El médico forense Antonio Piga es el único miembro que continúa con vida del equipo de cuatro personas que embalsamó a Francisco Franco tras su muerte en 1975.
A sus 80 años, conserva una memoria detallada de aquellos días.
"Lo que me impresionó más fue ver a Franco (…). La habitación estaba bastante desnuda y Franco estaba en una cama cubierto con una sábana. Retiramos la sábana y Franco estaba desnudo (…). Tenía el aspecto de una persona que ha sufrido una agonía muy dura", recuerda Piga, que sigue activo como profesor emérito de la Universidad de Alcalá de Henares.
Casi 44 años después, los restos del general que gobernó España con mano de hierro durante casi cuatro décadas fueron exhumados este jueves de su tumba en el Valle de los Caídos, en el norte de Madrid, y llevados al cementerio de Mingorrubio, también en el norte de la capital española.
En el fastuoso mausoleo en que fue enterrado reposan también miles de víctimas de la Guerra Civil y es visto por muchos españoles como un homenaje a la victoria franquista.
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