Sabemos que las mariposas antes de mostrarse frente al mundo, se gestan en una capullo que las ha resguardado para dotarlas de un aspecto majestuoso. La oruga, pues, se convierte en una suerte de placenta que las alimenta y resguarda. Bajo este cobijo florecen de distintos colores y tamaños, como si se tratara de un invernadero animal. Así, las mariposas, pueden llegar a simbolizar: libertad y, en algunos casos, cuando su color es negro, aluden a la mala suerte.
Sin embargo, en esta ocasión, nos referiremos a uno de los más bellos insectos de nuestra fauna y lo utilizaremos como símbolo de libertad, pues así lo acuñó Minerva Mirabal para transitar en el movimiento de “guerrilla clandestina” que estaba en contra de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, en República Dominicana, en la primera mitad del siglo XX.
La historia se remonta a al grupo de cuatro hermanas de apellido Mirabal, originarias del municipio de Salcedo: Patria Mercedes, (27 de febrero de 1924- 25 de noviembre de 1960), Bélgica Adela (Dedé) (1 de marzo de 1925), María Argentina Minerva (12 de marzo de 1926- 25 de noviembre de 1960) y Antonia María Teresa, (15 de octubre de 1935- 25 de noviembre de 1960). Ellas nacieron dentro de una familia acomodada, aunque con la llegada de Trujillo al poder perdieron gran parte de sus bienes materiales, no así los morales e intelectuales.
Minerva, la tercera en la línea sucesoria, destacó desde en sus primeros años de vida por esa curiosidad permanente que la llevó a integrase en el mundo de las artes: era una lectora apasionada, fue actriz y pintaba. Es decir, el cosmos de la cultura era un mundo donde se sentía más que cómoda. A ello hay que sumarle su extraordinaria belleza sin demérito de la que también mostraban sus hermanas.
Las Mariposas realizaron sus primeros estudios en un colegio de monjas españolas. Más adelante, Minerva, fue una de las primeras mujeres, en su país, que se doctora en la carrera de leyes, a principios de los años cincuenta.
Esta curiosidad, de la que hago referencia líneas arriba, lleva a las hermanas Mirabal, lideradas por Minerva, a formar parte del movimiento de guerrilla 14 de junio. El contexto mundial daba pie a los jóvenes para que se inconforman por los atropellos que sucedían de forma cotidiana. Su activismo las llevó varias veces a prisión. Trujillo había puesto sus ojos en Minerva y al ser rechazado por ella se fincó una suerte de obsesión que mantuvo a la familia en una vigilancia continua. El padre de ellas muere víctima de las estancias que tuvo en la cárcel mismas que mermaron su salud moral y física.
El 25 de noviembre de 1960 las hermanas Mirabal fueron asesinadas brutalmente a golpes, sólo Dedé sobrevivió a la furia del dictador, quien meses más tarde moriría asesinado. La historia de las Mirabal es apasionante como la de muchas otras mujeres del mundo. Ellas se enfrentaron al poder asumiendo el sobrenombre de “Las Mariposas” y dejaron a un lado su aparente fragilidad para luchar por una causa que daría la posibilidad de vivir de una manera más justa en su natal República Dominicana.
El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Debates van y vienen sobre la vigencia de esta celebración. Yo, en lo personal, soy partidaria de que cada quien enarbole la bandera en que confía porque así lo creo para mí y mis creencias. Es decir, el respeto por el pensamiento del otro es la base de cualquier relación. A partir de esta premisa me cuestiono, no sé ustedes: Para qué sirven las fechas conmemorativas, más allá de la vigencia o no del momento. Pues creo que son fundamentales para nunca olvidar los hechos que han sucedido y siguen sucediendo y que ilustran la situación de la mujer tanto en el pasado como en el presente.
Por ello, entiendo que la idea de que exista un Día Internacional de la Mujer nos da espacio para reflexionar sobre el entorno que la rodea y cómo éste ha ido evolucionando, o no, con el paso del tiempo. Hurgar en ese pasado remoto y en el presente es una tarea que nos permitirá encontrar nuevas formas para ir avanzando en las opciones con las que contamos las mujeres hoy y cómo podemos enriquecerlas.
En este 2015 se cumplen 55 años del brutal asesinato de las hermanas Mirabal, Las Mariposas, y como el caso de ellas existen muchos que ilustrarían que el paso del género femenino por este mundo requiere de un conocimiento a profundidad del tema, dejando a un lado las etiquetas temporales. Basta pensar en las diferencias que hay entre las mujeres migrantes y los hombres migrantes. Me interesa mucho que no se dé por sentado que sólo hablo de desventajas ante el género masculino. Sino de la importancia de que consolidemos una cultura en donde la mujer ocupe un lugar para que las desigualdades dejen de ser una suerte de segunda piel.
Nos vemos el otro sábado, si ustedes gustan.
 Ojal. Si se quieren acercar más a la historia de Las Mirabal hay películas y libros que la ilustran desde distintos puntos de vista.
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