El padre se exaltó y le dijo que no hablara así de esos muchachos valientes que venían a liberar al país del tirano. En ese momento, la trabajadora de la casa le lanzó a su patrón una mirada muy seria y salió rapido por la puerta. El comprendió aterrado que esa supuesta buena mujer era una calié.
Más tarde el ruido de los motores de los famosos "cepillos" del SIM innundaron el "orden" del sector .El joven no volvió a ver su padre jamás.Se lo llevaron para siempre.
Ese anuncio de TV me impactó muchísimo. Recuerdo cuando lo vi por primera vez...
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