BIENVENIDOS

PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

miércoles, 30 de abril de 2014

Hablando de dictadores

La opinión de Alejandro Vázquez Cárdenas Miércoles 30 de Abril de 2014 La lectura, o relectura, obligada en estas fechas, de El otoño del patriarca, pone nuevamente en el tapete el asunto de los dictadores. Novela de respetables dimensiones, densa y con menos de una decena de puntos y aparte, en ella se retrata magistralmente el pensamiento y manera de actuar de un viejo dictador latinoamericano; sus miedos, su intolerancia, su crueldad y los medios de que se vale para seguir en el poder. El libro llegó a Cuba pero nunca se ha reeditado en la isla; a diferencia del resto de la obra de García Márquez, El otoño del patriarca ha sido cubierto con un manto de silencio. Para cualquiera que lo haya leído, el paralelismo entre el dictador de la novela y Fidel Castro es evidente. No hay manera de confundirlo con otros dictadores latinoamericanos famosos, como Rafael Leónidas Trujillo, Alfredo Stroessner, Manuel Odría, "Tacho" Somoza o Augusto Pinochet. Analicemos un poco más el caso de Pinochet, dictador que, con toda probabilidad, está más en la memoria del lector que los no tan conocidos Stroessner y Odría. Un poco de revisión sobre el tema y notaremos que a estas alturas aún les incomoda a muchos el escuchar que Fidel ha sido tan enemigo de la democracia y violador de los derechos humanos como lo fue Pinochet. Los hechos no mienten. Que Pinochet haya matado a más de tres mil personas y torturado a decenas de miles no le hace más o menos tirano que Castro, que fusiló, conservadoramente, a cinco mil cubanos en los primeros años de su dictadura de ya más de medio siglo, eso sin contar los asesinados en Escambray. En Cuba, no encerraron a los “enemigos” en un estadio, como se hizo en Chile, pero sí recluyeron en cárceles y campos de concentración a miles de disidentes y “marginales”, empezando por los homosexuales. A los chilenos les fue mal durante 17 años, de 1973 a 1990, pero los cubanos aún esperan ver luz al final del túnel a más de medio siglo de instaurada la dictadura. Otra diferencia, Pinochet en el referéndum de 1989 no tuvo mayoría y, muy a su pesar, se retiró y no impidió la transición a la democracia; Castro, en cambio, nunca ha querido tomar el riesgo de una elección democrática, y su única concesión ha sido "heredar" el poder a su hermano; sólo la muerte le obligará a dejar el poder real. Recordemos que Castro criticó duramente a Daniel Ortega cuando bajo la presión internacional, se atrevió a organizar elecciones, que por cierto perdió en febrero de 1990. Castro siempre ha despreciado la democracia y la libertad, porque son obstáculos en el camino de la revolución y de los caudillos. De ahí el apoyo que Cuba, en su momento, dio a algunos regímenes criminales de África; La Habana mandó tropas para ayudar a Mengistu Haile Mariam, el genocida que implantó un régimen de terror en Etiopía. Lo más curioso es que a estas alturas haya todavía algunos "intelectuales", cineastas e incluso promotores de los derechos humanos que sigan defendiendo al régimen cubano mediante un "doblepensar" orwelliano. En el no lejano 2007 unas dos mil 500 personalidades extranjeras fueron invitadas a La Habana para celebrar un aniversario más de Castro. Ya para entonces era más que evidente que la Cuba que ellos alababan no existe, es ficción, pero ellos sólo vieron lo que deseaban ver. Extrapolando podemos aplicar la sentencia de Vitali Shentalisnki, periodista, escritor e investigador de los crímenes de la KGB: “Los intelectuales que visitaron la URSS creyeron lo que querían creer". El cubano "de a pie" lo que desea es cerrar el capítulo de una revolución que ha arruinado el país y reducido el nivel de vida por debajo de los indicadores socioeconómicos de los años 50. Cuba estaba en ese entonces por delante de Chile, pero la situación se ha invertido a partir de la transición democrática en Santiago. Si bien la sociedad chilena sigue siendo desigual, en Cuba todos son pobres, con excepción de la nomenklatura. Sus publicitados logros en salud y educación no se sostienen de ninguna manera, resultaron ser unas "aldeas Potemkin". Y que no vengan con el trasnochado argumento del “bloqueo” de Estados Unidos; ese bloqueo nunca ha existido, es en realidad, un embargo comercial tan laxo que es un auténtico colador; Cuba puede comprar lo que quiera en donde quiera, lo que pasa es que no tiene dinero. Fidel Castro es un dictador, Cuba es una tragedia, pero aceptarlo, para algunos, es ir en contra de una creencia, una fe, una religión que les ha sido imbuida desde niños. Es cuanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL MERENGUE Y TRUJILLO

  • AQUÍ

CUENTO SOBRE LA DICTADURA DE TRUJILLO

COMUNICACION Y PRENSA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

POESIA EN LA DICTADURA