Editorial Diario Libre.
En toda sociedad siempre habrá personas que permitan que se les quite la libertad a cambio de seguridad. Por suerte, siempre habrá otros que defenderán la libertad a cualquier precio. Esos son los héroes.
Con el caso de los que añoran al régimen de Trujillo, hay que hacer precisiones importantes. Trujillo no es justificable bajo ningún concepto. Incluso los que hablan de “seguridad” en la tiranía, ignoran que nadie estaba seguro. Ni la vida, ni las hijas, ni la propiedad estaban garantizadas si “el Jefe” o uno de sus familiares se antojaba de ella.
El país estaba lleno de cárceles que, a su vez, estaban repletas de presos por todos los delitos, incluso por pensar. Otra muestra del mito de la seguridad.
Hasta para hacer una fiesta había que pedir permiso y si alguien llevaba un chisme sobre algo relacionado con el régimen, todos podían caer presos. Solo hay que leer la historia.
¿Que nuestra democracia tiene fallas? Claro que sí, pero eso no es culpa de los héroes que ajusticiaron al tirano. Es culpa de todos los que se quedaron callados permitiendo el robo, las mismas razones por las que Trujillo fue posible.
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