A 45 años del asesinato del cantautor Víctor Jara, sentencian a 9 exmilitares por haberle arrebatado la vida durante la dictadura de Pinochet.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet en 1973 se cometieron actos que el estado perpetró en contra de la oposición, el caso de Víctor Jara es uno de los más conocidos que demuestra la dureza del totalitarismo chileno.
El ministro miembro de la Corte de Apelaciones Miguel Vázquez Plaza, encargado de casos de violaciones a los Derechos Humanos, condenó este martes a nueve exmilitares de la dictadura de Pinochet a quince años por el asesinato del célebre cantautor chileno Víctor Jara, así como también del Littré Quiroga Carvajal; director de prisiones de aquella época, la sentencia además añade 3 años por perpetrar el secuestro de ambos.
¿Quién fue Víctor Jara?
El cantautor era militante comunista, apoyó el gobierno del presidente socialista Salvador Allende. En los años de gobierno de Allende, Chile vivió una época de revolución y de amplitud cultural que conjuntó a diversos personajes intelectuales y artísticos, de los que destaca Jara. Su guitarra y sus versos exponían su ideología y su sensibilidad para expresarse de la vida.
Cuando Pinochet con un golpe militar logra derrocar el gobierno de Allende, todos aquellos que simpatizaban con el socialismo se convirtieron en enemigos del régimen totalitario chileno. Víctor Jara fue aprehendido junto con estudiantes que se habían reunido en la Universidad Chile, posteriormente los llevaron al Estadio Chile donde retuvieron a más de cinco mil prisioneros.
Jara fue víctima de agresiones físicas a manos de militares que mostraron su desdén por el cantautor, sin haber tenido un cargo por su aprehensión fue detenido y golpeado con la cacha de las armas en múltiples ocasiones.
En varios testimonios que se conocen del caso, se describe la saña que los militares tomaron en contra de Jara por apoyar a Allende con su música. En un informe que llevó a dictar la sentencia señala que Jara recibió 23 impactos de bala y su cuerpo fue lanzado a la calle.
Sin duda esta sentencia es histórica para hacer justicia a el músico que trascendió con su guitarra y que habló siempre de la verdad que incomodó a un régimen.
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