04 DE MAYO DE 2014 08:25
Este domingo se cumplen 60 años del golpe de Estado realizado por Alfredo Stroessner y mediante el cual, unos meses después, se convirtió en Presidente y dictador del Paraguay.
Alfredo Stroessner era comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación desde 1951, durante el gobierno de Federico Chávez. Cuando vio amenazado su poder unos años después, el militar decidió dar un golpe de Estado el 4 de mayo de 1954, hace 60 años.
Este golpe fue el que le permitió más tarde convertirse en presidente de Paraguay, aunque enseguida, después del golpe, hubo un gobierno interino a cargo de Tomás Romero Pereira del Partido Colorado. El 15 de agosto de agosto de ese mismo año, Stroessner asumió como presidente.
Alfredo Stroessner no sería un presidente cualquiera. Probablemente para ese entonces nadie imaginaba que perseguiría, torturaría y haría desaparecer a colorados, izquierdistas, intelectuales y a todo aquel que cuestionara su forma de gobernar, para perpetuarse en el poder por 35 años, siendo la dictadura más larga de América Latina.
Sin embargo, no tardó en dar las primeras muestras de sus pretensiones, porque en octubre de 1955 instituyó la Ley 294 de Defensa de la Democracia, la que le dio luz verde para acusar de comunista a cualquier opositor. La ley estableció la obligatoriedad de la delación, por lo que todo funcionario estaba obligado a denunciar a supuestos opositores; caso contrario, podrían ser acusados ellos mismos.
Así comenzaba la era de las detenciones ilegales, la tortura, los asesinatos y la desaparición forzosa. Todo era válido para mantenerse en el poder.
En 1957, y respaldado por el Partido Colorado, Stroessner fue reelegido en unas elecciones en las que no se presentaron opositores y comenzó así su segundo mandato. Sin ánimos de compartir su poder o de que hubiera alguien quien pudiera oponérsele, el dictador dio uno de sus más duros golpes y disolvió el Congreso.
Entonces nacía el Paraguay de Stroessner. Ya con el aparato del Estado funcionando bajo su manejo ganó por tercera vez las elecciones en 1963, esta vez dejando de lado a su opositor liberal, Ernesto Gavilán. Decidido a perpetuarse, cambió la Constitución para poder seguir siendo reelegido en dos ocasiones más.
A finales de 1975, durante una reunión en Santiago de Chile, de la cual participaron Argentina, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay, comenzó la Operación Cóndor, un perfecto sistema de “colaboración” para la captura, tortura y eliminación de los “subversivos” contra sus respectivos gobiernos.
Entonces, los perseguidos se vieron más acogotados pues no era suficiente con escapar del régimen, sino que había que esconderse de los demás dictadores, de los jefes de Estado del país a los que escapaban, pues si eran detenidos eran entregados al gobierno de su país.
La represión también alcanzó a la prensa. Muchos medios de comunicación -radios, diarios, revistas y televisión- fueron perseguidos por el régimen, entre ellos, este diario.
La situación empeoraba con el tiempo y el descontento social, las manifestaciones brutalmente reprimidas, el deterioro de la relación con la Iglesia, con el Partido Colorado, así como la pérdida del apoyo del gobierno de los Estados Unidos, comenzaron a marcar la luz hacia la recta final.
En febrero de 1989, el general Andrés Rodríguez, jefe de las Fuerzas Armadas y consuegro del presidente, dio un golpe de Estado para librar a Paraguay de la dictadura.
La gesta del 2 y 3 de febrero marcó el inicio de un largo camino hacia la democracia. El Gral. Andrés Rodríguez asumió la presidencia provisional, después ganó las elecciones y debió completar el mandato de Alfredo Stroessner.
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