Es el coronel Patricio Videla, un militar de bajo perfil que hizo su carrera en democracia. En mayo rompió filas en un discurso en el que el Presidente criticó a su padre.
Guido Braslavsky
gbraslavsky@clarin.com
El coronel Rafael Patricio Videla, el último de los hijos del ex dictador Jorge Rafael Videla que permanecía en actividad en el Ejército, fuepasado a retiro esta semana en el marco de los cambios de destino, retiros y ascensos habituales en las Fuerzas Armadas en esta época del año.
Egresado como subteniente del Colegio Militar en diciembre de 1976 —nueve meses después del golpe del 24 de marzo, que encumbró a su padre al frente de la primera Junta Militar de la dictadura— Rafael Patricio hizo la mayor parte de su carrera militar en democracia y con un"bajísimo perfil", definió uno de sus camaradas.
El episodio que hizo saltar a la luz al coronel Videla tuvo lugar el pasado29 de mayo, cuando en el acto por el Día del Ejército fue señalado como uno de los oficiales que abandonó su lugar cuando Néstor Kirchner hacía su discurso. "No les tengo miedo", había dicho el Presidente, causando revulsión. Varios oficiales le habrían dado la espalda, aunque la investigación posterior no logró establecerlo.
Videla dejó su sitio cuando Kirchner, en su durísimo discurso, mencionaba a su padre, junto a los dictadores Viola, Galtieri y Bignone, como "aquellos que asesinaron a sus hermanos".
El coronel Videla tuvo que ir a declarar ante sus superiores y alegó que salió "a fumar un cigarrillo" y enseguida regresó. En el Gobierno se dijo que un camarada lo había persuadido de que volviera, tras advertirle que podía ser sancionado.
Por los hechos de ese día —en que Cecilia Pando, esposa de un mayor pasado a retiro increpó a Kirchner— fueron sancionados cuatro oficiales a cargo de la seguridad. Aunque se especuló con que al coronel Videla podría caberle una suerte parecida, Defensa señaló entonces que tenía "voluntad de comprender" su reacción frente a las críticas contra su padre.
El jefe del Ejército, Roberto Bendini, terminó de definir ayer la nueva estructura de mandos luego de que el Senado aprobara el martes los pliegos de ascenso de 187 oficiales de las tres Fuerzas Armadas.
Voceros de Defensa aseguraron a Clarín que en ese marco el pase a retiro de Patricio Videla "está dentro de la normalidad" ya que estaba en su quinto año como coronel y "no tenía una actuación destacada como para ascender. A esa altura muchos coroneles saben que su carrera termina ahí".
E insistieron en que la decisión no tiene ninguna relación con el episodio del Día del Ejército o la filiación del oficial. "¿Qué se espera, que lo ascendamos a general de brigada para que no se diga que hay una persecución?", preguntaron con fastidio.
El coronel Videla tuvo como último destino el Comando de Educación y Doctrina. Como teniente coronel había servido en el Caecopaz, el centro de formación en Campo de Mayo de los que parten como cascos azules de Naciones Unidas.
Jorge Rafael Videla y Alicia Raquel Hartridge tuvieron siete hijos. Dos de los cinco varones siguieron la carrera militar: Rafael Patricio (hoy de 53 años), y Fernando Gabriel, ocho años menor, que alcanzó el grado de capitán y pidió su baja hacia 1998. El varón mayor, Jorge Horacio, es médico y tuvo un grado transitorio de teniente durante los cinco años en que fue residente del Hospital Militar. El abuelo Rafael Eugenio, padre de Jorge Rafael, también fue militar. Jefe del Regimiento de Infantería 6 de Mercedes —donde en 1925 nació el ex dictador—levantó en 1930 su unidad en apoyo de Uriburu en el golpe que derrocó al radical Hipólito Yrigoyen. A sus infantes les tocó ocupar el Congreso y la confitería del Molino.
En un testimonio recogido para el libro "El dictador", de los periodistas María Seoane y Vicente Muleiro, expresó hace ocho años Videla sobre el último de sus hijos que quedaba en actividad en el Ejército: "Deseo que haga carrera. Llegar a general es una meta, pero una meta mediana es llegar a coronel; luego el camino es muy estricto". Casi una premonición.
Videla, de 81 años, sigue preso en su domicilio en el marco de las causas por el Plan Cóndor —la coordinación entre las dictaduras del Cono Sur para eliminar opositores políticos— y el robo de bebés de desaparecidos. La Corte Suprema debe pronunciarse sobre los indultos dictados por Carlos Menem en 1990 que lo eximieron de la condena a prisión perpetua dictada en el histórico juicio a las Juntas Militares en 1985.
Egresado como subteniente del Colegio Militar en diciembre de 1976 —nueve meses después del golpe del 24 de marzo, que encumbró a su padre al frente de la primera Junta Militar de la dictadura— Rafael Patricio hizo la mayor parte de su carrera militar en democracia y con un"bajísimo perfil", definió uno de sus camaradas.
El episodio que hizo saltar a la luz al coronel Videla tuvo lugar el pasado29 de mayo, cuando en el acto por el Día del Ejército fue señalado como uno de los oficiales que abandonó su lugar cuando Néstor Kirchner hacía su discurso. "No les tengo miedo", había dicho el Presidente, causando revulsión. Varios oficiales le habrían dado la espalda, aunque la investigación posterior no logró establecerlo.
Videla dejó su sitio cuando Kirchner, en su durísimo discurso, mencionaba a su padre, junto a los dictadores Viola, Galtieri y Bignone, como "aquellos que asesinaron a sus hermanos".
El coronel Videla tuvo que ir a declarar ante sus superiores y alegó que salió "a fumar un cigarrillo" y enseguida regresó. En el Gobierno se dijo que un camarada lo había persuadido de que volviera, tras advertirle que podía ser sancionado.
Por los hechos de ese día —en que Cecilia Pando, esposa de un mayor pasado a retiro increpó a Kirchner— fueron sancionados cuatro oficiales a cargo de la seguridad. Aunque se especuló con que al coronel Videla podría caberle una suerte parecida, Defensa señaló entonces que tenía "voluntad de comprender" su reacción frente a las críticas contra su padre.
El jefe del Ejército, Roberto Bendini, terminó de definir ayer la nueva estructura de mandos luego de que el Senado aprobara el martes los pliegos de ascenso de 187 oficiales de las tres Fuerzas Armadas.
Voceros de Defensa aseguraron a Clarín que en ese marco el pase a retiro de Patricio Videla "está dentro de la normalidad" ya que estaba en su quinto año como coronel y "no tenía una actuación destacada como para ascender. A esa altura muchos coroneles saben que su carrera termina ahí".
E insistieron en que la decisión no tiene ninguna relación con el episodio del Día del Ejército o la filiación del oficial. "¿Qué se espera, que lo ascendamos a general de brigada para que no se diga que hay una persecución?", preguntaron con fastidio.
El coronel Videla tuvo como último destino el Comando de Educación y Doctrina. Como teniente coronel había servido en el Caecopaz, el centro de formación en Campo de Mayo de los que parten como cascos azules de Naciones Unidas.
Jorge Rafael Videla y Alicia Raquel Hartridge tuvieron siete hijos. Dos de los cinco varones siguieron la carrera militar: Rafael Patricio (hoy de 53 años), y Fernando Gabriel, ocho años menor, que alcanzó el grado de capitán y pidió su baja hacia 1998. El varón mayor, Jorge Horacio, es médico y tuvo un grado transitorio de teniente durante los cinco años en que fue residente del Hospital Militar. El abuelo Rafael Eugenio, padre de Jorge Rafael, también fue militar. Jefe del Regimiento de Infantería 6 de Mercedes —donde en 1925 nació el ex dictador—levantó en 1930 su unidad en apoyo de Uriburu en el golpe que derrocó al radical Hipólito Yrigoyen. A sus infantes les tocó ocupar el Congreso y la confitería del Molino.
En un testimonio recogido para el libro "El dictador", de los periodistas María Seoane y Vicente Muleiro, expresó hace ocho años Videla sobre el último de sus hijos que quedaba en actividad en el Ejército: "Deseo que haga carrera. Llegar a general es una meta, pero una meta mediana es llegar a coronel; luego el camino es muy estricto". Casi una premonición.
Videla, de 81 años, sigue preso en su domicilio en el marco de las causas por el Plan Cóndor —la coordinación entre las dictaduras del Cono Sur para eliminar opositores políticos— y el robo de bebés de desaparecidos. La Corte Suprema debe pronunciarse sobre los indultos dictados por Carlos Menem en 1990 que lo eximieron de la condena a prisión perpetua dictada en el histórico juicio a las Juntas Militares en 1985.
No hay comentarios:
Publicar un comentario