De Diario Libre
Decían que Rafael Herrera, el legendario editorialista del Listín, era un surrealista porque cuando todo parecía derrumbarse salía con un canto de esperanza sobre las potencialidades del país. Me parece que él tenía razón y no sus críticos. Como todo país subdesarrollado, tenemos motivos más que suficientes para sentirnos mal, pero basta con mirar hacia atrás para apreciar todo lo que hemos avanzado en numerosos aspectos de la vida nacional.
Es cierto que no hemos podido ordenar el tránsito, pero se han iniciado iniciativas para lograrlo. Es verdad que nuestra educación es un desastre, pero hay que ser muy mezquino para negar que se han dado pasos de avance gigantescos en algunas áreas. Por supuesto, como recordaba ayer el presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Poder Judicial, el doctor Mariano Germán, todavía ese poder del Estado vegeta en la miseria presupuestaria mientras se desperdicia dinero a montones en el país.
Sin un Poder Judicial y una justicia eficiente y bien servida, es inútil hablar de democracia, porque donde quiera que choquen intereses tiene que haber un árbitro reconocido y respetado por todos, y la democracia es confrontación que se hace civilizada por los árbitros.
Ahora viene el proceso de aprobación del Presupuesto del Estado para el 2017, donde deberá consignarse un aumento significativo para el servicio judicial. Hacen falta jueces, pagar mejor a magistrados y empleados, mejorar las facilidades para el servicio, todo ello en beneficio del ciudadano que quiere ver sus casos resueltos. Ojalá el Presupuesto para la Justicia nos ofrezca nuevos motivos para creer en el futuro del país.
atejada@diariolibre.com
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