El dictador Rafael Leonidas Trujillo habría ordenado matar a su esposa María Martínez cuando esta lo persiguió hasta una casa veraniega que el jefe tenía en la autopista Duarte, próximo a la Cumbre.
Si ella intenta llegar a la casa ¡Mátela, coño! Habría ordenado Trujillo a un oficial en un puesto militar, tras ser enterado que su esposa lo perseguía en otro carro.
Excelencia, -dijo el oficial a María Martínez- si usted no se devuelve tengo órdenes de dispararle.
La mujer ignoró el mensaje del oficial y ordenó al conductor continuar la marcha, pero éste replicó: Es una orden superior a usted, la del Jefe, debemos volver, al tiempo que giraba el vehículo de regreso a la capital.
Este hecho fue narrado por el periodista Manuel Nova, en su libro Anselmo Paulino Alvarez, El ojo mágico de Trujillo, que será puesto en circulación en junio.
El libro se centra en la vida y trayectoria política del general Paulino Álvarez, la figura de mayor confianza y poder al lado de Trujillo, durante la segunda mitad de su tiranía de 30 años.
La firme relación de Trujillo con la ex reina de belleza Lina Lovatón, una hermosa muchacha de la misma edad de su hija mayor, Flor de Oro Trujillo, había sido el trago que le amargo la vida para siempre a quien se creía madrona del pueblo dominicano.
El día de la persecución, que el autor no precisa fecha, doña María estaba segura que Trujillo tendría encuentro con una de sus amantes que lo esperaba en la casa de la Cumbre.
Después del incidente que provocó el encuentro de Trujillo con Lina, María Martínez había amenazado al Jefe con el divorcio e incluso, a partir de ese momento, la pareja presidencial vivió en habitaciones separadas hasta el día del ajusticiamiento de Trujillo.
El tirano se había enamorada de tal manera de la ex reina de belleza, con la que tuvo dos hijos, y por lo que hizo aprobar una ley para reconocerlos y darles los mismos derechos que a sus demás vastagos.
Lina había llegado a la vida de Trujillo a través de su hija Flor de Oro, pero las actitudes agresivas de María Martínez provocaron que el jefe prácticamente la exiliara en Miami adonde solía visitarla y pasar temporada con ella.
Previo a su matrimonio con Trujillo, María Martínez había pasado un largo período como amante del Jefe y de estrechez económica, pero a pesar de ello nunca escondió sus ambiciones desmedidas y arrogancia personal.
Su carácter distaba de la mansedumbre y el conformismo de las primeras dos esposas de Trujillo: Aminta Ledesma y Bienvenida Ricardo.
El libro
En esta obra, Nova describe la vida y trayectoria del más cercano colaborador del tirano Trujillo, quien con astucia y fino tacto político se impuso a los celos y el odio que despertaba en el estrecho círculo del Jefe.
Por órdenes de Trujillo, fue humillado y encarcelado, pero en una última jugada logró su libertad y la venia del tirano para autoexiliarse, partiendo hacia Europa, donde disfrutó de la gran fortuna que amasó en base a su astucia.
Nova publicó hace un año la biografía Ramón Marrero Aristy: El negro más caro de Trujillo, con gran aceptación del público y la crítica literaria.
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