LA resistencia antifranquista al final de la Guerra Civil e inicio de la dictadura tuvo nombre de mujer. Como los de la bizkaitarra María Teresa Verdes Elorriaga, las donostiarras Delia Lauroba e Itziar Mugika, y la baztandarra Bittori Etxeberria. Ellas cuatro, y medio centenar de hombres y mujeres más, llevaron a cabo, entre septiembre de 1936 y diciembre de 1940, múltiples acciones de oposición no violenta a la maquinaría franquista.
“Es hora de facilitar una visión de la Guerra Civil desde la perspectiva de género. Es preciso visibilizar a la mujer no solo como víctima pasiva, sino como sujeto activo”, expuso Amaia Goenaga, de Gogora, durante la presentación de la conferencia posterior al acto inaugural. Conferencia que corrió a cargo de la historiadora irlandesa residente en Cataluña, Mary Nash.
A partir de las 18.30 horas de ayer acudió numeroso público a la sede del Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos (Gogora) en el número 3 de la bilbaina calle María Díaz de Haro. Destacaba la presencia del presidente de la Fundación Sabino Arana, organizadora de la exposición, Juan Mari Atutxa, y la directora de la citada fundación, Irune Zuluaga.
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