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PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

lunes, 25 de noviembre de 2013

LA DECISIÓN A MATAR LAS HERMANAS MIRABAL

EL ASESINATO
 
El Homicidio de las Hermanas Mirabal





Existían varias circunstancias que podían haber contribuido a la decisión de Trujillo a matar las hermanas Mirabal. Ella respresentaban un peligro para su régimen porque eran bien-conocidas y admiradas en todas partes del país. No importaba cuántas veces Trujillo las arrestaba ni cuántas de sus propiedades y posesiones él confiscaba; Minerva, Patria y Maria Teresa se negaban a dejar su misión de restaurar la democracia y las libertades civiles a la nación. Se sabía que a Trujillo, un hombre casado, le gustaba seducir a las muchachas jóvenes y mantenía a sus varias amantes en sus mansiones por todo el país. En la celebración de 1949 en San Cristóbal, Trujillo falló en su esfuerzo a seducir a Minerva. En su libro Tres Heroínas y un Tírano, Miguel A. García habla de esta conversación entre Minerva y el dictador mientras que bailaban:
TRUJILLO: ¿Ustéd está de acuerdo con mi línea política?MINERVA: No me interesa la política.
TRUJILLO: ¿Y si yo le mando a mis súbditos para que la conquisten?
MINERVA: ¿Y si yo conquisto a sus súbditos?

El asesinato de las hermanas Mirabal

Fuente :abc.es

El asesinato de las hermanas Mirabal
Minerva, Patria y Maria Teresa, las hermanas Mirabal
Actualizado Miércoles , 23-12-09 a las 19 : 42
El 25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa como un trágico accidente por Trujillo, el dictador dominicano que dio la orden de acabar con ellas, contribuyó a despertar la conciencia entre la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del caudillo.
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer, aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de 1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Patria, Minerva y María Teresa, así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal.
Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy temprano por los estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por las condecoraciones.
El mismo hombre, protagonista de uno de los más acusados cultos a la personalidad del siglo XX, que arrebató casi toda la fortuna a su familia cuando llegó al poder. Convencidas «Las Mariposas» –así era conocidas entre sus compañeros de lucha– de que Trujillo llevaría al país a un auténtico caos, decidieron formar el grupo de oposición«Agrupación Política 14 de Junio».
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron encarceladas y torturadas en no pocas ocasiones, a pesar de los cual decidieron continuar luchando con el único objetivo de acabar con la dictadura.
El asesinato de las hermanas Mirabal
Leónidas Trujillo saludando a Franco durante su visita a España en 1954
Cuando «El Chivo» comprobó que la cárcel no era suficiente para detener aquella actividad clandestina, a la que cada día se iban uniendo más adeptos, decidió acabar con ellas. Eran los últimos años de la década de los 50, en los que se estaba despertando una fuerte inquietud social en toda América Latina, con la caída de varios dictadores y el triunfo de Fidel Castro.
Las hermanas Mirabal habían comentado a sus maridos, en una visita a la cárcel donde se encontraban recluidos, los rumores que circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un «accidente», como se denominaba entonces a la manera que utilizaba el régimen de ordenar la desaparición de un opositor importante, con la supuesta intención de ocultar el crimen.
Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con los viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las carreteras, pero ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya había sido dada.
Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar detuvieron el jeep en el que regresaban de la prisión, las introdujeron a empujones en un coche y las llevaron a un lugar previamente escogido, cerca de La Cumbre.
Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes y colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el precipicio.
Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más tarde: «Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta, al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas […] Traté de evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran liquidado a todos».
La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“en un accidente que se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río Guazumal”.
La realidad fue que estas damas fueron eliminadas a garrotazos y palos .
Este vil asesinato fue la gota que lleno el vaso de la Dictadura Trujillista
 Así salió publicado en la prensa al otro díala reseña de "accidente " .La informacion dada del hecho fue la siguiente :

“Trujilo le manda a Ciriaco de La Rosa, uno de sus criminales y esbirros más desalmados, como refuerzo para ejecutar la orden. Aun así, no la cumplieron en la primera acechanza. Y cuando Trujillo les reclamó, alegaron, con razón que en ese viaje fueron con niños"






Trujillo ordenó que mataran a las Mirabal aunque viajaran con sus niños
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal. Acento.com.do/Archivo
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Porfirio Rodríguez, nieto del revolucionario antitrujillista Juan Rodríguez e hijo del revolucionario de la Raza Inmortal José Horacio Rodríguez, respondió este miércoles indignado las afirmaciones de Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, nieto del dictador, de que no fue Rafael Leónidas Trujillo quien ordenó asesinar a las hermanas Mirabal.
Porfirio Rodríguez afirmó que no sólo el dictador dio la orden para matar a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, sino que expresó que aunque viajaran con sus niños debían ser asesinadas junto con ellos.
En un extenso comentario agregado debajo de la entrevista que Acento.com.do hizo al nieto del dictador Trujillo con motivo del 51 aniversario del ajusticiamiento, Rodríguez expresa su indignación por las afirmaciones del hijo de Angelita Trujillo, y sostiene que hasta el profesor Euclides Gutiérrez Félix, admirador y nostálgico de la dictadura, ha argumentado que nadie se atrevía a dar esa orden (de matar a las Mirabal), que no fuera el mismo generalísimo en persona.
A continuación la respuesta de Porfirio Rodríguez a Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, nieto del dictador.
“Da vergüenza ajena ver a este nieto de Trujillo ufanarse sonriente porque, en el grado de abyección, cobardía y adulación a que Trujillo degradó parte del país, hubo hombres que le ofrecieron sus hijas o sus esposas al déspota. “Eso sólo es un ejemplo de la denigración en que se vivía y de las aberraciones a que el tirano llevo al país.
"Trujillo ordenó que hasta si iban con niños los mataran y los tiraran también, pues se supone que sería un accidente"
“¿Como puede decir que Trujillo era un nacionalista, si su carrera militar la inició poniéndose a las órdenes de un ejército invasor, bajo la bota del ejército yanki al que sirvió vilmente, persiguiendo a los patriotas que resistían, ellos sí con nacionalismo, a la funesta invasión norteamericana del 16 al 24?.
“Ofende la inteligencia de los dominicanos al pretender decir que su abuelo no fue que ordenó asesinar a las hermanas Mirabal. ¡¡Por Dios!! “Es que hay que ser cínico y temerario para insinuar tal disparate (o hijos o nietos del asesino que tienen que vivir con esa vergüenza y estigma, que tienen que engañar y distorsionar para tener que conciliar sus conciencias).
“Hay que ver el contexto en que Trujillo ordena ese horrendo crimen. Noviembre del 60. En julio había fracasado el atentado de asesinar al presidente Betancourt de Venezuela por parte de Trujillo. La OEA (incluyendo el gobierno yanki) le impuso sanciones económicas y diplomáticas totales a Trujillo y su régimen por ese atentado, desde agosto del 60.
“Trujillo tuvo que hacer renunciar a su hermano Negro y coloca a Balaguer como presidente títere.
“La mayoría de los trujillistas, viendo el bloqueo de la OEA y la posición de los norteamericanos veían que ya a Trujillo le quedaba poco.
“Las cárceles seguían con jóvenes presos y la resistencia interna crecía. Los calieses le informaban a Trujillo de la resistencia, y la simpatía que generaban las hermanas Mirabal, a las que no les perdía la vigilancia.
Ordena trasladar los esposos (de las Mirabal), presos en La Victoria, a Puerto Plata. Y ordena al SIM asesinarlas cuando vayan a visitar sus esposos.
El propio Alicinio Peña Rivera, jefe del SIM de Santiago le dijo a Trujillo: “Jefe yo no tengo personal suficiente y capaz de matar a esas dos mujeres” (la orden original era contra Minerva y María Teresa).
“Trujilo le manda a Ciriaco de La Rosa, uno de sus criminales y esbirros más desalmados, como refuerzo para ejecutar la orden. Aun así, no la cumplieron en la primera acechanza. Y cuando Trujillo les reclamó, alegaron, con razón que en ese viaje fueron con niños.
“Después Trujillo ordenó que hasta si iban con niños los mataran y los tiraran también, pues se supone que sería un accidente.
“Finalmente, en la ocasión que ocurrió, las acompañó su hermana mayor Patria y, al igual que el compañero Rufino de la Cruz, a todos los mataron a garrotazos y simularon el accidente.
“El propio Euclides Gutiérrez, admirador y nostálgico de la dictadura, y que no desaprovecha cuanta oportunidad o resquicio encuentra para alabar algo de Trujillo, ha afirmado que decir que no fue Trujillo que ordenó y supervisó la ejecución de ese crimen es un disparate. Que aquí nadie tenía la autoridad de movilizar al SIM, coto cerrado bajo sus estrictas órdenes, para llevar a cabo un crimen tan horrendo y de tanta implicación política.
“Ramfito se la pasa diciendo que la dictadura tuvo luces y sombras.... Eso lo tiene este gobierno y el de Hipólito (por cierto su primo, por los Domínguez y trujillista nostálgico confeso).
“La era de Trujillo tuvo muchas más sombras que luces.. Es más, fue una LARGA NOCHE OSCURA QUE DURO 31 AÑOS y que hoy 30 de Mayo, Día de la Libertad, aunque tenemos muchas lacras e injusticias que superar, no podemos olvidar”.
Porfirio Rodríguez

CUANDO LAS MARIPOSAS NO VOLARON






En honor al martirilogio de las hermanas Mirabal, 
Autor : TONY PINA



Obligadas a punta de pistola a desmontarse del jeep Land Rover en el que regresaban a Salcedo por cinco matones que bloquearon el paso de la antigua carretera Duarte, con un carro “cepillo” atravesado en el puente Marapicá, las víctimas fueron metidas a empujones a una casa de adobe y caoba situada en las inmediaciones de La Cumbre.Allí, un día como hoy, hace 51 años, aguardaba a los matones el capitán Alicinio Peña Rivera para asegurarse que esta vez se cumpliera el macabro plan de asesinar a las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y de Rufino de la Cruz, no sólo un chofer, sino un amigo solidario de la familia, consciente del riesgo que asumía.

Ciriaco de la Rosa, quien llegó a Santiago una semana antes para coordinar el crimen, asignó una víctima por cada uno de los cuatro matones, tras recibir la orden del exterminio impartida por Peña Rivera, a la sazón jefe en el Cibao del Servicio de Inteligencia Militar (SIM).

A palos y con pañuelos apretados al cuello para apagar los quejidos, se consumó la matanza.

Luego, tiran los cadáveres al jeep que fue empujado al precipicio, mientras, en la prisa de la impunidad, los asesinos huyeron del entorno cómplice.

“Dos días después, en la página 9 del diario El Caribe, el periodista Domingo Saint Hilaire hijo, escribíaa desde Santiago una crónica con el lead de una pirámide construida con retorcidos datos policiales: “El conductor de un jeep y tres hermanas que viajaban como pasajeras murieron, al precipitarse el vehículo por un abismo de 50 metros de profundidad, en la vía que enlaza la carretera de Luperón con la autopista Duarte”. (El Caribe, página 9 del 27 de noviembre de 1960).

Cuando se celebró el juicio a los asesinos, en junio de 1962, De la Rosa, parado ante el juez Osvaldo Soto, quien conoció el expediente instrumentado por el fiscal del Distrito Nacional, Rafael Valera Benítez, confesó fríamente: “Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que se llevara una de las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó una de ellas, la de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Valerio eligió la más alta (Minerva); yo elegí a la más bajita y gordita (Patria), y Malleta, al chofer, Rufino de la Cruz. Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la carretera para que avisara si se acercaba algún vehículo o alguien que pudiera enterarse”.

En esa ocasión en que declaró al tribunal, sin que en su ceño se advirtiera señal de arrepentimiento, acaso sí de satisfacción, el confeso asesino relató que se dirigió a Peña Rivera con la siguiente expresión: “Señor, misión cumplida”.

En su libro “Trujillo y yo” (página 68), Jhonny Abbes García, que en ese entonces no dirigía el SIM porque estaba al frente de las agresiones contra la jerarquía católica, refiere que el general José René Román Fernández (Pupo), secretario de las Fuerzas Armadas, instruyó al mayor de la Marina, Candito Torres Tejada, titular interino del SIM, para que asumiera personalmente la operación. l

Acciones previas a los asesinatos

El 18 de mayo de 1960, Minerva y María Teresa fueron juzgadas y condenadas a tres años de prisión por “atentar contra la seguridad del Estado”. En el mismo juicio fueron condenados Manolo Tavárez Justo y Leandro Guzmán, esposos de Minerva y María Teresa. Los cuatro comenzaron a purgar sus condenas en la cárcel de La Victoria, pero el 9 de agosto, en un gesto extraño de la dictadura, las dos hermanas fueron puestas en libertad.

A finales de ese mes, Manolo y Leandro fueron trasladados a la cárcel de Salcedo, aunque no habían transcurrido dos semanas cuando se les confinó en la cárcel de Puerto Plata, alegándose que el régimen había descubierto un arsenal de armas en manos de dirigentes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.

En realidad, el plan criminal contra las hermanas Mirabal había sido puesto en marcha. Se buscaba eliminarlas en una de las visitas a sus maridos, plan que se frustró el 18 y el 22 de noviembre porque en ambas ocasiones los esbirros argumentaron que las Mirabal andaban en compañía de niños. De ahí que el propio Peña Rivera supervisara el fiel cumplimiento del plan.

CIRIACO DE LA ROSA
Jefe del grupo de matones

Ciriaco de la Rosa llegó a Santiago en un “cepillo” del SIM el 15 de noviembre y ese mismo día constató a Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio, Néstor Antonio Pérez y Emilio Estrada Malleta, de origen cubano, para llevar a cabo los asesinatos.
Evelio Hernández: "Trujillo ordenó matar a las Mirabal"
Copiado de diariolibre

Dijo que fue testigo de excepción de la orden que terminó con las tres hermanas
SANTO DOMINGO. El comandante constitucionalista Evelio Hernández reafirmó que Rafael L. Trujillo Molina ordenó a Johnny Abbes García dar muerte a las hermanas Mirabal. Con su afirmación contradice la versión de Angelita Trujillo, en el sentido de que Luis Amiama Tió, uno de los ajusticiadores del tirano, y Segundo Imbert Barreras habían tenido participación en la planificación y ejecución de ese crimen.

En una carta enviada a este diario, Hernández explica que fue testigo de excepción de la orden de ejecutar a las Mirabal por ser parte de la XII Compañía del Ejército Nacional, ubicada en San Cristóbal y donde existía un sistema de radio para la comunicación que recibía las instrucciones y órdenes confidenciales que daban los altos mandos de las Fuerzas Armadas.

Hernández narra que el 25 de noviembre de 1960 se encontraba en la unidad de radio junto al sargento mayor Darío Piña cuando "entre las doce y doce y media (del día) llamaban insistentemente al capitán Alicinio Peña Rivera, quien estaba de puesto en Santiago, y se le preguntó: "Cuántos cocos tiene hoy la mata de cocos de Puerto Plata, y éste contestó: cuatro. Y la orden que siguió a la respuesta fue un tajante: túmbelos los cuatro".

Al día siguiente, agrega Hernández, "la noticia de la muerte de tres de las hermanas Mirabal y del chofer del vehículo que las transportaba, Rufino de la Cruz, consternaba a toda la sociedad dominicana".

"Inmediatamente concatené lo escuchado en la radio con la muerte de las tres heroínas y el chofer (pues era coherente que éstos fueran los cuatro cocos)", detalla Hernández.

Otra prueba de su planteamiento es una conversación que sostuvo años más tarde con Porfirio Dante Castillo (Popi), subjefe de la Marina de Guerra, en la que participó también Ramón Montes Arache. Según la versión de Hernández, Popi les contó que Johnny Abbes le propuso una noche en una fiesta de la Marina, la eliminación física de Minerva Mirabal, por el nivel de agitación que mantenía en el Cibao central, pero él le respondió que no "mataba mujeres".

Sostiene que ante la negativa de Popi, Abbes cambió de estrategia y gestionó que nombraran al capitán Basilio Camilio, un hombre de su confianza, como gobernador de Salcedo, tierra de las Mirabal.

En su versión de los hechos, Hernández indica que "después de tomar posesión y de unos meses en el cargo, por mandato de Abbes, Basilio Camilio aprovechó otro encuentro con 'El Jefe' para reiterarle que si no hacía algo con Minerva Mirabal no se garantizaba el Cibao Central, a lo que Trujillo contestó: 'Hagan lo que sea'". 
“Trujillo era un asesino político”
Euclides Gutierrez no esconde por sus comentarios y exposiciones su admiración por la figura de Trujillo,sin embargo es justo y desapasionado cuando analiza el caso del asesinato de las hermanas Mirabal .Del blog de José Peguero recogimos esta información,  que a su vez él toma como fuente de opiniones vertidas por el abogado y politico en un programa de la emisora Z101.
 Publicado en Noticias y más.. - Por José Peguero  
El Martes, marzo 2nd, 2010
“Trujillo era un asesino político”, que rompió todos los límites de la prudencia, aseguró hoy el historiador, Euclides Gutiérrez Félix, al referirse en El Gobierno de la Tarde, de la Z101, a las afirmaciones que hace Angelita Trujillo en su libro “Trujillo, mi padre”.
Gutiérrez Félix rechazó la afirmación de que el asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, a fines de 1960, fue ordenado por Luis Amiama Tió, uno de los conspiradores para matar al dictador dominicano, al entonces secretario de las Fuerzas Armadas,José René – Pupo – Román. 
Aseguró que un crimen de esa naturaleza sólo podía hacerse en el país con el conocimiento y apoyo del dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Dijo que la afirmación de la hija más pequeña del dictador es descabellada y consideró que “no se ha conocido un absurdo mayor” en torno a la historia dominicana.
Fuente: z101digital.com

Quién dio la orden de matar a las Mirabal fue Trujillo, según Joaquín Balaguer

Por Aquiles Julián


“Trujillo  utilizó la simulación hasta para engañar a sus propios hijos”.
            Joaquín Balaguer

El crimen de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz a manos de sicarios del Servicio de Inteligencia Militar, SIM, ocurrió el 25 de noviembre del 1960 mientras Joaquín Balaguer fungía de presidente títere de la tiranía.
Balaguer había asumido la indecorosa posición el 3 de agosto de 1960, en una jugarreta destinada a aparentar una liberalización del país, tras las sanciones impuestas por la OEA a nuestra república debido al atentado a la vida del presidente venezolano Rómulo Betancourt.
Frente al intento renovado de los nostálgicos de la tiranía por confundir y engañar a dominicanos ingenuos que desconocen la verdad histórica, queriendo atribuir la responsabilidad de ordenar el crimen a uno de sus ajusticiadores: el Lic. Luis Amiama Tió, calumnia que aparece formalmente registrada en el libelo “Trujillo, Mi Padre en Mis Memorias”, que firma su hija Angelita Trujillo, es oportuno recurrir a un testimonio muy oportuno, el del presidente títere en ejercicio para cuando sucedió la tragedia.
Calumniar, mentir y desinformar son viejos recursos trujillistas en que todos los serviles a aquella satrapía pulieron sus dotes.
De hecho, Balaguer mismo se llevó montones de secretos a la tumba, porque era cómplice de muchas de las inconductas de aquel régimen. Pero hubo ocasiones en que quiso deslindar responsabilidades.
Como este crimen horrendo aconteció bajo su presidencia nominal, buscó aclarar con esa particular tesitura suya de dar a entender y señalar indicios, propia de quien elude incriminarse más de la cuenta.

EL LIBRO PENDIENTE DE BALAGUER

Balaguer mismo dejó un libro que todavía no ve la luz, aunque anticipó algunos capítulos en su obra “La Palabra Encadenada”: es su libro sobre la tiranía trujillista.
Balaguer mandó que ese libro se publicara, si es que alguna vez ve la luz, veinte años después de su muerte, es decir, a partir del 2022.
Sin embargo, publicó algunos capítulos. Esas páginas son un verdadero retrato más que de Trujillo de la profunda distorsión moral del propio Balaguer, atrapado en la colaboración servil a un criminal frente al cual padecía tanto atracción como repulsión. Y esa doblez permea cada palabra, cada adjetivo.
Triste destino de quienes venden, como él, su alma al diablo literalmente.
El libro que previsiblemente se publicará será un monumento a la inmoralidad de una intelectualidad que arrojó valores, principios, cordura y decencia tras puestos, canonjías y migajas, y que no vacilaron en convertirse en calieses y sicarios.
Balaguer se emplea a fondo para mostrar que su abyección no fue exclusiva, que fue común a muchas otras figuras que luego quisieron venderse como decentes, impolutas, sanas.
Por ejemplo, un párrafo sirve para mostrar a su cofrade, el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, en su papel de calié.
Hablando sobre la Carta Pastoral que la iglesia católica hizo leer en las iglesias el 25 de diciembre de 1959 y que encendió la irá de Trujillo y marcó el comienzo de su descalabro total, Balaguer, que era un maestro de las inferencias y las connotaciones, que empleaba con suma meticulosidad las palabras, escribe: “La primera noticia se la dio por teléfono (a Trujillo, AJ), Virgilio Álvarez Pina, quien a su vez la obtuvo de boca de Emilio Rodríguez Demorizi” (La Palabra Encadenada, Pág. 310).
Ese “la obtuvo de boca de Emilio Rodríguez Demorizi” señala a aquel como calié del régimen, algo  que todo funcionario de la Era lo era, pues era una precondición para tener una posición pública el ser calié. No hubo nadie en la administración pública que no lo fuera, incluyendo al propio Balaguer.

BALAGUER, DE PUÑO Y LETRA, SEÑALA A TRUJILLO COMO MANDANTE DEL CRIMEN

Personalidad tortuosa y amiga de la teatralidad y el disimulo, Trujillo gustaba de jugar con la inteligencia de los demás y mantenía una farsa continua.
Balaguer lo pinta en una frase concisa: “Fingía a toda hora y en todas las ocasiones”.
Entonces, nos cuenta el asunto que nos interesa: la responsabilidad de Trujillo en aquel crimen inmundo.
Leamos a Balaguer:
“Sus simulaciones eran muchas veces cínicas. Cuando las hermanas Mirabal fueron asesinadas y se hizo pública la especie de que habían perecido en un accidente en la carretera Luperón, Trujillo llamó a su residencia de Fundación al mayor Cándido Torres, encargado en esos momentos de los Servicios de Seguridad. “¿Qué hay de nuevo?” , le preguntó con aire despreocupado. Cuando el interpelado empezaba a informarle sobre las últimas novedades del departamento a su cargo, Trujillo lo interrumpió  para decirle: “Y no sabe usted que las hermanas Mirabal han sufrido un accidente y que es posible que ese crimen se achaque al Servicio de Inteligencia, como ocurre cada vez que muere alguien señalado por el rumor público como enemigo del Gobierno? Váyase seguido y adopte las medidas que sean de lugar para que ese acontecimiento casual no se tome como pretexto para un escándalo”. El Mayor Torres salió de allí confundido. La muerte de las hermanas Mirabal había sido largamente elaborada. La orden había llegado hasta el Servicio de Seguridad, pero los mismos sabuesos que se habían formado en esa escuela de crímenes habían retrocedido ante esa monstruosidad. Johnny Abbes García, cerebro diabólico que introdujo en el presidio de “La Cuarenta” los sistemas de tortura más odiosos, escurrió el bulto a semejante iniquidad y precipitó con ese fin el viaje que hizo a fines de 1960 a Chevoslovaquia y a otros países situados tras la Cortina de Hierro. El Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, general José Román Fernández, a través de quien fue transmitida la orden, tuvo que hacer uso de toda su autoridad para que se cumpliera el hecho horrendo. Una vez consumada la iniquidad, sin duda el más repugnante de los crímenes realizados durante la Era de Trujillo, el responsable del hecho se presentaba ante sus propios esbirros como un ser inocente que había sido abrumado por la noticia. Algunos días después, pasando frente al precipicio en que las tres hermanas fueron victimizadas, Trujillo hizo detener su automóvil para decir a su acompañante, el señor Virgilio Álvarez Pina: “Aquí fue donde murieron las hermanas Mirabal. Qué Dios las tenga en gloria” (La Palabra Encadenada, Págs.316-318).
La narración de Balaguer muestra claramente quién ordenó el crimen: el propio Trujillo, al que llama “el responsable del hecho”. Si alguien sabía eso, era Balaguer, en cuya presidencia aconteció el crimen.

UN LAPSUS LINGUAE DE TRUJILLO

Sigmund Freud describió en su libro “Psicopatología de la vida cotidiana” el lapsus linguae, el error involuntario al hablar que ponía en evidencia una verdad que el individuo hablante intentaba reprimir y ocultar.
El lapsus linguae, el resbalón de lengua, declara inconscientemente aquello que el perpetrante persigue ocultar. Su habla lo traiciona.
Y Trujillo, en el relato de Balaguer, incurre en uno.
Cuando le dice al Mayor Cándido Torres, mismo que había cursado la orden para asesinar a las Mirabal que provenía de él, de Trujillo: “¿Y no sabe usted que las hermanas Mirabal han sufrido un accidente y que es posible que ese crimense achaque al Servicio de Inteligencia, como ocurre cada vez que muere alguien señalado por el rumor público como enemigo del Gobierno?”, Trujillo se denuncia a sí mismo al calificar de crimen lo que él mismo antes tildaba de accidente.
Su inconsciente lo traicionó.
Balaguer recogió y preservó la conversación para la posteridad.
Y puso en ella la evidencia de la culpabilidad del propio Trujillo en el crimen, pese a su teatralidad y a su simulación.
Quería que se supiera bien quién era el responsable, de forma que esa sangre no le salpicara, algo que él no podía impedir porque era una de las principales figuras del régimen que asesinó a las Mirabal y la sangre de esas mártires también a él lo embarra.

UN ESTADO ASESINO Y DE ASESINOS

La tiranía trujillista instaló un Estado asesino, integrado por asesinos y servidores de asesinos.
Nadie escapó a esas responsabilidades.
El mismo Balaguer, cómplice de Trujillo y presidente nominal por entonces del país, escribe que “La muerte de las hermanas Mirabal había sido largamente elaborada”...

DEL ARTICULO  REVISIONISMO HISTORICO Y TRUJILLO
Por Carlos Báez 

"Trujillo se inicio en el poder con el crimen de una mujer la esposa de Martínez Reyna estando embarazada , con su gente mató miles por razones políticas ,torturó ,desapareció ,”accidento”   y colmó de terror a todos los que no le amaban con fé y devoción en 31 años.Por ultimo para coronar su “maravillosa”  administración, terminó su régimen así como comenzó: eliminando mujeres ,con el crimen horrible de las hermanas Mirabal que cada 25 de Noviembre cumple un año mas de triste  recordación .Inspirado en esto se creó en 1999 el día internacional de la no violencia contra la mujer.

Contrario a las mentiras que han dicho últimamente sobre este horrendo ,atroz y  desafortunado hecho  como parte de la revisión  peyorativa de la historia particular de la familia del dictador ,su pariente , amigo y colaborador de toda una vida Don Virgilio Alvarez Pina  (Don Cucho )dice en relación a este vulgar asesinato  en la pagina 151 de sus memorias  : “Trujillo se refería a esto como un acontecimiento ajeno a su voluntad, pero los que le rodeábamos sabíamos que ordenes de esa naturaleza no podían provenir de ninguna autoridad inferior al arbitro nacional y mucho menos producirse sin su consentimiento expreso”


¿Qué fue de los asesinos de las Hermanas Mirabal?

 Eva Alvarez

 El 27 de junio de 1962, comenzó el juicio contra los asesinos de las Hermanas Mirabal. Después de más de treinta sesiones, el 25 de noviembre de ese mismo año la Cámara Penal Nacional dominicana condenó a Manuel Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta y Ramón Emilio Rojas Lora a 30 años de prisión y trabajos públicos y a Ciriaco de la Rosa, Néstor Antonio Pérez Terrero, Víctor Alicinio Peña Rivera y Cándido Torres Tejada (prófugo) a 20 años de prisión y trabajos públicos.

Montes Arache puso en libertad a Peña Rivera
Durante la Revolución de 1965, el ex jefe de la marina de guerra y por aquel entonces militar constitucionalista Manuel Ramón Montes Arache tuvo a bien poner en libertad a Peña Rivera. Ex jefe del SIM en el Cibao, hubiera salido de la República Dominicana tras el ajusticiamiento del tirano con los Trujillo de no haber sido detenido por el general Pedro Ramón Rodríguez Echavarría. Pocos meses después, el resto de los asesinos serían puestos en libertad por el entonces coronel Neit R. Nivar Seijas. Ninguno de los asesinos de las heroínas de Salcedo cumplió más que cuatro años de prisión.
¿Qué ocurrió, tras su puesta en libertad, con los asesinos de las Mirabal?
Asesinos de las Hermanas Mirabal durante el juicio
Victor Alicinio Peña Rivera: Gracias a sus contactos militares, logró escapar hasta Puerto Rico. Más tarde se radicó en Estados Unidos, concretamente en Miami. Se dedicó a vivir de las rentas dictatoriales, escribiendo sobre Trujillo y el play-boy y maltratador de mujeres Porfirio Rubirosa. Llegó incluso a volver a la República Dominicana, presumiendo de su conciencia tranquila y categoría de mandado, ofreciendo entrevistas a todo el que lo quisiera escuchar. Sus víctimas y el pueblo solidario reaccionaron con coraje y abandonó el país con protección y trato de favor. Murió de cáncer en Puerto Rico durante el año 2001.
Ciriaco de la Rosa: Se mudó a Lawrence con Estrada Malleta, ludópata al igual que él, terminando a mal por líos de juego. Siendo entrevistado, mantuvo la actitud victimista del juicio, dando a entender que él no tuvo otro remendio que actuar según órdenes. Lo que olvidó este mentiroso patológico, fue mencionar otros de sus funestos crímenes, como los de Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza, por poner alguno entre tantos ejemplos. Sus hijos también lo calificaron de excelentísimo padre y sus vecinos destacaron que siempre saludaba. Murió en el mismo Lawrence durante 2002. 
Candito Torres: Fue el único que nunca entró en prisión. Salió de República Dominicana con los Trujillo, no siendo nunca extraditado. No me consta que haya muerto en La Vega, como por ahí he llegado a leer, inclinándome más por la opción de que aún vive en Estados Unidos.
Cruz Valerio: No he logrado averiguar nada de él, pero al igual que Ciriaco de la Rosa y otros demonios de la dictadura trujillista se cambiaron el nombre; probablemente éste hiciera lo mismo.
Estrada Malleta: Tras su pelea con Ciriaco de la Rosa, se trasladó a vivir a Miami. Cubano de Batista -lo que comunmente conocemos como gusano-, también modificó su identidad a posteriori. Se comenta que pudo morir en los últimos años, noticia no confirmada.
Rojas Lora: Continuó viviendo en República Dominicana. Pese a las murmuraciones, nadie se atrevió a hacerle nada. No le dio buena vida a su familia, dejándolos llenos de problemas y sin un centavo. Murió a consecuencia de una caída en el barrio de Los Mina, uno de los más pobres y conflictivos de Santo Domingo, hace algunos años.
Pérez Terrero: No sé mucho de su vida, lo único que me consta es que ya murió.
Lo que me pasma es que nadie tuviera las agallas de volver a enjuiciarlos -consecuencias de que aún muchas manos manchadas de sangre permanezcan en posiciones privilegiadas-, de devolverlos a la cárcel -de donde nunca debieron salir-, ó de hacerles probar directamente de su propia medicina.



Minou pide desterrar el trujillismo a 50 años  de los asesinatos de su madre y tías  
 Autor: Miguel Cruz Tejada


NUEVA YORK._ Minou Tavarez Mirabal, hija de Minerva Mirabal Reyes y diputada por el PLD pide al país desterrar para siempre el trujillismo del que dice, algunos proyectos políticos quieren resucitar.










La hija de Minerva Mirabal, una de las heroínas que hace 50 años fue asesinada junto a sus hermanas Patria, María Teresa y el chofer Rufino de la Cruz por órdenes directas del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina (Chapita), pidió anoche al pueblo dominicano desterrar para siempre el trujillismo y dijo que en cada rinconcito del país, mucha gente aún con sus pocos recursos, han rendido homenaje a las víctimas, con lo que les están diciendo “no” aquellos que quieren que haya un retroceso.
Minou, que es diputada del PLD hizo el pedido en un mensaje telefónico que envió anoche a compañeras y compañeros de su partido durante la celebración del acto “Mariposas Inolvidables”, señalando que los tienen proyectos políticos con los que ansían la vuelta a la tiranía y queriendo promover un trujillismo que fue exterminado cuando fue ajusticiado el tirano en 1961.
“Tenemos que enterrar ese capítulo del 30 de mayo del 61 y terminar de eliminarlo de la cultura dominicana para dejarlo atrás y sacar esa hoja de nuestra historia, escribiendo la de la patria que soñaron y por la que dieron sus vidas, no sólo las hermanas Mirabal, sino miles de hombres y mujeres dominicanas”, agregó la legisladora.
Exhortó a los dominicanos a unirse en el grito de “no pasarán” y trabajar cada vez más para construir la patria a  las que aspiraron los padres y las madres de las generaciones pos Trujillo y que les fue negada.
“No podemos volver a vivir el atropello, el asesinato, el robo y la falta de posibilidades de expresarse y querer decir lo que piensan, como ocurría en esa época durante la cual, nadie podía estar reunidos como está ustedes ahora”, añadió Minou.
“Las hermanas Mirabal y cientos de hombres y mujeres a través de la historia, han dado sus vidas por amor a una República Dominicana a la que ustedes contribuyen a construir con sus aportes. Estamos luchando por un país mejor cada día y en el que las mujeres tengamos más participación y podamos contribuir a la democracia”, precisó.
Indicó que ese es el mensaje y el legado más importante que se puede  recibir de su madre Minerva, Patria y María Teresa y que es reconocido en todos los rincones del mundo”.
Dijo que el ejemplo de las heroínas, debe servir para que las mujeres dominicanas y del mundo, se sumen al activismo político para fortalecer la democracia.
La legisladora oficialista expresó que en estos días de conmemoración de medio siglo de la democracia dominicana, ese episodio de la historia, no debe repetirse nunca jamás, para que ningún dominicano y dominicana, no vuelva a sufrir la falta de derechos, libertad de expresión, trabajar por lo quieran.
En su página de Facebook, la diputada peledeísta escribió el pasado domingo que “y es también gritar que nunca estuvieron ellas tan vivas como lo están hoy, en este pequeño segundo en que se convierten cincuenta años de ausencia, cuando la democracia, la libertad y el amor siguen siendo, como siempre, al igual que el de ellas, nuestro propio y actualísimo reto!”

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