En los días que precedieron al regreso de los comisionados, el país vivió episodios dramáticos y decisivos para el curso de su devenir histórico. Ramfis había huido cobardemente –no sin antes asesinar a los ajusticiadores de su padre- dejando al mando en San Isidro a su leal general Fernando A. Sánchez hijo. Los tíos Petán y Negro –quienes se ausentaron brevemente del país en simulacro para facilitar el levantamiento de las sanciones- regresaron en plano beligerante frente a Balaguer a fin de retener su poder, fraguándose una “noche de los cuchillos largos” que liquidaría a los principales líderes de oposición, llevándose de encuentro al propio presidente, ya percibido como traidor por la línea dura del clan Trujillo.
En adelanto a estos planes, EEUU a través de su Attaché d’Affaires John Calvin Hill –un veterano del Departamento de Estado oficial de enlace con la CIA, con experiencia en Guatemala en el derrocamiento de Arbenz- dio respaldo a Balaguer in situ en el Palacio Nacional. Con la flota americana visible desde la Colina de San Carlos, surta ante la costa de la capital, en evidente código persuasivo. Escena intimidante registrada en el habla popular de entonces con la expresión coloquial: “¡Porta bien o Porta avión!”
Mientras por su lado el teniente coronel Edwin Simmons, agregado naval, estimulaba a un grupo de oficiales pilotos de la AMD acantonados en la base aérea de Santiago bajo el comando del general Rodríguez Echavarría, a levantarse frente a San Isidro, como de hecho sucedió desde las 8 AM del 19 de noviembre, con bombardeos que incluyeron esta base, las instalaciones del CEFA que alojaban el batallón de blindados, el campamento 27 de Febrero sede de la jefatura del Ejército, e intimidación a fortalezas y bases aéreas del interior que no se plegaran al movimiento. Contando para ello con la promesa norteamericana de respaldo eventual. En gesto simbólico de reafirmación, a las 3:15 de la tarde de ese día, una docena de Skyhawk Douglas 4-D del Escuadrón de Ataque 224 de la Marina procedente de la Base Roosevelt de Puerto Rico, sobrevoló durante media hora la capital.
La “rebelión de los pilotos” –que recibió apoyo de la infantería de la base aérea de Santiago-tuvo en rol protagónico a los hermanos Pedro Rafael y Santiago Rodríguez Echavarría junto a los oficiales Nelton González Pomares, Raymundo Polanco Alegría, Manuel Durán Guzmán, Federico Fernández Smester, entre otros. En el plano político, se reputan redactores de la proclama Rafael F. Bonnelly -luego 1er vicepresidente del Consejo de Estado y su presidente a partir del 18 de enero del 62, en lugar de Balaguer, su efímera cabeza- y Ramón Tapia Espinal, influyente miembro del gabinete de ese régimen y parte del Triunvirato que gobernó tras el derrocamiento de Bosch en septiembre del 63.
Paradójicamente, afectados por el bombardeo libertario y comisionados por el general Sánchez hijo a preparar un plan de contra ataque a Santiago empleando a los blindados, se hallaban en el CEFA los coroneles Hernando Ramírez, Francis Caamaño y Rafael Fernández Domínguez, entre otros oficiales que fraguarían años más tarde la revuelta constitucionalista que hace medio siglo estalló el 24 de abril con el apresamiento del general Rivera Cuesta en su comando de la jefatura del Ejército. Dos meses más tarde Fernández Domínguez, contrabalanceando al nuevo caudillo militar que se proyectaba amo de la situación, cuando Rodríguez Echavarría concretó un golpe de mano contra el incipiente Consejo de Estado, encabezó la reposición de los consejeros, ahora con Bonnelly como presidente.
Cabe resaltar el papel de Balaguer, empantalonado ante los amenazantes Trujillo, en medio de la crisis militar que sorteó apelando a su proverbial “sangre de maco”. El conato regresivo concitó el apoyo de la oposición a la cuestionada institucionalidad constitucional, en comunicado conjunto de UCN, 14 de Junio y PRD. Hablando desde el Palacio al mediodía del 19N, Balaguer asumió la jefatura de las FFAA, instando a los comandos de sus tres ramas y de la Policía Nacional a acatar sólo sus órdenes. Suprimió la jefatura conjunta que Ramfis ejerció, notificó la salida de Petán y Negro, removió al general Sánchez hijo y a Virgilio García Trujillo e hizo ajustes que culminarían en la designación de los Rodríguez Echavarría, uno en la Aviación y otro en la secretaría de las FFAA. Decretó el estado de emergencia y exhortó a la ciudadanía “a unirse en torno al poder legítimo de la nación para conjurar el peligro que se cierne en torno a nuestra soberanía e impedir una catástrofe nacional”.
Por eso, al producirse un desenlace positivo, Unión Cívica tituló en su primera plana el 23 de noviembre del 61: “La Patria Vibra Jubilosa el Nacimiento de Libertad”. Pasando a describir el momento, el vocero de UCN consignaba: “La huida de los últimos personeros de la tiranía sumada a la llegada al país de los dirigentes de Unión Cívica Nacional y la Agrupación 14 de Junio, constituyeron el elixir mágico que embriagó en un alegre y jubiloso frenesí al pueblo dominicano en su histórico paso de la tiniebla del despotismo al resplandor de la libertad. Todo un pueblo se lanzó a las calles para recibir a los dirigentes de las mencionadas agrupaciones, en muchedumbres cuyo número no podría especificarse. Cerca de seis mil automóviles recorrieron varias calles de la ciudad en comitiva de recibimiento. Inmenso alborozo reinó en la ciudad de Santo Domingo, durante todo el día 21.”
“Las casas de la ciudad, engalanadas con la Bandera Nacional, ofrecían un patriótico espectáculo a los ojos de la ciudadanía. A su paso por la calle El Conde, una lluvia de papel picado cayó desde todos sus balcones, saludando la caravana. Es indescriptible el júbilo del pueblo dominicano en esos momentos. Grupos de hombres, mujeres y niños, danzaban por las calles, a los acordes de pitos, palmetas y silbidos. Las bocinas de los carros no dejaron de atronar ni un momento. Parecía que toda la alegría contenida de 31 años de lágrimas, habíase desbordado en el asfalto de las calles.”
“La prensa oficialista, sin otro recurso, consignó a grandes titulares la llegada de los dirigentes de Unión Cívica Nacional y la Agrupación Política 14 de Junio. Periodistas nacionales y extranjeros, con cámaras y pitos, palmoteando la libertad dominicana, tomaron excelentes vistas de la nunca vista manifestación popular. Policías y oficiales, pitos en ristre, se unieron al regocijo de este pueblo, ya bailando, o abrazándose fraternalmente con los mismos hombres que ayer cayeron bajo su metralla.”
“Hasta muy entrada la noche no cesó la inmensa algarabía que llenó toda la ciudad de Santo Domingo. Grupos de jóvenes de ambos sexos, en camionetas descubiertas, gritaban y pitaban por las calles. Letreros de ‘Navidad con Libertad’ fueron puestos en casi todas las casas de la capital, por voluntarios jóvenes, entusiastas con la causa del pueblo dominicano. Desde los balcones de sus respectivas agrupaciones, el Dr. Fiallo y el Dr. Tavárez Justo hablaron al pueblo. Ambos fueron aplaudidos frenéticamente.”
El editorial de esa edición, más reflexivo, recordaba que tras la euforia, seguía “el mismísimo gobierno residual del Trujillato”, en lo que fuera prédica distintiva de UCN: la destrujillización y la formación de un gobierno provisional. En velada alusión al PRD y a su líder, advertía: “No podemos dejarnos engañar ahora, embriagados en nuestro entusiasmo, por los lobos disfrazados de oveja que vienen con la irresponsable fórmula del ‘borrón y cuenta nueva’. A ellos tenemos que contestarles: ‘Alto ahí, señores, que el lápiz de Dios no tiene goma’.”
Asumiendo que mucho se había conseguido pero faltaba otro tanto, exigía: desoficializar el Partido Dominicano; liberar a los presos políticos e identificar los muertos en las cámaras de tortura; castigar a los culpables de atropellos y crímenes; extraditar a los Trujillo y sus secuaces responsables de actos criminales; suprimir la Agencia Central de Inteligencia sustituta del SIM; depurar las Fuerzas Armadas; reponer empleados públicos despedidos por sus ideas liberales; cese de la violación de los derechos humanos y el estado de emergencia.
En una suerte de jaque mate UCN remachaba: “ La tarea pendiente para que imperen la Decencia, el Derecho y la verdadera Libertad, no es propia para el Gobierno corrompido que, cual despojo superviviente del odioso uniforme de crimen e ilegalidad destrozado por el pueblo, continúa todavía al frente de los destinos nacionales. Esa tarea -¡UNION CIVICA lo ha dicho tantas veces!- sólo podrá hacerla el Gobierno Provisional propuesto por la UCN en su carta histórica del 30 de septiembre de 1961. El pueblo ganó su primera batalla: eliminar de nuestro escenario a los nefastos Trujillo. Ahora ganará el segundo y definitivo combate: implantará el Gobierno Provisional que hará posible la vida de la auténtica democracia.”
Un objetivo, ese de la auténtica democracia, que costaría décadas a los dominicanos alcanzar. Y que todavía interpone en su empeño una empinada cuesta.
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