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PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

viernes, 28 de septiembre de 2018

«La exhumación de Franco es un acto de madurez»

Imagen del Valle de los Caídos
El Congreso de los Diputados de España ha dado luz verde a la exhumación del dictador Francisco Franco. Sus restos yacen en el Valle de los Caídos al norte de Madrid, un lugar controvertido que se construyó mediante el trabajo forzoso de represaliados republicanos tras la victoria del bando nacional en la contienda civil. El historiador Sébastien Farré, de la Universidad de Ginebra, valora positivamente la iniciativa del Gobierno.
En entrevista con swissinfo, el especialista de la Guerra Civil española (1936-1939) y de la dictadura franquista (1939-1975) sostiene que lo más conveniente sería convertir el mausoleo en un lugar de recuerdo, pero con información histórica adecuada y contextualizada. Cree que se han dado pasos importantes en materia de memoria histórica, aunque queda aún mucho por hacer. Finalmente, considera imprescindible que se desarrolle un debate constructivo en la sociedad para lograr una visión consensuada sobre el pasado y un discurso colectivo reconciliador.
swissinfo.ch: El Congreso aprobó recientemente el decreto ley que ordena la exhumación de los restos de Franco. ¿Qué transcendencia tiene este paso?
Sébastien Farré: Es sin duda un momento histórico para la democracia española. Es un decreto ley con un contenido político muy significativo, puesto que Franco encarnó la dictadura. Por eso, el hecho de que se cambie la ubicación de su cuerpo tiene una fuerte carga simbólica.
swissinfo.ch: Ciudadanos y Partido Popular (PP) optaron por abstenerse. ¿Cómo se explica usted este voto?
S. F.: Existen varias razones. En primer lugar, Partido Popular (PP) y Ciudadanos defienden una postura nacionalista. Para ellos hablar de la herencia del franquismo supone dañar la imagen de España. Prefieren callar el pasado. En segundo lugar, dentro del PP hay una minoría nostálgica aún muy presente que añora el régimen y que se distingue por una actitud condescendiente con el período franquista. Y en tercer lugar, tanto PP como Ciudadanos consideran que este pasado doloroso supone un peligro que puede dividir a la sociedad y ser utilizado por los partidos de izquierda como arma contra la derecha.
swissinfo.ch: El Valle de los Caídos se construyó entre 1941 y 1959. ¿Qué simboliza exactamente este monumento?
S. F.: Es una pregunta importante, pero a la que no se puede contestar en dos palabras. La dedicación del monumento fue cambiando con el paso del tiempo. Al principio, su finalidad consistía en rendir homenaje al martirio de los caídos en el bando nacional. Por eso, se encuentra allí el féretro de José Antonio Primo de Rivera [fundador de la Falange, n.d.l.r.]. Pero más tarde, cuando España se estaba abriendo al mundo, convenía dar una imagen menos dictatorial. Se volvió a cambiar su dedicación para ubicar en él a todas las víctimas de la guerra civil, con la intención de justificar un relato que asocie el franquismo con una sociedad pacificada después de los horrores de la guerra civil. De hecho, se trasladaron al Valle de los Caídos 33 000 cuerpos de republicanos sacados de las cunetas y los cementerios del país. Sin embargo, este intento de consagrar el mausoleo a la memoria de todas las víctimas era ilusorio porque seguía siendo un símbolo de las grandezas de la España franquista y de un monumento edificado para gloria de los vencedores. Por tanto, nunca se logró realmente cambiar esa orientación inicial. Más tarde, durante la Transición, cuando se enterró allí a Franco, el Valle de los Caídos era ya sobre todo un lugar de homenaje al dictador.
swissinfo.ch: Asociaciones en defensa de la memoria histórica califican de intolerable el hecho de que el verdugo esté enterrado junto a sus víctimas. ¿Comparte usted esta valoración?
S. F.: El problema actual del mausoleo es que no existe ninguna referencia ni explicación para el público visitante que aclare que allí también están enterradas las víctimas del régimen que con su trabajo forzoso ayudaron a construirlo. No existe ninguna explicación, ninguna placa, ningún folleto o referencia a este hecho. Lo más chocante es el silencio y la ausencia de referencias a estas víctimas. Esto es algo absolutamente incomprensible e indignante, puesto que el mausoleo pertenece al patrimonio nacional y depende de la Presidencia del Gobierno.
swissinfo.ch: ¿Qué naturaleza tenían los crímenes cometidos durante la guerra y la dictadura?
S. F.: Es difícil reducir los distintos tipos de violencia a un concepto general. Al principio de la guerra se cometieron actos de extrema violencia, por ejemplo cuando las tropas nacionales avanzaban rápidamente en el sur de la península, matando de forma casi sistemática a los republicanos. En el bando opuesto también hubo violencia. Bandas de milicias revolucionarias fusilaban sin juicio a opositores de la República en Barcelona o Madrid. Más adelante, sin embargo, se transformó el conflicto en una confrontación ya más clásica entre dos ejércitos bien organizados. Después de la guerra, en la época de la represión, el régimen franquista empleó la violencia para represaliar a centenares de miles de personas. Muchos fueron trasladados a campos de concentración o cárceles y obligados a realizar trabajos forzosos. Otros muchos considerados peligrosos para el régimen fueron directamente fusilados. Esta fase de la represión duró hasta el año 1944 aproximadamente.
swissinfo.ch: Jorge Fernández Díaz, diputado del PP en el Congreso y exministro, criticó la decisión del Gobierno porque, en su opinión, suponía “una enmienda a la totalidad de la Transición”. ¿Cree que la exhumación pone en entredicho la Transición?
S. F.: No, en absoluto. En primer lugar, porque la Transición ya ha terminado. La exhumación del cadáver de Franco es más bien un acto de madurez de una sociedad que espero que va a ser capaz de afrontar de forma crítica y colectiva su pasado. Con este paso se podrá quizás llegar a superar la división y la confrontación entre una parte de la clase política que se resiste a un debate sobre el franquismo y la otra que lo considera fundamental. Por tanto, puede ser el comienzo de una nueva etapa hacia una relación menos problemática con la historia.
swissinfo.ch: Durante mucho tiempo hubo un consenso bastante amplio sobre el carácter modélico de la Transición. ¿Sigue prevaleciendo esta valoración?
S. F.: Algunas formaciones políticas de la izquierda como Podemos son bastante críticas. Critican, por ejemplo, la falta de un reconocimiento oficial a las víctimas o que algunos sectores sociales no se desvinculen de la dictadura. Ven en la Transición una de las causas de la disfuncionalidad de la democracia actual. En este sentido se ha abierto, efectivamente, un debate interesante sobre el legado de la Transición, que durante mucho tiempo estaba totalmente cerrado. La democracia española ha creado en torno a la Transición un mito positivo, que posiblemente en los años ochenta y noventa era necesario. Pero este período ya ha concluido. La sociedad política española ha entrado en crisis y está revisando su conexión con ese momento fundacional. Por otra parte, también es verdad que a veces esas voces críticas se olvidan de los momentos difíciles y tensos que se vivieron en esa época, cuando la democracia era aún bastante frágil.
swissinfo.ch: Desde la muerte del dictador en 1975 muchos españoles han visitado su tumba. Este verano se han incrementado las visitas después de que se conociera la intención del Gobierno de exhumar sus restos. ¿Cómo se explica esta afluencia masiva?
S. F.: Cada año se registran unas 200 000 visitas. Yo he visitado el Valle de los Caídos varias veces, la última vez este verano. Por un lado, hay los nostálgicos del régimen que acuden al mausoleo para rendir homenaje a Franco y Primo de Rivera. Pero también hay muchos que visitan el lugar por curiosidad o por morbo. Después de todo, es un espacio con dimensiones impresionantes y existen pocos monumentos con estas características en Europa occidental. Luego hay los afines al republicanismo que van para cerciorarse de la muerte del dictador. Creo que el público es realmente muy variopinto.
swissinfo.ch: El Gobierno de Pedro Sánchez no tiene muy claro qué hacer con el Valle de los Caídos. ¿Qué cree que se debería hacer?
S. F.: Entre los historiadores hay muchas discrepancias respecto a esta cuestión. Los hay que son favorables a derribarlo, otros que quieren transformarlo en un parque temático, a semejanza de lo que ocurre en algunos países del Este, donde se exhiben las estatuas de Lenin y Bakunin en parques públicos. No creo que se debiera cerrar o derribar el mausoleo. Por razones prácticas y financieras no va a ser fácil organizar allí un museo, porque no es un lugar adecuado, además sería muy costoso. La catedral tiene mucha humedad y el lugar está bastante lejos de Madrid. Creo que sería más conveniente levantar un museo de la memoria histórica o de la Guerra Civil en Madrid, porque en la actualidad no existe ningún museo dedicado a este tema en la capital. En mi opinión, se debería conservar el Valle de los Caídos como recuerdo de lo que fue el proyecto ideológico del franquismo. Debería permanecer abierto al público, pero con la condición de que se explicara de forma didáctica el contexto histórico y se revisara su uso para cultos religiosos, pues también es una basílica que se utiliza para misas y bodas.
swissinfo.ch: Durante la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero se aprobó la Ley de Memoria Histórica. Desde entonces se han cambiado nombres de calles y plazas y se han retirado estatuas ecuestres dedicadas a militares franquistas. ¿Cuáles han sido los efectos de esta ley?
S. F.: La retirada de muchas estatuas se ha producido de manera bastante discreta, como ocurrió, por ejemplo, en Nuevos Ministerios, donde se quitaron de noche. Luego se han ido retirando poco a poco las placas y los escudos franquistas de los edificios públicos, especialmente del Ejército. Se ha llevado a cabo realmente una labor importante, pero aún queda mucho por hacer.
swissinfo.ch: En España existe una fundación con el nombre del dictador. La familia es propietaria de extensos bienes patrimoniales y de un importante título nobiliario, el denominado Ducado de Franco. ¿Cree que es necesario revisar estos títulos, privilegios y patrimonios?
S. F.: Sí, sin duda alguna. Es incomprensible que los Franco sigan conservando un patrimonio tan importante. Hasta hace poco esta cuestión era un tabú. Durante muchos años la Fundación nacional Francisco Franco recibía incluso una subvención estatal del ministerio de Cultura, y eso a pesar de que prohibía a investigadores no afines a una lectura franquista de la historia acceder a los archivos y a la documentación de la fundación. Esto es realmente problemático. La familia Franco se aprovechó de la situación peculiar de la Transición para conservar sus privilegios. Ya es hora de hacer un balance crítico. Por eso, espero que vayan prosperando estas iniciativas políticas que exigen la revisión del patrimonio familiar.
swissinfo.ch: ¿Qué nos puede decir acerca del caso del policía franquista conocido como ‘Billy el Niño’ que torturó a presos políticos y que posteriormente fue condecorado en época ya democrática?
S. F.: Es una situación absolutamente incomprensible y escandalosa. Una cosa es que no se le haga el proceso, pero otra bien distinta que no haya un rechazo general de los partidos políticos hacia su figura. Aquí es donde se nota la resistencia por parte de un sector de la derecha española, opuesta a cualquier debate crítico sobre el pasado.
swissinfo.ch: Hoy, 43 años después de la muerte del dictador, se sigue hablando de las dos Españas en referencia a los dos bandos. ¿Cree que sigue habiendo esa división en la sociedad?
S. F.: El mito político de las dos Españas se emplea para trasladar esquemas políticos del siglo XIX al presente y distinguir entre buenos y malos. La idea de las dos Españas enfrentadas, republicanos contra franquistas, izquierda contra derecha, no refleja la realidad de este país. Recientemente, se usa bastante en Cataluña, donde hay una tendencia a reducir el conflicto a un enfrentamiento entre republicanos catalanistas y unionistas monárquicos. Pero la situación social y política es mucho más compleja.
swissinfo.ch: Probablemente, la exhumación de Franco se llevará a cabo a finales de año. ¿Qué impacto va a causar este acontecimiento en la imagen exterior del país?
S. F.: Probablemente, tendrá una fuerte repercusión mediática internacional, aunque dependerá de cómo se va a gestionar por parte del Gobierno socialista, es decir, si decide ejecutar la operación de forma controlada y discreta durante la noche sin que la prensa se entere, o si, por el contrario, prefiere que sea un acto público retransmitido en directo por los medios audiovisuales y con posibles manifestaciones a favor y en contra.
swissinfo.ch: ¿Cree que el Estado español debería pronunciarse sobre la dictadura franquista, reconocer los delitos y pedir perdón a las víctimas?
S. F.: Sí, desde luego. En 2007, el Congreso aprobó la Ley de Memoria Histórica. Sin embargo, lo que se echa en falta es, precisamente, la dimensión simbólica. Lo que más dolor causa en las víctimas es que no se les escuche y que se les acuse de querer dividir al país. Es fundamental que España encuentre cauces para desarrollar una visión consensuada sobre su pasado y un discurso colectivo reconciliador. Posiblemente, la reubicación de la tumba de Franco pueda ser un primer paso en esa dirección, pero aún es pronto para saberlo.

Sexo, alcohol y fiesta en la España de Franco y Ava Gardner


Sexo, alcohol, escándalos y noches de juerga sin fin frente a una ciudad triste y miserable, un Madrid arruinado por la dictadura franquista. Las risas que salían del número 11 de la calle Doctor Arce apenas tenían eco en el silencio amargo de aquellos años de plomo. Paco León y Anna R. Costa han recreado el universo y la huella de lujo y esplendor, de whisky y tablaos flamencos, que dejó la actriz norteamericana Ava Gardner, en la serie de televisión Arde Madrid, que se estrena en el velódromo de San Sebastián, en una proyección especial del festival de cine de la ciudad donostiarra y llegará a Movistar + el próximo 8 de noviembre. Ocho capítulos, de media hora cada uno, que completan una crónica brillante y cínica de aquellos años locos que la bellísima y escandalosa estrella de Hollywood pasó en Madrid a principios de los años sesenta
Ya estaba prácticamente cerrada toda la programación del Festival de Cine de San Sebastián cuando les llegó la serie Arde Madrid. Tras su visionado, la orden de José Luis Rebordinos, director del certamen, fue tajante:  "Hay que buscar un hueco como sea".
Primera serie de televisión en España realizada en blanco y negro, Arde Madrid cuenta con un reparto de lujo. Junto a Paco León e Inma Cuesta, verdaderos protagonistas de la historia, trabajan, entre otros, Anna Castillo, Juan Vilagrán, Carmen Machi, Silvia Tortosa, Manolo Solo y Debi Mazar, en el papel de Ava Gardner. También participan Eugenia Martínez de Irujo, que hace de su madre, la duquesa de Alba, o Carmina Barrios, madre del director. La historia comienza cuando a Ana Mari (Inma Cuesta), una solterona, coja e instructora en la Sección Femenina le hacen el encargo, por orden de Franco, de entrar a trabajar en la vivienda de Ava Gardner con la intención de espiarla. Para ello tiene que fingir que está casada con Manolo (Paco León), un buscavidas que termina de chófer de la actriz. Serán testigos, junto a otra joven doncella (Anna Castillo), de las continuas fiestas que acaban con los nervios de los vecinos, la pareja formada por el general Perón y su esposa Isabelita, recién exiliados de Argentina.
“Nuestra idea inicial fue buscar un hecho real y relevante del que hubiera sido testigo la ciudad de Madrid. Cuando supimos la historia de que la estrella de Hollywood Ava Gardner había pasado un tiempo aquí y que, además, era vecina del matrimonio Perón, al que desde su balcón le gritaba: ‘Perón cabrón, Perón maricón’, fue entonces cuando nos decidimos a emplearnos a fondo en ello”, asegura Anna R. Costa, en una entrevista conjunta con su pareja y también creador de la serie Paco León. “Nos dio una idea de vecindad y de personaje maravilloso. Era una mujer libérrima, un modelo de libertad que nos ofrecía la excusa perfecta para mostrar el contraste de ese mundo con la gente real de la calle, humilde y sin educación. El contraste era magnífico para contar la situación”, añade León.
FOTOGALERÍA: EN EL RODAJE DE 'ARDE MADRID'. Debi Mazar, Paco León y Anna. R. Costa en el rodaje de 'Arde Madrid' en el piso que simula el que la actriz de Hollywood ocupó durante su estancia en España.
Comedia dramática, con elementos de thriller, Arde Madrid huye del biopic y centra la mirada del espectador en esta pareja de trabajadores del servicio, testigos atónitos de la intimidad de una de las grandes actrices de Hollywood. Han sido muchos años de investigación, entrevistas y lecturas. Han hablado con Lucía Bosé, Natalia Figueroa, con el pianista Paco Miranda, muy amigo de Ava Gardner, y con mucha otra gente, como la telefonista que le pasaba las llamadas de Frank Sinatra. Todo para recrear la vida real del Madrid de entonces, cómo salían las mujeres de fiesta por la noche, el público del Chicote o la plaza de Las Ventas.
Se decía de ella que era el animal más bello del mundo. “Ava fue una mujer que muy pronto se dio cuenta de lo que era y de lo que quería ser y, sobre todo, de quien no era. Con 30 años, decidió que no era una gran actriz y que su felicidad no iba a depender de su trabajo ni de una ambición de carrera. También decidió muy pronto que su felicidad tampoco pasaba por estar casada ni por ser madre. Era, sin duda, un pedazo de mujer. Hizo lo que quiso con su vida. Su coherencia con la decisión de esa vida tan arriesgada me parece de una coherencia total”, explica admirada Anna R.Costa. “He aprendido tanto de ella que la amo tan profundamente. Pocas veces he tenido en las manos un personaje tan coherente sobre el que escribir”, añade.
La vivienda de la calle del Doctor Arce, bellamente reconstruida hasta en el más mínimo detalle, muebles, alfombras o lámparas, era una isla de libertad donde todo era posible, en medio de ese Madrid atenazado y reprimido por la dictadura. Allí corrían el whisky y los bailes en unas fiestas en las que se mezclaba gente de toda condición, desde la alta burguesía a gente que se encontraba por la calle y les invitaba a su casa. “La cámara también está puesta en el mundo de los criados, un mundo que Ava Gardner, una mujer sin ninguna conciencia política, ni siquiera imaginaba su existencia”, explica Paco León.
Con escenas de grandes masas (han trabajado alrededor de mil figurantes), Arde Madrid, rodada solo en localizaciones reales, sin decorados, es la primera serie de televisión rodada en blanco y negro. La decisión se tomó por el deseo de que la película se vea como si de verdad el espectador se trasladara a aquella época. “Todos los referentes cinematográficos que nos gustaban, Berlanga, Miguel Picazo o el cine italiano, eran en blanco y negro. Fue una manera natural de imaginarnos esta historia. También teníamos la necesidad de diferenciarnos de la ficción que se ha hecho de aquella época”, apunta la pareja de creadores, que ya trabajan en una segunda temporada, en la que el personaje de Isabelita Perón tendrá un papel relevante.
La estela que dejó Ava Gadner a su paso por Madrid sigue en el imaginario colectivo. Fueron muchos los que se jactaron de haber tenido un affaire o un revolcón con aquella estrella rutilante de Hollywood. “De todo esto, yo he sacado mi propia conclusión y es que Ava Gadner se llevaba muchos hombres a su casa, pero se quedaba dormida de lo borracha que iba”. Ava Gadner murió enferma de alcoholismo en 1990, a la edad de 67 años.

El tirano de San Cristobal violaba las mujeres de sus amigos


DANIA BATISTA
Aunque durante la Era de Trujillo, de 1930 a 1961, todavía no había concreciones alrededor de la teorización sobre la violencia contra las mujeres, es claro que esa parte de la población dominicana sufrió en carne viva las vejaciones y abusos de la tiranía.
Decenas de obras narran las historias de féminas que fueron vendidas, violadas, torturadas o asesinadas durante el régimen.
Y hubo tanta saña que el mundo actual debe conmemorar cada año el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, en memoria de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, que murieron a manos de esbirros de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, junto a Rufino de la Cruz, quien las acompañaba como chofer, el 25 de noviembre de 1960.
Mujeres como objetos. La primera fase del régimen dictatorial coincidió con la época en que las mujeres todavía eran vistas como objetos. En diciembre de 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagró “los derechos del hombre y del ciudadano”. Para ellas, en el país no existía la posibilidad de sufragar hasta 1942, cuando con un fin meramente electorero el trujillato accedió a permitir el voto femenino.

Los estudios estaban enfocados en la economía del hogar, la crianza de los hijos y la obediencia a los preceptos religiosos. Llegar a nivel universitario era una osadía de algunas pioneras que, por lo general, pertenecían a familias de clase alta.
Acoso, violación y prostitución forzada. Los abusos de la dictadura le sumaron dureza a la difícil situación que ya las mujeres vivían en República Dominicana, cuando solo en virtud de su poder, Trujillo y sus más cercanos colaboradores las acosaban, perseguían y violaban.
Además, bajo el influjo del terror o la pobreza material y de espíritu aparecieron padres, esposos y hermanos que simplemente las entregaban al sátrapa para que las usara sexualmente.
A veces era una transacción clara de sexo a cambio de beneficios materiales o políticos, una forma de prostitución forzosa que se constituía en violencia. Después eran obligadas a practicarse abortos y casarse con subalternos de sus ultrajadores.
Por suerte o cuestiones de espacio y tiempo, no fue un drama que vivieran todas las familias. Trujillo y sus adulones no pudieron ir a todos los desfiles de batón ballet, reinados y actividades, a avistar, seleccionar, perseguir y atrapar a sus `presas´.
Algunas pudieron huir y esconderse. Otras fueron seducidas, como la hermosa Lina Lovatón, reina del carnaval de la capital en 1937, que con 17 años se convirtió en amante oficial y terminó siendo madre de dos de los hijos de El Jefe, quien le llevaba 29 años. Lovatón era compañera de colegio de Flor de Oro Trujillo, la hija mayor del tirano. 
“Hemos oído las historias. Jóvenes drogadas, luego violadas por El Jefe”, dice Minerva Mirabal en uno de los diálogos de `En el tiempo de las mariposas´, de Julia Álvarez.
Por otro lado, hay testimonios de que cuando Trujillo y sus `celestinos´ se topaban con hombres `difíciles´ que no accedían a sus pretensiones, les “facilitaban” nombramientos en lugares distantes a fin de forzarlos a dejar a sus hijas, hermanas o esposas y entonces aprovechaban para actuar. A muchas familias les era igualmente problemático rechazar y enfrentar al tirano.  
Un mal ejemplo. En todo caso era grave el ejemplo y hasta hoy persiste la cultura del intercambio en todos los estratos, de mujeres por dinero, ejemplificado en casos recientes de menores de edad entregadas a legisladores, empresarios y militares.
Durante la era de oprobio se acentuó la cultura patriarcal alrededor de la figura de `El Jefe´, `Padre de la Patria Nueva´, `Benefactor de la Patria´ y `Único Jefe y Salvador´ y todas sus excentricidades y caprichos afectaron a la población en general.
Víctimas colaterales. Muchas mujeres resultaron asesinadas o apresadas tras cruzarse en el camino de Trujillo hacia la eliminación de sus opositores políticos, comenzando por Altagracia Almánzar, quien fue asesinada junto a su esposo Virgilio Martínez Reyna y una empleada doméstica de ambos, poco después del ascenso al poder de El Jefe.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

"De la Tortura no se habla“ da de que hablar

La exposición fotográfica "De la Tortura no se Habla“, está dando que hablar sobre las heridas y las cicatrices que dejó la dictadura de Augusto Pinochet en los chilenos que padecieron la tortura, cárceles clandestinas y seres queridos que desaparecieron. "El objetivo es dar a estas personas una tribuna porque en Chile no la tienen. En Chile molestan. Cuando ellos tratan de sacar el tema de la memoria histórica, la respuesta casi automática, no solamente de la jerarquía sino de todo nivel es: olvidémonos de eso, eso nos separa, demos vuelta a la página, pensemos en el futuro“, dijo a Notimex el autor de la exposición, el fotografo chileno José Giribás, quien está en Berlín desde los años 70, cuando salió de su país después del golpe de estado. "Yo creo que un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro, porque existe el peligro latente de que eso se vuelva a repetir“. Y esa es una lección que Giribás ha atestiguado en Alemania, país que tras 70 años de la Segunda Guerra Mundial ha avanzado considerablemente en trabajar y analizar su pasado nazi, a veces a marchas forzadas. La exposición "De la Tortura no se Habla“ está en la sede de medios de la prensa alemana y extranjera, conocido como el Pressehaus, desde donde se puede ver el Bundestag, la Cancillería Federal y se alcanza en cinco minutos a pie la Puerta de Brandenburgo. El viceministro alemán de Asuntos Exteriores, Walter Lindner, encabezó hace 14 días la inauguración de la exposición, cuando se cumplieron 45 años del golpe de estado en Chile (11 de septiembre 1973), que trajo consigo la dictadura de Pinochet. Lindner dijo que siendo muy joven, cuando supo del golpe de estado en Chile, fue cuando cobró interés por la política. Fue un acontecimiento que se lo impactó y se le quedó grabado. Giribás dijo a Notimex que "la gente que fue torturada a partir de 1973 hasta el día de hoy sigue pensando en eso“. Quieren decirlo y no quieren permitir que esos lugares donde pasaron los días, meses y años más duros de sus vidas, desaparezcan sin dejar huella con el paso del tiempo. La exposición informa que en Chile había mil 200 cárceles clandestinas, de ellas mas de 220 estuvieron en la capital Santiago. Solo dos de esas prisiones secretas han sido convertidas hasta ahora en memoriales con ayuda estatal: la "Villa Grimaldi“ y la "Londres 38“. Otra de ellas, "Borgoño 1470“ es ahora la central de la policía civil. Son muchas veces los mismos que estuvieron ahí detenidos, quienes junto con sus familias organizan y preservan de su propia cuenta memoriales de las cárceles clandestinas El título de la exposición, "De la Tortura no se Habla“, es el de un libro de la escritora chilena ya fallecida, Patricia Verdugo, cuya obra se reeditó en su país. Uno de sus libros lleva ese título. En él cuenta distintos crímenes de la dictadura. Parecería una paradoja que justo una exposición fotográfica que pone de nuevo en primer plano a la tortura durante la dictadura, lleve ese nombre. Giribás señala que al final del libro con ese título, Patricia Vergara escribió que "es increíble pero nos hemos demorado (en Chile) casi 40 años para poder hablar de la tortura a nivel público“. Giribás habló con la editorial Catalonia que reeditó a Vergara, le explicó el proyecto de la exposición y ésta le dió la autorización para usar el título del libro para la exposición fotográfica. Desde el punto de vista de Giribás, a Chile le falta mucho para abordar y digerir ese capítulo de su historia. "Los alemanes tienen el Monumento al Holocausto en el centro de Berlín. Cuántas décadas se necesitaron para hacer eso, y hasta la fecha hay alemanes que están en contra porque consideran que avergüenza a Alemania“. "En Chile estamos muy lejos de eso todavía“ , y recalcó que solo hay dos memoriales de la tortura que tienen un apoyo estatal. El resto lo organizan y preservan los mismos que estuvieron ahí presos junto con sus familiares. Otros ya fueron devorados por el tiempo. Apuntó que en Chile ninguna instancia de las Fuerzas Armadas ha pedido perdón por las víctimas de la dictadura. "Por el contrario, sigue la Ley del Silencio. Hay mil 190 chilenas que siguen buscando a sus seres queridos que desaparecieron“. "Es una sensación de ausencia de justicia, te golpean en la cara con eso. Tu sabes que el asesino de tu padre está libre, y tu ni siquiera sabes dónde está el cadáver de tu padre“, afirmó. "Ojalá que en mi vieja patria, Chile, haya un mínimo de respeto a esos miles y miles de torturados, -se dice que fueron 40 mil-, que hasta el día de hoy no tienen ninguna tribuna ni ninguna indemnización, y que solo molestan en esa sociedad neoliberal cuando hablan de ella“. Pero exposiciones como ésta les inyectan un nuevo optimismo. Una muestra gemela de las fotos de Giribás se está exhibiéndo en Colonia. A partir del 30 de septiembre se mostrará también en la Galería Tapir, de Berlín. Dentro de poco se colocará esa exposición en Internet, en versión virtual "para quien la quiera ver en Chile“. Giribás es fotógrafo de carrera, con varias exposiciones en su haber, tiene asilo político desde los años 80, se nacionalizó alemán y reside en Berlín donde trabaja con medios de prensa extranjeros y alemanes.

Ver más en: https://www.20minutos.com.mx/noticia/423469/0/de-la-tortura-no-se-habla-da-de-que-hablar/#xtor=AD-1&xts=513356

Corte alemana rechaza ingreso en prisión de exmédico de Colonia Dignidad Hartmut Hopp


      BERLÍN (AFP) - 
      La justicia alemana rechazó este martes encarcelar a un exmédico alemán de Colonia Dignidad, un enclave alemán fundado por un nazi en el sur de Chile, a pesar de su condena en el país sudamericano por complicidad en la violación de menores.
      El tribunal regional de Dusseldorf (oeste) anuló la sentencia de una jurisdicción inferior, que en agosto de 2017 dictaminó que Hopp tenía que cumplir en Alemania, donde huyó, la pena de cinco años dictada en Chile en 2011 por complicidad en violación y abusos sexuales a menores.
      "Los hechos constatados en el juicio chileno no bastan, a pesar de la amplitud de los motivos de la decisión, para cumplir las condiciones requeridas por el derecho alemán para justificar acciones penales contra Hopp", de 74 años, indicó el tribunal en un comunicado detallando la sentencia, dictada el 20 de septiembre.
      Colonia Dignidad fue fundada en 1961 por el cabo nazi Paul Schäfer, cerca de la localidad rural de Parral, a unos 450 km al sur de Santiago de Chile.
      Schäfer, junto a Hopp, su mano derecha, encabezaba un sórdido sistema de adoctrinamiento y abusos sexuales en el interior de este enclave y también se lo facilitó a la dictadura de Pinochet para detener y torturar a presos políticos.
      Según los jueces, el "papel dirigente" y como médico de Hopp en Colonia Dignidad no basta para considerarle cómplice de los crímenes de Schäfer.
      Al contrario, la justicia chilena había considerado que Schäfer pudo cometer su crímenes gracias al apoyo de Hopp .
      En 2011, la justicia chilena condenó a Hopp, que se refugió en su país poco antes del veredicto, a cinco años y un día de prisión por complicidad en la violación de cuatro niños de menos de 12 años y abusos sexuales a otros 16 menores.
      Paul Schäfer dirigía con mano de hierro esta comunidad alemana de unos centenares de personas, sometidas a severas reglas de conducta que llegaban hasta la esclavitud y donde se multiplicaban los abusos sexuales a menores.
      No fue hasta 1997, cuando Schäfer huyó del país, que los chilenos descubrieron que en Colonia Dignidad también fueron torturados o desaparecieron opositores a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
      Schäfer fue detenido en 2005 en Argentina y murió en prisión en 2010. Colonia Dignidad se llama ahora Villa Baviera y fue transformada en un centro turístico y agrícola.
      Alemania reconoció haber cerrado los ojos ante lo que pasaba en esa comunidad y decidió abrir los archivos del ministerio de Relaciones Exteriores para que la justicia chilena pueda seguir investigando.
      En 2016, el entonces ministro de Exteriores Frank-Walter Steinmeier, hoy presidente de Alemania, reconoció que los diplomáticos alemanes "cerraron los ojos" sobre la cuestión.
      Incluso tras el fin de Colonia Dignidad, las autoridades alemanas no demostraron "la determinación y la transparencia necesarias para identificar a sus responsables y aprender la lección", dijo entonces.
      Desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, Alemania ha sido muy criticada por no haber perseguido y llevado ante la justicia a los nazis que se refugiaron en América Latina.

      ¿Por qué ganó el NO? La historia detrás de la historia

      LA REPRESIÓN Y EL PLEBISCITO

      Junto con investigadores de la Universidad de Chicago y de la Universidad de California hemos estado estudiando el efecto que tuvo la represión organizada por el Estado en los resultados del plebiscito de 1988 (vea el estudio The geography of repression and support for democracy: Evidence from the Pinochet dictatorship”). Para poder estudiar cuantitativamente el impacto de la represión en el plebiscito de 1988, hemos recopilado información acerca de todas las bases militares operando justo antes del comienzo de la dictadura. Con estos nuevos datos, construidos a partir de libros históricos [1], información disponible en bibliotecas militares y solicitudes de transparencia, en conjunto con los datos provenientes del Informe Rettig, podemos estudiar cuantitativamente la organización de la represión y observar, por primera vez, la dimensión geográfica de los crímenes cometidos.
      Nuestros resultados utilizan métodos estadísticos modernos y muestran con claridad que la represión fue más brutal en lugares geográficamente cercanos a las bases militares. Comunas con bases militares fueron las que más sufrieron, pero también aquellas sin bases militares, pero que eran vecinas de aquellas comunas que sí contaban con ellas.
      Episodios como la “Caravana de la Muerte” confirman esta intuición: los helicópteros utilizados por el general Sergio Arellano Stark aterrizaban rutinariamente en bases militares y desde ahí organizaban sus operaciones. Solo se salvaron aquellos lugares suficientemente alejados de la dispersión geográfica militar. La cercanía a estos edificios militares aumentó el número de centros de detención y el número de asesinados, detenidos desaparecidos y torturados. Más aún, nuestro análisis estadístico también muestra por primera vez que en lugares con mayor represión hubo más inscritos para sufragar y la votación por el NO fue mayor.
      Nuestra principal conclusión es que la represión de la dictadura parece haber contribuido a su fin y por lo tanto a la vuelta a la democracia.
      Pero la ubicación geográfica de las bases militares no ocurre de manera esporádica y caótica. De hecho, su construcción responde a coyunturas históricas y son usualmente decisiones altamente estratégicas. Una parte importante de las instalaciones militares que se encontraban disponibles en septiembre de 1973, fueron construidas al comienzo de la República (1810-1830). Y otras tantas se instalaron durante la Guerra del Pacífico (1879-1884) por razones estrictamente bélicas. Así es como aquellos acontecimientos que ocurrieron hace más de cien (o incluso doscientos) años pueden afectar eventos políticos y sociales mucho tiempo después. La historia detrás de la historia.
      ¿Por qué en lugares que experimentaron mayor represión hubo un mayor número de personas que acudió a inscribirse en los registros electorales y una mayor votación por el NO? ¿Es este un voto partidista? Nuestro análisis sugiere que la represión que ejerció el Estado a través del país activó un fuerte movimiento que tenía como objetivo volver a la democracia. Ni un voto por la Concertación ni un voto contra los partidos que apoyaban a Pinochet.
      Para llegar a esta conclusión estudiamos estadísticamente cómo votaron aquellos lugares con mayor represión en las elecciones presidenciales de 1964, 1970 y en todas aquellas después del retorno a la democracia. Los resultados nos sorprendieron. Comunas con mayor represión durante la dictadura no votan distinto, ni antes ni después de la dictadura. No hay más votos por la izquierda, ni más votos por la Concertación, ni menos votos por la derecha. La excepción es la elección presidencial de 1989, realizada aún en dictadura y con un ministro de Pinochet compitiendo por ser electo Presidente de la República. La represión llevó a una votación distinta solamente cuando había que votar por volver a la democracia. Un voto contra la dictadura, un voto por la democracia.

      LA INFORMACIÓN Y LAS POLÍTICAS

      Las campañas televisivas ayudaron a difundir masivamente la represión y otras acciones del régimen y fomentaron la coordinación de la ciudadanía. El rol de la televisión ha generado debates, en el que algunos han criticado que se haya vanagloriado el efecto publicitario a costa de minimizar la importancia del carácter antidemocrático del régimen y la organización política de la oposición. Pero esta es una falsa tensión argumentativa.
      Los spots de quince minutos que se transmitieron diariamente revelaron mucha información que gatilló conversaciones y una rápida actualización de las percepciones respecto al funcionamiento de la dictadura, enfatizando la represión, que no había tenido un espacio mediático en el ámbito nacional. No debiera sorprendernos que las campañas puedan haber sido el impulso necesario que se requería para votar contra Pinochet, tal y como lo muestra un puñado de artículos que estudian el rol de las campañas usando herramientas estadísticas.
      Las políticas económicas también pueden haber influido en la votación. ¿Cómo votaron aquellos trabajadores afectados económicamente de manera negativa o positiva debido a la liberalización económica? ¿Y aquellos cercanos a las empresas que se beneficiaron de la apertura comercial? ¿Los que vieron cómo sus vidas cambiaron con la crisis económica de 1982? ¿Los que sufrieron y fueron (o no) ayudados después del terremoto de 1985? Las circunstancias personales, económicas y sociales, son poderosos gatilladores de las preferencias políticas. Queda mucho por aprender, pero es crucial que sigamos reconstruyendo cuantitativamente la implementación de las políticas, el funcionamiento de las Fuerzas Armadas, y el ordenamiento de las autoridades locales durante los años de Pinochet. Falta, pero vamos avanzando.
      REFERENCIA:
      [1] González Salinas, T. C. E. (1987): “Reseñas Históricas de las Unidades e Instituto del Ejército de Chile”. Estado Mayor General del Ejército de Chile. Biblioteca Militar. Santiago: Talleres Gráficos del Instituto Geográfico Militar.

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