AGENCIAS
El exdictador dominicano Rafael Trujillo (1930-1961) murió hace 55 años, pero expertos locales consideran que aún se manifiestan en el país rezagos de un autoritarismo que domina muchas facetas de la vida nacional, y no solo en la actividad política, reporta EFE.
"Es una herencia del largo período de su feroz dictadura, que sufrimos durante poco más de tres décadas, a partir de 1930", opinó el periodista y escritor Miguel Guerrero, y afirmó que ese autoritarismo "está aún presente en la esfera empresarial, cultural y deportiva, e incluso en la relación familiar".
"El hecho de que la transición a formas democráticas se diera dentro de las propias estructuras político-militar de aquel régimen ha perpetuado ese legado, que nos traba el tránsito hacia modelos de comportamiento más abiertos en el quehacer nacional", argumentó Guerrero, miembro de número de la Academia Dominicana de la Historia.
Una opinión similar expresaron los antropólogos Carlos Andújar y Fátima Portorreal, quienes fueron consultados por EFE con motivo de conmemorarse este lunes el aniversario de la muerte de Trujillo.
Andújar también consideró que la sociedad dominicana "no se ha distanciado de Trujillo". Explicó que, como el franquismo (España) y el castrismo cubano, el trujillismo contaba con una doctrina. Para superar esos períodos es crucial romper con esas doctrinas e ideologías, algo que en la República Dominicana no se ha producido, opinó el analista.
La doctrina e ideología trujillista era "anticomunista, antihispana, antihaitiana y muy católica" y aún al día de hoy "sigue enraizada en muchos partidos políticos", dijo Andújar.
Señaló que la vivida por la República Dominicana fue una de las transiciones a la democracia más traumáticas en Latinoamérica.
A juicio de Miguel Guerrero, más de medio siglo después aún el autoritarismo sigue latente y se expresa de las maneras más incomprensibles. Dijo que al interior de la vida de los partidos "la práctica democrática es una ilusión y el liderazgo muy personal".
"No es extraño, por tanto, que muchos personajes del trujillismo tengan aún vigencia en la actividad partidaria y poder de decisión en el ámbito de los negocios", explicó el escritor.
Consideró que muchas cosas han cambiado y los dominicanos gozan de plena libertad para asociarse y hablar mal de los gobiernos. "Pero la práctica democrática está condicionada por el carácter insular que proviene de nuestra condición geográfica y nuestra herencia política, y continúa subordinada al miedo a la autoridad que emana de un liderazgo tradicionalmente fuerte y el miedo a un vecino que muchos consideran una amenaza a la independencia", reflexionó.
"Un miedo xenofóbico que dificulta el buen entendimiento con un estado (Haití) con el que compartimos una frontera muy porosa y fuente permanente de corrupción", añadió.
Sin embargo, Guerrero quiso dejar claro que "comparar las formas de aquél período funesto con las normas de vida prevalecientes sería absurdo. Equivaldría a decir que el orden imperante entonces es preferible a la veces incomprensible desorganización que trae consigo el disfrute de la libertad que nos hemos ganado".
Por último, Fátima Portorreal opinó que en la década de los años 60 se pudo tener la oportunidad de haber roto con el trujillismo, pero se perdió y se implantó "lo que se llama el neo-trujillismo".
En este sentido, indicó que el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) tuvo una oportunidad desaprovechada de lograr la transición mediante una mayor implicación con las bases y una apertura de las libertades, y con la llegada del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) "se consolidó un modelo de estado-nación con base en la dictadura" a través del "control absoluto de todo".
Hace 55 años Trujillo murió tras recibir varios tiros cuando viajaba en su automóvil acompañado solo de su chófer.
Su hijo, Rafael (Ramfis) Trujillo, asumió el control de la nación y desató una feroz persecución contra los ejecutores de su padre, dando muerte a casi todos, aunque junto a su familia debió abandonar el país a finales de 1961 ante la presión nacional e internacional.
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