17 de marzo de 2015 - 12:50 am -
El antihaitianismo en nuestro país surge en la Época de Trujillo. “En los años cuarenta se desarrolla la política de dominicanización de la frontera, Trujillo buscó “limpiar” la zona fronteriza de todo lo relacionado con Haití: población, cultura y economía. La presencia haitiana en cualquiera de sus formas era vista como una amenaza a nuestra cultura y sociedad. Esta política tuvo al menos tres dimensiones: la violencia contra la población haitiana cuyo clímax fue la llamada matanza del 37, la “castellanización” y el fortalecimiento de la presencia del Estado en la frontera, en especial de las instituciones militares”. (ODH/PNUD 2011: 23).
La Dictadura Trujillistapromovió una falsa dominicanidad construida desde la negación de las raíces afrocaribeña con persecución de toda manifestación cultural sostenida en estas raíces desde los bailes de palos, el gaga, las practicas mágico-religiosas, sarandunga, entre otros. Junto a esta negación se trató de promover la hispanización en la historiografía/libros de textos, una historiografía con ocultamientos significativos de hechos históricos importantes como: la Anexión a España, la Restauracióny las invasiones norteamericanas. Reduciéndose así el patriotismo y las fechas patrias a un solo hecho, la independencia reducida a la lucha contra la invasión haitiana sin la mirada a los procesos de construcción de identidad y de nación.
En el estudio citado como en otros (ODH/PNUD/MEEPYD 2010) se analizan las relaciones entre la población dominicana y haitiana en diferentes provincias, se destaca una cierta ambivalencia. “Existe un cierto reconocimiento y valoración de actitudes en la población haitiana acompañado de relaciones de solidaridad y apoyo en la cotidianidad en las comunidades que se mezcla con un discurso de discriminación racial y prejuicios sustentado en la supuesta amenaza de “invasión” que alimenta un discurso nacionalista que proviene de los medios de comunicación, como ellos mismos reconocen”. “Este discurso antihaitiano sostenido en la defensa “nacionalista” se amplía a centros educativos con reforzamiento en el aula, utilizándose la distorsión de la enseñanza de la historia dominicana como se muestra en estudiantes consultados”. (ODH /PNUD 2011: 198).
El antihaitianismo se promueve desde ciertos medios de comunicación social y sectores de poder vinculados a una ideología “nacionalista” sesgada y desconocedora de nuestra identidad. Este antihaitianismo creado en la Dictadura de Trujillo fue posteriormente difundido en los 12 años de Balaguer y la actualidad, su exacerbación tiene cierto carácter cíclico. En los últimos 5 años la promoción de hechos de confrontación entre haitianos y dominicanos tanto en la República Dominicana como en Haití se produce cada vez que se presentan los grandes expedientes de corrupción en los que se involucra a funcionarios, ex funcionarios, legisladores y expresidentes.¿Qué pasó en la época en que Guillermo Moreno (2013) presentó los expedientes de lavado de activos contra el expresidente Leonel Fernández?
¿A quién le beneficia que la población dominicana y haitiana estén en conflicto permanente? ¿Los sectores que se benefician de este conflicto tienen alguna relación entre sí en Haití y República Dominicana?
Este artículo fue publicado originalmente en el periódico HOY
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