BIENVENIDOS

PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

lunes, 1 de abril de 2019

Lita Trujillo la viuda del hijo preferido del dictador Trujillo habla sobre su crepusculo

Lita Trujillo.

Viuda del hijo favorito del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, la que fuera actriz de los años 50 de Hollywood repasa su vida, llena de luces y sombras, con 'Vanity Fair'



Estoy excitada porque no he dormido nada. Me voy a tomá dosientas pastillas de Valium y Orfidal. Si no me muero hoy, mañana nos vemos”, me dice antes de colgar el teléfono con su inconfundible acento. Son las nueve de la noche en el portal de su casa del Paseo de la Habana de Madrid y, afortunadamente, Lita Milán de Trujillo no se ha muerto. La exactriz de los años cincuenta de Hollywood y viuda de Ramfis Trujillo, el hijo del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, aparece subida en unos imposibles tacones rojos y amarrada a un bolso vintage de Chanel.
El día anterior, a lo largo de tres horas de conversación —en realidad, era un soliloquio porque solo hablaba ella—, conseguí que me citara para cenar. En persona será más fácil desarmarla, pensé. Qué iluso. “Raúl del Pozo siempre se queja de que no tengo síntesis. No sé controlar”, se excusa. Lita está fresca porque vive de noche. De hecho, se acaba de levantar: duerme de nueve de la mañana a seis —o siete u ocho— de la tarde. Para ella no es ni mediodía todavía. Ponemos rumbo a un restaurante italiano cercano a su domicilio.
Antes nos sentamos en un banco de la calle. Me ha traído unas fotografías de sus años en la meca del cine. “Trabajé con los mejores: Paul NewmanJoseph CottenGlenn FordSteve McQueenAnthony Quinn... Y con muchos de ellos tuve lo que yo llamo EE: episodios eróticos. Cuando pienso en mí, creo que no existo, que soy un invento. ¡Me han pasado cosas tan surreales!”, cuenta a modo de preludio.

Neurótica, aprensiva y socarrona

Su novela vital es tan extensa como el Ulises, de James Joyce, pero más amena. “Diría que se parece a Seis personajes en busca de autor, de Pirandello”. La sinopsis de Lita sería: nacida, según ella, en un lugar cerca de Jaffa cuando Israel no había sido fundado, creció en el barrio Hell’s Kitchen de Nueva York, estudió Literatura en París y consiguió triunfar en Hollywood, donde trabajó en 38 películas y telefilmes con las grandes estrellas de la época. Tras conocer al hijo del sátrapa Trujillo, nada volvería a ser lo mismo.
Llegamos al local, el Alduccio, en las inmediaciones del Santiago Bernabéu, casi una hora tarde. Pedimos una pizza margarita y un cóctel de gambas. Yo ceno; Lita desayuna. “Antes que nada vamos a brindar en hebreo: ¡Le jaim!”, exclama alzando su vaso de cerveza mientras evoca su origen judío. Su madre era austriaca y su padre, húngaro. “Los dos llegaron a América huyendo del Holocausto. Los familiares que se quedaron fueron directos a la cámara de gas”.
Su móvil no deja de sonar. “¿Qué habrá pasado? ¡Alguien se ha muerto!”. Despliega un teléfono prehistórico, pero ya es tarde: han colgado. Entonces recuerdo el momento en el que su “sister”, la periodista Carmen Rigalt, me contó que entre las cosas favoritas de esta diva de edad indeterminada —“Prohibido hablar de años y de extensiones”— está la que domina con peculiar maestría: llegar tarde a un funeral, pasearse por la nave central del templo en cuestión y sentarse en primera fila. Lita parece un personaje sacado de una película de Woody Allen: es neurótica, aprensiva y tiene un humor, como diría ella, socarrón.

Los existencialistas y el suicidio

Pero su relación con la muerte es, quizá, lo más caricaturesco de su peculiar personalidad. Profundamente decepcionada, fantasea con el suicidio desde que siendo joven entró en contacto con los existencialistas y leyó a Albert Camus. “La vida no es ni noble ni buena ni sagrada”, dice citando a Federico García Lorca en Poeta en Nueva York.
Me termina de asustar al contarme que una de sus películas de referencia es El desencanto, el documental de Jaime Chávarrisobre la familia Panero, y que colecciona los epitafios de Sylvia PlathStefan Zweig o Virginia Woolf, quienes se quitaron la vida. “Yo iría a un reality, me tomaría un vasito con algo y me moriría en directo. Volvería a ser famosa”, suelta entre risas. Poco a poco voy pillando su personaje. Nuestro encuentro llega a su fin. “Espérate. Me encanta decir que me han echado de los mejores restaurantes”.

Llegada a España

En 1965, se instaló en Madrid junto a Ramfis Trujillo tras un largo exilio en Francia y Portugal. “En París vivíamos en un palacete al lado de la casa del príncipe Ali Khan y de la hija que tuvo con Rita Hayworth, su tercera esposa. Pero tuvimos problemas con Charles de Gaulle porque había una orden de extradición y nos tuvimos que marchar corriendo. Fuimos como nómadas de sitio en sitio. En Cascais alternamos con la realeza y fue donde vi por primera vez al rey Juan Carlos”. Luego llegó el turno de España. “Conocíamos el país porque habíamos pasado un verano en la casa de Cristóbal Martínez-Bordiú en Marbella”.
Su marido compró un impresionante palacete que había pertenecido al banquero mallorquín Juan March en la urbanización madrileña de La Moraleja. Nuestra conversación entra en terreno pantanoso. Decidimos esporádicamente dejar a un lado el humor negro y nos ponemos solemnes para tratar el momento en el que hace 50 años la muerte golpeó sin sorna y con extrema dureza a Iris Lia Menszelecky, la mujer igualmente verborreica y doliente, pero más humana y menos diva, que se esconde detrás de todas las litas.
Lita en Hollywood.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL MERENGUE Y TRUJILLO

  • AQUÍ

CUENTO SOBRE LA DICTADURA DE TRUJILLO

COMUNICACION Y PRENSA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

POESIA EN LA DICTADURA