La gran batalla por delante no es contra los reos actuales. La lucha se centra en el efectivo combate a la corrupción, disuadiendo a los que en el futuro sientan su atracción, e incentivando su pronta detección y punición en caso de caer en la tentación.
La gran batalla por librar en Brasil no es para sancionar a los protagonistas del Petrolao y demás esquemas similares de corrupción orquestados por políticos de los partidos mayoritarios y grandes empresarios. Ni siquiera es para recuperar los valores robados al estado, pues la recuperación continúa con mucho éxito también (ya han recuperado muchos cientos de millones).
La Operación Lava Jato avanza en Curitiba- a pesar de los esfuerzos de muchos por descarrilarla- y sigue inexorablemente su curso sin privilegiar ni discriminar a nadie, desencadenando exitosamente nuevos procesos legales paralelos en tribunales de Brasilia, Rio de Janeiro y Sao Paulo. Pero la experiencia ha demostrado que mientras se desvelaba el Mensalao hace pocos años, simultáneamente muchos de los reos de ese esquema se habían enganchado en el más prolífico Petrolao. El Partido de los Trabajadores estaba entonces expandiendo y tecnificando, a niveles nunca antes vistos, el sistema de extraer recursos del estado vía el cobro de “propinas” a las empresas proveedoras, para así mantener el control político y enriquecer a muchos de sus líderes. En otras palabras, hay que ir mucho más allá de la sanción de los hechos del pasado, si se quiere que la actual purga de la corrupción tenga efectos duraderos.
Los jóvenes pensantes y comprometidos de Curitiba tienen muy claro que, en sus propias palabras: “No sirve de nada avanzar en el campo represivo si no cerramos el grifo de la corrupción”. Por eso mismo los artífices de la regeneración de Brasil desde el sistema judicial- encabezados por el juez Sergio Moro y el fiscal Deltan Dallagnol- hace casi 18 meses (en marzo 2015) lanzaron un movimiento para reformar el sistema anti-corrupción de Brasil, conocido como “10 medidas para combatir la corrupción.”* Con ingentes esfuerzos han logrado poner en la agenda del Congreso su propuesta legislativa y han forjado un amplio frente de apoyo de la sociedad con millones de firmas. El 22 de junio pasado el procurador Dallagnol expuso magistralmente ante el plenario, y Moro irá a motivar a los legisladores en Brasilia el próximo viernes 4 de agosto (por coincidencia, ese mismo día será debatida la moción de someter al pleno del Senado el proceso de destitución de Dilma Rousseff en su etapa final). Se trabaja arduamente para que la propuesta de ley de combate a la corrupción sea aprobada, sin mutilaciones que la desvirtúen, antes de finalizar 2016.**
Los perseverantes jóvenes de Curitiba han puesto la valla bien alta con sus “10 medidas para el combate a la corrupción” al recordar que Hong Kong, de un estado extremadamente corrupto, “pasó al 17º más honesto en la clasificación de percepción de corrupción de Transparencia Internacional por medio de una estrategia de combate a la corrupción en tres vectores: 1) investigación y castigo efectivos de la corrupción; 2) implementación de controles internos, transparencia, auditorías, estudios e investigaciones de percepción; y 3) educación, toma de consciencia y marketing”.***
Ellos entienden que Brasil también puede purgar su sistema extremadamente corrupto y lograr la transparencia, adoptando las diez medidas esbozadas a continuación:
- Transparencia, prevención de la corrupción y protección para los informantes.
- Criminalización del enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos.
- Un aumento en las sanciones para casos de corrupción.
- Un aumento en la eficiencia y justicia de las apelaciones en casos criminales.
- Rapidez en los casos de improbidad.
- Reforma del estatuto de reglas limitativas.
- Ajustes en las reglas de nulidad para criminales.
- Responsabilidad de partidos políticos y de la criminalización de fondos secretos.
- Encarcelamiento preventivo para asegurar la devolución de dinero desviado.
- Recuperación de las ganancias por los crímenes.****
La gran batalla por delante no es contra los reos actuales. La lucha se centra en el efectivo combate a la corrupción, disuadiendo a los que en el futuro sientan su atracción, e incentivando su pronta detección y punición en caso de caer en la tentación. Cerrar la llave, eliminando la impunidad rampante que ha sido la constante histórica, es el ambicioso objetivo del movimiento por las “10 medidas para combatir la corrupción” en Brasil. Lula, Dilma, Cunha, y todos los demás acusados y sospechosos de participar en elPetrolao, creen que les conviene seguir repitiendo hasta la saciedad que se trata de persecución política, pero con ello no detendrán el proceso que ha impulsado desde Curitiba un puñado de ciudadanos pensantes, comprometidos y perseverantes, encabezados por Moro y Dallagnol. El comprobado afán de sentar las bases necesarias para el combate efectivo de la corrupción es prueba contundente de las verdaderas motivaciones de los jóvenes que algunos quieren equiparar a esbirros inquisidores. Quizás por su juventud pecan de idealistas ingenuos tratando de transformar el gigante corrupto en un estado transparente, pero todavía todo indica que ellos tienen un buen plan, muchas ganas y no pocos colaboradores. Además en Brasil no hay leyes prohibiendo soñar.
** http://g1.globo.com/politica/noticia/2016/06/corrupcao-mata-diz-procurador-da-lava-jato-no-plenario-da-camara.html y http://veja.abril.com.br/brasil/moro-visitara-o-congresso-em-dia-de-votacao-sobre-impeachment/
***Recomendamos la lectura íntegra del documento oficial de la Unidad de Cooperación Internacional de la Fiscalía General de la Republica del Ministerio Público Federal en portuñol: http://combateacorrupcao.mpf.mp.br/10-medidas/docs/sumario_ejecutivo_version_espanola.pdf
****Para mayor detalle recomendamos la lectura de los comentarios/explicación de cada una de las medidas en los enlaces: http://fcpamericas.com/spanish/diez-medidas-propuestas-por-la-fiscalia-federal-de-brasil-para-combatir-la-corrupcion-parte-i/ y http://fcpamericas.com/spanish/diez-medidas-propuestas-por-la-fiscalia-federal-de-brasil-para-combatir-la-corrupcion-parte-ii/
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