Juan Tomás Díaz Quezada, hermano de Modesto Díaz. Estaba casado con Cristiana (Chana) Díaz Vda. Díaz, una valiente mujer que le acompaño e impulso en su empresa.
Doña Chana estuvo enterada e involucrada en todos los aspectos de la conjura, siempre se ha distinguido como una mujer que ha estado del lado de los mejores intereses de la Nación, participó antes, durante y después del ajusticiamiento, en primera fila, luchando por los derechos de su pueblo.
Juan Tomás tuvo cinco hijos, Marianela casada con Bienvenido García Vásquez, Juan Tomás (Tomasito) desaparecido de la cárcel del 9, Elfrida, Jaime y Eduardo.
Fue el cabecilla del grupo de complotados de la capital, estaba a cargo de ejecutar la segunda parte del plan, el Golpe de Estado, la formación de un gobierno provisional y convocar a elecciones.
El general Juan Tomás Díaz se expresaba en círculos íntimos contra del régimen, pero es en 1959 con la expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo donde sus esfuerzos por preservar la vida de los héroes, se convirtieron en la oportunidad para Trujillo de desbocar sus fantasías de horror, donde las torturas eran escenas dantescas que culminaban con el asesinato de aquellos que el había tratado de salvar. A partir de este momento el general Díaz pasó de estar inconforme con el régimen a enemigo del mismo y con la firme decisión de terminar con el tirano.
El crimen de las hermanas Mirabal fue el golpe de gracia que le convenció de no esperar mas, a los seis meses ejecuta junto al grupo de valientes el plan. Al fracasar la segunda parte y no poder establecer un nuevo orden político, Juan Tomás se refugia junto a Antonio de la Maza en la casa del Dr. Robert Read Cabral desde allí salen y enfrentan a las huestes trujillistas y cae junto a Antonio en un combate desigual con las fuerzas del SIM. Su cadáver también fue exhibido y luego desaparecido, a la fecha no tiene otra tumba que el recuerdo de los dominicanos. Tenía 56 años.
Sobre Juan Tomas, el Héroe de la Expedición del 59, Mayobanex Vargas nos cuenta:
‘‘Cuando me apresaron, el General Juan Tomás Díaz llegó a interrogarme, nos sentamos bajo un árbol y conversamos. Yo observaba al General Díaz y me parecía que se iba poniendo triste cuando me hablaba sobre la suerte corrida por mis compañeros de expedición, todavía recuerdo la escena bajo aquel frondoso árbol’’.
Tomado del libro ‘‘Testimonio Histórico’’, de Mayobanex Vargas.
‘‘Cuando me apresaron, el General Juan Tomás Díaz llegó a interrogarme, nos sentamos bajo un árbol y conversamos. Yo observaba al General Díaz y me parecía que se iba poniendo triste cuando me hablaba sobre la suerte corrida por mis compañeros de expedición, todavía recuerdo la escena bajo aquel frondoso árbol’’.
Tomado del libro ‘‘Testimonio Histórico’’, de Mayobanex Vargas.
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