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PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

viernes, 27 de septiembre de 2013

Trujillo: falso nacionalista y peor patriota

Por MIGUEL ESPAILLAT
Comprender los significados de patriotismo, patriota, nacionalista y nacionalismo y tener sentido común, es esencial para entender, de una vez y por todas, que los sentimientos de patriota y nacionalistas atribuidos a Trujillo por algunos dominicanos inconscientes y desinformados, son falsos y aberrantes en toda la extensión y significados de esas palabras. Veamos una definición de estos conceptos.
Nacionalismo:  “apego a la propia nación y a cuanto le pertenece”. “Sentimiento de pertenencia a la nación propia, algo en principio identificable con el patriotismo, pero distinto si va más allá del mero sentimiento e incorpora contenido doctrinal o acción política en un sentido concreto”.
Pues bien…, por las definiciones anteriores, es lógico derivar, que el nacionalismo y el patriotismo sanos, van de la mano, que están entrelazados, que no existen el uno sin el otro, que ambos se complementan, que son alas de un mismo pájaro. Ahora bien, patriotismo sano, implica amar, en el sentido cierto y profundo de esta palabra. El amor, en la ecuación patriotismo-nacionalismo, viene siendo, el soplo que le da vida a estos dos condenados a vivir eternamente apachurrados. Hay que hacer hincapié en eso del amor, con su tolerancia y aceptación de la diversidad, porque está demostrado, con las experiencias genocidas de Hitler y de otros de similar naturaleza, que los nacionalismos, los patriotismos y las creencias religiosas fundamentalistas, por su ausencia de amor hacia sus congéneres, han devenido en ser nefastos para la humanidad. Millones de crímenes se han perpetrado por estas ideas, y lo peor, en nombre de Dios.
Ante estos planteamientos filosóficos, cabe preguntar: ¿amaba Trujillo a su pueblo, a los dominicanos, a su gente? Como por sus hechos lo conoceréis..., vamos a ellos, para que sean ellos mismos, los que nos digan, si todas la actividades económicas y políticas de esté sátrapa, estaban motivadas por un amor genuino a su patria.
Para esta demostración, voy a valerme de los datos históricos que aportó el forista que se hace llamar Carlos Carlos, marcados con el # 98306, en las opiniones correspondientes al artículo “El argumento del necio” publicado por este periódico (ALMOMENTO.NET) en fecha 05/09/2013. Estos datos detallan los importantes negocios de Trujillo y sus manejos, no santos. He aquí el listado de esas empresas y sus negocios:
Sal. En 1931 se adueñó de la producción y venta de sal al prohibir la explotación de salinas marítimas y obligar a la población a consumir la de las minas de Barahona controladas por él. Esto le reportaba unos 400,000 pesos netos anuales. 
Carne. Se hizo cargo de las carnicerías de la ciudad de Santo Domingo (La Cami), las que le proporcionaban ingresos anuales de unos 500,000 pesos.
Arroz. Prohibió la importación de arroz y sólo permitió el consumo de este cereal criollo que distribuía una de sus tantas empresas personales. 
Leche. Controló la venta y distribución de los productos lácteos a través de la Industrial Central Lechera.
Tabaco. Obligó a los dueños de la Compañía Anónima Tabacalera a venderle acciones y, posteriormente, a cederle la propiedad casi entera de esa empresa. 
Calzados. Prohibió andar descalzos a los ciudadanos, debiendo éstos comprar sus zapatos a la Fábrica Dominicana de Calzados (Fadoc), que era de su propiedad.
Pintura. Dispuso la obligatoriedad de pintar las casas cada año, con lo que se aseguraba el buen rendimiento de su empresa Pinturas Dominicanas (Pidoca).
Azúcar. A partir de 1948 comenzó a invertir en el sector azucarero, para lo cual despojó a pequeños campesinos de sus tierras y compró los ingenios de capital estadounidense. En 1955 tenía los ingenios Porvenir, Ozama, Amistad, Monte Llano, Barahona, Consuelo, Quisqueya, Boca Chica, Las Pajas, Santa Fe, Catarey y Río Haina. 
Actividades bancarias. Instaló un banco, manejado por su esposa, para el canje de los cheques del Gobierno; los empleados públicos podían cobrar sus sueldos por adelantado a cambio del pago de una comisión.
Sector seguro. Monopolizó el negocio de los seguros, al comprar las acciones de una compañía de seguros que funcionaba en el país, a la que bautizó como San Rafael de Seguros.
Obras Públicas. Recibía jugosas comisiones por la concesión de los contratos para la construcción de obras. 
También formaron parte de su patrimonio personal: Licorera La Altagracia, Sociedad Industrial Dominicana, Refinadora de Aceite de Algodón, Molinos Dominicanos, Fábrica Dominicana de Cemento, Fábrica de Sacos y Cordelería, Fábrica de Vidrio, Industria Nacional del Papel, Atlas Comercial Co., Caribbean Motors, Compañía Dominicana de Aviación, Ferretería Read, Periódico La Nación, Industria Caobera, Aserradero Santelises, Naviera Dominicana, e Industrias Niguas.  También se adueñó, de la Armería de San Cristóbal, la Compañía Eléctrica, y Astilleros de Haina.  Súmensele a todo esto que el 10% de los sueldos de los empleados públicos era entregado a su Partido Dominicano. (Fin de la cita).
Trujillo- afirma el escritor Aquiles Julián- fue un criminal y alumno de sicópatas de la categoría de los capitanes del US Marines Corp Charles Merkel y Charles R. Buckalew. Este “primer maestro de la nación”, padre y Benefactor de la patria y “Dios hecho hombre”, como miembro de la Guardia Nacional creada por los yanquis, hizo el papel de represor contra el alzamiento de los campesinos del Este, a quienes con desmanes los despojaron de sus tierras, para extender las plantaciones azucareras de los ingenios norteamericanos. En ese quehacer, Trujillo mató, torturó, violó mujeres, chantajeó, secuestró, atracó y despojó a su gusto a muchos propietarios de sus predios, para hacer fortuna y conseguir poder.
Posteriormente, Trujillo, ya siendo Presidente y generalísimo, se convirtió en un tirano cruel. El y su familia, por casi 31 años, hicieron de los 48 mil kilómetros cuadrados de esta media isla, su finca privada, donde a sangre y fuego fueron amos y señores, y dueños de haciendas y de vidas. Durante todo ese tiempo, martirizaron a esta tierra. Durante esa larga época, en todo tiempo, se mantuvo persiguiendo y matando a sus propios conciudadanos y despojándolo de sus propiedades, derechos y libertades. En esa época hubo abuso de poder, encarcelamientos, torturas, muertes por doquier, oscurantismo, despotismo, calieses y caliesaje, terror y opresión, crímenes horrendos, y muchas más perversidades.
Con estas informaciones, ya el lector puede irse dando cuenta, que clase de “nacionalismo y patriotismo” era el de Trujillo, y cuáles eran sus reales motivaciones, descubriendo por derivación, que sus sentimientos al respecto, estaban íntimamente ligados a un proyecto personal de enriquecimiento, que nada tiene que ver, con amor a la patria y nacionalismo, o con ideales duartianos.
En consecuencia, los que aclaman a Trujillo, los que les echan vivas, los que le añoran, están cometiendo una infamia. Llamar patriota y nacionalista a este monstruo, loarlo, aclamarlo y compararlo con Duarte, constituye un sacrilegio y una afrenta mayor a ese patricio y a todos los que fueron torturados y muertos enfrentando a esta perversidad hecha persona.
Patriotismo y nacionalismo, ya lo dijimos, están entrelazados por el amor en su más pura y excelsa expresión. Ese amor, no lo conoció Trujillo. El amor no es racista, no es sexista, no es discriminatorio, no es machista, no es xenófobo, no es homofóbico. El amor no es ladrón y saqueador. El amor no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
El amor no es malvado, no es criminal. El amor no mata ni tortura a nadie, menos a los suyos, tal como hacia el desalmado de Trujillo. El amor, no es, ni puede ser trujillista, como tampoco pueden serlos, el nacionalismo y el patriotismo, en sus versiones deshumanizadas.
En fin, compréndase de por una vez y por todas, que el “patriotismo y nacionalismo” proclamado por los adulones de Trujillo, eran y son, falsos y perversos en su máxima expresión. La falta de amor en su ser, los mató.
No seamos las tinieblas y el demonio que él fue, sino, seres de amor y luz, tal como lo fue nuestro Juan Pablo Duarte.

martes, 24 de septiembre de 2013

El crimen contra Amín Abel Hasbum estremeció a la sociedad hace 43 años

Fuente : acento.com.do

Para esta nota fueron utilizadas las colecciones de periódicos El Nacional y Última Hora; documentos del archivo personal de Rafael (Cucuyo) Báez Pérez, depositados en el AGN, y el libro “He aquí la Izquierda” de la autoría de Rafael Chaljub Mejía).

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La muerte del ingeniero Amín Abel Hasbum, el 24 de septiembre de 1970, fue un crimen que estremeció la sensibilidad del pueblo dominicano y provocó que el Dr. Joaquín Balaguer, cuyo  gobierno fue responsable directo, se viera en la obligación de “exigir” una investigación para el esclarecimiento del mismo. Una farsa que no pudo impedir que una parte de la verdad saliera a flote. Como lo demuestra el expediente que a continuación publicamos, todos los detalles del espeluznante asesinato fueron desvelados, mas no así la responsabilidad directa del Ejecutivo, ni la participación de manos extrañas, allende los mares, en todo lo que aconteció en aquellos meses. Los investigadores se cuidaron de no preguntar más allá de lo recomendado, temerosos de que en cada respuesta fueran saliendo los responsables intelectuales del crimen del Día de Las Mercedes.
El expediente preparado por la Procuraduría General de la República, firmado por el doctor  Marino R. Ariza Hernández,  deja establecidos detalles hasta ahora desconocidos por la generalidad de los dominicanos, muestra palpable de la forma en que el gobierno del doctor Joaquín Balaguer aniquiló lo más preciado de la generación que lo enfrentó durante sus doce años de gobierno. (El expediente original de la Procuraduría de la República reposa en el Fondo Presidencia del Archivo General de la Nación, Leg. . 7565, Exp. 28, It 3107565. Para esta nota fueron utilizadas las colecciones de periódicos El Nacional y Última Hora;  documentos del archivo personal de Rafael (Cucuyo) Báez Pérez, depositados en el AGN, y el libro “He aquí la Izquierda” de la autoría de Rafael Chaljub Mejía).
La situación política después de la guerra civil
Finalizada la guerra civil de Abril de 1965, luego de la firma del Acta institucional y el Acta de Reconciliación que llevó a la presidencia provisional al doctor Héctor García Godoy, los Estados Unidos iniciaron los preparativos para la desocupación militar de la República Dominicana. El gobierno provisional comenzó de inmediato los preparativos para las elecciones generales, que fueron celebradas el 10 de junio y en la que salió triunfante, de manera dudosa, el Partido Reformista y electo el doctor Joaquín Balaguer, quien ocupó la presidencia en la primera semana de julio de 1966 dando inicio al período de los 12 Años de Balaguer (1966-1978).
Antecedentes políticosMagaly Pineda, esposa de Fafa Taveras, llora la muerte de Amín
La situación política era sumamente tensa, y mientras las tropas norteamericanas abandonaban el país, el gobierno de Balaguer se preparó para gobernar apoyado en una política de contrainsurgencia que privilegiaba la represión política y el crimen selectivo por encima de los principios democráticos y el respeto de los derechos ciudadanos.
Para muchos de los que participaron en la Revolución de Abril la guerra no había terminado. Una parte de la izquierda no tuvo la capacidad para entender  la nueva situación y pensó que era posible pasar a una segunda etapa del enfrentamiento cívico-militar y lograr lo que en varios meses de lucha armada no se había obtenido: la vuelta a la constitucionalidad sin elecciones, y para los radicales, el triunfo de la revolución y la formación de un gobierno popular y revolucionario semejante al que desde Cuba, encabezaba Fidel Castro.  Para ese fin, muchas de las organizaciones de izquierda prefirieron esconder las armas de sus “comandos”, antes que entregarlas como había sido pactado, a la espera de la nueva oportunidad.
La política de contrainsurgencia del régimen desató la persecución, encarcelamiento y el asesinato de los combatientes de Abril más destacados. En los pueblos, los que habían regresados y recibidos como héroes, comenzaron a vivir en la clandestinidad. Antes los asesinatos a mansalva, muchos prefirieron salir hacia el extranjero, para evitar morir a manos de organizaciones paramilitares que actuaban amparadas por el gobierno.
Mientras tanto, las organizaciones de izquierda eran estremecidas por las luchas internas, que trajeron rápidamente la división y multiplicación de las mismas. Surgieron nuevas agrupaciones como el Partido Comunista de la Republica Dominicana, mejor conocido como PACOREDO, la Línea Roja del 14 de Junio, Voz Proletaria, el Partido Comunista Dominicano, y grupúsculos que surgían y desaparecían de la noche a la mañana, a la vez que otras se fortalecían con el trasiego de la militancia de unas hacia otras, como fue el caso del Movimiento Popular Dominicana, al que ingreso una parte importante del otrora poderoso Movimiento Revolucionario 14 de Junio (1J4). Esto fue acompañado de iniciativas de definición ideológica, construcción de estrategias para la guerra, la formación del “verdadero partido comunista”, enfrentamientos en discusiones sin sentido centradas en la representatividad de los países con regímenes comunistas.
Fue en ese marco, que el Movimiento Popular Dominicano (MPD) y otras agrupaciones comenzaron a definir el enfrentamiento contra el gobierno de Balaguer: el Catorce de Junio envió a muchos de sus cuadros para prepararse militarmente para la guerra y dio pasos para que sus cuadros comenzaran a penetrar en la zona rural del país, para repetir la táctica guerrillera de Mao Tse Tung del “campo que rodea la ciudad”. Un poco parecido también actuó el MPD, al decidir infiltrar a varios de sus dirigentes en la zona rural, apoyado en la táctica político-militar de “lo mejor al campo”, lo que aconteció en 1967, al mismo tiempo que daba paso para sacar a un selecto grupo para adiestrarse fuera del país en la guerra de guerrilla y a tomar cursos de formación política. En ese apresto fueron detenidos en el aeropuerto de Punta Caucedo, como se llamaba al Aeropuerto de las Américas, el dirigente Henry Segarra Santos y el adolescente Jorgito Puello, hijo del dirigente del MPD Jorge Puello Soriano, mejor conocido como El Men.
El MPD entre la represión y los errores políticosPeña Gómez con los familiares de Amín Abel
Un duro golpe sufrió el MPD con la muerte del abogado Guido Gil, 17 enero 1967. Este “cuadro” del MPD había participado en la  Conferencia Tricontinental en Cuba y a la hora de su desaparición, era asesor del Sindicato Unido del Central Romana; pero esto no amedrentó su organización, que por el contrario insistió en las definiciones y buscaba la forma de evitar que sus dirigentes fueran apresados o asesinados. Para la lucha guerrillera en la zona rural se acuñó la consigna de “Lo mejor al Campo”, estableciendo las famosas “Tumbas vivas”, tenidas como lugares estratégicos en que los responsables de la guerrilla estarían escondidos o “sepultados” , de donde salían solo para preparar a los campesinos para organizar la guerrilla.
17 enero 1968 el MPD celebró la  “Conferencia Nacional de Cuadros Profesionales Guido Gil” en la que trató de trazar las líneas para impulsar la lucha contra el gobierno de Balaguer, consolidándose en la misma las posiciones militaristas, además de tratar de evitar las “desviaciones ideológicas” del MPD. La Conferencia decidió impulsar la lucha armada en la zona urbana organizando núcleos armados, que incluían ex combatientes de la revolución de Abril, con  integrantes de diversas procedencias sociales. Estos agrupamientos luego serian conocidos como CRC o los Comandos Clandestinos Revolucionarios. A la zona rural fueron enviados cuadros  para organizar la guerrilla.
A finales de 1968 el MPD, bajo la dirección de Maximiliano Gómez y Otto Morales, seguía buscando los correctivos para impulsar su propuesta revolucionaria. Con ese proposito organizaron la “Conferencia Nacional de Cuadros Hilda Gautreaux”, la que consolidó el prestigio del Moreno como principal líder del MPD. La “Hilda Gautreaux”, como se le llamaba a la nueva táctica militarista, puso en primer plano la conspiración en los cuarteles militares, mantuvo niveles de organización de la guerrilla campesina y pasó a formar en la zona urbana a los CRC; además de romper con el “seguidismo internacional”, propiciando como centro de su táctica “golpe de Estado revolucionario”.  Este golpe de Estado para derrocar a Balaguer,  descansaría en la unidad de todas las fuerzas nacionales, incluyendo a la derecha recalcitrante, como fue el caso del Partido Quisqueyano Demócrata de Elias Wessin y Wessin, el coronel que  durante la revolución de Abril se convirtió en el símbolo de la contrarrevolución y principal militar responsable del genocidio civil en aquella guerra de 1965. A partir de ese momento, toda la fuerza del MPD se concentró en hacer contactos con militares activos y con los partidos que deberían formar parte del esfuerzo anti-balaguerista. Con esta propuesta política el MPD se convirtió en el partido de izquierda de más incidencia en la población, mientras que el PCD buscaba la fórmula electoral tratando de unificar al PRD con Francisco Caamaño Deñó, que para entonces se encontraba en Cuba en gestiones libertarias, acompañado de nutridos grupos de ex combatientes de Abril, principalmente de miembros de la organización 14 de Junio.
La represión se acrecentó contra el MPD a finales de 1969 llevando a varios de sus principales dirigentes a las cárceles, y el  14 de enero de 1970 fue apresado Maximiliano Gómez (El Moreno), máximo líder del MPD, lo que estremeció su estructura organizativa y asestó un duro golpe a la política de  golpe de Estado y todos los planes que desarrollaba el MPD, que en esos días perseguía el desplazamiento de Balaguer  tratando de impedir la celebración de las elecciones generales para establecer un gobierno revolucionario. Cada cierto tiempo se escuchaba el rumor de que en cualquier momento Balaguer era o ya había sido derrocado por las fuerzas que discutían la forma del famoso “golpe de Estado revolucionario”.  El  26 de febrero de 1970, al caer la tarde, corrió el rumor de que ese día se había ejecutado el “golpe de Estado” esperado; pero todo era mentira, incrementándose la represión, el crimen a diario, los allanamientos, la militarización del país y el  incremento de las protestas populares.
El secuestro de Donald J. CrowleySepelio de Maximiliano Gómez, más conocido como El Moreno.
Mientras tanto, el  MPD seguía buscado la fórmula  para sacar a su máximo líder  de la cárcel de La Victoria, donde se encontraba junto a decenas de dirigentes y miembros de su organización y de otros partidos de izquierda. La manera de proceder para liberar al Moreno, fue secuestrar a un agregado militar de la Embajada Norteamericana, coronel Donald J. Crowley, quien residía en el país desde 1968.
El coronel Crowley fue secuestrado el 24 de marzo de 1970 por un llamado “Comando Unitario Antirreleccionista”, que exigió a cambio de su liberación la libertad de 20 prisioneros políticos de izquierda. La  Comisión mediadora para poner fin al secuestro de Crowley estuvo integrada por Monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito, obispo de Santo Domingo, el rector de la UASD, doctor Rafael Kasse Acta y el presidente de la Asociación Dominicana de Abogado, doctor Bienvenido Mejía  Mejía.
La Comisión actuaba buscando una salida conveniente que evitara el derramamiento de sangre, y el MPD se movía intentando aplicar su táctica de golpe de Estado y una dudosa operación  militar que buscaba recibir los presos políticos canjeados, los que deberían ser liberados en el Parque Duarte de la zona colonial a una hora de la mañana escogida, pero el gobierno se negó a permitir que los presos políticos fueran liberados en ese lugar y aceptó la salida al exilio de los prisioneros políticos, entres los que viajarían Maximiliano Gómez y otros altos dirigentes del MPD. Para finalizar la crisis creada con el secuestro, el coronel americano fue liberado en el patio del Seminario Santo Tomas de Aquino. Conocida la liberación, los izquierdistas canjeados salieron hacia México.  El 2 de abril el coronel Donald J. Crowley viajó hacia Washington, regresando semanas después para identificar a los acusados de su secuestro.
Faltaban semanas para las elecciones generales de mayo y la tensa situación política preveía la no participación en las mismas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Movimiento de Integración Democrática (MIDA), el PQD, el Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), y otras organizaciones de derecha. Al mismo tiempo se promovía una huelga general, mientras tropas militares recorrían las calles y ocupaban con tanques de guerra la Ciudad Universitaria de la UASD. Faltando semanas para las elecciones regresó al país el Profesor Juan Bosch, quien había salido hacia España en 1966. Balaguer se perfilaba como triunfador en el certamen electoral, pues tenía el control del Estado y del aparato electoral y militar, lo que garantizaba la continuidad de su gobierno.
Electo Balaguer en unas fraudulentas elecciones, comenzó la desbandada de los opositores, mientras sectores de izquierda esperaban, esperanzados, el regreso de Caamaño encabezando un movimiento guerrillero. Los meses posteriores a las elecciones fueron marcados por el asilamiento en embajadas, principalmente la de México, de líderes opositores, y el MPD comenzaba a enfrentarse de manera violenta con el PACOREDO, lo que debilitaba sus fuerzas y lo hacía alejar de su propósito principal que era el derrocamiento de Balaguer.
La Policía anuncia “resolvió el Caso Crowley”
El  9 de junio de 1970 la Policía informó que resolvió el caso del secuestro Crowley ,  mostrando “las pruebas”  y explicando  que los secuestradores utilizaron la casa de uno del MPD. El entonces jefe de la Policía, Rafael Guzmán Acosta, acusó del hecho  (véase Ultima Hora, 9 de junio 1970, p.4), a :  Héctor Antonio Ortiz Jaquez, Rafael Luna Cabrera, Rafael Francisco Taveras Rosario, Amín Abel Hasbum, Ivonne Altagracia Payano Chevalier, Manuel de Jesús Checho Loubriel, Julio Amaury Justo Duarte, Héctor Rafael Justo Duarte, Bartolomé Arias Muñiz o Manuel Antonio Muñiz, Otto Morales y un ingeniero conocido como Pedro “de quien se dijo vivía en el sector de Gazcue”. De todos estos, fueron apresados Ortiz Jaquez, Luna Cabrera, Ivonne A. Payano y los hermanos Justo Duarte (quienes luego pudieron demostrar que no estaban vinculados al secuestro).  Estaban libres y siendo perseguidos: Arias Muñiz, Otto Morales, Fafa Taveras, Amín Abel, el ingeniero “Pedro”, y Checo Lubriel.  La PN acuso de ser los líderes del secuestro a Ortiz Jaquez,  Amín Abel, Rafael Luna Cabrera, Fafa Taveras, Checo, y Otto Morales.
Las investigaciones fueron dirigidas directamente por el coronel Luis Arzeno Regalado y el mayor Leónidas Herasme Díaz.  Junto al MPD la Policía también  acusó a la agrupación Voz Proletaria y a la Línea Roja del 14 de Junio, y destacó que Otto Morales dirigió de manera directa el secuestro. El 10 de junio Rafael (Fafa) Taveras Rosario fue detenido en Santiago mientras viajaba en un carro. La madre de Héctor Ortiz, Doña Catalina Ortiz, se suicidó ahorcándose con el cordón de una plancha.
La persecución de los implicados se redobló y fueron hechas públicas las denuncias de que los perseguidos podían ser asesinados. El 1 de julio fue sustituido como jefe de la Policía el General Guzmán Acosta y en su lugar fue nombrado el general Osiris Perdomo.  El 9 de julio una comisión de familiares de los perseguidos, encabezada por Magaly Pineda (esposa de Fafa Taveras) denunció un “plan para asesinar a los implicados en el secuestro” y  responsabilizaron al  coronel  Luis Arzeno Regalado, jefe del departamento del Servicio Secreto de la Policía Nacional, de lo que pudiera pasarle a sus familiares.
La represión iba en incremento y a mediados del mes de Julio el Profesor Juan Bosch denunció la existencia de la organización terrorista de derecha conocida como La Mano, y acusó a sus miembros de ser responsables de varios atentados contra políticos de la oposición. El 16 de julio fue asesinado Otto Morales, el Secretario General del MPD. Otto había sido apresado por la Policía en la residencia del decano de la Facultad de Ingeniería de la UASD, profesor arquitecto René Sánchez Córdoba, hecho que llevó a declarar al doctor José Francisco Peña Gómez (véase el periódico Ultima Hora del 22 de julio),   que la muerte del izquierdista tuvo relación con actividades de la CIA. Otto era el principal acusado del secuestro del coronel Crawley. El 24 de septiembre, día de Las Mercedes, fue asesinado por la Policía el principal dirigente del MPD en el país, el Ingeniero Amín Abel Hasbum, a quien la policía acusaba de ser de los responsables del secuestro. (Véase el expediente publicado en este mismo trabajo).
El 23 de mayo de 1971 fue asesinado en Bruselas, Bélgica y de manera misteriosa, Maximiliano Gómez, El Moreno, quien era el máximo líder del MPD.  El  7 de julio del mismo  año, temprano en la mañana, cayó acribillado Roberto Figueroa, mejor conocido como Chapó, quien al momento de su muerte era el  máximo dirigente del MPD. Chapó fue asesinado mientras caminaba por la zona colonial, próximo a la calle El Conde. Con esta última muerte el MPD entró en una crisis que llevó a esa organización a la lucha interna, el enfrentamiento con otras organizaciones de izquierda y al  desmembramiento en pequeñas organizaciones sin influencia en los movimientos sociales de la época.
A  continuación el expediente completo preparado por la Procuraduría General de la República, inmediatamente después del asesinato del ingeniero Amín Abel Hasbum, el 24 de septiembre de 1970:

sábado, 21 de septiembre de 2013

Desde la mirada de la nieta de un dictador





Por FG DE LEON


Una mujer descubre los crímenes de su abuelo moribundo en esta obra teatral que se estrena en el espacio de creación Kubik Fabrik de Madrid

iliar de un ser humano al que millones consideran un monstruo no debe ser fácil, ¿o sí lo es?. En la retina del autor teatral David Desola se quedó grabada la imagen de la nieta de Augusto Pinochet defendiendo a su abuelo cuando fue detenido en Londres en 1998, a pesar de que a aquellas alturas poco quedaba por desenmascarar del exdictador chileno. “¿Creía realmente en lo que decía? ¿No albergaba dudas? ¿Era por vergüenza por lo que estaba instalada en una burbuja?”, se preguntó el dramaturgo. Esa fue la semilla de la que creció su obra La nieta del dictador que se estrena en Kubik Fabric Fábrica de Creación en Madrid este jueves 19 de septiembre, y que estará en escena hasta el 22. La obra cuenta con la dirección de Roberto Cerdá y con Inma Cuevas y Ramón Pons como intérpretes.
“Pensé entonces en los dictadores que han tenido hijos, que han tenido nietos, en quienes han inculcado una imagen de sí mismos diametralmente opuesta de la que tenemos los demás y, sobre todo, de la que debe aportar la Historia”, explica Desola sobre cómo se fue desarrollando su idea. Así, La nieta del dictador cuenta los últimos días de este, y los descubrimientos que hace la nieta sobre la verdad de su abuelo; los asesinatos que la sociedad desconoce en un viaje de preguntas y de recuerdos. El texto fue escrito en el periodo que comprende la muerte de Pinochet en 2006 y la del militar y dictador argentino Jorge Rafael Videla en mayo de 2013.
A la hora de dar forma a la obra, este autor que está conociendo el éxito en Latinoamérica y que, movido por la crisis, ha establecido su cuartel general en México D. F., quiso que hablara de muchos dictadores y que plasmara la personalidad de muchas nietas de tiranos, con tal de alcanzar una universalidad. “Es un personaje frágil, que ha crecido aislado del mundo… y que en el fondo se siente una víctima más del despotismo de su abuelo”, asegura de la nieta. El dramaturgo reconoce, eso sí, que se ha inspirado de manera muy concreta en un régimen dictatorial latinoamericano de la segunda mitad del siglo XX. No especifica cuál.
“Una nieta no es culpable de las atrocidades que haya cometido su abuelo, como una derecha democrática no lo es de los crímenes y abusos de una derecha autoritaria (o de una izquierda), pero nadie debería ampararse en la manipulación, la negación o la omisión”, argumenta el escritor. Estos hechos se pueden evitar solo con la memoria y el reconocimiento.
Y es por la ausencia de esa revisión y del cierre de ese capítulo del pasado en España que “debilita la sociedad” por lo que el director de la obra, Roberto Cerdá, siente “envidia hacia otros países en los que se ha llevado a la cárcel a los asesinos”. Cerdá busca con La nieta del dictador “despertar la conciencia de los espectadores… Los políticos de derecha y también la Monarquía no han renegado de ese pasado, y se sigue viviendo con miedo, con una cojera histórica”, prosigue. Esta denuncia se combina en el montaje con un humor que los creadores califican como “muy especial” y que funciona como válvula de escape. Por ejemplo, la nieta clasifica a los diversos déspotas de acuerdo con el tamaño de su bigote: los que lo tienen chiquito, o poseen un bigotón.
La obra será representada en Latinoamérica, comenzando por México y Colombia. Cerdá sostiene que la perspectiva con la que se acoja desde allá será muy distinta, ya que “han afrontado el pasado dictatorial de forma más directa y activa. No hicieron pactos para olvidar”. Desola lo explica así: “En el caso de México, el recuerdo de la represión de los momentos más oscuros del PRI; en el caso de Argentina, Uruguay o Chile, es obvio”. Para el dramaturgo, hay otra imagen apostada en las retinas de los españoles. La de una “nietísima", explica, que aparece en los platós de televisión vendiendo su vida privada. “¿A santo de qué la aplauden? Parece una ‘princesa del pueblo”, ironiza.
En todo caso, el director, que concibe la política como un aspecto siembre presente en sus acciones, arguye que su trabajo teatral primero se enfoca en los personajes, y en las relaciones humanas. A partir de ahí, "lo que sea político saldrá".

lunes, 16 de septiembre de 2013

Resucitando "El Bandolero Trujillo"

Por José del Castillo
El miércoles pasado presenté junto a Bernardo Vega en la Academia de Historia el libro de Francisco C. Girona, Las fechorías del bandolero Trujillo, editado en Puerto Rico en 1937 e incautado por gestiones del dictador. Le tocó al nuevo presidente de la corporación y renombrado trujillólogo hacer la azarosa historia del libro y al suscrito comentar el contenido. En el mismo se refieren los primeros exilios que provocó el ascenso de Trujillo, con figuras del horacismo como el presidente Vásquez, el vicepresidente Alfonseca, Ángel Morales, Martín de Moya, Luis Felipe Mejía, y Sergio Bencosme (baleado en NYC por un primo de Porfirio Rubirosa). Federico Velázquez y su hijo Guaroa. Estrella Ureña, líder político del Movimiento Cívico que catapultó a Trujillo. Profesionales como el Dr. Leovigildo Cuello. Instalados inicialmente en Borinquen, como más tarde lo harían Jimenes Grullón y Bosch.
El libro detalla los crímenes más sonados del emergente dictador (Martínez Reyna y esposa embarazada, Desiderio, Cipriano Bencosme, Tío Sánchez, Larancuent y otros generales), quien entró a la escena electoral rompiendo cabezas, con bandas de sicarios como La 42, empleando el monopolio de la fuerza que le daba su condición de jefe del Ejército en un país pacificado y desarmado por los marines, quienes lo entrenaron y auparon durante la Ocupación Americana. En una nación dotada de vías terrestres que integraban sus regiones antes aisladas -base del caudillismo local y las montoneras revolucionarias-, haciendo posible el traslado rápido de tropas y equipo bélico para sofocar levantamientos.
En la pendiente de un partidarismo agonizante centrado en el viejo caudillaje de Horacio, estirado el cuatrienio a sexenio, requeté reformada la constitución para acomodarla a la política contingente y al final para aupar la reelección del anciano enfermo. Poder deslegitimado, con fondo de economía desnacionalizada por la impronta expansiva del enclave azucarero de las corporaciones americanas, desplazando empleos, colonos, comercio y manufacturas locales, base del resentimiento social nacionalista. Con los horacistas en pugna sucesoria y una oposición dispersa, sólo unida por el imperativo de darle vuelta a la página. De ahí el sainete de "la más bella revolución de América", como la llamara Hernández Franco, en zafarrancho de combate en la marcha desde Santiago hacia a la capital, remedo de la marcha sobre Roma de 1922 del Duce, que influyó en Estrella Ureña, anterior plenipotenciario en Roma y París.
Junto a las balas, desde 1930 el merengue típico fue empleado por Trujillo en su propaganda, acompañado de Ñico Lora y Toño Abreu. El cambio político operado se resume en dos merengues: Se acabó la bulla (1930) de Isidoro Flores, que anuncia premonitorio que "se acabán los guapos" y que "eso de partidos, se acabó"; y Dedé, apología de Hernández y Morel al legendario Desiderio, cuya cabeza de guapo le fue llevada como trofeo a Trujillo por Ludovino Fernández, tras su alzamiento en Mao y el Manifiesto al País del 10 de junio de 1931, reproducido en el libro de Girona. Con la caída del dictador, 31 años después, Dedé volvió a sonar junto a Mataron al Chivo, adaptación de Antonio Morel a un tema venezolano.
La obra expone casos concretos del presidio político, métodos de tortura e intimidación. Denuncia el monopolio germinal de actividades económicas, el despojo de bienes a sus propietarios, la asignación de privilegios a familiares, la megalomanía del dictador, dado a los títulos rimbombantes y a la exhibición de preseas y vestimentas ridículas. Resalta el interés en la imagen exterior del régimen, mostrada en versión apologética por el Washington Herald en su edición del 22 de marzo de 1936 y crítica en Paris-Soir. Asimismo, revela la difusión de un corto en un noticiario norteamericano de 1936, a raíz del cambio de nombre de Santo Domingo por Ciudad Trujillo, de mordacidad demoledora. Que muestra cómo los marines dejaron a su hombre a cargo del país, ridiculiza la megalomanía del tirano: Plaza Trujillo, Avenida Trujillo, Puente Trujillo, Café Trujillo, la Playa de Güibia con inscripción Viva Trujillo en su trampolín, Teatro Trujillo y el letrero lumínico Dios y Trujillo.
La obra evidencia varias manos en su redacción, coexistiendo estilos diferentes. Uno mordaz, agresivo en el uso del lenguaje, con apelaciones racistas -el mulatón Trujillo, el negro, el paquidermo mulato, el orangután quisqueyano, el dictador color de ébano- y calificativos que marcan rasgos conductuales de la persona del dictador y su familia, con uso de fuertes adjetivaciones, consabidas en textos similares alusivos a las intrigas de Silveria Valdez, la inutilidad del hijo con Trujillo Monagas, el cuatrerismo de los hermanos, la putería de Nieves Luisa. Es el estilo que correspondería a Girona, director de un periódico satírico, quien empaqueta y organiza el contenido de otras contribuciones y documentos.
En otros apartados aparece una redacción menos apasionada y más analítica, con precisión testimonial, aportada sin dudas por exiliados dominicanos como Jimenes Grullón -quien publicó en 1946 en La Habana Una Gestapo en América, subtitulada Vida, tortura, agonía y muerte de presos políticos bajo la tiranía de Trujillo, reimpresa tres veces en el exilio. Cuya primera edición dominicana de 1962, la quinta, con múltiples ediciones, ayudaría a distribuir por todo el país tras la caída del régimen, acompañando a su autor en calidad de presidente de la juventud social demócrata. Gracias a esta relación, pude escuchar de primera mano historias que se cuentan en esta obra, que figuran como primicia en el libro de Girona y de paso conocer a mi familia santiaguera descendiente de Rodríguez Objío, hermanos de mi abuela paterna.
Vía este nexo con Jimenes Grullón -quien vivió el presidio en Nigua a consecuencia de la conspiración del Centro de Recreo de Santiago de 1934-, conocí a varios de sus compañeros de infortunio en las cárceles trujillistas, como el Dr. Buenaventura Báez Ledesma, correligionario de la Alianza Social Demócrata y compañero de fórmula presidencial de Juan Isidro en las elecciones del 62. Leopoldo Franco Bidó, Polín, abuelo de mi cuñado Dr. Luis Rojas Franco. Ramón Vila Piola, padre de mi amigo el arquitecto Miguel Vila, quien mantuvo polémica con Jimenes Grullón sobre esa conspiración y la conducta de los complotados, publicando un texto explicativo en 1964.
De igual modo con Ángel Miolán -uno de los más jóvenes en la conjura magnicida de Santiago, autor de la novela Un generalísimo, basada en estos hechos-, quien pudo escapar hacia Haití, donde guardó prisión, refugio de una pequeña colonia de exiliados poco estudiada, a la que perteneció también Buenaventura Sánchez Félix (secretario de educación del gobierno de Juan Bosch y el primer compañero de fórmula presidencial de éste, reemplazado por González Tamayo). Autor de la obra pionera Trujillo: La agonía dominicana, publicada en La Habana tan temprano como 1932, en la cual se relatan los primeros crímenes de Trujillo y sus asociados (con lista detallada, incluyendo amplia información sobre el asesinato del joven puertorriqueño Eduardo Colom Piris), así como los métodos coactivos empleados para imponerse en las elecciones de 1930. La misma transcribe los informes críticos enviados a su gobierno por el general Enrique Loynaz del Castillo, ministro plenipotenciario de Cuba en el país.
Otros actores de esta primera etapa del exilio antitrujillista que traté a su regreso fueron el Dr. Leovigildo Cuello y su esposa, la combativa Corina Mainardi, pilares ambos del exilio en Puerto Rico, electo en La Habana secretario general del Frente Unido de Liberación Dominicana en 1944 promotor de la expedición de Cayo Confites de 1947. Los caballerosos e inseparables mellizos Rafael y Amado Hernández Santana, hermanos de Manuel de Jesús "Pipí" Hernández Santana, asesinado en Cuba por sicarios pagados por Trujillo, cuyo padre ya anciano, don Jacinto Hernández Brea, aparece como uno de los casos de crueldad carcelaria de la dictadura. Recluido cíclicamente, aún enfermo, cada vez que sus tres hijos en el exilio se manifestaban. A veces junto a su otro vástago, Fernando, encarcelado en Nigua, donde contrajo malaria. También compartí con el jovial don Virgilio Vilomar -quien refundó en la Hostos el Partido Nacional con símbolo de gallo coludo rojo, que luego aportó a Balaguer para el Partido Reformista-, padre del fraterno Virgilio Troncoso, inseparable de Yuyo D'Alessandro.En el libro de Girona se encuentra claramente la huella de Luis Felipe Mejía, quien publicaría en 1944 De Lilís a Trujillo, que junto a Los Responsables de Medina Bennett, es un clásico con doble valor testimonial y analítico acerca de los antecedentes inmediatos de la Era. Exiliado originalmente en Puerto Rico, creyendo que retornaría pronto al país y que Trujillo era ave de paso, más tarde estableció en Caracas su oficina de abogado. Fue uno de los directores del Partido Nacional, diputado influyente y constituyente varias veces en el sexenio de Horacio Vásquez (1924-30). Padre del querido Luis Aquiles Mejía, del consejo supremo del Movimiento de Liberación Dominicana que organizó las expediciones de Junio del 59, con quien compartí por años, en casa de Juan Isidro y en la barra amable del Hotel Lina.
Como nota curiosa, no hay mención de la conspiración militar promovida a mediados de 1933 por el coronel Leoncio Blanco, quien sumó el apoyo del general Ramón Vásquez Rivera y el mayor Aníbal Vallejo, junto a más de un centenar de suboficiales y soldados, orientado a liquidar a Trujillo y formar una junta militar. Que produjo fusilamientos sumarios y la muerte, cada una individualizada en fechas distintas, de los tres cabecillas. Blanco murió de una golpiza propinada en presidio, un año después, expirando en brazos del Lic. Pilino Cordero Infante, quien se hallaba preso, padre de nuestro apreciado historiador Emilio Cordero Michel.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Se cumplen 40 años del golpe de Estado en Chile que derrocó a Salvador Allende


Chile conmemora el 40º aniversario de un golpe de Estado que todavía divide profundamente a la sociedad y a la clase política. En Santiago de Chile se han registrado barricadas, fogatas y disparosde madrugada y el Gobierno ha hecho un llamamiento "a la tranquilidad".

"Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción". Con estas palabras comenzaba el que fue el último discurso de Salvador Allende. Lo pronunciaba el 11 de septiembre, el de 1973.





Salvador Allende se suicidó horas después de pronunciar este discurso, tras tres años en el poder habiendo logrado el 36,3 por ciento de los votos en las elecciones presidenciales del año 1970. El golpe de Estado encabezado por Augusto Pinochet dio paso a una dictadura que duró 16 años y medio.
Durante la dictadura miliar se produjeron violaciones sistemáticas de derechos humanos que dejaron miles de víctimas de tortura, ejecuciones y desapariciones. Desde entonces, en la sociedad chilena está abierto el debate sobre la necesidad de que aquellos que estuvieron en connivencia, directa o indirectamente, con el régimen de Pinochet (1973-1990) pidan perdón.
El ministro de Interior y Seguridad Pública de Chile, Andrés Chadwick, ha pedido "tranquilidad" a la ciudadanía de cara a este martes: "Sabemos que es un día delicado, históricamente lo ha sido, así que pedimos a la ciudadanía que mantenga la tranquilidad y que colabore para que si hay algún incidente Carabineros pueda llegar a tiempo", ha dicho en una rueda de prensa.
Chadwick ha explicado que ha organización "un operativo especial de Carabineros, cuyo único y principal objetivo es poder prevenir situaciones y dar mayor tranquilidad y seguridad a todos los chilenos durante esta jornada".

lunes, 9 de septiembre de 2013

Imágenes inéditas de la cruenta dictadura de Pinochet conmueven a Chile




Cuarenta años después del golpe militar, en 1973, como una especie de catarsis colectiva, la televisión chilena exhibe hace días programas dedicados a revisar el golpe de Estado, pero también, por primera vez, la cruda represión de opositores en la lucha por la recuperación de la democracia. 

Un careo entre un militar retirado y un adulto cuyos padres fueron asesinados, o una mujer que lanza un desgarrador "¿Hasta cuándo?" tras confirmar que su esposo fue degollado: la televisión chilena ha mostrado con crudeza los crímenes de la dictadura de Augusto Pinochet.

Nunca antes tampoco este tipo de programas habían tenido tanto impacto en una sociedad que parece haber dejado atrás los tabúes para reflexionar sobre uno de los capítulos más trágicos de su historia. 

Transcurridas dos décadas de democracia, las masivas manifestaciones de estudiantes que estallaron en 2011 exigiendo el fin del sistema educativo heredado de la dictadura de Pinochet, despertaron la memoria colectiva tras remecer a una sociedad que no se atrevía a revisar su pasado. 

"De cierto modo esto es una suerte de estela que han dejado las movilizaciones que partieron en 2011 con los estudiantes y toda esta suerte de liberación de los chilenos respecto a tabúes que hacía que no hubiera reflexión ni debate sobre cuestiones traumáticas de la historia reciente", explica el sociólogo Eugenio Tironi

"En esta conmemoración, el protagonismo lo tienen los jóvenes que no habían nacido para el golpe y no vivieron la transición" a la democracia, agrega el sociólogo. 





Las imágenes prohibidas 
El programa "Chile, las imágenes Prohibidas" de Chilevisión, conducido por el popular actor Benjamín Vicuña, abrió los fuegos. Allí los chilenos pudieron ver en televisión abierta inéditas imágenes como los gritos de dolor de Estela Ortiz, esposa de Manuel Parada, cuando le confirman que su marido es uno de los tres comunistas degollados en 1986. 

"¿Hasta cuándo siguen matando a nuestro pueblo? ¿Hasta cuándo permitimos tanta matanza, tanto crimen, tanta tortura, ¡hasta cuando!?", grita Ortiz en las afueras del Servicio Médico Legal, antes de desvanecerse. 

El programa mostró también el balazo en la cabeza que recibió una manifestante en medio de una protesta en el centro de Santiago a mediados de los 80 y las violentas protestas que rodearon la visita a Chile del papa Juan Pablo II, en 1987, en el ocaso del régimen que se saldó con más de 3.200 muertos y 38.000 desaparecidos. 

En sus tres ediciones el programa lideró la audiencia en horario estelar, imponiéndose a exitosas series y siendo lo más comentado en las redes sociales. 

"Una televisión que arriesgue es posible y puede tener éxito. Siempre nos quieren hacer creer que la gente no está interesada en la cultura y no es cierto", dice la directora del Observatorio de Medios, Manuela Gumucio

Gumucio explica el impacto debido al poder que tienen las imágenes por sobre las palabras. 
"La encarnación de todo esto que siempre se habló pero de lo que no había imágenes, le da un peso emocional muy diferente", agrega. 

A diferencia de lo que pasó hace una década, cuando se conmemoraron los 30 años del Golpe, hoy el examen es sin eufemismos. 

"En los 30 años (del Golpe) fue muy débil todo esto; todavía había un gran pacto tácito para no reabrir la caja de pandora", afirma Gumucio. 

Inédito cara a cara 
Televisión Nacional de Chile se atrevió a confrontar al exjefe del Ejército y exdirector del Servicio Electoral, Juan Emilio Cheyre, con Ernesto Lejdermar, el niño de dos años que entregó a un convento en 1973 luego de que sus padres fueran asesinados por la dictadura de Pinochet. 

Fue un tenso cara a cara entre una víctima y un militar que, si bien no tuvo participación en la muerte de sus padres, no ha entregado mayores antecedentes sobre el doble asesinato. 

"No tengo espíritu de revancha. No le deseo a Cheyre ni a ningún genocida lo que pasé yo", dijo Lejderman, sin cruzar miradas con el militar, que al día siguiente renunció al Servicio Electoral, como prueba de que ahora la sociedad chilena exige un nivel ético superior. 

Pero ¿Qué motivó a Lejderman y a Cheyre a aceptar este tenso debate público? 

"Algo movió a ambos protagonistas, tanto del acusador como del acusado, a sentir la necesidad de hacer un debate televisivo que permitiera continuar o decantar el proceso de fijación de posiciones opuestas, que ya había tenido un largo episodio en los tribunales", afirma el director del Magister en comunicaciones de la Universidad de Santiago, Héctor Vera. 

"Y el tribunal medial operó con rapidez: Cheyre debió renunciar a la presidencia del Servicio Electoral", agrega Vera, en una columna de opinión en el diario electrónico El Dínamo. 

El impacto no acaba: este miércoles, la asociación de magistrados del Poder Judicial de Chile pidió perdón por las omisiones cometidas durante la dictadura e instó a la Corte Suprema a asumir su responsabilidad por no dar curso a 5.000 recursos de amparo presentados en favor de las víctimas. 

"Ha llegado la hora de pedir perdón a las víctimas, sus deudos y la sociedad chilena", dijo la agrupación de jueces en una inédita declaración.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Narran anécdota luna de miel cantante Lope Balaguer y Flor de Oro Trujillo

Escrito por: CHICHI DE JESUS REYES (Chichidejesusreyesgmail.com)
A principios de la década de los 40 el doctor Joaquín Balaguer fue designado enviado extraordinario y  ministro   plenipotenciario de la embajada dominicana en Colombia, lo que el joven político aprovechó  para establecer vínculos   de amistad  con nombradas personalidades del acontecer  cultural en la nación sudamericana.
Cuando  se produjo el nombramiento Balaguer, que era subsecretario de Relaciones Exteriores, tenía ciertas diferencias conceptuales con el  titular de la cartera, el  licenciado  Arturo Despradel.
Para la ocasión el sobrino de Balaguer, el cantante José Manuel López Balaguer (El Tenor de la Juventud),   casado  con Flor de Oro, la primogénita del generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, y dentro de su programación de luna de miel acordaron visitar lugares importantes de la ciudad de Bogotá.
 La pareja se hospedó en el apartamento del Ministro  Plenipotenciario, ubicado en la calle Carreras 7ª, del exclusivo reparto El Dorado.
Con motivo de unas celebraciones patrias el doctor Balaguer  recibió una invitación especial para participar en los actos y delegó su representación en  el Tenor de la Juventud, quien  llegó  acompañado de su elegante esposa,    Flor de Oro,  y cautivaron la atención de los presentes.
Ambos  se trasladaron en  el vehículo oficial asignado al  diplomático, cuyo conductor  hubo de esperar a los desposados  hasta las primeras horas del día siguiente, lo que de manera evidente molestó al chofer, quien desde antes no estaba a gusto con las medidas disciplinarias dispuestas por el nuevo funcionario de la legación diplomática.
En el marco de las celebraciones Lope y Flor de Oro  “secuestraron el show” y los comentarios y murmullos circulaban de mesa en mesa en torno a las dos figuras. 
En el turno libre ofrecido a los comensales, el Cantantazo, impecablemente vestido, tomó el micrófono y con la personalidad que le  caracteriza  interpretó las canciones “Nunca te lo he dicho”, de Papa Molina, y “Arenas del desierto”, del fallecido doctor Héctor Cabral Ortega, así como el merengue “Ni pie ni pisá”, de Luis Kalaf, lo que conmocionó a  los presentes, que aplaudieron  delirantemente  al Tenor de la Juventud.
Cuando se reanudaron las labores habituales en la sede de la embajada el  conductor del vehículo  narró lo sucedido a  algunos de sus compañeros, muchos de los cuales   también resistían el estilo de trabajo del Ministro Plenipotenciario.
 En una actitud conspirativa contra el doctor Balaguer desde la embajada enviaron un cable al canciller Despradel  en el que   narraban lo que llamaron “parranda del sobrino del ministro”. El cable y otros datos adicionales fueron  referidos, no se sabe por quien, al generalísimo hasta llegar  a la sección Foro Público, que  publicaba  el diario El Caribe, en la que se criticaba someramente a Balaguer, al extremo de sugerir su remoción de la importante posición.
Uno de los párrafos de la publicación decía: “Lamentable,  muy lamentable, es la actitud  pasiva del  ministro plenipotenciario dominicano en Colombia, derivada del insolente espectáculo ofrecido por su sobrino, quien sin el menor  escrúpulo  escenificó actos reñidos con la moral, hasta altas horas de la noche, en un centro nocturno de la vetusta nación sudamericana. Y mas censurable aun,  es que para el  jocheo se utilizara el vehículo oficial, asignado al Señor  diplomático”.
Como era costumbre suya, el doctor Balaguer  recibió  la publicación sin inmutarse. La leyó y llegó al punto de descifrar el origen de la misma y la pluma encargada de su producción. 
En presencia de un reducido número de colaboradores, de su extrema confianza,  de forma caústica, Balaguer  comentó:  “La publicación  es parcialmente cierta, porque mi  sobrino está hospedado en la embajada, es excelente cantante, baila muy  bien y el carro que utilizó para representarme en las fiestas…  es el asignado al ministro plenipotenciario. 
Lo que le faltó a la publicación, fue decir que la compañera de mi sobrino es la  hija de él”, en obvia referencia a Trujillo.
UN APUNTE
Ocho bodas
Cada matrimonio es una descripción trágica, dolorosa, frustrante. Además de Rubirosa y Lope Balaguer fueron sus esposos Ramón Brea Messina, Maurice Berek, Antenor Mayrinck Veiga, Charles Stehlin, Paul Louis Guerin y un octavo con el que casó en 1965. De todos,  ninguno tan simpático como el que la unió a Lope,  pues implicó arrestos.

MAURICIO BAEZ

Por Diogenes Cespedes .
Alejandro Paulino Ramos, actual subdirector del Archivo General de la Nación, ha compilado no solamente la mayoría de los escritos del gran líder obrero Mauricio Báez, sino también que ha incluido en su obra los trabajos más importantes acerca de cómo algunos contemporáneos le vieron, tales Antonio E. Báez en su libro Vida y obra de Mauricio Báez  (SD: s.i., 1962), Justino José del Orbe en Mauricio Báez y la clase obrera (SD: Taller, 1981), el texto de Roberto Cassá titulado Mauricio Báez, líder del proletariado (SD: Alfa y Omega, 2003, incluido ahora, sin cambios, en Personajes dominicanos, t. II (SD: Comisión Permanente de Efemérides Patrias, 2013), así como el homenaje del poeta Rubén Suro, quien en el año 1939 le dedicó a Mauricio Báez su poema “Letanía del cañaveral” y que aparece con el título equivocado de “Juguete del cañaveral” al copiarlo el compilador tal cual del suplemento Aquí del 11 de diciembre de 1977.
Paulino Ramos, investigador y autor de varios libros, ha prestado inestimables servicios a sus colegas desde la época en que se desempeñaba como encargado de los servicios de la Biblioteca Central de la UASD y prosigue, desde la posición que ocupa actualmente, brindando sus desinteresadas orientaciones bibliográficas a los investigadores que acuden diario al Archivo.
Incluye también Paulino Ramos algunos puntos de vista posteriores acerca del gran líder sindical como son el poema de Juan Sánchez Lamouth que figura en su plaqueta Mauricio Báez, líder asesinado (canto) (SD: Imprenta Hernández, 1962 probablemente, debido a una dedicatoria de ese año) donde el poeta popular le rinde homenaje al sindicalista, así como tres colaboraciones sobre Mauricio Báez publicadas el 11 de diciembre de 1977 en el suplemento Aquí, del desaparecido vespertino La Noticia y sendos poemas de Alejandro Almánzar, escrito en 1980, y Aleida Rivero Suárez, sin fecha.
Sin embargo, lo más sobresaliente de esta recopilación son la reproducción de los mejores trabajos de Mauricio Báez acerca de su lucha en defensa de las conquistas materiales de los obreros del país y, principalmente de los del Este, región donde se circunscribió su accionar, pero que puedo sintetizar primeramente en el artículo donde exige alzas salariales para casi todos los sindicatos, la lucha incansable por la rebaja de los artículos de primera necesidad, la lucha por lograr la ley de contratos colectivos de trabajo y la que hubiera asegurado la inamovilidad de los puestos de trabajo de los obreros, su defensa tenaz de las trabajadoras domésticas y su derecho a sindicalizarse y a recibir trato decente de parte de su empleador y, finalmente, su preocupación constante por la salud de los trabajadores, la limpieza y ornato de las calles de San Pedro de Macorís, de la capital y del país en general.
En la segunda parte de la recopilación, lo más importante son los documentos del conflicto que opuso al Partido Socialista Popular (PSP) y a Mauricio Báez en razón de que el líder sindical se asiló, junto a Dato Pagán Perdomo, en la embajada de México en 1947 sin la autorización de la organización política, la que les expulsó por “un proceder cobarde y traidor” (obra citada, p. 450).
Una de las dificultades que confrontaron los antiguos partidos comunistas de Occidente radicó en que nunca supieron lidiar con los obreros y los intelectuales. A los sindicalistas del partido se les exigía que actuaran como si la mayoría de los obreros fueran comunistas, pero la realidad de ayer, enfrentada por Mauricio Báez, indica que él se dio cuenta de que la mayoría de esos obreros apenas si tenía conciencia de ser obrero y él trabajó para respetar todas las creencias, incluso las religiosas, del proletariado con el que interactuó, pues él sostenía que incluso para luchar a favor de los derechos de los obreros bajo aquella dictadura y el oscurantismo que primaba en la sociedad dominicana, se le presentaban dificultades enormes.
Y con respecto a los intelectuales, la relación de los partidos comunistas o socialistas con ellos es puramente de carácter instrumental y doctrinal. Con los llamados partidos del sistema capitalista, la relación con los intelectuales es también instrumental, pero a estas organizaciones lo que les importa es que el intelectual firme documentos de denuncia, vote por sus candidaturas y que aparezca de vez en cuando en los medios al lado de los líderes, quienes generalmente no entienden ni pizca de arte y literatura.
Mauricio Báez vivió esa contradicción, pues estaba a medio camino entre el intelectual y el líder obrero (la práctica periodística en los órganos obreros El Combate, El Heraldo, El Federado, Listín Diario y Revista Antillas  y un número significativo de documentos oficiales de las organizaciones sindicales a las que perteneció).
Cuando el PSP le acusa de pequeño burgués oportunista, carrerista y cuantas descalificaciones usan estos partidos estalinistas para destruir  al adversario, tal como aconsejaba Dimitrov, su cerrazón ideológica les impide darse cuenta de que la jerarquía que juzga a Báez y Pagán Perdomo también es víctima del juego de Trujillo con el Partido Socialista Cubano que manda a la muerte a los líderes del Partido Socialista Popular dominicano y descubre ante los servicios secretos los libros de militantes que quedan a merced de la dictadura cuando el dictador decidió poner fin a la farsa, porque ya contaba con el visto bueno de los Estados Unidos para reelegirse en 1947. Y algunos grupos comunistas no aprendieron esta lección y volvieron a incurrir en el mismo error en 1960 cuando vino al país el Movimiento Popular Dominicano. ¡Pero allá ellos con su complejo de mártires gloriosos y redentores de la humanidad!
El problema de los partidos comunistas es semejante al de las dictaduras de derechas: su régimen político es fatalmente el de una dictadura de partido único que gobierna en nombre del proletariado o del pueblo, pero en el primer caso el verdadero poder es el politburó compuesto de 11 a 31 personas y el Primer Ministro lo es todo y en el segundo tipo de régimen,  el dictador derechista también. Con Trujillo tuvimos la primera experiencia de dictadura de partido único, duró 31 años y sabemos lo que fue eso.
Mauricio Báez sí lo tenía claro. Yo seré siempre obrero y como defensor de los intereses obreros encontró la muerte cuando, versión hasta ahora aceptada mientras no se demuestre lo contrario, Trujillo envió a La Habana a Félix W. Bernardino (Cassá es de esta opinión, obra citada, p. 207) con la misión de asesinar al líder sindical, quien desde la radio y la prensa prosiguió el mismo combate, y esta vez más vigoroso pues había adquirido en el exilio conciencia cabal de lo que era la dictadura trujillista. Cuando combatía en las columnas de El Federado todavía su periodismo se atenía a las convenciones sociales de la prensa burguesa y a la terminología protocolar de la época, que consistía en guardar las apariencias, las buenas maneras y costumbres, aunque él no conciliaba con los adversarios situados en el Ministerio de Trabajo y sus dependencias ni en la Confederación Patronal.
Con el tiempo, la figura de Mauricio Báez corre el riesgo de convertirse en un mito. El misterio de su desaparición y muerte contribuye a esto, pero todavía más la fecha de su nacimiento, que difiere de un autor a otro. Por ejemplo, Antonio E. Báez dice, en p. 52, que nació en Palenque el 22 de septiembre de 1922; Justino José del Orbe no indica, si no yerro, fecha de nacimiento del líder obrero ; Paulino Ramos da el 2010 como fecha de nacimiento, sin más precisión; el suplemento Aquí da fecha de nacimiento y muerte el 1910-50 y dice que era hijo de un cortador de caña;  Roberto Cassá ofrece  el 23 de septiembre de 1911 y coincide con Báez en lo de Palenque, pero no aventura fecha asesinato. En cuanto a la fecha de nacimiento, ¿cuál de los autores tuvo a la vista copia del acta del nacimiento del líder obrero? Incluso la S del segundo apellido no ha sido descifrada por los que han tratado acerca de la vida y obra de Mauricio Báez.
A este proceso de mitificación contribuye el misterio de Mauricio Báez,  la S de su último apellido, que no he podido identificar. No está documentada su infancia y adolescencia, pero tampoco cuándo pasó él o su familia paterna desde Palenque a San Pedro de Macorís, dónde estudió y hasta qué grado escolar llegó, al punto que le permitió ejercer la labor de periodista, pues en algún medio de comunicación debió formarse intelectualmente.
Una de las compañeras de lucha de Mauricio Báez, Altagracia del Carmen Frías, de San Pedro de Macorís, antes de morir a los 90 y tantos años, grabó su testimonio oral para el Archivo General de la Nación y refirió el encuentro de Mauricio Báez con Trujillo, y este le ofreció hacerle diputado y regalarle una casa en Gascue, para que se abriera paso en la vida y dejara el tipo de sindicalismo que ejercía, es decir, que se sumara al trujillismo, desde donde podía, según el Jefe, trabajar mejor en defensa de los obreros. La entrevistada afirmó que Báez rechazó esas ofertas, que según ella, eran “oro en bandeja”. A partir de este rechazo se acentuó la persecución y acoso tenaz a Báez, su prisión y luego la decisión de asilarse. También se refirió la señora Frías a la relación de Mauricio Báez y Dato Pagán Perdomo y dijo que “eran uña y dedo”, al igual que lo era de José Antonio Cuello y Pipí Ortiz: “esos eran cuatro que andaban junto todo el tiempo.” Esta entrevista puede ser escuchada en AGN www.agn.gov.do
El caso del secuestro, al no poder establecerse fecha cierta de su asesinato, contribuye a esta mitificación. He buscado, infructuosamente, el acta de nacimiento de Báez en los libros correspondientes a Sabana Grande de Palenque en la Oficialía del Registro Civil de la Feria y en lo concerniente al registro eclesial de San Cristóbal, en el Archivo Histórico de la Catedral. Nada, todo es humo, aunque, como a veces sucede, pude haberla pasado por alto al revisar documentos en mal estado. Con resultado negativo, realicé también semejante búsqueda del acta de matrimonio (por si lo hubo) de los padres de Mauricio Báez. Quien me suministre copia del acta de nacimiento de Mauricio Báez será generosamente recompensado.
El secuestro está documentado oralmente por Justino José del Orbe, de cuya primera versión han dependido las demás. Pero a decir verdad, si fue secuestrado aquel lejano domingo 10 de diciembre de 1910, no se sabe cuándo fue asesinado o si fue traído a la presencia de Trujillo, como lo sería Galíndez después. Luego del secuestro de Mauricio Báez, sus familiares sufrieron persecución y muerte en La Romana y San Pedro de Macorís. Un hermano, Miguel Báez Eusebio, fue muerto en un batey, dos hijos fueron asesinados, las compañeras sentimentales que tuvo antes de exiliarse, debieron esconderse o permanecer en bajo perfil.
Si el secuestro fue, como se infiere del relato de Del Orbe (p. 100) el domingo 10 de diciembre de 1950, pues a mediodía del sábado almorzaron juntos y quedaron de reunirse el domingo siguiente, entonces, ¿cómo el periódico Alerta, de La Habana, denuncia el secuestro en julio de 1951? (Mu-Kien Adriana Sang. La política exterior dominicana. 1844-1961. Secretaría de Estado Relaciones Exteriores, 2000,  I, p. 206).
Relata Del Orbe (en la misma, p. 100) que en ese almuerzo en la humilde pensión donde vivía Báez, el tema principal de la conversación entre ambos fue la información que le envió doña Genoveva  (hermana del exiliado Miguel Ángel Ramírez Alcántara) en el sentido de que se cuidara, pues desde Ciudad Trujillo habían recibido informes de que Trujillo se aprestaba a asesinar “a dos o tres exiliados de los más connotados y, de los cuales, Mauricio Báez era uno.”
Cuenta don Justino que Mauricio no le hizo mucho caso a esta advertencia y justificó esa conducta al decir que a doña Genoveva todavía no se la había ido el miedo y que Cuba no era Santo Domingo. Y también el relato del secuestro, contado por don Justino, tiene visos de veracidad toda vez que encaja perfectamente en los métodos trujillistas, como se probará después en el caso de Galíndez. Para atraer a Mauricio a la trampa, sus secuestradores le informaron que Enrique Cotubanama Henríquez reclamaba su presencia para tratarle el asunto de la máquina (como periodista, posiblemente le había solicitado una máquina de escribir, pues un carro o un arma de fuego, a los cuales se les podría denominar con ese sustantivo, quedan excluidos). Henríquez, uno de los fundadores del PRD en La Habana y funcionario y cuñado de Prío, podía obtener con facilidad el favor solicitado por Mauricio Báez y los servicios secretos que empleó Trujillo para secuestrar al líder obrero estaban al tanto de esa información, lo más probable a través de espionaje o grabación de conversaciones entre Henríquez y Báez. Existen múltiples vías para recabar este tipo de información. Esto explica que Báez entrara al carro de sus raptores sin ningún género de violencia.
(*) Publicado en Areíto de Hoy el 7 de septiembre de 2013 y reproducido en Acento.com.do de la misma fecha.

EL MERENGUE Y TRUJILLO

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