EL AUTOR es un ex funcionario y político. Reside en Santo Domingo.
Después del regreso al país del Profesor Juan Bosch, luego del golpe de Estado y la Guerra de Abril de 1965, siendo el candidato natural a la presidencia de la República por el PRD para las elecciones que se celebrarían en el mes de junio del 1966, habló con algunos dirigentes del desaparecido Partido Revolucionario Social Cristiano, con el que había formalizado el Pacto de Río Piedras en procura del retorno a la constitucionalidad, sobre la idea de llevar al Dr. Antonio Rosario, presidente del PRSC, como su compañero de boleta a la vicepresidencia de la República.
Eso lo trató el propio Bosch con Rosario, Caonabo Javier y un grupo de dirigentes, en una reunión efectuada en su residencia de entonces en la carretera Sánchez, lo que causó mucho entusiasmo en las filas socialcristianas.
Pero poco tiempo después, Bosch informó que habían surgido algunos inconvenientes, ya que existían varios aspirantes del PRD a la vicepresidencia y que tendrían que celebrar una Convención para escoger el candidato, pero expresó, que algunos expertos en asuntos electorales consultados le habían sugerido que ambos partidos podían ir a las elecciones con boletas electorales separadas, llevando el mismo candidato presidencial, pero vicepresidentes diferentes; o sea, el PRD con Bosch y un candidato vicepresidencial perredeísta, y el PRSC con Bosch a la presidencia y Antonio Rosario a la Vicepresidencia.
Tanto Antonio Rosario como Caonabo Javier le expresaron que nuestra legislación no lo permitía, pero Bosch les propuso que ambos partidos sostuvieran reuniones con los expertos en la materia a ver qué salida se le podría buscar.
Uno de los abogados del PRD admitió que se lo había sugerido a Bosch, pero que si no era imposible, en vista de que había un Gobierno Provisional, producto del Acta Institucional que le puso fin a la Guerra, podían hacerle un pedido a la Junta y al Gobierno para que como caso especial lo permitiera, pero los abogados socialcristianos: Antonio Rosario, César Estrella Sadhalá, Dartagnan Pérez, Isidoro Acosta, Abigail Cruz Infante, Luis Martínez Pina, explicaron que eso era imposible, pero que además, en caso de que la Junta lo aceptara, los votos no se sumarían, puesto que los candidatos presidenciales no son separables de los vicepresidenciales.
Para Bosch no resultó una situación agradable, sin embargo, tratando de buscar una fórmula que complaciera a los socialcristianos, sugirió que lo postuláramos usando la pegajosa frase: Vota Verde por Juan Bosch. Y así ocurrió, pues el grupo de dirigentes socialcristianos, coherentes con el Pacto de Río
Piedras y comprometidos con la Guerra de Abril del 65, logramos imponer esa decisión.
Traigo esa anécdota histórica a colación, porque aunque hace ya 50 años de que expertos y asesores le propusieron a políticos fórmulas electorales confusas y no viables, todavía hoy se escuchan voces sugiriendo combinaciones electorales, congresuales y municipales sin sentido lógico ni legal, que no benefician el proceso electoral, a sus partidos, ni a sus propios candidatos. Inventando fórmulas para tratar de salir de algún atolladero.
Traigo esa anécdota histórica a colación, porque aunque hace ya 50 años de que expertos y asesores le propusieron a políticos fórmulas electorales confusas y no viables, todavía hoy se escuchan voces sugiriendo combinaciones electorales, congresuales y municipales sin sentido lógico ni legal, que no benefician el proceso electoral, a sus partidos, ni a sus propios candidatos. Inventando fórmulas para tratar de salir de algún atolladero.
jpm
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