Por Carlos Báez
El artículo del periodista español Roberto Perez sobre el Coronel Rey D´Harcourt y el
hecho que después de muerto su cadáver Franco lo desterrara por más de 30 años de
su pueblo, nos trae a la memoria los últimos años del General dominicano Juan Tomás Díaz
y el dictador Trujillo.
Aunque en tiempos, hechos, escenarios diferentes y finales distintos, el caso de estos
dos militares tiene una cierta similitud, pues nunca fueron perdonados por quienes habían
sido sus comandantes en jefe, los dictadores y Generalísimos Francisco Franco
y Rafael Leónidas Trujillo.
En el caso de Rey D´acourt su condena incluso llego más allá de su propia muerte.
Franco jamás le perdono que el Coronel pusiera su rubrica para la capitulación de
Teruel en 1938, aún sabiendo que había pasado muchos días con su ejército haciendo
la resistencia y pasando toda suerte de calamidades por el cerco de las huestes Republicanas.
"Rey D'Harcourt entendió que nada se podía hacer y que perseverar en la resistencia ante
la superioridad de quienes les cercaban no iba más que a multiplicar el derramamiento
de sangre. Y finalmente firmó la rendición" Roberto Perez. Luego de un año de cautiverio
fue fusilado por los Republicanos junto a más de cuarenta personas que fueron asesinadas
ese día cerca de un pueblito de Francia. El dictador Español no excusó a Domingo Rey
D'Harcourt ni después de muerto y sus restos fueron desterrados a un lugar donde la familia
del militar no podía verlo. Esperaron hasta 1972, para esto, pasaron 30 años para que Franco
concediera el permiso de trasladar los restos hasta la ciudad que sus familiares le solicitaban.
Al General Juan Tomás Díaz el dictador Trujillo no le perdono varias cosas. Una de ellas fue su
actuación con la gente de la expedición del 14 de junio de 1959. Les dio comida, cigarrillos y
les mando a quitar las esposas .Igualmente amonesto a un oficial que vio que le dio una pescozada
a uno de los del grupo . Trujillo no le perdono que los trato demasiado bien : "Díaz hablo con nosotros
de una manera bastante afable". “Usted no tenga temor ninguno. Yo los voy a presentar”.
“Nos llevó a Constanza. Allí estaba la gente de la Legión Extranjera. Entre ella, unos cubanos.
Vimos a José María Salas Cañizales, al Coronel Chez "El Ungaro", Miguelito "El Niño". Un cubano que
era unos de los asesinos más connotados de Cuba. Luego llegamos al Cuartel de Constanza.
Allí Juan Tomás cambió de vehículo y nos llevó en un Mercedes hasta cerca de la pista de
aterrizaje donde nos recogería un avión. Hasta allí habíamos estado con las manos sueltas sin
atar. Entonces se nos acercaron gente de la Legión en una actitud peligrosa. Se molesto y se
los hizo saber "
Juan Tomás tuvo unas palabras fuertes con ellos: ustedes son una pila de pendejos, los
quieren matar aquí mansitos y no se atrevieron ir a buscarlos a la montaña". Palabras
textuales de el sobreviviente a los hechos de 1959, Comandante Delio Gómez Ochoa, en
una entrevista hecha por Raúl Pérez Peña al Listín Diario muchos años después.
“Esta actuación humana y profesional ante prisioneros de guerra, seguro que fue delatada
por tumba polvos y chivatos que se encontraban ahí. Igualmente su actitud posterior a esos
hechos, por todo lo que pasaba en el país. "Estaba física y mentalmente destruido"
Chana Díaz, su esposa. "Cuando Mayobanex Vargas, otro de los sobrevivientes de aquella
gesta se entregó, El general Díaz le ordenó acercarse para hablarle. Vargas sintió temor,
luego sorpresa, porque el General lo invitó a sentarse sólo con él debajo de un árbol y
preguntó por el estado de salud de sus compañeros de guerrilla. La entrevista terminó
cuando le dijo: Ya ustedes están listos. A los que vinieron en barco los liquidaron. Al igual
que al grupo de Jimenes Moya. En el momento en que decía la suerte de los compañeros de
expedición (Mayobanex) tuvo la impresión de que el General Díaz se iba poniendo triste”.
Libro Constanza, Maimón y Estero Hondo, Anselmo Brache.
De todo esto Trujillo se tuvo que haber enterado y no se lo perdono, como tampoco que
familiares de él se asilaran en la Embajada de Brasil en 1960. El General Juan Tomas Díaz
fue cancelado, pero Juan Tomás tenía también su encono con Trujillo, no por esto, si no por
todo las barbaridades que pasaban, venía desde 1958 conformando fuerzas para enfrentar la
dictadura. En medio de los hechos del 14 de junio en que casi doscientos hombres en su
mayoría jóvenes perdieron la vida, no sin antes vejarlos y torturarlos. " ya contaba con una
brigada y media a su favor, pero consideraba, que con esas fuerzas pírricas, era un suicidio
enfrentarse a Trujillo" Conversación privada con Tomas Báez Díaz,luego de los hechos del 14
de junio de 1959. Las muertes de alrededor de doscientos hombres en esa contienda
desigual, le indignaron y desmoralizaron, es de imaginar su encono con la cruel matanza de
los “Panfleteros” de Santiago, los de la rebelión de los sargentos, lo de las Hermanas Mirabal
y Rufino de la Cruz. El resultado fue que el 30 de mayo de 1961, Juan Tomas Díaz fue uno
de los artífices de la conjura que terminó con la vida del Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo
y esto dio al traste con la férrea dictadura que por 30 años sufrió la República Dominicana.
Díaz, junto a Antonio de la Maza, otro de los principales conjurados, murieron peleando y
enfrentados a tiros a los sicarios de Trujillo. Los cadáveres de ambos, como los de muchisimos
más, nunca aparecieron .Sus familiares no tienen dónde ir a rezarles, ni prenderles unas velas.
Siete meses después del ajusticiamiento, al igual que como quiso el Generalísimo Franco con el
cadáver del Coronel D'Harcourt, el del Generalisimo Trujillo fue desterrado.
Luego de estar en la cajuela de un carro, dar muchas vueltas por múltiples lados, finalmente
fue desterrado a otro país,y así estuvo por años en el cementerio Pierre Lachaise de París,
hasta que fue trasladado al de Almudena en Madrid y luego al del Pardo en la misma ciudad,
donde también reposan los restos de Carmen Polo, esposa del Generalisimo Francisco Franco.
Cincuenta años después sus familiares como parte de un proyecto político que intentan y que
incluía, e incluye tergiversación, revisionismo peyorativo de la historia, museo y rescate de
bienes, intentaron que sus restos volvieran a su país de origen, pero su petición no tuvo éxito
a nivel legal.
Desde hace mucho tiempo ya, y hoy a cincuenta y siete años del ajusticiamiento del tirano,
a los expedicionarios del 14 de junio se les considera “La Raza inmortal” y a la gente del 30
de mayo se les cataloga de Héroes.
Hoy se debate en España sacar a Franco del Valle de los Caídos y aun no se sabe cual sera su
paradero.
El artículo del periodista español Roberto Perez sobre el Coronel Rey D´Harcourt y el
hecho que después de muerto su cadáver Franco lo desterrara por más de 30 años de
su pueblo, nos trae a la memoria los últimos años del General dominicano Juan Tomás Díaz
y el dictador Trujillo.
Aunque en tiempos, hechos, escenarios diferentes y finales distintos, el caso de estos
dos militares tiene una cierta similitud, pues nunca fueron perdonados por quienes habían
sido sus comandantes en jefe, los dictadores y Generalísimos Francisco Franco
y Rafael Leónidas Trujillo.
En el caso de Rey D´acourt su condena incluso llego más allá de su propia muerte.
Franco jamás le perdono que el Coronel pusiera su rubrica para la capitulación de
Teruel en 1938, aún sabiendo que había pasado muchos días con su ejército haciendo
la resistencia y pasando toda suerte de calamidades por el cerco de las huestes Republicanas.
"Rey D'Harcourt entendió que nada se podía hacer y que perseverar en la resistencia ante
la superioridad de quienes les cercaban no iba más que a multiplicar el derramamiento
de sangre. Y finalmente firmó la rendición" Roberto Perez. Luego de un año de cautiverio
fue fusilado por los Republicanos junto a más de cuarenta personas que fueron asesinadas
ese día cerca de un pueblito de Francia. El dictador Español no excusó a Domingo Rey
D'Harcourt ni después de muerto y sus restos fueron desterrados a un lugar donde la familia
del militar no podía verlo. Esperaron hasta 1972, para esto, pasaron 30 años para que Franco
concediera el permiso de trasladar los restos hasta la ciudad que sus familiares le solicitaban.
Al General Juan Tomás Díaz el dictador Trujillo no le perdono varias cosas. Una de ellas fue su
actuación con la gente de la expedición del 14 de junio de 1959. Les dio comida, cigarrillos y
les mando a quitar las esposas .Igualmente amonesto a un oficial que vio que le dio una pescozada
a uno de los del grupo . Trujillo no le perdono que los trato demasiado bien : "Díaz hablo con nosotros
de una manera bastante afable". “Usted no tenga temor ninguno. Yo los voy a presentar”.
“Nos llevó a Constanza. Allí estaba la gente de la Legión Extranjera. Entre ella, unos cubanos.
Vimos a José María Salas Cañizales, al Coronel Chez "El Ungaro", Miguelito "El Niño". Un cubano que
era unos de los asesinos más connotados de Cuba. Luego llegamos al Cuartel de Constanza.
Allí Juan Tomás cambió de vehículo y nos llevó en un Mercedes hasta cerca de la pista de
aterrizaje donde nos recogería un avión. Hasta allí habíamos estado con las manos sueltas sin
atar. Entonces se nos acercaron gente de la Legión en una actitud peligrosa. Se molesto y se
los hizo saber "
Juan Tomás tuvo unas palabras fuertes con ellos: ustedes son una pila de pendejos, los
quieren matar aquí mansitos y no se atrevieron ir a buscarlos a la montaña". Palabras
textuales de el sobreviviente a los hechos de 1959, Comandante Delio Gómez Ochoa, en
una entrevista hecha por Raúl Pérez Peña al Listín Diario muchos años después.
“Esta actuación humana y profesional ante prisioneros de guerra, seguro que fue delatada
por tumba polvos y chivatos que se encontraban ahí. Igualmente su actitud posterior a esos
hechos, por todo lo que pasaba en el país. "Estaba física y mentalmente destruido"
Chana Díaz, su esposa. "Cuando Mayobanex Vargas, otro de los sobrevivientes de aquella
gesta se entregó, El general Díaz le ordenó acercarse para hablarle. Vargas sintió temor,
luego sorpresa, porque el General lo invitó a sentarse sólo con él debajo de un árbol y
preguntó por el estado de salud de sus compañeros de guerrilla. La entrevista terminó
cuando le dijo: Ya ustedes están listos. A los que vinieron en barco los liquidaron. Al igual
que al grupo de Jimenes Moya. En el momento en que decía la suerte de los compañeros de
expedición (Mayobanex) tuvo la impresión de que el General Díaz se iba poniendo triste”.
Libro Constanza, Maimón y Estero Hondo, Anselmo Brache.
De todo esto Trujillo se tuvo que haber enterado y no se lo perdono, como tampoco que
familiares de él se asilaran en la Embajada de Brasil en 1960. El General Juan Tomas Díaz
fue cancelado, pero Juan Tomás tenía también su encono con Trujillo, no por esto, si no por
todo las barbaridades que pasaban, venía desde 1958 conformando fuerzas para enfrentar la
dictadura. En medio de los hechos del 14 de junio en que casi doscientos hombres en su
mayoría jóvenes perdieron la vida, no sin antes vejarlos y torturarlos. " ya contaba con una
brigada y media a su favor, pero consideraba, que con esas fuerzas pírricas, era un suicidio
enfrentarse a Trujillo" Conversación privada con Tomas Báez Díaz,luego de los hechos del 14
de junio de 1959. Las muertes de alrededor de doscientos hombres en esa contienda
desigual, le indignaron y desmoralizaron, es de imaginar su encono con la cruel matanza de
los “Panfleteros” de Santiago, los de la rebelión de los sargentos, lo de las Hermanas Mirabal
y Rufino de la Cruz. El resultado fue que el 30 de mayo de 1961, Juan Tomas Díaz fue uno
de los artífices de la conjura que terminó con la vida del Generalísimo Rafael Leónidas Trujillo
y esto dio al traste con la férrea dictadura que por 30 años sufrió la República Dominicana.
Díaz, junto a Antonio de la Maza, otro de los principales conjurados, murieron peleando y
enfrentados a tiros a los sicarios de Trujillo. Los cadáveres de ambos, como los de muchisimos
más, nunca aparecieron .Sus familiares no tienen dónde ir a rezarles, ni prenderles unas velas.
Siete meses después del ajusticiamiento, al igual que como quiso el Generalísimo Franco con el
cadáver del Coronel D'Harcourt, el del Generalisimo Trujillo fue desterrado.
Luego de estar en la cajuela de un carro, dar muchas vueltas por múltiples lados, finalmente
fue desterrado a otro país,y así estuvo por años en el cementerio Pierre Lachaise de París,
hasta que fue trasladado al de Almudena en Madrid y luego al del Pardo en la misma ciudad,
donde también reposan los restos de Carmen Polo, esposa del Generalisimo Francisco Franco.
Cincuenta años después sus familiares como parte de un proyecto político que intentan y que
incluía, e incluye tergiversación, revisionismo peyorativo de la historia, museo y rescate de
bienes, intentaron que sus restos volvieran a su país de origen, pero su petición no tuvo éxito
a nivel legal.
Desde hace mucho tiempo ya, y hoy a cincuenta y siete años del ajusticiamiento del tirano,
a los expedicionarios del 14 de junio se les considera “La Raza inmortal” y a la gente del 30
de mayo se les cataloga de Héroes.
Hoy se debate en España sacar a Franco del Valle de los Caídos y aun no se sabe cual sera su
paradero.