterró la memoria de Rey D'Harcourt. Hasta tal punto se cebó el dictador, que ni siquiera permitió a la familia del coronel que trasladaran sus restos allí donde querían, cerca de ellos. El destierro al que fueron sometidos su memoria y sus restos mortales se mantuvo hasta 1972. Aunque el régimen de Franco jamás restauró el nombre de este coronel, al menos aquel año permitió a su familia que llevaran sus restos hasta Logroño, la ciudad donde había nacido. Más de 30 años tuvieron que esperar a que Franco tuviera a bien concederles el permiso.
Desde la pasada primavera, los restos mortales de Rey D'Harcourt reposan en el cementerio de Calamocha, en la provincia de Teruel, localidad con la que los descendientes del coronel mantienen vínculos y en cuyo camposanto recibió sepultura una hija del militar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario