En los desórdenes provocados por la presencia de un grupo de contrarrevolucionarios cubanos en la Cumbre de presidentes que acaba de tener efecto en Panamá, sonó más de una vez el nombre de un tal Félix Rodríguez, señalado insistentemente por voceros de Cuba como confeso coautor del asesinato a sangre fría del comandante Che Guevara.
¿Cuál es la trayectoria de este personaje, como para sentirse autorizado a andar armando líos en nombre de la democracia y el combate al terrorismo?
Ya es un hombre viejo, pero se inició desde muy joven como calié de la policía secreta cubana en tiempos de la dictadura de Batista.
Al triunfo de la revolución no esperó que la vara de la justicia popular lo alcanzara y lo mismo que Batista, vino a refugiarse al feudo de Trujillo.
Pero no a vivir en paz, como Dios manda, sino a otras cosas. Aquí, Rodríguez se enroló en la Legión Extranjera Anticomunista creada por Trujillo con mercenarios internacionales. Luego, y según confiesa el propio personaje, se puso al servicio de la CIA, bajo esa condición realizó tareas de inteligencia y apoyo urbano a la fracasada invasión mercenaria de bahía de Cochinos en abril de 1961.
Siguió su ruta, y bajo el seudónimo de Lázaro, siempre según su propia confesión, fue trasladado a Bolivia, donde se envolvió en las operaciones dirigidas por la CIA, que condujeron a la captura y el asesinato del comandante Guevara en octubre de 1967.
Después, este alias Lázaro operó en Vietnam, del lado de los agresores, por supuesto; y en los años ochenta se involucró en las actividades de la contrarrevolución en Centroamérica, no como simple asesor, sino como partícipe directo en operaciones militares y actividades propias de la guerra sucia.
Este alias Lázaro, Félix Ismael Rodríguez, por su nombre de pila, portador de tan triste historial, sirve de muestra del tipo de personaje que se aloja en una parte del exilio cubano.
Aunque por esas ironías de la política yanki, a quien se incluye en la lista de los fomentadores del terrorismo no es al tal Lázaro, sino al Estado cubano, víctima muchas veces de personajes que con toda un negro historial a cuestas se atreven a perturbar un evento continental de presidentes, con actos de provocación y de violencia de los cuales nunca han podido separarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario