“Se trataba de una importante victoria revolucionaria, pero a la vez una señal de los tiempos que vendrían, un triste obsequio que me hizo Rafael Leonidas Trujillo el día de mi onomástico.
“Ese 13 de agosto de 1959 cumplía yo 33 años de edad, estaba en la plenitud de la vida y de las facultades físicas y mentales”. Así se refería el Comandante en Jefe Fidel Castro a los acontecimientos de aquel día, hace 55 años, en la ciudad de Trinidad, en la entonces provincia de Las Villas, cuando fuerzas bajo su mando capturaron un avión mercenario, en el primer intento de invasión contra el naciente proceso popular cubano.
El plan revolucionario funcionó, al hacerle creer al dictador de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, que todo marchaba bien en su pretensión de ocupar algún sitio del territorio cubano y con ello iniciar el derrocamiento de la Revolución.
Los pobladores de la antiquísima villa, situada entre el mar Caribe y las montañas del Escambray, estaban informados de la inusual situación que motivaba el movimiento de tropas, incluidos hombres armados vestidos de civil, y la realización de supuestos combates en el lomerío.
“Ese 13 de agosto de 1959 cumplía yo 33 años de edad, estaba en la plenitud de la vida y de las facultades físicas y mentales”. Así se refería el Comandante en Jefe Fidel Castro a los acontecimientos de aquel día, hace 55 años, en la ciudad de Trinidad, en la entonces provincia de Las Villas, cuando fuerzas bajo su mando capturaron un avión mercenario, en el primer intento de invasión contra el naciente proceso popular cubano.
El plan revolucionario funcionó, al hacerle creer al dictador de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo, que todo marchaba bien en su pretensión de ocupar algún sitio del territorio cubano y con ello iniciar el derrocamiento de la Revolución.
Los pobladores de la antiquísima villa, situada entre el mar Caribe y las montañas del Escambray, estaban informados de la inusual situación que motivaba el movimiento de tropas, incluidos hombres armados vestidos de civil, y la realización de supuestos combates en el lomerío.
Cerca de las siete y 30 de la noche, el avión sobrevoló la ciudad, aterrizó en el pequeño aeropuerto, donde fue recibido con gritos de ¡Viva Trujillo, Abajo Fidel!, por los presuntos sublevados.
Mientras se escuchaban tiroteos cerca, el propio líder de la Revolución dirigía las acciones desde un lugar cercano, acompañado por Camilo Cienfuegos y otros comandantes del Ejército Rebelde.
El pequeño grupo de combatientes subió a la nave, enviada con armas por el sátrapa dominicano, conocido como “Chapitas” por su afán de medallas; se produjo el tiroteo en el que murieron algunos de los invasores y los combatientes revolucionarios Frank Hidalgo Gato y Eliope Paz; semanas después, también falleció el primer teniente Oscar Reytor Fajardo, víctima de las heridas recibidas en la acción.
Entre los prisioneros sobresalía la representación batistiana, encabezada por Luis del Pozo Jiménez y Roberto Martín Pérez, hijos de un ex-alcalde de la derrocada tiranía y del tenebroso esbirro Lutgardo Martín, respectivamente.
Mientras se escuchaban tiroteos cerca, el propio líder de la Revolución dirigía las acciones desde un lugar cercano, acompañado por Camilo Cienfuegos y otros comandantes del Ejército Rebelde.
El pequeño grupo de combatientes subió a la nave, enviada con armas por el sátrapa dominicano, conocido como “Chapitas” por su afán de medallas; se produjo el tiroteo en el que murieron algunos de los invasores y los combatientes revolucionarios Frank Hidalgo Gato y Eliope Paz; semanas después, también falleció el primer teniente Oscar Reytor Fajardo, víctima de las heridas recibidas en la acción.
Entre los prisioneros sobresalía la representación batistiana, encabezada por Luis del Pozo Jiménez y Roberto Martín Pérez, hijos de un ex-alcalde de la derrocada tiranía y del tenebroso esbirro Lutgardo Martín, respectivamente.
Los batistianos capturados en el intento de invasión trujillista
Fidel personalmente, cerca del lugar, los interrogó, y luego por radio y televisión informó a toda Cuba de aquellos hechos, los cuales también fueron denunciados en la reunión de la Organización de Estados Americanos.
Todo había comenzado semanas antes, cuando se conoció de planes conspirativos entre elementos batistianos, personajes afectados por las primeras medidas revolucionarias y algunos resentidos con el proceso popular y transformador.
La dirección revolucionaria entonces decidió desarrollar el primer juego operativo de los nacientes órganos de la Seguridad del Estado. Trujillo se entusiasmó, envió dinero y desde Miami llegaron las primeras armas con el consentimiento de las autoridades de Estados Unidos.
A inicios de agosto se abortó la conspiración en la capital cubana, y las acciones se trasladaron a Trinidad, haciéndole creer al dictador quisqueyano que la zona estaba en manos de sus seguidores, por lo cual “Chapitas” ordenó lanzar armas en paracaídas y enviar el primer avión, cuyos tripulantes comprobaron la supuesta buena marcha del plan.
Fidel personalmente, cerca del lugar, los interrogó, y luego por radio y televisión informó a toda Cuba de aquellos hechos, los cuales también fueron denunciados en la reunión de la Organización de Estados Americanos.
Todo había comenzado semanas antes, cuando se conoció de planes conspirativos entre elementos batistianos, personajes afectados por las primeras medidas revolucionarias y algunos resentidos con el proceso popular y transformador.
La dirección revolucionaria entonces decidió desarrollar el primer juego operativo de los nacientes órganos de la Seguridad del Estado. Trujillo se entusiasmó, envió dinero y desde Miami llegaron las primeras armas con el consentimiento de las autoridades de Estados Unidos.
A inicios de agosto se abortó la conspiración en la capital cubana, y las acciones se trasladaron a Trinidad, haciéndole creer al dictador quisqueyano que la zona estaba en manos de sus seguidores, por lo cual “Chapitas” ordenó lanzar armas en paracaídas y enviar el primer avión, cuyos tripulantes comprobaron la supuesta buena marcha del plan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario