04/05/2015 |
La revisión de la historia de Argentina en una época nefasta y el papel que tuvo la Iglesia es un renovado mensaje del papa Francisco que abre el camino de la esperanza en torno a su liderazgo
Uno de los asuntos más neurálgicos en la historia de los países de la región latinoamericana tiene que ver con el período en que los gobiernos estuvieron regidos por las dictaduras militares. Fue una etapa en que las soluciones políticas se presentaban mediante golpes militares que en muchos casos tenían el respaldo de Estados Unidos y pasaban por la denominada doctrina de la seguridad nacional.
De esa época han quedado testimonios pero sobre todo archivos secretos, como es el caso de la dictadura militar argentina que no solo tuvo consecuencias en ese país sino también ramificaciones en otros países como Bolivia. El denominado Plan Cóndor resultó toda una estrategia militar para perseguir a los políticos disidentes con las dictaduras e incluso eliminarlos físicamente. La dictatura argentina fue particularmente cruel en las persecuciones y en los crímenes que cometió. Hasta hoy las heridas de ese tenebroso período político no se cierran y son centenares de personas y madres que siguen clamando por el esclarecimiento de las muertes de sus seres queridos y por otros centenares de desaparecidos.
Una información publicada por el diario español El País da cuenta de la decisión del papa Francisco que está dispuesto abrir los archivos de la Iglesia sobre la dictadura argentina y que está ya trabajando en una fórmula para hacerlo de manera generalizada. Esto quiere decir que podrían desclasificados los archivos del Vaticano sobre la dictadura argentina. Hay que tomar en cuenta que la Iglesia en el período dictatorial fue una institución clave porque a ella llegaban las denuncias de las madres y familiares de los desaparecidos.
Otro hecho notable sobre la decisión de Francisco es que apoyará para que la Iglesia católica de Argentina inicie un período de autocrítica sobre su papel en la dictadura militar. Durante este período, algunos religiosos colaboraron con la dictadura bajo el manto de que los dictadores se declaraban profundamente creyentes de la religión católica. El mismo Francisco fue objeto de críticas de derechos humanos porque se decía que no colaboró en la liberación de dos miembros de su congregación.
Pero por encima de aquellas circunstancias, la determinación del papa Francisco sobre la desclasificación de los archivos de la dictadura que tendría el Vaticano, es un paso muy importante en el posible esclarecimiento de aquél triste periodo. Esto mismo corrobora el enorme protagonismo que tiene el Papa en relación a temas de gran importancia mundial y que lo convierte no solo en un guía espiritual de millones de seres humanos en el mundo, sino en un personaje que es consecuente con las ideas que expresó a tiempo de asumir el pontificado, las mismas que pasan por cambios profundos aunque meditados en la Iglesia, por el acercamiento de sus pastores a la gente y las convicciones que tiene sobre los derechos humanos y la trascendencia del ser humano como protagonista de su destino y de sus libertades.
La llegada confirmada del Papa a Bolivia en un periplo por otros países, será un acontecimiento de gran significación porque se trata de un Pontífice que precisamente a través de la autocrítica del rol de la Iglesia a lo largo de la historia, plantea ideas renovadas con mensajes que acercan de manera real a esta respetada institución con la gente y los pueblos.
La revisión de la historia no solo de su país, también de la Iglesia y el renovado mensaje, abren el camino de la esperanza y de la unión de los pueblos en torno a la figura y el liderazgo de Francisco.
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