SEAN BIENVENIDOS.
ESTE BLOG NACE PARA CONOCER LOS MALES DE LA DEMOCRACIA,PROMOVER UN REGIMEN DE DERECHO DONDE TODOS SEAMOS IGUALES ANTE LA LEY, CONOCER LAS HISTORIAS DE LAS DICTADURAS DEL MUNDO. TAMBIEN PARA QUE ANALICEN Y JUZGUEN, LA VIDA Y OBRA DEL DICTADOR RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO MOLINA, QUIEN GOBERNARA LA REPUBLICA DOMINICANA DESDE 1930 HASTA 1961.
BIENVENIDOS
PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA .
HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES
OPINIONES DE ARTICULISTAS ,CIENTISTAS SOCIALES E HISTORIADORES NACIONALES E INTERS. SOBRE TRUJILLO
Increible hallazgo de Bienvenido Pantaleón en su pagina de Facebook: imagenes de nuestra historia .Esta foto es una primicia que de seguro traerá muchas reacciones a proposito del bicentenario del padre de la Patria.
Desde hace un tiempo este arquitecto investigador está haciendo aportes graficos y de opinión inconmensurables , no solo a la historia de la arquitectura ,sino tambien a la desarrollada en todos los ordenes en nuestro páis.
Para
los que no saben hasta donde llego el culto a la personalidad y el
totalitarismo del Dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina. En esta Foto que Corresponde a la toma de posesión de un Nuevo mandato en el Año 1942, en el Palacio del Congreso Nacional.
En la pared del Fondo puede observarse las imagenes de los tres Padres
de la Patria, Duarte , Sanchez y Mella.... y a su lado "El Padre de la
Patria Nueva"... Rafael Leonidas Trujillo Molina. No mas Comentarios..... Fuente AGN / Conrado
Ah y para completar... El simbolo del partido Dominicano Sobre la Imagen de los padres de la patria.....
Segundo en primera fila de izquierda a derecha Porfirio Rubirosa....
Fijense
como Los padres de la patria quedan relegados a un tercer
plano....Primero Trujillo... despues el partido Dominicano... y despues
Duarte , sanchez y Mella....A proposito del bicentenario del patricio...
les dejo esta Barbaridad....
El presidente Barack Obama recordó hoy
que Estados Unidos, junto con la comunidad internacional, se interpone
en el camino de cualquier dictador que comete crímenes de lesa humanidad
y permanece fiel al principio de "Nunca más" .
En el Día Internacional de Conmemoración
del Holocausto, pidió a los estadounidenses comprometerse a resistir
odio y persecución en todas sus formas, como lo hicieron seis millones
de judíos y otras víctimas cuyas vidas fueron tomadas de forma trágica
hace más de 60 años.
"Al permanecer vigilantes contra los que
tratan de cometer actos de violencia y asesinato, honramos a aquellos
que perdimos durante uno de los períodos más oscuros de la historia
humana. Y mantener su memoria viva para las generaciones por venir" ,
dijo.
En su mensaje, Obama afirmó que quienes
experimentaron los horrores de los vagones de ganado, ghettos y campos
de concentración fueron testigos de lo peor de la humanidad y conocieron
muy bien el dolor de perder a sus seres queridos por la violencia sin
sentido.
Precisó que este 27 de enero,
conmemorativo del Holocausto, es tiempo de duelo y reflexión, pero
también es el momento para la acción.
"En este día, recordamos la valentía, el
espíritu y la determinación de los que heroicamente resistieron a los
nazis, que ejemplifica lo mejor de la humanidad. Y como estos valientes
individuos debemos comprometernos a resistir el odio y la persecución en
todas sus formas" , agregó.
Con una bendición, el Papa honraba este domingo a las
víctimas del holocaus
ATLAS / BERLÍN
Día 27/01/2013 - 21.34h
El 27 de enero de 1945 el ejército soviético
liberaba al mayor campo de exterminio nazi, donde murieron asesinadas
casi un millón y medio de personas
Con una bendición, el Papa honraba este domingo a las víctimas del holocausto nazi. Y liberando a dos palomas blancas ha
rogado por que no se repitan los horrores del pasado y para superar toda
forma de odio y racismo.
El 27 de enero de 1945 el ejército soviético liberaba al
mayor campo de exterminio nazi, donde murieron asesinadas casi un millón
y medio de personas. Precisamente en Auschwitz, algunos de los
supervivientes han honrado la memoria de las víctimas con un ofrenda
floral. El régimen nazi asesinó a más de seis millones de judíos en
Europa. Por eso, las velas, también se han encendido en Moscú.
En el museo judío de la capital rusa, destacadas figuras
políticas y religiosas oraban por las víctimas. Y recordaban con
imágenes el infierno vivido durante el nazismo.Todo recuerdo es poco
para honrar a las víctimas. Y para que nadie olvide el horror de un
exterminio, que todos recordamos el 27 de enero, para que nada igual
vuelva a suceder.
El viaje que el presidente de Google, Eric Schmidt, hizo a Corea del Norte sigue dando que hablar. Pero no por él, sino por su hija Sophie, que acompañó a su padre en la visita y ahora lo ha contado todo en su blog.
Y, la verdad, como visión de un viajero "especial", no tiene
desperdicio. ¿Lo más revelador? La censura de Internet en Corea del
Norte, relata Sophie, es absoluta; solo un 8% de la población tiene
móvil, pero sin acceso a datos; hay extrañas bibliotecas fantasma y, lo
más inquietante, su anterior dictador, el difunto Kim Jong-Il, era fan
absoluto de Apple.
Eric Schmidt ha colgado en su página de Google+ sus impresiones (políticamente correctas) sobre el viaje. Pero podéis leer aquí con calma el relato de su hija, merece la pena. Entre todo lo que cuenta Sophie, lo más sorprendente es:
La
visita que hicieron al mausoleo de Kim Jong-Il, donde descansa el
anterior dictador. En exposición están los que fueron sus objetos
preferidos: coches, compartimentos de tren, un yate, sus zapatos con
plataforma (sí, el dictador Kim era bajito) y, ojo, un MacBook Pro de 15 pulgadas. Kim
Jong-Il debía ser el único en un país de casi 25 millones de habitantes
(uno de los más pobres del mundo) que sabía lo que era un ordenador.
Sobre Internet, Sophie relata que la censura es absoluta.
En realidad no existe acceso a la Red, si no a una Intranet nacional
que se nutre de contenidos seleccionados de la Internet real.
Están construyendo su propia tableta Android: la mostraron a la delegación de Eric Schmidt en la Korea Computer Center,
una exposición de electrónica de consumo. Obviamente, es eso, una
especie de pieza de museo. Ningún ciudadano de a pie debe saber siquiera
qué es una tableta. Como dice la hija de Schmidt, están construyendo un
producto para un mercado que no existe.
Biblioteca fantasma,
o como la llaman ellos, e-Library, en la Universidad Kim Il Sung. Unos
90 ordenadores, con 90 personas que ni tecleaban ni daban señales de
actividad cerebral, solo clavaban su mirada a la pantalla, dice Sophie.
¿Figurantes? En un país donde nada es lo que parece, probablemente. [Sophie In North Korea y Gizmodo]
Cuando a Eisenhower le presentaron las pruebas del
holocausto dijo : guárdenlas bien ,en 50 años puede venir alguien y decir que
esto nunca pasó. EL TRUJILLISMO CHOCA CON LA LEY EDITORIAL PERIODICO HOY del 14 de novembre del 2010.
Las
sociedades y los Estados tienen que protegerse de los ejercicios
políticos que a través de la historia resultasen de demostrada nocividad
y barbarie. El nazismo está totalmente proscrito en Europa y gran parte
del mundo. La estela de destrucción y genocidios que produjeron la
locura y egolatría de Adolfo Hitler condenaron para siempre su identidad
y objetivos. Lo mismo ha de ocurrir con la tiranía de Trujillo que
aplicó todas las formas perversas posibles para esclavizar a esta
nación. Es inaceptable que se pretenda, en nombre de visiones anti
históricas, colocar a Trujillo en un lugar digno en el presente. Y mucho
menos que se quiera invocar para lograrlo el respeto a las libertades
de expresión y participación política. Lo prioritario es invocar los
horrores sin medida que se padecieron a causa del Trujillismo, todavía
ilegal, para que esta sociedad se mueva siempre en el sentido de impedir
que resurja.
REVISIONISMO HISTORICO
Por Carlos Báez .
"Existe un proceso de reescritura histórica, cuya
finalidad es más política que científica. Lo que hoy se conoce como revisionismo
es una reacción a la elaboración de la historia, concretándose en intentos de
manipularla desde posiciones ideológicas.El Revisionismo histórico en la
Argentina es una corriente orientada a modificar la visión de la historia
,defendiendo a los caudillos. “En España se ha manifestado en los últimos años
de modo significativo en la reinterpretación de la II República, de la Guerra
Civil y de la era franquista” Collage de información sobre el
revisionismo tomado de Wikipedia.
El «revisionismo» siempre tiene posiciones «negacionistas» La
reinterpretación de la historia tiene uso
académico y peyorativo, este último concepto se pone de manifiesto cuando el fin es político.Los
revisionistas peyorativos tienen características comunes de criterios y conceptos que utilizan. El
diccionario wikipedia de internet tiene
una larga lista de estos , de la que tomamos algunos para apoyar con
base científica nuestra posición:
“Omisión de hechos, negación o burla de hechos conocidos, suposición de hechos no probados, declaraciones absurdas y sobre todo la
solicitud excesiva de pruebas (debido a la compleja naturaleza de qué puede considerarse como prueba histórica, lo que difiere de una prueba lógica, los revisionistas con
frecuencia piden a los historiadores que demuestren un evento el cual ha sido probado
razonablemente por estándares históricos y aceptado como un hecho por la
comunidad histórica” .
En países como Alemania y Austria el revisionismo del holocausto está prohibido y penalizado
sobre todo cuando se trata de la
negación, pues se considera teoría de conspiración antisemita y se entiende como ocultación de genocidio.
A PROPOSITO DE QUE HABLAN QUE EXISTE UNA HISTORIA MAQUILLADA SOBRE TRUJILLO
Franklin Franco Pichardo Historiador, sociólogo, profesor y político dominicano
SD. Franklin Franco no recuerda cuánto
tiene siendo catedrático de historia en la Universidad Autónoma de Santo
Domingo (UASD). A sus 74 años, ya son muchos los años invertidos
estudiando la evolución social. Al aproximarse los 50 años del
ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo, conversa con DL
sobre esta época que provocó su exilio.
P. ¿Cómo recuerda la tiranía?
R.
Esa época para mí es una época tenebrosa donde los dominicanos tenían
que vivir muy comedidos en el hablar, incluso hasta en el transitar, en
el modo de vida en sentido general, por la existencia de controles
políticos que hoy resultan insospechados. En consecuencia, mis recuerdos
de esa época no son nada agradables, por eso yo amo tanto el presente.
P. Pero se sigue hablando de ella. Se escriben libros, se hacen conferencias y debates, ¿es que Trujillo sigue "vivo"?
R.
Yo no diría que sigue vivo, yo diría que la dictadura tuvo tan largo
trayecto, fue tan extensa y fue tan terrible, que todo el mundo la
recuerda... Hay dos corrientes; una corriente, la sincera, la que trata
de explicar la realidad, que envuelve la historiografía, las
narraciones, los testimonios, y recopilación documental, etcétera, y
otra pequeña corriente, que es la corriente, digamos, la que intenta
maquillar.
P. ¿Cómo así?
R. Maquillarla, presentárnosla
como un período atractivo donde, y ésta es una cuestión que manejan
mucho, la tranquilidad era una realidad apreciable.
P. ¿Quiénes estarían maquillándola?
R.
Los descendientes, los hijos, familiares de los que fueron funcionarios
que quedaron económicamente muy bien porque recibieron de la dictadura
recursos económicos cuantiosos, muchos de ellos estudiaron también en el
extranjero, y como sus padres fueron cómplices de participar en esta
dictadura, ellos ahora tratan de presentar una imagen idílica.
P. ¿Qué no se ha dicho de la dictadura para que los jóvenes entiendan bien cómo fue?
R.
Es que las presentes generaciones no tienen la información suficiente
para poder darse una idea real de lo que fue aquello y, entre otras
cosas, porque después de la desaparición física de Trujillo, fuimos
gobernados durante 20 años por uno de los herederos e ideólogos
fundamentales de aquel gobierno, y el período de la dictadura de
Trujillo fue extirpado, fue secuestrado de la educación nacional... Bien
mirado, lo que fue aquello y, evaluada la ignorancia que existe en la
juventud sobre ese pasado tenebroso, la situación es trágica.
P. ¿Cómo fue su exilio?
R.
Nací en la dictadura de Trujillo y comencé a tener y a recibir
conocimiento real sobre el medio ambiente económico y político que me
rodeaba por los propios acontecimientos que ocurrían a mi alrededor. Yo
viví en San Francisco de Macorís en mi niñez y en parte de mi
adolescencia, y yo conocí de la experiencia de uno de los asesinatos más
horribles: la muerte de un niño de 15 años de edad que se llamó José
Luis Perozo... fue asesinado cuando regresaba de un repaso de sus
estudios a las siete u ocho de la noche... porque era hijo de una
familia antitrujillista. Trujillo exterminó esa familia, a la familia
Perozo, como exterminó a la familia Patiño... Yo creo que una altísima
proporción de la población tuvo idénticas vivencias a las mías, sólo que
el ambiente de terror no le permitía la adopción de una conducta
opositora como yo la adopté.
P. Cuando mataron a Trujillo, ¿qué pensó?
R.
Yo estaba en Estados Unidos, en Nueva York concretamente. Y para mí,
ese ha sido uno de los días más felices de mi vida, con toda sinceridad.
Yo tenía ya cinco años en el exilio y estaba siendo afectado por
problemas sicológicos en mi desesperación por querer regresar y no
poder.
P. Los exiliados y quienes arriesgaron su vida tenían un ideal de cambios, ¿valió la pena?
R.
Hay mucho desencanto en el marco de los que vivieron el largo exilio
porque, según ellos opinan, fue demasiado el sacrificio, fueron muchos
los hombres que perdieron la vida para obtener al cabo de tan largo
tiempo resultados tan precarios, porque en verdad vivimos en una
democracia imperfecta y vivimos en un ambiente donde las conquistas
sociales prácticamente resultan nulas.
P. A su juicio, ¿qué no se ha contado de la tiranía?
R.
Creo que los puntos más oscuros desconocidos de la tiranía están
alrededor de un supuesto desarrollo económico que recibió el país
durante la Era, es un mito... y el también supuesto desarrollo cultural y
educativo.
P. Pero se dice que Trujillo construyó edificios, carreteras, pagó la deuda externa...
R.
Trujillo tenía el 60 por ciento de la propiedad industrial del país y
casi el 70 por ciento de la propiedad agrícola de la tierra más
favorable por la naturaleza para el uso en la agricultura, entonces
¿donde está el desarrollo económico de la nación? Pero, además, la
distribución de la riqueza nunca resultó menos equitativa que durante la
Era de Trujillo, los grados de miseria eran realmente espantosos y todo
eso es una falacia, todo eso es mentira. ¿Quiénes han creado esa
imagen? Los favorecidos durante la dictadura de Trujillo que luego
alcanzaron el poder durante el régimen de Balaguer.
P. ¿Qué aconseja a las presentes y futuras generaciones?
R.
Que fortalezcan sus conocimientos sobre el desarrollo histórico del
país. Nada puede conducir a la adopción de una valoración certera de
nuestra propia nación que el conocimiento de la historia.
P: ¿Estaría de acuerdo con que se traigan los restos de Trujillo desde España?
R: Yo creo que ese señor está descansando tranquilamente en tierra de Francisco Franco. Debe dejarse a ese personaje tranquilo.
"Nos han vendido una imagen maquillada del tirano y su gobierno"
Las presentes generaciones no tienen la información suficiente para poder darse una idea real de lo que fue aquello".
Cada 25 de noviembre en memoria de las hermanas Mirabal vía la resolución 50/134 aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el día 17 de diciembre de 1999, se celebra anualmente "El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer" (o DIEVCM),
Existían
varias circunstancias que podían haber contribuido a la decisión
de Trujillo a matar las hermanas Mirabal. Ella respresentaban un peligro
para su régimen porque eran bien-conocidas y admiradas en todas
partes del país. No importaba cuántas veces Trujillo las
arrestaba ni cuántas de sus propiedades y posesiones él
confiscaba; Minerva, Patria y Maria Teresa se negaban a dejar su misión
de restaurar la democracia y las libertades civiles a la nación.
Se sabía que a Trujillo, un hombre casado, le gustaba seducir
a las muchachas jóvenes y mantenía a sus varias amantes
en sus mansiones por todo el país. En la celebración de
1949 en San Cristóbal, Trujillo falló en su esfuerzo a
seducir a Minerva. En su libro Tres Heroínas y un Tírano,
Miguel A. García habla de esta conversación entre Minerva
y el dictador mientras que bailaban: TRUJILLO:
¿Ustéd está de acuerdo con mi línea política? MINERVA:
No me interesa la política. TRUJILLO: ¿Y si yo le mando a mis súbditos para que
la conquisten? MINERVA: ¿Y si yo conquisto a sus súbditos?
Minerva, Patria y Maria Teresa, las hermanas Mirabal
ISRAEL VIANA | MADRID
Actualizado
Miércoles
, 23-12-09 a las 19
:
42
El
25 de noviembre de 1960, los cuerpos de las tres hermanas Mirabal se
encontraron en el fondo de un acantilado en la costa de la República
Dominicana. Aquel acontecimiento, que fue vendido a la prensa
como un trágico accidente por Trujillo, el dictador dominicano que dio
la orden de acabar con ellas, contribuyó a despertar la conciencia entre
la población, que culminó, seis meses después, con el asesinato del
caudillo.
En honor a estas tres valientes hermanas asesinadas a
garrotazos, que se habían convertido en auténticas heroínas de la lucha
clandestina antitrujillista, se conmemora cada año en esta fecha el Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer,
aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre de
1999, a propuesta de la República Dominicana con el apoyo de 60 países.
Patria, Minerva y María Teresa,
así se llamaban las hermanas, nacieron y crecieron en el seno de una
familia rural acomodada en el paraje de Ojo de Agua, en Salcedo, el
municipio más importante de la provincia que se rebautizó más tarde, y
en honor a ellas, con el nombre de Hermanas Mirabal.
Estas mujeres, que habían mostrado un interés muy
temprano por los estudios, dedicaron gran parte de su corta vida a
luchar por la libertad política de su país, oponiéndose firmemente a una
de las tiranías más opresoras y duras que tenía Latinoamérica: la de
Rafael Leónidas Trujillo, conocido también como «El Jefe», «El
Generalísimo», «El Chivo» o «El Chapita», por su afición desmedida por
las condecoraciones.
A causa de su persistente actividad rebelde,
fueron encarceladas y torturadas, a pesar de los cual decidieron
continuar luchando para acabar con la dictadura
El mismo hombre, protagonista de uno de los más acusados
cultos a la personalidad del siglo XX, que arrebató casi toda la fortuna
a su familia cuando llegó al poder. Convencidas «Las Mariposas» –así
era conocidas entre sus compañeros de lucha– de que Trujillo llevaría al
país a un auténtico caos, decidieron formar el grupo de oposición «Agrupación Política 14 de Junio».
A causa de su persistente actividad rebelde, fueron
encarceladas y torturadas en no pocas ocasiones, a pesar de los cual
decidieron continuar luchando con el único objetivo de acabar con la
dictadura.
Leónidas Trujillo saludando a Franco durante su visita a España en 1954
Cuando «El Chivo» comprobó que la cárcel no era
suficiente para detener aquella actividad clandestina, a la que cada día
se iban uniendo más adeptos, decidió acabar con ellas. Eran los últimos
años de la década de los 50, en los que se estaba despertando una
fuerte inquietud social en toda América Latina, con la caída de varios
dictadores y el triunfo de Fidel Castro.
Las hermanas Mirabal habían comentado a sus maridos, en
una visita a la cárcel donde se encontraban recluidos, los rumores que
circulaban en Salcedo sobre la posibilidad que sufrieran un «accidente»,
como se denominaba entonces a la manera que utilizaba el régimen de
ordenar la desaparición de un opositor importante, con la supuesta
intención de ocultar el crimen.
Uno de los esposos, Manolo, sugirió que debían acabar con
los viajes y marcharse a Puerto Plata para evitar el paso por las
carreteras, pero ya era tarde: la orden de asesinar a las hermanas ya
había sido dada.
Cinco miembros del Servicio de Inteligencia Militar
detuvieron el jeep en el que regresaban de la prisión, las introdujeron
a empujones en un coche y las llevaron a un lugar previamente escogido,
cerca de La Cumbre.
Después de apresarlas, las condujimos al sitio
cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se
llevara a una de las muchachas
Eran aproximadamente las 19:30. Allí las mataron a golpes
y colocaron sus cadáveres en el jeep, antes de arrojarlo por el
precipicio.
Ciriaco de la Rosa, uno de los asesinos, lo contaría más tarde:
«Después de apresarlas, las condujimos al sitio cerca del abismo, donde
ordené a Rojas Lora que cogiera palos y se llevara a una de las
muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó a una de ellas, la de
las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Cruz Valerio eligió a la más
alta (Minerva), yo elegí a la más bajita y gordita (Patria) y Malleta,
al chofer, Rufino de La Cruz. Ordené a cada uno que se internara en un
cañaveral a orillas de la carretera, separadas todas para que las
víctimas no presenciaran la ejecución de cada una de ellas […] Traté de
evitar este horrendo crimen, pero no pude, porque tenía órdenes directas
de Trujillo y Johnny Abbes García. De lo contrario, nos hubieran
liquidado a todos».
La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“en un accidente que
se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo
placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río
Guazumal”.
La realidad fue que estas damas fueron eliminadas a garrotazos y palos .
Este vil asesinato fue la gota que lleno el vaso de la Dictadura Trujillista
Así salió publicado en la prensa al otro díala reseña de "accidente " .La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“Trujilo le manda a Ciriaco de La Rosa, uno de sus criminales y
esbirros más desalmados, como refuerzo para ejecutar la orden. Aun así,
no la cumplieron en la primera acechanza. Y cuando Trujillo les reclamó,
alegaron, con razón que en ese viaje fueron con niños"
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Porfirio Rodríguez, nieto del
revolucionario antitrujillista Juan Rodríguez e hijo del revolucionario
de la Raza Inmortal José Horacio Rodríguez, respondió este miércoles
indignado las afirmaciones de Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel
Domínguez Trujillo, nieto del dictador, de que no fue Rafael Leónidas
Trujillo quien ordenó asesinar a las hermanas Mirabal.
Porfirio Rodríguez afirmó que no sólo el dictador dio la orden para
matar a Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, sino que expresó que
aunque viajaran con sus niños debían ser asesinadas junto con ellos.
En un extenso comentario agregado debajo de la entrevista que
Acento.com.do hizo al nieto del dictador Trujillo con motivo del 51
aniversario del ajusticiamiento, Rodríguez expresa su indignación por
las afirmaciones del hijo de Angelita Trujillo, y sostiene que hasta el
profesor Euclides Gutiérrez Félix, admirador y nostálgico de la
dictadura, ha argumentado que nadie se atrevía a dar esa orden (de matar
a las Mirabal), que no fuera el mismo generalísimo en persona. A continuación la respuesta de Porfirio Rodríguez a Luis José
Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, nieto del dictador.
“Da vergüenza ajena ver a este nieto de Trujillo ufanarse sonriente
porque, en el grado de abyección, cobardía y adulación a que Trujillo
degradó parte del país, hubo hombres que le ofrecieron sus hijas o sus
esposas al déspota. “Eso sólo es un ejemplo de la denigración en que se
vivía y de las aberraciones a que el tirano llevo al país.
"Trujillo ordenó que hasta si iban con niños los mataran y los tiraran también, pues se supone que sería un accidente"
“¿Como puede decir que Trujillo era un nacionalista, si su carrera
militar la inició poniéndose a las órdenes de un ejército invasor, bajo
la bota del ejército yanki al que sirvió vilmente, persiguiendo a los
patriotas que resistían, ellos sí con nacionalismo, a la funesta
invasión norteamericana del 16 al 24?.
“Ofende la inteligencia de los dominicanos al pretender decir que su
abuelo no fue que ordenó asesinar a las hermanas Mirabal. ¡¡Por Dios!!
“Es que hay que ser cínico y temerario para insinuar tal disparate (o
hijos o nietos del asesino que tienen que vivir con esa vergüenza y
estigma, que tienen que engañar y distorsionar para tener que conciliar
sus conciencias).
“Hay que ver el contexto en que Trujillo ordena ese horrendo crimen.
Noviembre del 60. En julio había fracasado el atentado de asesinar al
presidente Betancourt de Venezuela por parte de Trujillo. La OEA
(incluyendo el gobierno yanki) le impuso sanciones económicas y
diplomáticas totales a Trujillo y su régimen por ese atentado, desde
agosto del 60.
“Trujillo tuvo que hacer renunciar a su hermano Negro y coloca a Balaguer como presidente títere.
“La mayoría de los trujillistas, viendo el bloqueo de la OEA y la
posición de los norteamericanos veían que ya a Trujillo le quedaba poco.
“Las cárceles seguían con jóvenes presos y la resistencia interna
crecía. Los calieses le informaban a Trujillo de la resistencia, y la
simpatía que generaban las hermanas Mirabal, a las que no les perdía la
vigilancia.
Ordena trasladar los esposos (de las Mirabal), presos en La
Victoria, a Puerto Plata. Y ordena al SIM asesinarlas cuando vayan a
visitar sus esposos.
El
propio Alicinio Peña Rivera, jefe del SIM de Santiago le dijo a
Trujillo: “Jefe yo no tengo personal suficiente y capaz de matar a esas
dos mujeres” (la orden original era contra Minerva y María Teresa).
“Trujilo le manda a Ciriaco de La Rosa, uno de sus criminales y
esbirros más desalmados, como refuerzo para ejecutar la orden. Aun así,
no la cumplieron en la primera acechanza. Y cuando Trujillo les reclamó,
alegaron, con razón que en ese viaje fueron con niños.
“Después Trujillo ordenó que hasta si iban con niños los mataran y los tiraran también, pues se supone que sería un accidente.
“Finalmente, en la ocasión que ocurrió, las acompañó su hermana mayor
Patria y, al igual que el compañero Rufino de la Cruz, a todos los
mataron a garrotazos y simularon el accidente.
“El propio Euclides Gutiérrez, admirador y nostálgico de la
dictadura, y que no desaprovecha cuanta oportunidad o resquicio
encuentra para alabar algo de Trujillo, ha afirmado que decir que no fue
Trujillo que ordenó y supervisó la ejecución de ese crimen es un
disparate. Que aquí nadie tenía la autoridad de movilizar al SIM, coto
cerrado bajo sus estrictas órdenes, para llevar a cabo un crimen tan
horrendo y de tanta implicación política.
“Ramfito se la pasa diciendo que la dictadura tuvo luces y
sombras.... Eso lo tiene este gobierno y el de Hipólito (por cierto su
primo, por los Domínguez y trujillista nostálgico confeso).
“La era de Trujillo tuvo muchas más sombras que luces.. Es más, fue
una LARGA NOCHE OSCURA QUE DURO 31 AÑOS y que hoy 30 de Mayo, Día de la
Libertad, aunque tenemos muchas lacras e injusticias que superar, no
podemos olvidar”.
Porfirio Rodríguez
En
honor al martirilogio de las hermanas Mirabal, Autor : TONY PINA
Obligadas a punta de pistola a
desmontarse del jeep Land Rover en el que regresaban a Salcedo por cinco
matones que bloquearon el paso de la antigua carretera Duarte, con un
carro “cepillo” atravesado en el puente Marapicá, las víctimas fueron
metidas a empujones a una casa de adobe y caoba situada en las
inmediaciones de La Cumbre.Allí, un día como hoy, hace 51 años,
aguardaba a los matones el capitán Alicinio Peña Rivera para asegurarse
que esta vez se cumpliera el macabro plan de asesinar a las hermanas
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y de Rufino de la Cruz, no sólo
un chofer, sino un amigo solidario de la familia, consciente del riesgo
que asumía.
Ciriaco de la Rosa, quien llegó a Santiago una semana
antes para coordinar el crimen, asignó una víctima por cada uno de los
cuatro matones, tras recibir la orden del exterminio impartida por Peña
Rivera, a la sazón jefe en el Cibao del Servicio de Inteligencia Militar
(SIM).
A palos y con pañuelos apretados al cuello para apagar los quejidos, se consumó la matanza.
Luego,
tiran los cadáveres al jeep que fue empujado al precipicio, mientras,
en la prisa de la impunidad, los asesinos huyeron del entorno cómplice.
“Dos
días después, en la página 9 del diario El Caribe, el periodista
Domingo Saint Hilaire hijo, escribíaa desde Santiago una crónica con el
lead de una pirámide construida con retorcidos datos policiales: “El
conductor de un jeep y tres hermanas que viajaban como pasajeras
murieron, al precipitarse el vehículo por un abismo de 50 metros de
profundidad, en la vía que enlaza la carretera de Luperón con la
autopista Duarte”. (El Caribe, página 9 del 27 de noviembre de 1960).
Cuando
se celebró el juicio a los asesinos, en junio de 1962, De la Rosa,
parado ante el juez Osvaldo Soto, quien conoció el expediente
instrumentado por el fiscal del Distrito Nacional, Rafael Valera
Benítez, confesó fríamente: “Después de apresarlas, las condujimos al
sitio cerca del abismo, donde ordené a Rojas Lora que se llevara una de
las muchachas. Cumplió la orden en el acto y se llevó una de ellas, la
de las trenzas largas (María Teresa). Alfonso Valerio eligió la más alta
(Minerva); yo elegí a la más bajita y gordita (Patria), y Malleta, al
chofer, Rufino de la Cruz. Ordené a Pérez Terrero que permaneciera en la
carretera para que avisara si se acercaba algún vehículo o alguien que
pudiera enterarse”.
En esa ocasión en que declaró al tribunal,
sin que en su ceño se advirtiera señal de arrepentimiento, acaso sí de
satisfacción, el confeso asesino relató que se dirigió a Peña Rivera con
la siguiente expresión: “Señor, misión cumplida”.
En su libro
“Trujillo y yo” (página 68), Jhonny Abbes García, que en ese entonces no
dirigía el SIM porque estaba al frente de las agresiones contra la
jerarquía católica, refiere que el general José René Román Fernández
(Pupo), secretario de las Fuerzas Armadas, instruyó al mayor de la
Marina, Candito Torres Tejada, titular interino del SIM, para que
asumiera personalmente la operación. l
Acciones previas a los asesinatos
El
18 de mayo de 1960, Minerva y María Teresa fueron juzgadas y condenadas
a tres años de prisión por “atentar contra la seguridad del Estado”. En
el mismo juicio fueron condenados Manolo Tavárez Justo y Leandro
Guzmán, esposos de Minerva y María Teresa. Los cuatro comenzaron a
purgar sus condenas en la cárcel de La Victoria, pero el 9 de agosto, en
un gesto extraño de la dictadura, las dos hermanas fueron puestas en
libertad.
A finales de ese mes, Manolo y Leandro fueron
trasladados a la cárcel de Salcedo, aunque no habían transcurrido dos
semanas cuando se les confinó en la cárcel de Puerto Plata, alegándose
que el régimen había descubierto un arsenal de armas en manos de
dirigentes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio.
En
realidad, el plan criminal contra las hermanas Mirabal había sido puesto
en marcha. Se buscaba eliminarlas en una de las visitas a sus maridos,
plan que se frustró el 18 y el 22 de noviembre porque en ambas ocasiones
los esbirros argumentaron que las Mirabal andaban en compañía de niños.
De ahí que el propio Peña Rivera supervisara el fiel cumplimiento del
plan.
CIRIACO DE LA ROSA
Jefe del grupo de matones
Ciriaco
de la Rosa llegó a Santiago en un “cepillo” del SIM el 15 de noviembre y
ese mismo día constató a Ramón Emilio Rojas Lora, Alfonso Cruz Valerio,
Néstor Antonio Pérez y Emilio Estrada Malleta, de origen cubano, para
llevar a cabo los asesinatos.
Dijo que fue testigo de excepción de la orden que terminó con las tres hermanas
SANTO DOMINGO. El
comandante constitucionalista Evelio Hernández reafirmó que Rafael L.
Trujillo Molina ordenó a Johnny Abbes García dar muerte a las hermanas
Mirabal. Con su afirmación contradice la versión de Angelita Trujillo,
en el sentido de que Luis Amiama Tió, uno de los ajusticiadores del
tirano, y Segundo Imbert Barreras habían tenido participación en la
planificación y ejecución de ese crimen.
En una carta enviada a
este diario, Hernández explica que fue testigo de excepción de la orden
de ejecutar a las Mirabal por ser parte de la XII Compañía del Ejército
Nacional, ubicada en San Cristóbal y donde existía un sistema de radio
para la comunicación que recibía las instrucciones y órdenes
confidenciales que daban los altos mandos de las Fuerzas Armadas.
Hernández
narra que el 25 de noviembre de 1960 se encontraba en la unidad de
radio junto al sargento mayor Darío Piña cuando "entre las doce y doce y
media (del día) llamaban insistentemente al capitán Alicinio Peña
Rivera, quien estaba de puesto en Santiago, y se le preguntó: "Cuántos
cocos tiene hoy la mata de cocos de Puerto Plata, y éste contestó:
cuatro. Y la orden que siguió a la respuesta fue un tajante: túmbelos
los cuatro".
Al día siguiente, agrega Hernández, "la noticia de
la muerte de tres de las hermanas Mirabal y del chofer del vehículo que
las transportaba, Rufino de la Cruz, consternaba a toda la sociedad
dominicana".
"Inmediatamente concatené lo escuchado en la radio
con la muerte de las tres heroínas y el chofer (pues era coherente que
éstos fueran los cuatro cocos)", detalla Hernández.
Otra prueba
de su planteamiento es una conversación que sostuvo años más tarde con
Porfirio Dante Castillo (Popi), subjefe de la Marina de Guerra, en la
que participó también Ramón Montes Arache. Según la versión de
Hernández, Popi les contó que Johnny Abbes le propuso una noche en una
fiesta de la Marina, la eliminación física de Minerva Mirabal, por el
nivel de agitación que mantenía en el Cibao central, pero él le
respondió que no "mataba mujeres".
Sostiene que ante la negativa
de Popi, Abbes cambió de estrategia y gestionó que nombraran al capitán
Basilio Camilio, un hombre de su confianza, como gobernador de Salcedo,
tierra de las Mirabal.
En su versión de los hechos, Hernández
indica que "después de tomar posesión y de unos meses en el cargo, por
mandato de Abbes, Basilio Camilio aprovechó otro encuentro con 'El Jefe'
para reiterarle que si no hacía algo con Minerva Mirabal no se
garantizaba el Cibao Central, a lo que Trujillo contestó: 'Hagan lo que
sea'".
“Trujillo era un asesino político”
Euclides Gutierrez no esconde por sus comentarios y exposiciones su
admiración por la figura de Trujillo,sin embargo es justo y
desapasionado cuando analiza el caso del asesinato de las hermanas
Mirabal .Del blog de José Peguero recogimos esta información, que a su
vez él toma como fuente de opiniones vertidas por el abogado y politico
en un programa de la emisora Z101.
“Trujillo era un asesino político”, que rompió
todos los límites de la prudencia, aseguró hoy el historiador, Euclides
Gutiérrez Félix, al referirse en El Gobierno de la Tarde, de la Z101, a las
afirmaciones que hace Angelita Trujillo en su libro “Trujillo, mi padre”.
Gutiérrez Félix rechazó la afirmación de que el
asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, a fines de
1960, fue ordenado por Luis Amiama Tió, uno de los conspiradores para matar al
dictador dominicano, al entonces secretario de las Fuerzas Armadas,José René –
Pupo – Román.
Aseguró que un crimen
de esa naturaleza sólo podía hacerse en el país con el conocimiento y apoyo del
dictador Rafael Leonidas Trujillo.
Dijo que la afirmación de la hija más pequeña del
dictador es descabellada y consideró que “no se ha conocido un absurdo mayor”
en torno a la historia dominicana.
Quién dio la orden de matar a las Mirabal fue Trujillo, según
Joaquín Balaguer
Por AquilesJulián
“Trujillo
utilizó la simulación hasta para engañar a sus propios hijos”.
Joaquín
Balaguer
El
crimen de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal y el chofer
Rufino de la Cruz a manos de sicarios del Servicio de Inteligencia Militar,
SIM, ocurrió el 25 de noviembre del 1960 mientras Joaquín Balaguer fungía de
presidente títere de la tiranía.
Balaguer
había asumido la indecorosa posición el 3 de agosto de 1960, en una jugarreta
destinada a aparentar una liberalización del país, tras las sanciones impuestas
por la OEA a nuestra república debido al atentado a la vida del presidente
venezolano Rómulo Betancourt.
Frente
al intento renovado de los nostálgicos de la tiranía por confundir y engañar a
dominicanos ingenuos que desconocen la verdad histórica, queriendo atribuir la
responsabilidad de ordenar el crimen a uno de sus ajusticiadores: el Lic. Luis
Amiama Tió, calumnia que aparece formalmente registrada en el libelo “Trujillo,
Mi Padre en Mis Memorias”, que firma su hija Angelita Trujillo, es oportuno
recurrir a un testimonio muy oportuno, el del presidente títere en ejercicio
para cuando sucedió la tragedia.
Calumniar,
mentir y desinformar son viejos recursos trujillistas en que todos los serviles
a aquella satrapía pulieron sus dotes.
De
hecho, Balaguer mismo se llevó montones de secretos a la tumba, porque era
cómplice de muchas de las inconductas de aquel régimen. Pero hubo ocasiones en
que quiso deslindar responsabilidades.
Como
este crimen horrendo aconteció bajo su presidencia nominal, buscó aclarar con
esa particular tesitura suya de dar a entender y señalar indicios, propia de
quien elude incriminarse más de la cuenta.
EL LIBRO PENDIENTE DE BALAGUER
Balaguer
mismo dejó un libro que todavía no ve la luz, aunque anticipó algunos capítulos
en su obra “La Palabra Encadenada”:
es su libro sobre la tiranía trujillista.
Balaguer
mandó que ese libro se publicara, si es que alguna vez ve la luz, veinte años
después de su muerte, es decir, a partir del 2022.
Sin
embargo, publicó algunos capítulos. Esas páginas son un verdadero retrato más
que de Trujillo de la profunda distorsión moral del propio Balaguer, atrapado
en la colaboración servil a un criminal frente al cual padecía tanto atracción
como repulsión. Y esa doblez permea cada palabra, cada adjetivo.
Triste
destino de quienes venden, como él, su alma al diablo literalmente.
El
libro que previsiblemente se publicará será un monumento a la inmoralidad de
una intelectualidad que arrojó valores, principios, cordura y decencia tras
puestos, canonjías y migajas, y que no vacilaron en convertirse en calieses y
sicarios.
Balaguer
se emplea a fondo para mostrar que su abyección no fue exclusiva, que fue común
a muchas otras figuras que luego quisieron venderse como decentes, impolutas,
sanas.
Por
ejemplo, un párrafo sirve para mostrar a su cofrade, el historiador Emilio
Rodríguez Demorizi, en su papel de calié.
Hablando
sobre la Carta Pastoral que la iglesia católica hizo leer en las iglesias el 25
de diciembre de 1959 y que encendió la irá de Trujillo y marcó el comienzo de
su descalabro total, Balaguer, que era un maestro de las inferencias y las
connotaciones, que empleaba con suma meticulosidad las palabras, escribe: “La primera noticia se la dio por teléfono (a
Trujillo, AJ), Virgilio Álvarez Pina,
quien a su vez la obtuvo de boca de Emilio Rodríguez Demorizi” (La Palabra Encadenada, Pág. 310).
Ese “la obtuvo de boca de Emilio Rodríguez
Demorizi” señala a aquel como calié del régimen, algo que todo funcionario de la Era lo era, pues
era una precondición para tener una posición pública el ser calié. No hubo
nadie en la administración pública que no lo fuera, incluyendo al propio
Balaguer.
BALAGUER, DE PUÑO Y LETRA, SEÑALA
A TRUJILLO COMO MANDANTE DEL CRIMEN
Personalidad
tortuosa y amiga de la teatralidad y el disimulo, Trujillo gustaba de jugar con
la inteligencia de los demás y mantenía una farsa continua.
Balaguer
lo pinta en una frase concisa: “Fingía a
toda hora y en todas las ocasiones”.
Entonces,
nos cuenta el asunto que nos interesa: la responsabilidad de Trujillo en aquel
crimen inmundo.
Leamos
a Balaguer:
“Sus simulaciones eran muchas veces
cínicas. Cuando las hermanas Mirabal fueron asesinadas y se hizo pública la
especie de que habían perecido en un accidente en la carretera Luperón,
Trujillo llamó a su residencia de Fundación al mayor Cándido Torres, encargado
en esos momentos de los Servicios de Seguridad. “¿Qué hay de nuevo?” , le preguntó
con aire despreocupado. Cuando el interpelado empezaba a informarle sobre las
últimas novedades del departamento a su cargo, Trujillo lo interrumpió para decirle: “Y no sabe usted que las
hermanas Mirabal han sufrido un accidente y que es posible que ese crimen se
achaque al Servicio de Inteligencia, como ocurre cada vez que muere alguien
señalado por el rumor público como enemigo del Gobierno? Váyase seguido y
adopte las medidas que sean de lugar para que ese acontecimiento casual no se
tome como pretexto para un escándalo”. El Mayor Torres salió de allí
confundido. La muerte de las hermanas Mirabal había sido largamente elaborada.
La orden había llegado hasta el Servicio de Seguridad, pero los mismos sabuesos
que se habían formado en esa escuela de crímenes habían retrocedido ante esa
monstruosidad. Johnny Abbes García, cerebro diabólico que introdujo en el
presidio de “La Cuarenta” los sistemas de tortura más odiosos, escurrió el
bulto a semejante iniquidad y precipitó con ese fin el viaje que hizo a fines
de 1960 a Chevoslovaquia y a otros países situados tras la Cortina de Hierro.
El Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, general José Román Fernández, a
través de quien fue transmitida la orden, tuvo que hacer uso de toda su
autoridad para que se cumpliera el hecho horrendo. Una vez consumada la
iniquidad, sin duda el más repugnante de los crímenes realizados durante la Era
de Trujillo, el responsable del hecho se presentaba ante sus propios esbirros
como un ser inocente que había sido abrumado por la noticia. Algunos días
después, pasando frente al precipicio en que las tres hermanas fueron
victimizadas, Trujillo hizo detener su automóvil para decir a su acompañante,
el señor Virgilio Álvarez Pina: “Aquí fue donde murieron las hermanas Mirabal.
Qué Dios las tenga en gloria” (La Palabra Encadenada, Págs.316-318).
La
narración de Balaguer muestra claramente quién ordenó el crimen: el propio
Trujillo, al que llama “el responsable
del hecho”. Si alguien sabía eso, era Balaguer, en cuya presidencia
aconteció el crimen.
UN LAPSUS LINGUAE DE TRUJILLO
Sigmund
Freud describió en su libro “Psicopatología
de la vida cotidiana” el lapsus linguae, el error involuntario al hablar
que ponía en evidencia una verdad que el individuo hablante intentaba reprimir
y ocultar.
El
lapsus linguae, el resbalón de lengua, declara inconscientemente aquello que el
perpetrante persigue ocultar. Su habla lo traiciona.
Y
Trujillo, en el relato de Balaguer, incurre en uno.
Cuando
le dice al Mayor Cándido Torres, mismo que había cursado la orden para asesinar
a las Mirabal que provenía de él, de Trujillo: “¿Y no sabe usted que las hermanas Mirabal han sufrido un accidente y
que es posible que ese crimen se
achaque al Servicio de Inteligencia, como ocurre cada vez que muere alguien
señalado por el rumor público como enemigo del Gobierno?”, Trujillo se
denuncia a sí mismo al calificar de crimen lo que él mismo antes tildaba de
accidente.
Su
inconsciente lo traicionó.
Balaguer
recogió y preservó la conversación para la posteridad.
Y puso
en ella la evidencia de la culpabilidad del propio Trujillo en el crimen, pese
a su teatralidad y a su simulación.
Quería
que se supiera bien quién era el responsable, de forma que esa sangre no le
salpicara, algo que él no podía impedir porque era una de las principales
figuras del régimen que asesinó a las Mirabal y la sangre de esas mártires
también a él lo embarra.
UN ESTADO ASESINO Y DE ASESINOS
La
tiranía trujillista instaló un Estado asesino, integrado por asesinos y
servidores de asesinos.
Nadie
escapó a esas responsabilidades.
El
mismo Balaguer, cómplice de Trujillo y presidente nominal por entonces del
país, escribe que “La muerte de las
hermanas Mirabal había sido largamente elaborada”...
DEL ARTICULO REVISIONISMO HISTORICO Y TRUJILLO Por Carlos Báez
"Trujillo se inicio en el poder con el crimen de una mujer la esposa de
Martínez Reyna estando embarazada , con su gente mató miles por razones
políticas ,torturó ,desapareció ,”accidento” y colmó de terror a todos
los que no le amaban con fé y devoción en 31 años.Por ultimo para
coronar su “maravillosa” administración, terminó su régimen así como
comenzó: eliminando mujeres ,con el crimen horrible de las hermanas
Mirabal que cada 25 de Noviembre cumple un año mas de triste
recordación .Inspirado en esto se creó en 1999 el día internacional de
la no violencia contra la mujer.
Contrario a las mentiras que han dicho últimamente sobre este
horrendo ,atroz y desafortunado hecho como parte de la revisión
peyorativa de la historia particular de la familia del dictador ,su pariente , amigo y
colaborador de toda una vida Don Virgilio Alvarez Pina (Don Cucho )dice
en relación a este vulgar asesinato en la pagina 151 de sus memorias :
“Trujillo se refería a esto como un acontecimiento ajeno a su voluntad,
pero los que le rodeábamos sabíamos que ordenes de esa naturaleza no
podían provenir de ninguna autoridad inferior al arbitro nacional y
mucho menos producirse sin su consentimiento expreso”
¿Qué fue de los asesinos de las Hermanas Mirabal?
Eva Alvarez
El 27 de junio de 1962, comenzó el juicio contra los asesinos de las Hermanas Mirabal.
Después de más de treinta sesiones, el 25 de noviembre de ese mismo año
la Cámara Penal Nacional dominicana condenó a Manuel Alfonso Cruz
Valerio, Emilio Estrada Malleta y Ramón Emilio Rojas Lora a 30 años de
prisión y trabajos públicos y a Ciriaco de la Rosa, Néstor Antonio Pérez
Terrero, Víctor Alicinio Peña Rivera y Cándido Torres Tejada (prófugo) a
20 años de prisión y trabajos públicos.
Montes Arache puso en libertad a Peña Rivera
Durante la Revolución de 1965, el ex jefe de la marina de guerra y por
aquel entonces militar constitucionalista Manuel Ramón Montes Arache
tuvo a bien poner en libertad a Peña Rivera. Ex jefe del SIM en el
Cibao, hubiera salido de la República Dominicana tras el ajusticiamiento
del tirano con los Trujillo de no haber sido detenido por el general
Pedro Ramón Rodríguez Echavarría. Pocos meses después, el resto de los
asesinos serían puestos en libertad por el entonces coronel Neit R.
Nivar Seijas. Ninguno de los asesinos de las heroínas de Salcedo cumplió
más que cuatro años de prisión.
¿Qué ocurrió, tras su puesta en libertad, con los asesinos de las Mirabal?
Asesinos de las Hermanas Mirabal durante el juicio
Victor Alicinio Peña Rivera: Gracias a sus contactos militares, logró
escapar hasta Puerto Rico. Más tarde se radicó en Estados Unidos,
concretamente en Miami. Se dedicó a vivir de las rentas dictatoriales,
escribiendo sobre Trujillo y el play-boy y maltratador de mujeres
Porfirio Rubirosa. Llegó incluso a volver a la República Dominicana,
presumiendo de su conciencia tranquila y categoría de mandado,
ofreciendo entrevistas a todo el que lo quisiera escuchar. Sus víctimas y
el pueblo solidario reaccionaron con coraje y abandonó el país con
protección y trato de favor. Murió de cáncer en Puerto Rico durante el
año 2001.
Ciriaco de la Rosa: Se mudó a Lawrence con Estrada Malleta, ludópata al
igual que él, terminando a mal por líos de juego. Siendo entrevistado,
mantuvo la actitud victimista del juicio, dando a entender que él no
tuvo otro remendio que actuar según órdenes. Lo que olvidó este
mentiroso patológico, fue mencionar otros de sus funestos crímenes, como
los de Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza, por poner alguno entre
tantos ejemplos. Sus hijos también lo calificaron de excelentísimo padre
y sus vecinos destacaron que siempre saludaba. Murió en el mismo
Lawrence durante 2002.
Candito Torres: Fue el único que nunca entró en prisión. Salió de
República Dominicana con los Trujillo, no siendo nunca extraditado. No
me consta que haya muerto en La Vega, como por ahí he llegado a leer,
inclinándome más por la opción de que aún vive en Estados Unidos.
Cruz Valerio: No he logrado averiguar nada de él, pero al igual que
Ciriaco de la Rosa y otros demonios de la dictadura trujillista se
cambiaron el nombre; probablemente éste hiciera lo mismo.
Estrada Malleta: Tras su pelea con Ciriaco de la Rosa, se trasladó a
vivir a Miami. Cubano de Batista -lo que comunmente conocemos como
gusano-, también modificó su identidad a posteriori. Se comenta que pudo
morir en los últimos años, noticia no confirmada.
Rojas Lora: Continuó viviendo en República Dominicana. Pese a las
murmuraciones, nadie se atrevió a hacerle nada. No le dio buena vida a
su familia, dejándolos llenos de problemas y sin un centavo. Murió a
consecuencia de una caída en el barrio de Los Mina, uno de los más
pobres y conflictivos de Santo Domingo, hace algunos años.
Pérez Terrero: No sé mucho de su vida, lo único que me consta es que ya murió.
Lo que me pasma es que nadie tuviera las agallas de volver a
enjuiciarlos -consecuencias de que aún muchas manos manchadas de sangre
permanezcan en posiciones privilegiadas-, de devolverlos a la cárcel -de
donde nunca debieron salir-, ó de hacerles probar directamente de su
propia medicina.
Minou pide desterrar el trujillismo a 50 años de los asesinatos de su madre y tías
Autor: Miguel Cruz Tejada
NUEVA
YORK._ Minou Tavarez Mirabal, hija de Minerva Mirabal Reyes y diputada
por el PLD pide al país desterrar para siempre el trujillismo del que
dice, algunos proyectos políticos quieren resucitar.
La hija de Minerva Mirabal, una de las heroínas que hace 50 años
fue asesinada junto a sus hermanas Patria, María Teresa y el chofer
Rufino de la Cruz por órdenes directas del dictador Rafael Leonidas
Trujillo Molina (Chapita), pidió anoche al pueblo dominicano desterrar
para siempre el trujillismo y dijo que en cada rinconcito del país,
mucha gente aún con sus pocos recursos, han rendido homenaje a las
víctimas, con lo que les están diciendo “no” aquellos que quieren que
haya un retroceso.
Minou, que es diputada del PLD hizo el pedido en
un mensaje telefónico que envió anoche a compañeras y compañeros de su
partido durante la celebración del acto “Mariposas Inolvidables”,
señalando que los tienen proyectos políticos con los que ansían la
vuelta a la tiranía y queriendo promover un trujillismo que fue
exterminado cuando fue ajusticiado el tirano en 1961.
“Tenemos que enterrar ese capítulo del 30 de mayo
del 61 y terminar de eliminarlo de la cultura dominicana para dejarlo
atrás y sacar esa hoja de nuestra historia, escribiendo la de la patria
que soñaron y por la que dieron sus vidas, no sólo las hermanas Mirabal,
sino miles de hombres y mujeres dominicanas”, agregó la legisladora.
Exhortó a los dominicanos a unirse en el grito de
“no pasarán” y trabajar cada vez más para construir la patria a las que
aspiraron los padres y las madres de las generaciones pos Trujillo y
que les fue negada.
“No podemos volver a vivir el atropello, el
asesinato, el robo y la falta de posibilidades de expresarse y querer
decir lo que piensan, como ocurría en esa época durante la cual, nadie
podía estar reunidos como está ustedes ahora”, añadió Minou.
“Las hermanas Mirabal y cientos de hombres y
mujeres a través de la historia, han dado sus vidas por amor a una
República Dominicana a la que ustedes contribuyen a construir con sus
aportes. Estamos luchando por un país mejor cada día y en el que las
mujeres tengamos más participación y podamos contribuir a la
democracia”, precisó.
Indicó que ese es el mensaje y el legado más
importante que se puede recibir de su madre Minerva, Patria y María
Teresa y que es reconocido en todos los rincones del mundo”.
Dijo que el ejemplo de las heroínas, debe servir
para que las mujeres dominicanas y del mundo, se sumen al activismo
político para fortalecer la democracia.
La legisladora oficialista expresó que en estos
días de conmemoración de medio siglo de la democracia dominicana, ese
episodio de la historia, no debe repetirse nunca jamás, para que ningún
dominicano y dominicana, no vuelva a sufrir la falta de derechos,
libertad de expresión, trabajar por lo quieran.
En su página de Facebook, la diputada peledeísta
escribió el pasado domingo que “y es también gritar que nunca estuvieron
ellas tan vivas como lo están hoy, en este pequeño segundo en que se
convierten cincuenta años de ausencia, cuando la democracia, la libertad
y el amor siguen siendo, como siempre, al igual que el de ellas,
nuestro propio y actualísimo reto!”
Recordando a mi Honorable Padre Asesinado por Ramfis y Tirado al Mar su Última Morada
Desde entonces te he buscado, mi vida no ha sido vida, tu presencia
está siempre detrás de mis ojos. En todos los acontecimientos
importantes, en todas las decisiones, en todas las enfermedades,
tristezas y golpes de la vida, Siempre como el eje, el aguantador, el
responsable. Mi padre es el control de mis fronteras cuando salgo con
mis amigos, es como las leyes pregonaba en la casa y me vienen a lamente
en el momento en que mas las necesito, Es la solución de lo que a mi me
parece un imposible.
Es el modelo que yo critico por fuera y admito por dentro, es el
control que a veces le echo en cara, porque me creo todo un hombre...y
luego la vida me demuestra que lo necesito. Es ese modelo fuerte, seco,
sabio conocedor, que habla sin titubeos y descubre lo que yo no me
atrevo a confesar, Es ese hombre jacarandoso y bromista, que le quita a
la vida ese sello adusto y aburrido que tanto detesto. Es el padre que
siempre tuvo tiempo para mi y todo lo que me era importante le
interesaba.
Es como la voz y sin embargo, nunca contradijo a mi madre cuando ella
decidía algo. Es el padre que conocía los peligros antes que yo, y me
alertaba, me prevenía, me ponía en guardia, Es el padre que leía en mis
ojos lo que yo quería ocultar y adivinaba de mi corazón lo que no quería
mostrar a nadie,.
Y así, me fue enseñando a crecer poco a poco. En cada triunfo nunca
me dejó envanecer, lo medía por lo que me había costado conseguirlo, y
por la ayuda que recibía de Dios. Cuando fracasaba, no me hería, ni me
recriminaba, ni acusaba, Me mostraba el rayito de luz para seguir y el
huequito que siempre deja Dios para reconstruirme, sin quedar mas
cicatrices que las del amor, Jamás me abandonaba a mi suerte, pero
tampoco quitó todo radio de acción para que pueda realizarme solo.
Siempre estaba sobre aviso, para llegar a tiempo. No me amarraba las
alas: me enseñaba a volar, No me disfrazaba los peligros: me daba el
alerta para protegerme. No me amarraba los pies: me enseñaba a caminar'
No me construía el edificio; me ponía los cimientos. No me educaba a lo
antiguo, ni me dejaba hundir en lo moderno, No me impedía divertirme,
pero me hacía entender los niveles, los muros, la fuerza que llevaba
dentro para cuando sea necesario oponerme.
Se puede no aceptarlo a pie juntillas, pero siempre buscaba la forma
de que nuestras vidas encajen, Era un hombre de cubierta dura, pero con
una húmeda ternura que la ablanda, Un hombre que parecía inflexible,
tenaz, indoblegable, pero puerta adentro, tenía incrustado el oro en el
corazón y pinceladas de cielo en las ilusiones.
Tiene el tronco recio, pero con una pulpa dulce. La corteza gruesa,
pero aterciopelada por debajo. La cascara seca pero derretida la
semilla.
La voluntad de acero, la vista de Aquila y el corazón de niño 'Mi
padre era un hombre bueno hacía bien sin que lo beneficien. Todo lo que
me daba era con alegría y lo que ponía en mis bolsillos pasaba como arte
de magia a prenderse en mi corazón.
Leemos en su ejemplo y su trabajo para nosotros el mejor libro que
puede brindar la biblioteca de la vida. Quiso siempre brindarnos una
niñez feliz, una adolescencia protegida, una madre respetable y un hogar
con orden y dignidad, No le pesaba la carga, mas bien parecía que Dios
se la confió como mucho "honor " Mi padre es ese que experimentó lo que
yo quiero conocer y me sirvió de maestro. Es ese que modeló su vida y me
sirvió de ejemplo. Es ese que está vinculado a mi vida con un lazo que
nadie podrá romper. Lo trato como un ser "Único "un ser dispuesto,
vigilante, ayudador, amoroso, que nos quiere y nos cuida
Lo trato con todo lo humano, lo divino, lo sensible, lo hondo y lo
enaltecedor que es tener un padre así. lo trato toda una vida como un
verdadero merecedor hijo, Padre en mi tú nunca has muerto mientras tenga
un hijo como lo he sido y lo seguiré siendo,
tu hijo, Víctor Martínez Díaz:::::::Ese militar que usted está viendo
en esta foto es la imagen de mi padre el teniente E.N. José Manuel
Núñez y Núñez quien fue inhumanamente asesinado, personalmente por
Ramfis Trujillo quien ordenó desaparecer su cadáver y los de sus dos
hijos, también asesinados y arrojados al mar los sargentos E.N.
Wenceslao Taveras "Martin" Jorge Taveras.
Fraternalmente
Víctor Martínez Díaz
P.O.Box 2220
Providencia Rhode Island 02905,E.U.A
E-mail;
fumape1@gmail.com
La informacion dada del hecho fue la siguiente :
“en un accidente que
se presume ocurrió cuando el conductor perdió el control del vehículo
placa J-19488, y cayó unos 50 metros, deteniéndose en la margen del río
Guazumal”.
La realidad fue que estas damas fueron eliminadas a garrotazos y palos .
Este
vil asesinato fue la gota que lleno el vaso de la Dictadura Trujillista
,la ceguera creada por la desinformacion ,la promocion del culto a la
personalidad del tirano que subyugaba la psicologia del pueblo y el
terror impuesto por su regimen ,empezo a flaquear ante esta ignominia y
la gente desperto.
Trujillo fue - ¡ por fin! - ajusticiado a tiros la noche del 30 de mayo de l961................... Mary Jerez
"Qué si fuere mil veces esclava
otras tantas ser libre sabrá”.
MONUMENTO A LOS HEROES DEL 30 DE MAYO.
Silvano Lora
Luego de decapitada la dictadura empezó a organizarse el país, entonces
en junio de 1962 se realizo el juicio por el vil asesinato de las
hermanas Mirabal y el chofer Rufino de la Cruz.
"Los autores
materiales del cuádruple crimen, Ciriaco de la Rosa, Alfonso Cruz
Valerio, Emilio Estrada Malleta, Ramón Emilio Rojas Lora y Néstor
Antonio Pérez ,como complices :fueron juzgados Sandito Almonte, Cándido
Torres Tejada (Ausente en el juicio), jefe de Operaciones del Servicio
de Inteligencia Militar en la estación Central en Ciudad Trujillo,
Víctor Alicinio Peña Rivera, jefe de Operaciones del SIM en el Cibao,
Silvio Antonio Gómez Santana, Viterbo Alvarez (Pechito), Pedro Peña
Ortiz y David Olivero".
La mayoría de estos fue condenado a 30 años
de prision ,a excepción inexplicablemente de Ciriaco de la Rosa que le
dieron 20. Muy corto tiempo despues con la ayuda de grupos militares
Trujillistas fueron provistos de pasaportes y sacados del país.
"Muchos
de ellos han muerto en distintas circunstancias, otros , muy pocos, se
encuentran vivos gozando de la impunidad que les permitió la complicidad
oficial y un pueblo con ansias de libertad y a veces un poco
olvidadizo".Arq.Raffi Genao
ALGUNAS HISTORIAS SOBRE TRUJILLO
Trujillo fue acusado de cuatrero ,violador y otros delitos
El primer asesinato de la Era de Trujillo en el año 1930, sucedió en Sosúa, Puerto Plata; lo fue el agricultor José Joaquín Pelegrín (a) Culula.
Trujillo hizo matar a Martinez Reyna y su esposa embarazada
Con posterioridad a la muerte de Cipriano
Bencosme por ordenes de Trujillo en 1930 , varios miembros de su
familia fueron asesinados, entre ellos Sergio en el 1935 en Nueva york
,mas tarde Toribio y Donato Bencosme.
En 1931 Trujillo dispuso el asesinato del senador Desiderio Arias.
La misma noche del crimen se personó en la casa del difunto y, sentado
junto al ataúd, veló hasta la mañana siguiente cuando decretó tres días
de duelo nacional.
Algunos hasta han dicho que era tan malo que no podía ser humano , que era un dictador reptiliano.El
28 de septiembre de 1937 en la mañana se inicio al sur de Dajabon el
exterminio de los residentes haitianos, los mataban con cuchillos, palos
y machetes con la intención de que pareciese un motín llevado a cabo
por campesinos dominicanos.intensificándose y expandiéndose a partir del
2 de octubre. Entre 12,000 y 25,000 nacionales haitianos fueron
asesinados en esta matanza, las cifras no son exactas debido al clima de
especulación preponderante en la época...la matanza de haitianos
continuo hasta el 15 de noviembre de forma disminuida y esporádica" Wanda Andujar .Monografia sobre el tema . EN EL TERREMOTO DEL 46Dos
señores, muy conocidos por su militancia antitrujillista, fueron
detenidos y acusados por la Policía de haber sido los que propagaron los
rumores de que el mar estaba entrando en la capital. Ambos fueron
condenados a seis meses de prisión correccional “por vagos y por alterar
la paz pública”.
Jesús de la Rosa .
Entre los muertos de la invasion de Luperón en 1949 estaban:
Gugu Henríquez “Dominicano”
Hugo Kunhart “Dominicano”
Salvador Reyes Valdez “Dominicano”
Manuel Calderón Salcedo “Nicaragua”
Alejandro Celva “Nicaragua”
Humberto Ramírez “Nicaragua”
Alfonso Leyton “Costa Rica”
El
8 de Diciembre de 1950, agentes encubiertos al servicio de Rafael
Leónidas Trujillo se presentaron en casa número 8 de la calle Cervantes,
en el reparto Sevillano en la Habana Cuba, secuestraron a Mauricio Baez , y nunca más se le volvió a ver. Andres Requena desaparecio misteriosamente en Nueva York en 1952
El 12 de marzo de 1956 se secuestro por orden de Trujillo Jesus de Galindez ,nunca aparecio. José Almoina,
autor de la obra “Una Satrapía en el Caribe” quien fue “atropellado”
por un automóvil en México en 1957 exclamando al morir: “Fue Trujillo”.
Despues de sufrir las mas crueles e inimaginables torturas,más de doscientos fueron fusilados en la 40 a raiz de la invasion del 14 de junio de 1959
Entre el 29 y el 30 de enero de 1960 fueron asesinados 27 jovencitos que provenían de los barrios de Pueblo Nuevo, Marilópez, Nibaje y el Callejón de San José de Santiago. Su líder, Wenceslao Guillén enfrentó las torturas y la muerte
Hoy,
cuarenta y siete años después, muchas madres no saben dónde están las
tumbas de sus hijos. Porque quien sabe donde reposan los restos mortales
de:
Wenceslao Guillén.Luis Prud Home- El Haitianito.Pedro Jaime
Tineo Tejada.Jorge Marín.Henry Stresse Cepeda- El Alemán.José Emilio
Soriano- Chepe.Porfirio Gómez.Manuel Medina.Ramón Mejía.Manuel Ramón
Liviano- El Chino-.Napoleón Sánchez Cabreja.Manolito González.Victor
González Pardi.Miguel Ramírez.Roque Peña.José Camilo Disla.Jorge
Khoury.Guarino Jiminián.Manuel Antonio Arias Villamán – El
Locutor.Anastasio Sudi Díaz - Millan-Domingo Russo.Eugenio Perdomo
Ramírez". Apuntes de Ramon Antonio Veras .
El 24 de junio de 1960 se efectuo el atentado
ordenado por Trujillo contra el presidente de Venezuela Romulo
Betancourt ,este "salió de entre las llamas de su vehículo con la cara y
las manos llagadas por el fuego ,parecio la explosión de 100 kilos de
dinamita ,se volcó e incendió el auto que iba delante y el del mismo
Betancourt, resultando muertos el coronel Ramón Armas Pérez, jefe de la
Casa Militar, otro oficial y el chofer del Presidente"
"La criminal acción, preparada por Johnny Abbes García,
se ejecutó con una bomba de alto poder explosivo accionada por
micro-ondas, colocada en un automóvil estacionado en una calle"
J.Armando Lora.
El 25 de Noviembre de 1960 ocurrio el brutal asesinato
de las hermanas Mirabal ,ordenado por el tirano .Este acto abominable
empezo a despertar la conciencia del pueblo Dominicano y asi seis meses
despues se decapito la dictadura con el ajusticiamiento el 30 de mayo
del sanguinario dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina .
EL COMPLOT DEL 30 de MAYO
MUERTO EL PERRO SE ACABO LA RABIA
Dos grupos complotaban para eliminar la tirania. El de Santo Domingo
liderado por Juan Tomás y Modesto Díaz y el de Moca por Antonio de la
Maza . El complot se habia realizado en dos partes:La eliminación de
Trujillo y luego el Golpe de Estado para celebrar elecciones libres .
LOS HEROES DEL 30 DE MAYO Antonio de la Maza,Salvador Estrella Sadhala,Huascar Tejeda,Roberto Pastoriza ,Antonio Imbert Barreras, Pedro Livio Cedeño , ,Amado Garcia Guerrero,Juan Tomas Diaz ,Luis Amiama Tio, Miguel Angel Baez Diaz y Modesto Diaz
Este
grupo de valientes son los héroes del 30 de mayo .Los primeros ocho
mencionados fueron el grupo de acción que jugo un papel de principalía y
coraje en el malecón de Santo Domingo, enfrentándose a tiros con el
hombre mas fuerte del país .Los otros cuatro fueron los tácticos y
hacedores de seguimiento al complot .
Cabe destacar a Tunti Cáceres como
parte del grupo de acción, quien fungiera como volante en las
simulaciones previas al hecho, por razones fortuitas del destino esa
noche estuvo en Moca y se acostó a dormir temprano para estar
descansando, todos pensaban que el día después del hecho era la fecha
esperada, pero el 30 de Mayo era cuando el universo fluía para que se
ajusticiara al tirano y así se diera inicio al comienzo de la libertad y
la democracia en República Dominicana.
Lograr esto bajo el régimen
de terror que se vivía en el país fue una verdadera hazaña, que no se
habría ejecutado sino hubiese sido con el concurso y la colaboración de
muchos hombres y mujeres que trabajaron tras bambalinas luego de que el
plan del complot de De la Maza y Juan Tomas Díaz se elaborara.
ALGUNOS DETALLES SOBRE EL REGIMEN DEL DICTADOR TRUJILLO
"Su
megalomanía es proverbial. Por la época de la celebración de los 440
años de fundación de la capital, Santo Domingo la ciudad más antigua de
América, bautizada así por Bartolomé Colón, el Generalísimo decidió
cambiarle el nombre por el de Ciudad Trujillo, denominación que
subsistió, desde enero de 1936, durante el siguiente cuarto de siglo.
Similar suerte corrió la montaña más alta de la isla, conocida desde
entonces como Pico Trujillo. En
la ciudad se yerguen altaneras 1.217 estatuas de Trujillo, esculpidas,
moldeadas y fundidas en toda clase de materiales nobles, y en toda las
posiciones imaginables: a caballo, con toga, pedestres, heroicas. En
cada hogar dominicano, una placa votiva reza: En esta casa, Trujillo es
el jefe "El tiempo.com
"Nombrado a los siete años de edad coronel del ejército, Ramfis Trujillo
Martinez se convirtió a los diez en general, alcanzando durante la
Feria de la Paz y la Confraternidad del Mundo Libre el grado de teniente
general". La otra fiesta del chivo .Luis Morillo Vilchez.
"Todo
articulo, discurso o conferencia, aun cuando sea en la Universidad,
tiene que comenzar allí con el encendido elogio para el Benefactor, y
ay! Del que así no lo hace, porque su nombre será agregado prestamente a
la lista negra”. Y no solamente exige que se diga que todo es obra suya
y gracia a él, sino que ya hasta de las obras de Dios se ha incautado.
Hay elocuentes letreros que dicen: “Trujillo es el único que te da
agua”. Hasta ahí llega su enfermo afán de apoderarse de lo ajeno..”
“Todo empleo por insignificante que sea, tiene que serle solicitado directamente por carta”
“Encarcelar,
golpear hasta bañarlo en sangre; torturar hasta la muerte; matar por la
espalda, son cosas tan corrientes en la dictadura de Trujillo, como la
salida o puesta del sol”
“Muchas veces matan a alguno a balazos o
le cortan la cabeza y entonces, son tan cínicos que le taponan los
orificios de los balazos con algodón y le cosen la cabeza, y le mandan
el cadáver a la familia, informándole que murió de fiebre en el
hospital: como sucedió en el caso del Coronel Blanco (Blanquito)”
Libro Yo acuso 1946 de Carmita Landestoy
El control del “Jefe” era absoluto, cualquier sospechoso de conspiración
o deslealtad podía terminar de huésped de “La 40”, “El 9”[12] o víctima
de los más crueles tratos en el manicomio del Km 28. Unos lograban
sobrevivir a las torturas ideadas por Johnny Abbes[13] y sus secuaces,
los que no, eran arrojados a los tiburones en las inmediaciones del
matadero de reses de la Autopista Sánchez. Nadie parecía escapar a la
mirada inquisitiva del Jefe, que mantenía su régimen de “orden y paz”a
través de una impresionante red de espías que controlaban los
movimientos de todos: el limpiabotas, el vecino o el compañero de
trabajo podían ser pagados por las huestes de Chapita[14]. El temor
cobraba formas inusitadas, así durante la estancia de un grupo de
exiliados anarquistas en las colonias agrícolas de la provincia de San
Juan de la Maguana, los campesinos alertan a los españoles de los
peligros que entraña hablar de Trujillo. No hay hora del día, ni sitio
que escape a su control, cuando la red de caliés[15] deja de trabajar,
los poderes sobrenaturales vienen en su auxilio, pues el Jefe durante
las noches “manda a las brujas” a escuchar las conversaciones.[16]
Cada día la gente esperaba con ansía el periódico para revisar con mano temblorosa la sección de “El Foro Público”, columna
que rezumaba el malestar de Trujillo destruyendo reputaciones y
condenando al ostracismo a los que caían de su gracia y pasaban a
engrosar la funesta lista de los “desafectos”[17].Trujillo
Mito y emblematica de una dictadura.Paola Torres de la Cruz .Trujillo
es sencillamente Trujillo o mejor el jefe .J.Castellanos
Regularmente las patrullas militares que recorrían la ciudad exigían a los ciudadanos “los tres golpes”:
• La cédula de identificación personal.
• El papel de certificación de haber hecho el servicio militar obligatorio.
• El carnet de miembro del PD, conocido popularmente como “la palmita”.
Quien no tuviese estos tres documentos podía ser acusado de delito de vagancia
"¿Sabía usted que Trujillo, aquel pedazo de analfabeto, fue nombrado
doctor honoris causa por la Universidad de Pittsburgh? Lo más curioso
es que los sobornos que pagó para conseguir el título los sacó de unos
fondos especiales que los judíos norteamericanos le habían dado para que
acogiera a judíos europeos fugitivos del terror nazi", denuncia Manuel
Vázquez Montalbán en Galíndez, donde se relata el secuestro .La dinastia Trujillo
Existía
una orden del Dictador Trujillo de exigir que en todas las casas
Dominicanas tuvieran el cartel que decía: "En esta casa Trujillo es el
jefe"
Los
dominicanos que nacimos entre 1930 y 1961 nacimos en La Era. Los que
nacimos en La Era aprendimos desde la cuna a hablar poco y callar todo.
Los que nacimos en La Era sabíamos por ósmosis que vivíamos en el
terror. Lo sabíamos aunque nadie nos lo explicara. Los que nacimos en La
Era recordamos tiempos tan apacibles que tenían que ser un mito. Y así
era. Debajo de esa engañosa tranquilidad había un tumulto de horrores y
temor que lo empañaba todo. Y aún así vivimos una niñez dorada... ESTE ES EL SITIO PARA RECORDAR
LOS SUCESOS POSTERIORES AL AJUSTICIAMIENTO DE TRUJILLO Y LOS HECHOS DE LA HACIENDA MARIA
El
día 19 de noviembre fue publicada la foto de la “perrera” de donde
supuestamente habían escapado los seis presos que fueron asesinados.
30 Mayo 2011, 12:15 AM
Trama
criminal. El plan orquestado por Ramfis y sus colaboradores más
cercanos conllevó el asesinato de tres policías que fueron usados como
señuelos para simular que eran custodias de los presos “fugados”
La
sed de venganza por el ajusticiamiento del tirano Rafael Leónidas
Trujillo, ocurrido un día como hoy, hizo rodar la sangre de hombres que,
a fuerza de coraje, decidieron ponerle fin a la satrapía que por 30
años martirizó a la República Dominicana.
A su hijo Ramfis
Trujillo solo le bastaron 48 horas para ejecutar en noviembre del año
1961 lo que constituyó el último gran crimen del régimen, cuando en una
orgía de sangre y alcohol él y sus colaboradores acribillaron en la
Hacienda María a los seis conjurados que habían sido apresados por matar
a “El Jefe”.
El hecho fue el resultado de toda una trama
orquestada, dirigida y ejecutada por el propio Ramfis, quien, con el
poder que mantenía, pasó por encima de todo obstáculo legal que le
impidiera realizar sus planes.
La trama. El 17 de noviembre de
1961 Ramfis encomendó a su cercano colaborador y cuñado José León
Estévez (Pechito) que agenciara el traslado de los presos que estaban
recluidos en la cárcel de La Victoria, con la excusa de realizar un
descenso en el lugar donde mataron a Trujillo.
Esto así porque el
plan inicial era matar a Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Roberto
Pastoriza, Tunti Cáceres, Salvador Estrella Sadhalá y Modesto Díaz en el
mismo sitio donde cayó el tirano.
De acuerdo con interrogatorios
contenidos en el expediente del proceso judicial que siguió a esos
hechos, León Estévez tramita la solicitud al jefe de la Policía, Marcos
Antonio Jorge Moreno, para que pidiera al fiscal del Distrito Nacional,
Fabio Rodríguez, que “de orden superior” autorice el traslado, pero éste
le respondió que ya esa acción no le correspondía porque el caso había
adquirido una providencia calificativa que lo enviaba a juicio.
Jorge
Moreno responde con esos argumentos a León Estévez pero éste no
entendió la justificación, y entonces el jefe policial se dirige al
procurador general Porfirio Basora, que le explica lo mismo y, a su
solicitud, le dicta un memorándum (que tomó su asistente José Morillo
López) en que le detalla las razones jurídicas que impedían el traslado.
Según
narró Jorge Moreno, esa acción enfureció aún más a Ramfis y próximo a
las 6:00 de la mañana del 18 de noviembre, lo manda a buscar y hasta se
vio obligado a ponerse un “jacket” de cuero sobre la pijama.
Es
ahí cuando llama al comandante de La Victoria, Dante Minervino, y le
pide el traslado de los reos. Minervino dice que le extrañó que solo
pidiera tres custodias para los seis reos.
Últimas horas. Contra
todo procedimiento llevaron los presos a Ciudad Nueva y dispusieron que
el fiscal Fabio Rodríguez hiciera el descenso,y así lo hizo. Empero,
narra en su testimonio de los hechos, que tomó previsiones ante la
sospecha de que se urdía un plan contra los conjurados. Tras concluir el
descenso, en lugar de ser retornados a La Victoria, los custodias los
retornaron a la cárcel del Palacio de Justicia.
Ya para ese
momento sus familiares sospechaban que algo podría pasar y hasta fueron
donde el presidente Joaquín Balaguer en compañía del cónsul dominicano
en México para que los orientara, pero la respuesta no fue más de que
estaban haciendo un descenso.
“¡Gasparín, coño, nos van a matar a
todos!”. Esa frase la pronunció Luis Manuel (Tunti) Cáceres al
secretario del tribunal, Gaspar Tevenin, a quien conocía de infancia, en
el momento en que fueron retornados al Palacio de Justicia. Ya lo
presentían.
Como parte de la trama mandan a buscar la guagua que
los trasladaba y los custodias, supuestamente para un servicio, y
próximo a las 4:00 de la tarde envían una nueva custodia compuesta por
miembros del Servicio Secreto que fueron uniformados a tales fines y
éstos informan al llavero Zoilo Hernández que harán otro descenso. Esto,
aprovechando que ya no estaban el fiscal ni el resto del personal. Ahí
inició el final.
Traslado a la hacienda. La nueva custodia la
integraban los agentes del Servicio Secreto Ramón Rivas Viñas y los
exsargentos Rafael Palma Pichardo (Frillo) y Pedro Julio Vizcaíno.
Ciertamente,
la orden inicial era dirigirse con los presos hacia el lugar donde cayó
“El Jefe”, y así lo hicieron, pero allí les esperó un carro marca
Zodiac, azul claro, con soldados de la Aviación Militar a bordo quienes
les hacen señas de que los siguieran, y la ruta fue hacia la Hacienda
María. Así lo afirma Vizcaíno en su interrogatorio.
Allí esperaban
Ramfis, los hermanos Luis José y José Alfonso León Estévez, el coronel
Juan Disla Abreu, Gilberto Sánchez Rubirosa y otros que compartían
tragos con Ramfis, al parecer, desde horas antes ya que se ha afirmado
que el hijo de Trujillo estaba ebrio.
Como un guayo. Dante
Minervino, quien en los diferentes interrogatorios de que fue objeto se
incrimina, confesó que estuvo ahí y narró paso a paso lo que vio ese
sábado en la noche.
Minervino dice que inmediatamente llegó la
guagua con los presos se les acercó José Alfonso León Estévez y ordenó a
Pedro Livio Cedeño que bajara. “Éste bajó y lo agarró por un brazo y lo
llevó donde estaban Ramfis, Pechito y Sánchez Rubirosa. Ellos estaban
en una plataforma de cemento un poco alta y Cedeño fue llevado frente a
ellos, inmediatamente fueron escuchados los disparos, y fueron muchos,
con diferentes armas ya que nosotros los militares podemos distinguir
los tipos de arma, nosotros alcanzamos a ver que los tres disparaban,
pudimos distinguir de espalda a los que tiraban, que eran Ramfis,
después el marido de Angelita y luego Sánchez Rubirosa...”.
El procedimiento fue usado con los otros cinco y el hecho quedó consumado. Mataron a los seis de los héroes sobrevivientes.
¿Y
los cadáveres? Sobre el paradero se han tejido varias versiones: se
dice que fueron sepultados en una fosa que luego fue sellada con
concreto, que fueron lanzados al mar o que fueron incinerados.
Aunque
a 50 años quedan vivos algunos actores de ese acontecimiento, nunca han
aclarado lo ocurrido.El proceso de investigación del asesinato de la
Hacienda María fue retomado hace alrededor de tres años y los nuevos
investigadores ubicaron e interrogaron a Vizcaíno, y al preguntarle qué
había pasado con los cuerpos de los prisioneros acribillados respondió
con seguridad “pregúntenle a la Aviación, que ellos son los que saben”.
Las claves
Huida de Ramfis
Tras
cometer el asesinato, Ramfis abordó su fragata hasta nunca, no sin
antes dejarle instrucciones a Jorge Moreno de recomendar un ascenso a
Dante Minervino y de entregar el vehículo que dirigió los presos hacia
la Hacienda María.
A 50 años
El destino de los cadáveres de los conjurados aún es un misterio.
La mentira
El
final de la trama urdida por Ramfis era simular que los asesinados se
habrían fugado mientras eran trasladados a la cárcel. ¿Cómo lo hicieron?
Tomaron el vehículo en que trasladaron a los reos y lo estrellaron a
tres kilómetros de la cárcel de La Victoria en un árbol de javilla, lo
ametrallaron y colocaron los cuerpos de tres “policías” que habían sido
asesinados en otra operación parte del plan en horas de la tarde. El
propio Dante Minervino admitió haber participado en esos hechos, sin
embargo, siguiendo el plan, se dirige a la cárcel de La Victoria y allí,
supuestamente, a las 10:30 de la noche es “enterado” de que la vagoneta
con los policías se había estrellado y que los tres custodias estaban
muertos. El hombre hizo sonar la alarma y ordenó a decenas de policías
que capturaran “vivos o muertos” a los prisioneros. Esos mismos que
admitió haber visto caer horas antes en la hacienda María.
Los señuelos
Sobre
los tres muertos colocados como que eran los que conducían los reclusos
a La Victoria, Minervino admitió durante el proceso del caso en
instrucción que en horas de la tarde tomaron unos policías especiales
que no eran más que ex convictos que tenían para “operaciones
específicas”, y los enviaron al ensanche Isabelita en un vehículo para
que realizaran “un servicio”.
En su testimonio dice que estando
ellos allá, en cumplimiento de sus órdenes, él mismo y un policía
llamado Dedé les dispararon a quemarropa y guardaron los cuerpos hasta
el momento en que fueron colocados en el vehículo en que simularon que
se habían fugado los presos. Los pusieron uno en el asiento del chofer y
otros dos afuera, les colocaron las cananas vacías y luego ametrallaron
la guagua para simular la fuga.
En el expediente de ese proceso
figuran los nombres de los diferentes custodias y las fichas de los que
fueron usados como señuelos. Los que trasladaron a los seis
ajusticiadores de Trujillo desde el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva a
la Hacienda María fueron el segundo teniente Ramón Rivas Viñas y los
exsargentos Rafael Palma Pichardo (Frillo) y Pedro Julio Vizcaíno de los
Santos, miembros del Servicio Secreto que fueron uniformados. Mientras
que los que fueron colocados en la guagua ametrallada fueron los rasos
Pedro Romero Félix Calderón Castillo, José Fabriziano Cruz Guaba,
indultados tras cometer delitos.
31 Mayo 2011, 12:12 AM
Asesinos impunes Grupo masacró héroes nunca cumplió penas impuestas Escrito por: SORANGE BATISTA ( s.batista@hoy.com.do) 2 de 2
A
casi medio siglo del bestial asesinato de seis de los héroes del 30 de
mayo en la Hacienda María, en Nigua, San Cristóbal, el histórico
expediente reposa en manos del Ministerio Público sin que en sus
desgastadas páginas aparezca registro alguno de que aunque sea uno de
los encontrados culpables haya pagado por los hechos.
Siete
personas, entre ellas dos militares, fueron procesados: cinco fueron
condenados en contumacia y otros dos declinados a la justicia militar,
donde fueron descargados de cualquier responsabilidad.
El informe
del fiscal Fabio Rodríguez sobre la supuesta fuga de los presos, dio
paso a que el procurador Porfirio Rodríguez Basora apoderara a la
jurisdicción de Instrucción e iniciara el proceso por el que fueron
judicializados Rafael Leónidas Trujillo Martínez (Ramfis), Luis José
León Estévez, Américo Dante Minervino Matías, José Ángel Saviñón y
Federico Cabral Noboa, así como los coroneles Marcos Antonio Jorge
Moreno y Rubén Antonio Tapia Cessé.
En el oficio 3982, del 22 de
noviembre de 1961, el fiscal señaló que le resultó extraño el hecho de
que el vehículo en que eran conducidos a La Victoria los reclusos
Modesto Díaz Quezada, Huáscar Tejeda Pimentel, Pedro Livio Cedeño,
Roberto Pastoriza Neret, Luis Salvador Estrella Sadhalá y Luis Manuel
Cáceres Michel fuera asaltado próximo a las 10:00 de la noche si habían
salido antes de las 5:00 de la tarde del Palacio de Justicia “…es decir,
después de 5 horas de su partida cuando este viaje se puede realizar en
30 minutos”.
Esta duda enlazada al secreto a voces en que se
habían convertido los intentos de Ramfis por eliminar al grupo motivaron
al procurador Porfirio Basora a apoderar al Juzgado de Instrucción el 2
de diciembre del citado año, quien para ese entonces aseguró que no
escatimarían esfuerzos para extraditar personas por el caso.
Entre
los elementos que señaló como válidos para el proceso estaba el clamor
público y el hecho de que el traslado de los reclusos desde La Victoria
hacia la Hacienda María no fuera recomendado por ninguna autoridad
judicial, “hechos y circunstancias que permiten establecer seriamente
que en la especie no se trata de un hecho como se ha querido pretender,
sino de un asesinato del cual fueron víctimas, no solo los reclusos
mencionados sino los que fungían como custodias...”.
Inicia
proceso. De acuerdo con las exigencias del sistema de entonces se inició
la recopilación de pruebas documentales y testimoniales que permitieron
establecer que esos reclusos fueron asesinados como parte de una trama
ideada por Ramfis Trujillo.
Entre esos testimonios fue debatido
hasta fechas recientes el tomado al entonces comandante de la
Penitenciaría Nacional de La Victoria, Américo Dante Minervino, quien
produjo declaraciones en las que detalló su participación en los hechos y
señaló a Jorge Moreno, los hermanos Luis José y José Alfonso León
Estevez y al coronel Disla Abreu dentro de la trama.
Dante
Minervino. En una serie de declaraciones, relató que recibió de Jorge
Moreno la orden de trasladar los reclusos al Palacio de Justicia para un
descenso.
Dijo que de esos hechos participó en el asesinato de
los policías que fueron colocados como supuestos custodias que habrían
asesinado los presos.
De acuerdo a declaraciones tomadas hace
pocos años al secretario del tribunal de ese entonces, Ricardo Gaspar
Tevenin, llamaba la atención la frialdad con que Minervino narraba esos
hechos al punto que a veces dudaban de su testimonio.
“Yo iba
manejando y él (Jorge Moreno) se sentó al lado mío, ya que detrás venían
los cadáveres, durante todo el camino no hablamos y él no me dijo a lo
que íbamos porque como usted sabe los militares hablan poco con sus
subalternos... caminamos a una velocidad moderada bastante regular y
llegamos a la Hacienda María; ya estaba oscuro porlo que tuvimos que
encender las luces del carro...”
Según ese interrogatorio que
reposa en el expediente, a su encuentro llegaron Ramfis, los hermanos
Luis José y José Alfonso León Estévez y el coronel Juan Disla. Dijo que
todos portaban ametralladoras aparte de sus armas de reglamento y que
Jorge Moreno conversó con ellos mientras él se estacionaba.
En
otras declaraciones Minervino obvia detalles como el señalado
anteriormente, en otras no menciona al jefe policial y años después del
hecho asegura que fue presionado para inculpar a Jorge Moreno, quien
falleció en 2005.
Jorge Moreno. Tras un conflicto de jurisdicción
Jorge Moreno y Tapia Cessé fueron investigados por una junta militar
integrada por los coroneles Neit Nivar Seijas, Carlos Vinicio Féliz y
Rogelio Augusto Jiménez Herrera.
Sobre las declaraciones de
Minervino y la participación de Jorge Moreno en los hechos de la
Hacienda María en el libro titulado “Marcos A. Jorge Moreno, el último
ayudante militar de Trujillo” los historiadores Juan Daniel Balcácer y
José Chez Checo reproducen informaciones detalladas que liberan a Jorge
Moreno de todo tipo de implicación en las muertes.
Sobre lo dicho
por Minervino señala, con documentos de la época, que posteriormente
éste admitió ante la Junta Militar que fue forzado a emitir esas
declaraciones, que lo obligaron a firmar interrogatorios elaborados en
base a torturas que luego fueron comprobadas por certificaciones
médicas.
Allí figura un interrogatorio a Jorge Moreno en que dice
que el día de los hechos solo estuvo en la entrada de la Hacienda María
tras ser llamado por Rubirosa. Señala que éste le dijo que les darían
unas instrucciones en el muelle de Haina, pero que allí solo le pidió
que le reforzara la vigilancia.
No ha lugar y Contumacia. En la
citada publicación figura que la Junta Militar determinó que no procedía
el envío a la justicia de Jorge Moreno y Tapia Cessé, debido a que no
existían elementos que los vincularan a los asesinatos. El 24 de abril
de 1964 se emitió un Auto de No Ha Lugar a favor de Jorge Moreno y el 4
de febrero de 1965 la Primera Cámara Penal condenó en Contumacia, a
Ramfis Trujillo, Luis José León Estévez y Gilberto Sánchez Rubirosa,
considerados autores materiales de las muertes y los condenó a 30 años
de trabajos públicos, y como cómplices fueron sentenciados José Alfonso
León Estévez, Fernando Sánchez y Federico Cabral a 20 años.
El 23 de diciembre de 1986 se declaró la prescripción sobre Luis José León Estevez (Pechito).
Las claves
Declara prescripción
En
1986 la jueza interina Rosa Herminia Bautista declaró prescrita la
acción contra Luis José León Estevez -Pechito- por haber transcurrido
más de 10 años de la condena. Este decidió poner fin a su vida en mayo
del 2010 cuando se suicidó de un disparo en la cabeza. Al momento de su
muerte era diácono.
Balaguer se pronuncia
Al referirse a
los hechos ocurridos en la Hacienda María en el diario La Prensa del 16
de abril de 1963, Joaquín Balaguer dijo que el día del traslado de los
reos recibió la visita de uno de los vicecónsules de los Estados Unidos
que le dijo que corría el rumor de que eliminarían a los presos.
PGR retomó expediente en el 2007
A
raíz de una querella interpuesta en contra de los torturadores de la
Era de Trujillo por familiares de víctimas, la Procuraduría General de
la República retomó el expediente e inició una serie de interrogatorios
tendentes a llevar el caso por ante tribunales internacionales. Esto
bajo el principio de que los crímenes de lesa humanidad no prescriben y
al tratarse de crímenes políticos forman parte de esa categoría.
Del
proceso fue apoderado el procurador adjunto Bolívar Sánchez quien dijo a
HOY que el proceso se ha visto truncado por falta de que alguien
testificara que había sido torturado por uno de los señalados y la única
persona que podía ofrecer ese testimonio para dar curso al proceso es
la ingeniera Tomasina Altagracia Cabral Mejía que, afirma, nunca
respondió al llamado de la Procuraduría.
Explicó que
entrevistaron a Leandro Guzmán, Mayobanex Vargas, Ricardo Gaspar
Tevenin, al que fuera cónsul en México Julio Estévez Cabrera e
interrogaron a Pedro Vizcaíno y a Juan Disla Abreu quien fue edecán y
jefe de la seguridad de Ramfis Trujillo.
De éste último, Sánchez dijo que acudió “con una amnesia selectiva” sobre los hechos de la Hacienda María.
Aunque la mayoría de las víctimas han muerto aún quedan con vida torturadores y víctimas de la sangrienta era.
TODOS CALLARON ANTE SU ASESINATO CRUEL
“Ningún partido, ningún
líder político ni de la sociedad puso atención al asesinato. La prensa
no dijo nada y puedo mencionar a personas, Bosch y Viriato Fiallo, que
eran los principales líderes políticos no reaccionaron”, manifestó.
Otro gran olvidado, dijo también, ha sido Fabio Rodríguez.
El
17 de noviembre de 1961 Ramfis encomendó a su cercano colaborador y
cuñado José León Estévez (Pechito) que agenciara el traslado de los
presos que estaban recluidos en la cárcel de La Victoria, con la excusa
de realizar un descenso en el lugar donde mataron a Trujillo. La matanza
de los seis fue un día después en la Hacienda María.
A la fecha
no se sabe el paradero de los mártires. Se dice que fueron sepultados en
una fosa que luego fue sellada con concreto, que fueron lanzados al mar
o incinerados.
Luichi Estrella dice que no le interesa saber
dónde se encuentran los restos de su padre, tras asegurar que tampoco se
lo van a decir. Además, criticó que los ajusticiadores de Trujillo no
se encuentren en el Panteón Nacional.
Más
de 50,000 personas perdieron la vida durante la dictadura de Rafael
Leónidas Trujillo, afirmó Luisa de Peña Díaz, directora del Museo de la
Resistencia, quien destacó que entre esas víctimas se incluyen alrededor
de 17,000 haitianos que murieron en el genocidio de 1937 ordenado por
el dictador dominicano. En ese grupo no se incluyen los que sufrieron
torturas en las diferentes cárceles.
Aunque la disidencia
política fue la principal causa de los crímenes, muchos murieron por ser
familiares de un enemigo del régimen, por negarse a trabajar en las
empresas y plantaciones del dictador, o por no venderle sus propiedades.
Esos
datos aparecen en el Centro Nacional de Registro de Víctimas,
Torturados y Desaparecidos, que opera en el Museo de la Resistencia, y
en cuyo departamento de investigación se comprueba que esas muertes sean
responsabilidad de la dictadura.
El departamento de
investigación, dirigido por el historiador Franklyn Franco, indaga si la
persona realmente existió y cómo murió o desapareció.
“Se indaga
si la víctima fue asesinada por disidencia política o por crímenes
comunes de la dictadura como los cometidos en los campos de El Sisal de
Azua, en las plantaciones de arroz de El Pozo, Nagua, donde llevaban a
los presos políticos y a los campesinos a trabajar sin paga”.
Al
ofrecer las declaraciones en el Almuerzo del Grupo de Comunicaciones
Corripio, expresó, con relación a los disidentes políticos, Trujillo se
valió de una especie de asociación de dictadores para cometer crímenes
en el extranjero.
Entre esos citó a Anastacio Somoza, de
Nicaragua; Francisco Franco, de España; Marcos Pérez Jiménez, de
Venezuela, dictadores como Francisco Franco, en España; Carlos Castillo
Armas, de Guatemala; Fulgencio Batista, de Cuba, y Gustavo Rojas
Pinilla, de colombia.
Décadas sangrientas. La mayor cantidad de
crímenes se cometieron en la primera y última décadas del régimen,
explicó De Peña al destacar que en la década de 1940 se registraron
menos asesinatos por conveniencia del dictador.
En ese período se permitió la creación de partidos políticos para dar la impresión de que habían aires de libertad, expresó.
Entre
las organizaciones políticas creadas entonces se citan el Partido
Democrático Revolucionario Dominicano, que se convirtió posteriormente
en el Partido Socialista Popular.
“Cuando el régimen se dio
cuenta de la fuerza que tenía esa organización le sirvió esa apertura
temporal para poder identificar a los disidentes, por lo que ahí hubo
represión pero en menor escala, aunque hubo un gran exilio.
“Pero en el extranjero comenzó el exterminio de la disidencia”.
El
exterminio subió en la década de 1950 y alcanzó su cúspide en los
últimos tres años de la dictadura (1959-61) en los que se registran los
asesinatos de los miembros del movimiento clandestino 14 de Junio y de
Los Panfleteros, expresó De Peña.
“Pero también se cuentan los
asesinatos de obreros que trabajaban en obras del régimen, quienes en
vez de recibir los pagos por su trabajo eran asesinados y enterrados en
fosas comunes. De esa forma murieron más de 100 personas”.
Derechos
conculcados. Luis Manuel Pellerano Amiama, antiguo presidente de la
Fundación 30 de Mayo, expresó que el crimen y la tortura eran los
instrumentos de terror que el régimen utilizó.
“Pero la otra
parte que cubría a la ciudadanía estaba en la carencia de libertad de
expresión, de tránsito, de religión, el derecho de propiedad.
“Esta
es la otra faceta del régimen que va más allá del crimen; por eso la
celebración del 50 aniversario del ajusticiamiento de Trujillo significa
un hito en la vida republicana del país, porque se inicia la democracia
con avances y retrocesos”, expresó De Peña.
El prontuario de
Trujillo. La carrera criminal del dictador no comenzó en 1930, cuando
asumió la presidencia de la República, sino antes de ingresar a la
Policía, antes de la década de 1920, cuando se dedicaba al robo de
ganado, dijo De Peña.
“Pero los crímenes que él cometió en El
Seibo, en esa época, están registrados sólo como relatos, porque cuando
llegó a la presidencia quemó los archivos donde estaban dos expedientes
de violación, otros por asociación de malhechores y chantaje”.
Pero
el daño de Trujillo a la sociedad dominicana no sólo fueron los
crímenes, sino el envilecimiento de la sociedad que traspasó la
dictadura, porque el crimen no queda sólo ahí, sino en el clientelismo
político y el culto a la personalidad que todavía sufrimos hoy”.
LO QUE OPINA EL HISTORIADOR ROBERTO CASSA SOBRE EL REGIMEN DE TRUJILLO.
Participo en este encuentro acerca del libro atribuido a María de los
Ángeles Trujillo (Angelita), Trujillo. Mi padre con el fin de exponer
opiniones personales. Aclaro que el hecho de ser yo director general del
Archivo General de la Nación, institución que convoca esta noche, no la
compromete en ningún sentido, puesto que posicionamientos de ese género
no forman parte de sus atribuciones.
He querido traer escrita la ponencia para, en aras de la economía del
tiempo, obviar por adelantado hacer referencia a las posiciones que
expresen los demás expositores que me acompañan.Roberto Cassá junto a
Mario Bonetti, Bernardo Vega y Euclides Gutierrez Felix debatiendo el
libro de Angélita Trujillo
Este encuentro se celebra por haberse considerado valederos los motivos
de la solicitud del profesor Mario Bonetti. Pero si asisto como
expositor es porque pienso que lo que procede analizarse no es tanto el
“libro de Angelita”, sino el reclamo anacrónico que contiene.
Hoy el trujillismo carece de toda importancia práctica, por lo que ha
optado por restringir su discurso a la validación de su pasado. Si bien
tal reivindicación constituye un despropósito producto de una bancarrota
política y cultural, no deja de tener posibles implicaciones.
Finalmente, lo que aconteció durante los treinta y un años ha dejado no
pocas estelas todavía no del todo superadas. Por tanto, puede ser esta
una ocasión para desmontar argumentos con que se pretende cuestionar la
lucha por la democracia que tanta sangre ha costado.
Sin embargo, no hay nada nuevo que decir a propósito de este libro, que
no pasa de ser un pestilente desecho de infamias. Ahora no hago más que
reiterar posiciones que he esbozado desde hace mucho tiempo como
historiador social y antitrujillista de izquierda.
Parto de la premisa de que el libro no es “de Angelita”, sino una obra
colectiva, en la cual se ha pretendido validar el trujillato con
idénticos argumentos y procedimientos que los utilizados en su momento
por los alabarderos del régimen. Carece de importancia quiénes han sido
los autores de esta obra, puesto que al parecer participaron movidos por
el interés mercurial. Lo interesante es que han aunado esfuerzos en el
propósito para presentarse como la emanación actual del discurso
despótico.
De paso, cabe constatar la indigencia intelectual de esta capillita
trujillista, que hace presencia en un libro muy mal escrito, plagado de
faltas ortográficas, disparatoso, carente de todo ingrediente
intelectual y de cualquier consistencia expositiva. Posiblemente estos
señores han llegado a la conclusión de que el ordenamiento democrático
vigente ha dado muestras de tal grado de incapacidad que hace creíble
que se reproduzca al pie de la letra el discurso ideológico de antaño.
A pesar de la indignación que suscita la intención malévola que guía
este libelo de manchar las reputaciones de los antitrujillistas, en
seguimiento de los moldes del discurso de la Era, no se le puede evaluar
de manera emotiva, puesto que lo que requiere es de una refutación
política. En el meollo del asunto, lo que está en juego es desmontar el
supuesto balance favorable a la tiranía de los treinta y un años, que
según ellos se define no más que por sus magnas realizaciones
materiales.Dr. Roberto Cassá, director del AGN y expresidente de la
Academia Dominicana de la Historia
Ante sus seudo-argumentos del “libro de Angelina”, puesto que no trae
nada nuevo, lo que queda es reiterar posturas que asumieron los
antitrujillistas en sus luchas por la libertad. La “importancia” es del
todo punto insustancial porque está hecho en pura clave retrospectiva.
El libro parece estar escrito en 1961, como si el tiempo de la historia
se hubiese detenido y la verdad horrorosa del esquema trujillista de
dominación no se hubiese hecho inconcusa. Aquí se encuentra, por lo
demás, una señal de uno de los rasgos de la elaboración ideológica del
trujillato, que fue la alteración flagrante de la realidad de las cosas.
La mentira hiriente se renueva en la tónica dominante de este libro,
que intenta pasar por alto los charcos de sangre que dejó detrás de sí
la larga noche del terror de Chapita.
A la luz del tiempo presente, esta operación adolece de falta de
eficacia. El solo hecho de que estemos congregados aquí para cada quien
expresar sus criterios de manera libre delata un progreso histórico que
inutiliza los alegatos contenidos en el libro. Bajo el trujillato la
mínima disidencia conllevaba muerte, tortura o exilio.
El hecho de que todavía tengamos que afrontar este debate tiene una
causa: Tras el ajusticiamiento del tirano no hubo una drástica solución
de continuidad y no se ajustaron cuentas con los criminales materiales e
intelectuales. De todas maneras qué bueno que este adefesio de libraco
pueda circular, porque nos ayuda a ratificar el develamiento de las
matrices ominosas del trujillismo.
Visto el contenido del libro, no es solo desfasado, sino sobre todo
resulta infamante sin apelación. Por tal motivo, carece de objeto
discurrir acerca de sus afirmaciones, todas cargadas de una perversidad
inaudita. Nada lo hace merecedor de un debate historiográfico
especializado o de una ponderación profesional como fuente.
El libro destila mierda, es el peor desecho que puede emanar del ser
humano, en este caso un excremento de un concierto de individuos que,
desde sus antepasados legitimadores de la mentira y el crimen, perdieron
la honra y, por ende, el atributo de la humanidad bien entendida.
Solo hay que ver cuánta infamia recorre sus pestilentes páginas, cuando
asevera mentiras flagrantes para traspasar los crímenes del tirano a
otros. Es el caso de la trama fantasiosa para exculpar al inefable
“papá” del crimen de las hermanas Mirabal, hecho que no puede negarse y
que tiene que ser recogido por el espíritu malicioso como procedimiento
para obviar miles de crímenes y de pasada y a conveniencia endilgar a
otros algunos de ellos.
En el mismo tenor, pretende que el complot que desembocó en la muerte de
Trujillo estuvo originado por una maniobra de la Agencia Central de
Inteligencia de Estados Unidos, que concibió y alentó el asesinato de
las hermanas Mirabal a través de Luis Amiama Tió y José René Román
Fernández.
Ante un hecho de tal gravedad como ese crimen múltiple, se pretende que
Chapita, que controlaba el mínimo movimiento de todos los dominicanos
con significación social o política, iba a quedar impasible.Parte del
publico asistente al debate libro Angelita Trujillo
Vale reiterar lo que es ya un saber acerca del 30 de Mayo: Fue un hecho
libre de dominicanos que decidieron correr todos los riesgos. Su hazaña
los hace acreedores de la categoría de la heroicidad. Obraron por su
cuenta, en suprema manifestación de libertad y bravura. Aceptaron la
colaboración de la Agencia Central de Inteligencia, pero los conjurados
del interior del país no eran sus agentes o instrumentos.
Está documentado que el gobierno de Estados Unidos, ante el fracaso de
la expedición contrarrevolucionaria de Bahía de Cochinos, ordenó detener
el operativo y que los “disidentes” rechazaron ese criterio imperial.
Siempre dentro de ese tenor, se llega a la infamia de pretender que
todos los antitrujillistas obraron con el propósito de apoderarse de la
fortuna de “papá”, ese hombre angelical (como la hijita), tan bondadoso
que parece alcanzar la santidad. Esa inmensa fortuna, labrada a costa de
la sangre de todo un pueblo, parece que fue bien habida, pues ni
siquiera se molestan los autores en explicar su origen.
Se llega a lo grotesco cuando se asevera que los movimientos del héroe
Antonio de la Maza durante la ejecución libertaria del 30 de Mayo
tuvieron por móvil apoderarse del maletín del gran ladrón. Se le
adjudica esta caricatura a quien durante años se dedicó a dilapidar el
dinero que provenía de su aserradero en Restauración, penetrado por la
amargura lacerante de la espera de la justa venganza.
Esta letrina descarta, pues, toda reflexión concienzuda en el terreno
historiográfico. Nada de lo que contiene este libro alcanza la entidad
que lo haga un medio de obtención de información o de replanteo de lo
conocido.
Su pretendido sustento documental está cimentado en documentos por
encargo carentes de toda veracidad. Pongo el caso del propósito de
presentar como dos cobardes a los presos Segundo Imbert y Rafael Sánchez
Sanlley, asesinados al otro día del tiranicidio. Angelita y sus socios
se amparan en unas declaraciones hechas años después y en el exterior,
ante notario, por el coronel Horacio Frías, jefe del penal de La
Victoria, un criminal cobarde que ese mismo día asesinó a un teniente
del ejército.
Dice Frías que hubo que cargar a Imbert mientras chillaba de miedo, al
tiempo que Sánchez también se había desencajado por el temor a la
muerte. Sin embargo, José Daniel Ariza, compañero de prisión de ellos,
afirma que los vio salir sin que notara señal alguna que delatara el
pánico que les atribuye Frías. Rafael Martínez, otro de los prisioneros,
ratifica la versión de su compañero de celda. Ambos, al igual que otros
del penal, como el fenecido doctor José Antonio Fernández Caminero, son
categóricos en cuanto a que no es cierto, contrario al expandido mito
retomado en este libelo, de que Segundo Imbert fue sacado del penal para
dirigir el asesinato de las hermanas Mirabal.El concurrido acto contó
con la presencia de importantes personaliidades
Se exige la reiteración de la apología de quienes dieron sus vidas, al
margen de deslindes ideológicos y políticos. Me permito hablar a nombre
de los muertos, de los torturados, de los castigados, de todos, con
independencia de las culpas que algunos pudieron albergar con antelación
y de las diferencias que pueda haber, pasadas o presentes, con las
posiciones de muchos de ellos.
Aunque el antitrujillismo de derecha iba en sentido contrario a la
historia, sus exponentes, como gran parte de los complotados para la
gesta del 30 de Mayo, al igual que todos los demás antitrujillistas,
tuvieron la razón, iban en el sentido progresivo de la historia, porque
el trujillato representaba lo peor.
Este carácter se reitera cuando, a medio siglo de distancia, se
reproduce en el libro la criminalidad inherente al orden trujillista.
Angelita asume la desenfadada validación del asesinato como
procedimiento político.
Es lo que hace respecto al grupo de complotados del 30 de mayo en la
Hacienda María. No fue únicamente Ramfis Trujillo, pues, quien asumió la
criminalidad ante el futuro por sus actos desenfrenados y la
remembranza de su amigo y no menos criminal ex marido de Angelita. No es
casual que Angelita también se asocia con el crimen.
La en apariencia cándida Reina de la Paz reunía desde entonces un
complejo de figuras delictivas. Los encajes y diamante proveían resumían
el crimen con glamour. La Reina de la Paz, la hija mimada, se devela en
estas páginas como lo que es: una vampiresa, Reina de las Tinieblas de
la Larga Noche.
Esta abuela obesa de hoy y pretendida santurrona casi desde la niñez dio
rienda suelta a delirios desenfrenados de connotación patológica.
Es suficientemente elocuente el suicidio de su marido, tan denostado en
el libelo pese a haber sido también un sádico criminal, al tiempo que
portavoz retrospectivo de la criminalidad del hermano primogénito.
Angelita pertenecía a una familia que reunía a varios criminales. Ella
estaba enterada de todo lo que sucedía y no dejó de tener su cuota en el
horror, como se podría demostrar con facilidad.
Bueno, ¿algo entonces razonable en esas páginas? Al menos que queda
retratada la sustancia irremediable del trujillismo. Al fin y al cabo
dicen verdades que todavía son aleccionadoras, aunque sean bien
conocidas. Es el caso de la empatía de papá por Estados Unidos y su
correspondiente furor anticomunista.
Igual de sintomática es la reiteración de la sustancia ideológica y
cultural del trujillismo. En páginas escritas por algún idiota, que usa
la ocasión para pretender erigirse en filósofo emergente del
trujillismo, se recurre al argumento manido del progreso material como
signo esencial de la Era, por consiguiente, como se afirma, el único
periodo de realización del pueblo dominicano. Es lo que le dio la tónica
a los discursos de Manuel Arturo Peña Batlle y demás intelectuales
envilecidos. Todo lo que se dijo acerca de las excelencias de
realización de aquel pasado no fue más que una falsificación colosal de
la realidad.
En realidad, se vivía bajo una opresión generalizada, en que campeaba el
miedo, el crimen cotidiano, la deshonra colectiva, la tortura, la
explotación social desenfrenada. Detrás del oropel de las obras públicas
magnificentes, subyacía la miseria de las masas. Nadie podrá probar lo
contrario.
El país trabajaba a todo vapor y sin pausas en beneficio de este supremo
señor de fortunas y vidas, de este Lucifer que se deleitaba sin ambages
con la posesión de las esposas de sus áulicos, víctimas tristes al
igual que victimarios feroces. Ahí, en tantas cosas, como la mentira y
el comportamiento disoluto, se comprueba la validez del De tal palo tal
astilla. Todo lo que se pretende acerca de una época de realización
absoluta de todo un pueblo no es sino la pieza articuladora del discurso
ideológico del trujillato, la mentira más mendaz jamás lanzada en la
historia dominicana.
José Daniel Ariza, combatiente de la guerrilla de Manaclas, narra los crímenes de la dictadura
No significa, claro está, que bajo la Noche Larga no hubiese crecimiento
económico y hasta desarrollo, según se le conceda una acepción al
término. Aquel tirano ha sido hasta hoy el gran héroe del capitalismo
dominicano. En ningún otro momento de nuestra historia se ha reiterado
en igual manera la hegemonía del interés del capital.
De acuerdo que, en términos materialistas, estaba implicado el avance
del proceso histórico. Pero avance histórico no es sinónimo de
realizaciones, por lo que la única posición correcta desde el punto de
vista socialista era oponerse a esa situación. El capitalismo
personalizado por el monstruo implicaba crimen y opresión en forma
generalizada. No podía haber nada que pudiera hacer valer una
solidaridad con el trujillato a nombre del capitalismo nacional y del
progreso histórico que comportaba.
En esa etapa todavía incipiente, el capitalismo en una formación
periférica tenía por necesidad dosis de horror, que se magnificaban con
los ingredientes particulares de la dominación trujillista. Los salarios
eran miserables. Las masas sobrevivían en la indigencia atroz. Los
campesinos iban descalzos, a lo sumo con soletas de cuero o de goma, o
vestidos de harapos o no pocos hasta cierto momento con piezas burdas
hechas de sacos de cabuya. Los niños estaban muy lejos del paraíso
pretendido por la propaganda, aquejados de enfermedades crónicas que
disparaban la mortalidad. Miles de campesinos trabajaban gratuitamente
en las carreteras y en las empresas emblemáticas del supuesto progreso.
No pocos murieron después de sufrir devastadoras palizas
ejemplificadotas de la disciplina laboral.
La explotación desenfrenada se amparaba en un miedo interiorizado por
todos. La delación se tornó en virtud dentro de la proterva Cartilla
cívica. Era frecuente que los esposos no se confiaban sus pensamientos
ante lo que vivían. El que no se viviera así por muchos, la mayoría
incluso en el campo, tiene su explicación materialista, en razón de los
efectos de la imposición de un sentido del orden, que era el resultado
de un estado interiorizado de temor. Buen discípulo de los infantes de
Marina, el tirano dio el puntillazo a la subordinación de todos, en
especial los del campo, a los designios del Estado.
Hubo desarrollo económico capitalista pero no progreso. Por esto resulta
inadmisible hablar de realizaciones o de aspectos “positivos”. Progreso
implica la humanización progresiva de la sociedad, y el trujillato
representaba lo contrario. No hay progreso sin dignidad, sin libertad,
sin el imperio de la ética, sin participación, sin desarrollo educativo
genuino. El avance material formó parte del remolino de horrores.
La comparación con el presente, a la que hice alusión más arriba,
constituye otro de los tópicos del sofisma de la ideología trujillista.
Es indiscutible que el esquema de la democracia posterior a 1978 no ha
cumplido con un desideratum genuino. Es indiscutible también que han
aparecido nuevos problemas que se adicionan a los anteriores. Pero no
quiere decir que el ordenamiento político que existe hoy sea más
negativo que el instaurado en 1930.
Es fácilmente demostrable con indicadores económicos que el pueblo vive
mucho mejor que antes, aunque las condiciones de la mayoría pobre
continúe siendo altamente deplorables. El desarrollo económico impulsado
por el régimen despótico no podía repercutir en una mejoría de la
condición de vida de la gente ya que se puso en operación una maquinaria
infernal que succionaba todas las riquezas, hasta los niveles más
infinitesimales, hacia las arcas de papá y, en menor media, de los
integrantes de la corte de familiares y secuaces.
Todos los indicadores sociales resultan indiscutibles en cuanto a
mejorías puntuales respecto al pasado. Y no es pequeña cosa y sin que
por supuesto, en sentido contrario, se pretenda hacer la apología del
presente. Pero si persisten graves problemas y han aparecido otros no se
debe a que se haya dejado atrás el trujillato. Más bien es lo
contrario: muchos de los problemas de que está aquejada nuestra sociedad
todavía, como la persistencia de estilos autoritarios, son en parte
atribuibles a que no se ha practicado la necesaria cirugía de las masas
purulentas del espíritu del trujillismo.
La solución de los problemas no puede estribar en una reorientación
hacia el pasado, como pretenden los sicofantes redactores de esta
porquería. La agenda que tiene por delante el logro del progreso social
presupone la orientación exactamente inversa de lo que representó el
trujillismo. Nada es más importante, en primer lugar, que la libertad.
El espíritu de la equidad social, obligado ingrediente del único
progreso posible, también es lo inverso de aquel régimen en que se
concentró la riqueza de forma inaudita.
LA MATANZA DE HAITIANOS DE 1937 ES UNA FATIDICA DEUDA
La historia no ha podido precisar la cantidad de haitianos muertos
El 2 de octubre de cada año, desde 1937, deberá de ser una
fecha lúgubre para los dominicanos. Y mucho más lúgubre, para los
haitianos. Dominicanos y haitianos de todas las generaciones.
Sentado en un diván pueblerino, calzando botas militares, cabalgando
sobre la soberbia del dictador que empezaba a afincarse de manera
definitiva en su maldad, Rafael Trujillo dio un zapatazo y gritó,
sonando el eco de su voz en la madrugada, para que le llamaran al
comandante militar de entonces, general Fausto Caamaño. Quería darle
una orden, personalmente. La escena se desarrollaba en el Palacio
Consistorial de Dajabón, en donde todavía, hoy, resalta la presencia de
aquel edificio construido en madera.
Así dio inicio el fatídico suceso, extendiéndose durante cinco o seis
meses, y que los dominicanos cargamos como herencia maldita. Como deuda
nunca saldada, pese a las marrullas logradas por Trujillo, con los
gobernantes haitianos, tan perversos como él mismo, para tasar en
dólares cada cabeza haitiana degollada, o apaleada.
Trujillo no pensó en el número que la violencia desatada por su
disposición generaría y agrandaría. Pensaba, más bien, en el éxito
electoral que aquella inspección fronteriza que encabezaba le otorgaría
para afincarse como el jefe total.
La historia no ha podido determinar con precisión la cantidad de
haitianos muertos en aquella horrenda cacería de hombres, mujeres y
niños que siguió a la orden de Trujillo. “Los años, las manipulaciones y
los silencios cómplices hacen aparecer el hecho distorsionado,
ignorándose con exactitud sus dimensiones”, expuse en la introducción de
mi libro “La Matanza de los Haitianos. Genocidio de Trujillo, 1937”, al
darlo a conocer en su primera edición, en 1983.
Ciertamente, a partir de entonces, los haitianos han ido convirtiendo
en realidad indetenible, con gradualidad creciente, en una sentencia
demoledora, aquel contenido de su Constitución, nunca bien advertido, de
que “la isla es una e indivisible”.
Joaquín Balaguer, aquel canciller bisoño a quien tocó lidiar, en
1937, con aquella matanza que él mismo minimizó, rubricando con su
firma que sólo se trató de “incidentes fronterizos”, dictó su propia
sentencia: “Los haitianos son un pueblo más homogéneo, racialmente”, por
lo que acabarán imponiéndose a los dominicanos. Y lo decía, en busca de
sepultar, como al final lo logró, la posibilidad de que José Francisco
Peña Gómez llegara a la Presidencia de la República. Siempre lo
consideró un “haitiano con perspectivas presidenciales, en la República
Dominicana”. Cosas que nunca negó el doctor Peña Gómez, ni su
ascendencia haitiana ni su legítimo interés en la Presidencia
dominicana.
Aunque el periódico Listín Diario y La Opinión, medios de prensa
importantes de la época, silenciaron la noticia, el mundo entero y sus
autoridades doblegaron la soberbia y osadía de Trujillo. Y lo
estigmatizaron como un bárbaro culpable por aquel acontecimiento. El
mundo conoció que los muertos fueron 17 mil, según el mismo Balaguer. O,
18 mil, según Frank Moya Pons, y más de 12 mil, para el historiador
haitiano Jean Price Mars. Todos los historiadores dominicanos de la
época hablan de más de 10 mil haitianos muertos. El acuerdo entre
Trujillo y el presidente haitiano Stenio Vincent, el 31 de enero de
1938, no paró la masacre desatada.
Cuando indagué durante meses para mi trabajo periodístico sobre la
matanza, encontré muchos obstáculos para realizar el trabajo. En la
Secretaría de Relaciones Exteriores había centinelas funcionarios que
daban la vida para que no los removieran de sus puestos en el
Departamento de Asuntos Haitianos, sólo para que nadie indagara en
papeles allí depositados. Algunos de ellos eran parientes de dueños de
fincas ubicadas en la localidad de Restauración, fincas que fueron
utilizadas como paredón, durante la matanza.
El licenciado Ramón Lugo Lovatón, “historiador”, llegó a confesar en
el prólogo de la obra de Carlos Cornielle, sobre el Proceso Histórico
Dominico-Haitiano, que si se le hubiese antojado publicar documentos que
él poseía, de carácter militar y civil, se hubiese descorrido el velo
de muchas verdades poco conocidas. Lugo Lovatón se llevó sus secretos a
la tumba. Pero esos papeles andan por ahí.
Recordando una fecha trágica para avanzar al futuro
Haroldo Dilla Alfonso
Hace 75 años el trujillismo cometió uno de los
más bárbaros crímenes en su largo historial de horror: una limpieza étnica en
la frontera y el Cibao en la que murieron alrededor de 15 mil personas. Los
historiadores del continente coinciden que esta masacre puede figurar entre
los hechos más atroces de la historia hemisférica. Para nuestra isla
compartida fue un genocidio sólo superado por el exterminio de la población
aborigen en los primeros años de la vida colonial.
Los dominicanos debemos mirar a esta página
luctuosa sin sentimientos de culpas. No fue una masacre perpetrada por los
dominicanos contra los haitianos, como los patrioteros de ambos lados gustan
afirmar. Fue el castigo feroz de una dictadura que no conoció nunca la piedad
contra haitianos, dominico/haitianos y dominicanos negros. Fue también un
castigo de Trujillo contra la sociedad dominicana.
Pero también debemos mirar a ella con toda
responsabilidad, para garantizar que nunca más vuelva a ocurrir, que ni
siquiera alguien pueda pensar –por ignorancia o alevosía- que fue una acción
justificada para salvar la nación. Como aún se repite en algunos corrillos
intelectuales y políticos. Como aún gusta regodearse la prensa xenófoba e
irresponsable.
La historia es conocida.
La frontera era entonces muy poco poblada del
lado dominicano –diría que virtualmente despoblada en todo el sur y centro.
Dajabón era una aldea que un escritor describía como tres calles de chozas
que desembocaban en el río. Jimaní no existía, y tanto Comendador como
Pedernales eran aglomeraciones de pocas casas muy pobres. Del lado haitiano,
más poblado, la vida era más intensa, y de hecho los habitantes de la
frontera tenían más relaciones con las ciudades haitianas que con Santo
Domingo o Santiago.
Siempre había sido una frontera porosa, con
múltiples relaciones de intercambios entre los habitantes de ambos lados.
Abundaban las parejas mixtas, y muchos descendientes de haitianos habían
nacido en suelo dominicano y eran, por consiguiente, dominicanos. La
población haitiana asentada en el lado dominicano era numerosa, y así había
sido por muchas décadas. Los continuos contactos habían generado una
simbiosis cultural admirable del tipo que temen y aborrecen los chovinistas y
patrioteros, siempre inseguros de sus propias condiciones nacionales.
Entre 1929 y 1936 el estado dominicano había
conseguido terminar la delimitación y demarcación de su frontera con Haití.
Trujillo y el presidente haitiano Stenio Vincent firmaron el último acuerdo
fronterizo, aún vigente. Aunque con frecuencia este acuerdo es citado como un
ejemplo del celo trujillista por la nación dominicana, es conocido que
Trujillo cedió al estado haitiano cerca de 700 mil tareas de suelo nacional a
cambio de la represión de los exiliados opositores estacionados en Haití.
Un año más tarde, buscando argumentos para
legitimar su propia estancia en el poder mediante la propaganda xenofóbica y
mostrando al debilitado Haití como el enemigo de un mito nacional hispánico,
blanco y católico, inició una cruzada antihaitiana que algunos de sus sucesores
políticos aún sostienen. Y la comenzó justamente con la masacre en la
frontera y el Cibao.
La documentación existente indica que se
inició el 28 de septiembre por la parte alta de Dajabón y Bánica y tuvo su
momento climático los días siguientes al discurso que el tirano dio en
Dajabón el día 2 de octubre. Aunque en el Norte se detuvo fundamentalmente a
mediados de octubre, en el sur continuó por algunos meses de manera
selectiva. Miles de personas –de todos los sexos y edades- fueron
acuchilladas, macheteadas y tiroteadas por bandas de criminales entre los que
se contaban militares y reos liberados de la capital. Los habitantes de la
frontera, aterrorizados, trataron de esconder a las familias perseguidas y
muchos haitianos y dominico-haitianos salvaron sus vidas gracias a la
solidaridad dominicana.
Centenares de familias quedaron divididas.
Numerosas propiedades abandonadas pasaron al poder de los seguidores del
tirano. Muchas personas obligadas a participar en las matanzas o a enterrar
los cadáveres en fosas comunes, vivieron todas sus vidas atenazadas por el
recuerdo y por el sentido de culpa. Y la frontera fue cerrada excepto para
permitir el paso anual de los braceros haitianos que trabajaban en los
cañaverales de los centrales azucareros norteamericanos. Y que al mismo
tiempo constituía un negocio altamente lucrativo del que se beneficiaban los
mandos militares de los dos países.
Siete décadas y media después, la frontera es
un lugar de diferencias, pero de convivencia y de construcción de solidaridades.
En diferentes puntos de la franja los habitantes de ambas partes se aprestan
a recordar el crimen cometido contra todos, dominicanos y haitianos. En
Dajabón, Jimaní y Elías Piña se organizan vigilias, festivales culturales,
programas de charlas, habilitación de íconos conmemorativos, etc. Actividades
que reúnen a dominicanos y haitianos. No para abrir heridas, pero tampoco
para ignorarlas.
Recordar, reconocer la trágica vastedad del
crimen, hurgar en esa coyuntura de solidaridades imprescindibles, es la mejor
manera para continuar avanzando en un futuro mejor. Un futuro que
inevitablemente implicará compartir retos y oportunidades en medio de esta
diferencia que a todos y todas enriquece.
DEUDA EXTERNA Y TRUJILLO
FRANCISCO BERROA UBIERA, HISTORIADOR
La
nación dominicana fue endeudada enormemente durante la segunda mitad
del siglo 19 por el dictador dominico-haitiano Ulises Hilarión Heureaux
Lebert o Level (a) Lilís, quien a la hora de su muerte en 1899 deja
pendiente de pago la suma de 40 millones de pesos mejicanos y las
aduanas en manos de extranjeros de la compañía denominada The San
Domingo Improvement Company of New York.
Después de
ciertas negociaciones y de muchas amenazas de desembarco militar por
parte de los acreedores extranjeros del país, el gobierno dominicano de
Ramón Cáceres fue obligado a firmar un arreglo de cuentas en 1907 o
Convención Dominico-Americana, por medio de la cual la deuda externa se
fija en la suma de US $ 20.0 millones para ser pagados a más tardar en
1927.
A esta onerosa deuda se le agrega una nueva que
fue contraída por los gobiernos norteamericanos de ocupación entre 1916 a
1924; en este último año la nueva deuda fue consolidada por medio de
una nueva Convención que la fija en US $ 25.0 millones.
Trujillo inicia su dictadura en febrero de 1930.
Yo
nací a finales de 1953, y crecí en la ciudad de Santo Domingo, valga
decir en un ambiente urbano en medio de una familia trujillista; fui
educado en la escuela trujillista, oyendo decir a los maestros que
Trujillo era mejor que Dios y más grande que los padres de la patria,
incluso era considerado por esos calieses o espías del gobierno
enganchados a educadores como superior a Juan Pablo Duarte el fundador
de la República, y decían además que Trujillo era más ético que el
maestro de maestros don Eugenio Maria de Hostos, y más magnánimo y
espiritual que el Papa y que los obispos de la iglesia católica.
La propia iglesia lo endiosaba y muchos curas estaban más al servicio de la dictadura que a sus propios templos y seguidores.
Recuerdo
haber oído decir a mis mayores que el Jefe Trujillo era el único
dominicano que había pagado la deuda externa como algún uno todavía hoy
lo sostiene.
Ese es otro mito que han divulgado hasta
la saciedad los periodistas, los políticos, los pseudos historiadores, y
sobre todo los mitómanos trujillistas hijos de los cleptocratas y
alcahuetes que se enriquecieron a su lado supuestamente administrando
sus bienes y propiedades.
Trujillo y la deuda externa
La
afirmación de que Trujillo pago la deuda externa esta basada en el
hecho de que en 1947 el otrora dictador ordenó la tesorero de la nación
el pago la suma de US $ 9, 271, 855.55 adeudados a los Estados Unidos
desde 1924, es decir, la deuda de US $ 25.0 millones reconocida mediante
la Convención Dominico-Americana, y que aunque debió pagarse en 1942,
el legendario Dictador no la pagó.
Trujillo gestionó en
1940 un arreglo de cuentas con el gobierno de los Estados Unidos
denominado Convención Dominico-Americana de 1940 (divulgado por los
publicistas del funesto régimen con la denominación de Tratado
Trujillo-Hull), por medio de la cual la deuda que debía ser pagada en
1942 fue diferida para pagarse en 1947, es decir que Trujillo pagaba
tarde, y por lo tanto pagaba mal porque el retraso de un pago de una
obligación de este tipo conlleva el pago adicional de moras y de
intereses adicionales.
Sin embargo, hecho el pago de la
deuda en 1947 el dictador actuó como una buena gallina cuando pone el
huevo, y cacareó a los cuatro vientos por todos los medios de
comunicación y de propaganda a su servicio -que eran muchos- que había
pagado la deuda externa, y lo dijo con tal intensidad que todavía
ciertos ecos extraviados en el tiempo lo continúan repitiendo.
Y ciertamente Trujillo pago esa deuda tarde y mal porque dicha deuda debió liquidarse en 1942, y no lo hizo.
Sin
embargo, mucho antes que Trujillo el general don Horacio Vásquez Lajara
liquidó en 1927 la deuda heredada del siglo 19 que fue consolidada
mediante la Convención Dominico-Americana de 1907.
Tras
Rafael Trujillo alcanzar el poder por medio de un golpe de estado
contra don Horacio Vásquez, su protector, impuso dos gobiernos títeres
(los de Rafael Estrella Ureña y el de Jacinto B. Peynado), y organiza
una farsa electoral antes de juramentarse como Presidente el 16 de
agosto de 1930.
Habiendo los nuevos gobernantes
heredado una deuda de aproximadamente US $ 20.0 millones, no obstante
entre mayo y agosto de 1930 Trujillo viaja a los Estados Unidos para
solicitar en los Estados Unidos un nuevo préstamo por la suma de US $
50.0 millones, siendo considerado por los funcionarios norteamericanos
del Departamento de Estado como un loco e insensato, y claro dicha
solicitud de préstamo no fue atendida.
Pero lo que
nadie se imagina es que después de ser saldada la deuda de 1925 en 1947,
con un retraso de cinco años, el dictadorcillo concentra sus esfuerzos
en la tarea de endeudar la nación.
Solicita y obtiene
varios préstamos del Eximbank, uno del Fondo Monetario Internacional, y
otros varios con bancos extranjeros y nacionales, gestionando y
obteniendo varios préstamos para sus empresas privadas pero dando en
garantía bienes públicos.
Por ejemplo, en 1960 obtuvo
un préstamo del Banco Nova Scotia por la suma de US $ 30.0 millones para
destinarlos supuestamente para la renovación tecnológica de sus
ingenios azucareros, pero dando en garantía la Reserva Monetaria del
Banco Central, claro está que con el visto bueno del presidente títere
Joaquín Balaguer.
En fin, a la hora de su muerte en 30
de mayo de 1961 de este último préstamo Trujillo no había pagado un solo
centavo, y Balaguer vació las bóvedas del Banco Central para pagar los
US $ 30.0 millones, mora e intereses, y esta operación no fue registrada
en términos contables como una deuda externa de la nación, aunque de
hecho lo era.
Por lo tanto, Trujillo a la hora de su
muerte dejó a los dominicanos deudas por encima de los US $ 60.0
millones, es decir, más de tres veces la deuda encontrada por su primer
gobierno en 1930, aunque en el Banco Central solamente se registra en
1961 una deuda externa por la suma de US $ 14.0 millones.
Cuando
ustedes oigan decir que Trujillo pagó la deuda externa, díganle a quien
lo afirme que esa es una gran mentira fruto del desorden propio de un
estado fallido en donde reinan la cleptocracia y la impunidad judicial.
TRUJILLO Y LA INDUSTRIALIZACION
Guido Riggio
Una de las tesis que más se utiliza para mostrar aspectos positivos
de la dictadura de Trujillo es el difundido argumento económico que
afirma que ese régimen logró promover y desarrollar la Industria
Nacional.
Pero ya Platón en su Crátilo se preguntaba si el significado de la
palabra venía dado de forma natural, o si por el contrario era
arbitraria y dependía del hábito de los hablantes.
Pero, como no es el lenguaje el que revela la verdad sino los hechos
concretos, para poder sostener aquel juicio tendríamos que encontrar
algún rastro de lo que a la sazón debió ser, oficial u oficiosamente, la
"política de industrialización nacional de Trujillo". Veamos. Empresas personales
Si bien es cierto que Trujillo fundó una serie de "industrias
nacionales" hay que destacar que casi todas estas industrias fueron
"industrias personales" (a veces aliado con socios extranjeros) y que
por circunstancia repentina de su muerte no pudieron ser traspasadas
(con algunas excepciones) a sus descendientes o testaferros.
De todas maneras, quedó muy claro que cuando las creó, no fue su
intención pasar estas empresas, ni sus beneficios, al Estado Dominicano.
Más por el contrario, las industrias de Trujillo, que surgieron en
plena guerra mundial debido a la escasez de productos en los mercados
internacionales, prosperaron amparadas en: 1) precios excesivos y 2)
negocios monopólicos amañados que hacía con un Estado que lo financiaba y
que además lo exoneraba de impuestos aduanales .
Lo que sí podríamos afirmar, para ser objetivos, es que Trujillo, sin
proponérselo, al morir, devolvió lo robado al Estado Dominicano: un
considerable número de empresas "personales" que luego fueron llamadas
"estatales". El atraso dominicano
Pero, para evaluar más objetivamente la cuestión, examinemos en
perspectiva a la República Dominicana dentro del contexto internacional y
preguntémonos:
¿Qué sucedía por aquel entonces en la economía, en la industria y el
comercio de Cuba, de Argentina, de Chile, de Colombia, de Venezuela, de
México y de otros países del mundo, durante aquellas "décadas
tiránicas"- 1930 al 1960- en que aquí gobernaba Trujillo para él y su
familia?
Pues sucedía lo que debía de suceder: sus clases empresariales y sus
economías se expandían a mayor velocidad y a mayor escala que la
nuestra, debido, lógicamente, a las mayores libertades y al grado de
tolerancia mayor de sus regímenes políticos.
Mientras aquellos gobiernos promovían una política de "desarrollo
empresarial e industrial", nuestro país se quedaba rezagado. Aquí el
Estado sembraba una política para promover el "negocio industrial
monopólico del Jefe".
Y no existe señal alguna razonable que nos impida inferir que el
enorme crecimiento industrial que experimentaron aquellos países
latinoamericanos, también hubiese acontecido aquí, si no hubiera
existido un régimen tan egoísta como el de Trujillo.
Mientras que en 30 años Trujillo creó sólo unas 30 nuevas empresas
importantes, en aquellos otros países- aun existiendo dictaduras en
algunos de ellos - gozaban de ciertas libertades políticas y económicas,
y en los mismos 30 años, este número de empresas fue superado cientos
de veces. No existía un plan de desarrollo industrial
De manera que jamás podemos afirmar razonablemente que Trujillo se
dedicó a poner en marcha un plan efectivo, una "política para el
desarrollo de la industria nacional", como se dice falsamente. Más bien
él fue "sepulturero de la industria nacional", fue quien castró la
iniciativa privada, para constituirse, prácticamente como en todo, en el
único súper empresario criollo, superando a otros dictadores
latinoamericanos.
Además, a nadie se le ocurriría decir que la mayoría de las empresas
importantes surgidas durante La Era, fueron todas propiedades del
tirano, a razón de que el resto de la oligarquía dominicana y los demás
ciudadanos carecían de la inteligencia y de la capacidad para
desarrollar una importante industria nacional. Monopolio personal
Porque los inversionistas de otros países no tenían en contra, como
los empresarios dominicanos, a un empresario mafioso, monopolista,
criminal y asesino, con todo el poder militar en sus manos, que se había
apoderado del gobierno en 1930 a base del terror, asesinando a sus
opositores políticos a sangre fría.
En aquella Era bastaba tener una próspera finca, o un hermoso
caballo, o un toro de raza, para provocar la envidia del sátrapa o la de
sus ladrones hermanos, a quienes había que cederle o, con suerte,
"venderle" la propiedad a precio vil. En esto superaba a otros
dictadores. Trujillo : ¿empresario o ladrón?
Porque Trujillo fue un temible "ladrón personal" y un "asesino
vulgar", y no sólo un "asesino político" que mató por razón de Estado,
como sus admiradores y devotos afirman falseando la historia.
Además, si damos un vistazo a nuestras tres décadas 'democráticas'
comprendidas entre el año 1978 al 2008, veremos que en estos últimos 30
años, nuestro desarrollo industrial creció y sigue creciendo
enormemente, porque tomó el camino de la normalidad, el camino de los
otros países con políticas empresariales liberales.
Algo parecido pudimos observar en España después de la muerte de
Franco. Con el fin de la dictadura, aquella nación gozó de una
transformación económica extraordinaria y vertiginosa, pasando de una
sociedad atrasada, a una de las más avanzadas de Europa y del mundo,
esto, como muestra fehaciente del daño al desarrollo y a la empresa
industrial que ejerce toda dictadura, aun aquellas dictaduras un poco
moderadas, que no hacen de su país una finca a su servicio personal y
familiar.
Si bien podemos contabilizar las 30 industrias propiedad del Jefe,
jamás podremos contabilizar las decenas de industrias que hubiesen
surgido si el país hubiese estado gobernado por un régimen liberal,
orientado hacia la libre empresa. O quizás otro hubiese sido nuestro
destino industrial, si hubiésemos tenido un dictador menos egoísta, un
dictador que no se dedicara a perseguir a sus competidores, como lo hizo
Trujillo. Solo fue propaganda
En su reciente obra "La Otra Historia Dominicana", dice el
historiador Frank Moya Pons: "Buscando en bibliotecas y archivos
públicos y privados la existencia de publicaciones o escritos que
contengan las ideas que pudieron haber inspirado el 'desarrollo
industrial' durante la Era de Trujillo, sorprende la falta de una teoría
explicita, o de una justificación del proceso dominicano, aparte de las
acostumbradas alusiones al 'genio portentoso' de Trujillo".
Pero Moya Pons descarta la única evidencia histórica de lo que pudo
ser un 'Plan de Industrialización' trujillista , y niega que la
existencia del Índice ,elaborado por Manuel Resumil Aragunde, fuese un
plan preexistente que esbozara el desarrollo industrial dominicano, a
razón de haber sido escrito a posteriori , con la finalidad de
justificar lo ya acontecido.
Por todo lo visto, podemos concluir razonablemente que el régimen de
Trujillo (como toda dictadura) fue el sepulturero y el perseguidor de la
clase industrial criolla y por ende, de la industrialización
dominicana.
Hubiésemos podido hablar de la "Industrialización de Trujillo", si él
hubiese implementado una política para el desarrollo industrial general
y no personal, si hubiese estimulando a todos los sectores a invertir,
sin la amenaza del despojo y la intimidación con que eliminó a su
competencia, aplastó al empresariado e impidió el desarrollo de la
Industria Nacional.
En este caso, el significado de las palabras propagadas en el sofisma
que afirma que "Trujillo creó la Industria Nacional", debe tener su
origen en el uso de un lenguaje con significado y juicio histórico
desacertado , y por demás arbitrario; a decir de Platón : 'Algunos
falsos juicios son producto del hábito irreflexivo de hablantes
interesados'.
Trujillo en abril de 1946
LAS EMPRESAS DE TRUJILLO
DatosTomados de wikipedia
Trujillo utilizaba el método de adquirir propiedades, fincas y
negocios lucrativos, a precios bajísimos y con esto los sectores de la
clase alta e inversionistas se aterrorizaban cuando Trujillo se
interesaba en alguna de sus propiedades. De estas y otras maneras
Trujillo se adueñaba de todo y veía a la República Dominicana
básicamente como un feudo privado, suyo y de su familia.
Trujillo y su familia amasaron una enorme riqueza. Adquirió
propiedades incluyendo tierras ganaderas a gran escala, y entró en
producción de carne y leche, las operaciones pronto evolucionaron hacia
el monopolio. Otras industrias eran, de sal, azúcar, tabaco, madera y
lotería. Ya en 1937 el ingreso anual de Trujillo era de aproximadamente
1,5 millones de dólares.
Para 1940 ya se había adueñado de la mayoría de las empresas
dominicanas creando un monopolio en el país, y para 1960 poseía el 60%
de la industria azucarera dominicana, acumulando una fortuna personal de
800 millones de dólares, lo cual lo colocó entre los 6 hombres más
ricos del mundo. En el momento de su muerte, en el país había más de 111
empresas de su propiedad.
De distintas maneras logró concentrar a lo largo de su vida una gran parte de la economía dominicana en su mano:
Sal. En 1931 se adueñó de la producción y venta de sal. esto le reportaba unos 400.000 pesos netos anuales.
Carne, las que le proporcionaban ingresos anuales de unos 500.000 pesos.
Arroz. Prohibió la importación de arroz y sólo permitió el consumo del arroz criollo que distribuía una de sus empresas personales.
Central Lechera.
Compañía Anónima Tabacalera.
Fábrica Dominicana de Calzados.
Pinturas Dominicanas.
Ingenios Porvenir, Ozama, Amistad, Monte Llano, Barahona, Consuelo,
Quisqueya, Boca Chica, Las Pajas, Santa Fe, Catarey y Río Haina.
Seguros San Rafael.
Licorera La Altagracia.
Sociedad Industrial Dominicana.
Refinadora de Aceite de Algodón.
Molinos Dominicanos.
Fábrica Dominicana de Cemento.
Fábrica de Sacos y Cordelería.
Fábrica de Vidrio.
Industria Nacional del Papel.
Atlas Comercial Co.
Caribbean Motors.
Compañía Dominicana de Aviación.
Ferretería Read.
Periódico La Nación.
Industria Caobera.
Aserradero Santelises.
Naviera Dominicana.
Industrias Niguas.
La Fortuna de Trujillo
Fuente:http://onorioster.blogspot.com/2009/06/la-fortuna-de-trujillo.html
El
pequeño libro que lleva el título de La Fortuna de Trujillo tiene una
historia que comenzó al iniciarse el año 1959, época en la que el autor
estaba viviendo en Venezuela desde que tuvo que salir de Cuba en abril
de 1958 a raíz de haber sido detenido por la policía en cumplimiento de
órdenes del comandante Ventura que figuraba en la galería de los jefes
policiales batistianos más conocidos por sus crímenes.
Al
comenzar ese año 1959 los pueblos de lengua española del Caribe estaban
conmovidos por la agitación política. En enero de 1958 había sido
derrocada en Venezuela la dictadura de Pérez Jiménez y en diciembre se
habían celebrado elecciones que ganó Acción Democrática, cuyo candidato
presidencial fue Rómulo Betancourt. Ese sólo hecho bastaba para
enardecer los ánimos de las grandes masas venezolanas, pero apenas
veinticuatro días más tarde Fulgencio Batista huía de Cuba y el 8 de
enero siguiente entraba en La Habana Fidel Castro seguido por un mar
humano que lo aclamaba en Cuba y por el entusiasmo de los pueblos de la
región, entre los cuales estaba en primer lugar el de Venezuela.
Sucedía,
sin embargo, que ese estado de ánimo ebullente generalizado en la
región del Caribe daba paso, al mismo tiempo, a una pregunta que no
hallaba respuesta: ¿Por qué en medio del estado de agitación que se
vivía en el Caribe la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo se mantenía
como una montaña de horrores y de opresión totalmente inconmovible?
La
inmutabilidad de la dictadura trujillista preocupaba de manera especial
a los revolucionarios y a los intelectuales democráticos de Cuba y de
Venezuela, donde los exiliados antitrujillistas habían mantenido una
constante denuncia de los crímenes que se cometían en nuestro país, y
esa preocupación explica el hecho de que las autoridades de la
Universidad Central de Venezuela le pidieran al autor de este pequeño
libro que organizara un acto dedicado a conmemorar el 27 de febrero de
1959 el 115 aniversario de la separación dominicana de Haití. El acto se
llevaría a cabo en el Salón de Conciertos de la Universidad bajo los
auspicios de la Dirección de Cultura del alto centro de estudios y se me
pidió que tratara de explicar en él, en la medida de lo posible, la
historia dominicana y las causas de la solidez y la dureza de la
dictadura de Trujillo. Esas líneas generales que me fueron propuestas
están expresadas en el título del libro que a base de lo dicho en la
conferencia del 27 de febrero escribí unos meses después —fue terminado
el 16 de agosto de 1959—. El título era Trujillo: Causas de una tiranía
sin ejemplo.
De esa obra se hicieron en Venezuela dos ediciones,
una en 1959 y otra en 1961; la última empezó a circular apenas dos meses
y medio antes de la muerte de Trujillo. Otra edición se hizo en Perú y
dos se hicieron en la República Dominicana a raíz de mi vuelta al país
tras casi veinticuatro años de exilio.
Es posible que el lector
no sepa algo qüe he dicho numerosas veces; y es que antes de 1969 yo no
conocía a Marx y Engels, de quienes había leído, hacía muchos años, el
Manifiesto Comunista, y en el caso de Engels, Origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado. Si no está enterado de eso que acabo de
decir, el lector pensará que yo era marxista cuando escribí Trujillo:
Causas de una tiranía sin ejemplo porque de otra manera no se explicaría
que dijera en ese libro cosas como éstas:
"La tiranía trujillista
fue consecuencia de los males dominicanos. Pero la perpetuación y el
monstruoso desarrollo de esa tiranía obedecen a dos razones
determinantes: una, que la arritmia histórica de Santo Domingo mantuvo
al país al margen de las corrientes capitalistas, lo que le ofreció a
Trujillo la oportunidad de convertirse en el empresario de un
desenvolvimiento industrial y financiero que ya no podía demorar más;
otra, que el clima económico y político internacional creado por el
estado de guerra que se adueñó del mundo a partir de la invasión de
Etiopía en 1935 le permitió al dictador desenvolver al máximo sus
empresas capitalistas bajo un sistema de terror político
internacionalmente protegido".
A ese párrafo seguían otros, de los cuales el segundo decía así:
"Lo
que le ha dado consistencia y perdurabilidad al trujillismo no es su
carácter de tiranía militar y política, sino la transformación del país
en una empresa capitalista despiadada, de la que sólo Rafael Leonidas
Trujillo es propietario, y a la cual sirven de instrumentos
incondicionales el gobierno civil y las fuerzas armadas".
Esa tesis está expuesta en varias descripciones, una de las cuales es ésta:
"El
país se ha convertido en un cartel financiero, industrial y comercial
con apariencia de Estado soberano. Si la República Dominicana cambiara
su nombre por el de Empresas Trujillo, C. por A., estaría mejor definida
y su situación política quedaría fuera de discusión. El gobierno existe
sólo como órgano legal y público de la empresa, y el ejército es la
fuerza armada que ejecuta las órdenes de la empresa, defiende sus
instalaciones y garantiza sus beneficios. A pesar de que están
exclusivamente a su servicio, no es la empresa sin embargo quien paga el
gobierno y la fuerza armada, sino el pueblo; de manera que la empresa
tiene a su disposición gratuitamente un gobierno —con congreso, poder
judicial, diplomacia y administración pública— y un ejército de tierra,
mar y aire".
El libro Trujillo: Causas de una tiranía sin ejemplo
se componía de quince capítulos, una sección titulada Conclusiones y
otra con la lista de los negocios que tenía Trujillo en 1959. De todo
ese material para La Fortuna de Trujillo se han reproducido los
capítulos XI, XII, XIII, XIV y XV, las Conclusiones y la lista de los
negocios del dictador, material que en Trujillo: Causas de una tiranía
sin ejemplo (tercera edición, hecha en Santo Domingo en la impresora
Arte y Cine de Luis Miura Baralt) ocupaba ochenta y una paginas, a las
que se agregan ahora siete artículos que con el título común de La
Fortuna de Trujillo se publicaron en Vanguardia del Pueblo, ediciones
correspondientes al número 81 del 4 de mayo de 1977 hasta el número 87,
del 15 de junio de 1977.
Aunque esos artículos aparecieron en
Vanguardia sin firma, su autor fui yo, pero no podía firmarlos porque en
esos siete números aparecían otros artículos míos que estaban firmados y
no es de buen gusto que en un número de un periódico aparezcan dos
artículos de la misma persona, y peor habría sido que se publicaran dos
en cada edición durante siete semanas.
Lo que se decía en los
primeros diez capítulos de Trujillo: Causas de una tiranía sin ejemplo
era historia anterior al establecimiento de la dictadura trujillista;
historia que debía ser novedosa para los lectores no dominicanos del
libro, y para ellos se escribieron puesto que el libro no podía circular
en el país; pero no tienen interés para los que leen obras históricas
nacionales, y en cambio, sí debe tener interés para los dominicanos lo
que dije fuera del país en los últimos años de mí exilio y sobre todo
los datos que se dan en esta nueva versión de aquel libro escrito en
1959 de lo que era el inventario de los bienes de Trujillo a la altura
de ese año.
Ese inventario demuestra que es absolutamente cierto
lo que he dicho más de una vez, y más de una docena de veces: Que
Trujillo fue el autor del impulso desarrollador del capitalismo
dominicano en sus aspectos industrial y financiero pero al mismo tiempo
fue el monopolizador de los beneficios económicos generados por ese
desarrollo.
Espero que el lector de este pequeño libro acabe su lectura compartiendo esa opinión.
Santo Domingo, 31 de mayo de 1985.
LA FORTUNA DE TRUJILLO I
¿Cuál era la fortuna de Rafael Leonidas Trujillo?
Según
un informe detallado hecho por el jefe o encargado de la llamada
Oficina Particular del Generalísimo, el licenciado Tirso E. Rivera J.,
al morir el 30 de mayo de 1961 Trujillo tenía en la República Dominicana
bienes a su nombre por valor de 55 millones, 110 mil 728 pesos con 28
centavos; tenía además inversiones y acreencias (dinero que le debían)
por 69 millones 342 mil 176 con 87, y a nombre de María Martínez 24
millones 358 mil 124 con 60, lo que hacía un total de 148 millones 811
mil 29 con 75.
El Monto y los Detalles
¿Pero era ése el monto de toda la fortuna de Trujillo?
No.
Además de esa suma (le faltaban 189 mil pesos para llegar a 149
millones) que tenía en el país, a nombre suyo o de su señora María
Martínez de Trujillo y de sus hijos Ramfis, Radhamés y Angelita,
Trujillo tenía dinero depositado en un banco suizo (o tal vez en más de
uno) por una cantidad mayor que ésa. En mi libro Composición Social
Dominicana se cuenta que "El d fa 8 de junio de ese año (1954), mientras
el dictador se hallaba en Madrid, su señora envió a Suiza, para ser
depositada a su nombre, una cantidad de dólares que pasaba de los cien
millones". El relato de ese episodio me fue hecho por un testigo
presencial que merece fe . La cantidad de dólares enviada a Suiza llegó a
150 millones. De manera curiosa, en el estado de cuenta hecho por el
licenciado Rivera no figura la finca Fundación, aunque figuran terrenos
en varios lugares del país, unos a nombre del dictador y otros a nombre
de su señora, así como acciones y bonos por valor de varios millones de
pesos a nombre de sus hijos Ramfis, Angelita y Radhamés. A menudo se
dijo que Trujillo tenía propiedades en Puerto Rico y en los Estados
Unidos, pero de ser así, esas propiedades no figuran en el informe a que
estamos refiriéndonos.
Ese informe fue hecho, al parecer,
inmediatamente después de la muerte de Trujillo, pues está fechado así:
"Al 5 de julio de 1961", a los 36 días del histórico 30 de mayo en que
el dictador perdió la vida. A pesar de que el poderoso millonario, el
hombre más rico en toda la historia de la República Dominicana, estaba
muerto hacía mes y medio, el informe fue encuadernado con tapas rojas y
con una leyenda encabezada por las cinco estrellas de su rango militar.
La leyenda dice: "Bienes e inversiones del Generalísimo Dr. Rafael L.
Trujillo Molina", y debajo la fecha mencionada.
El informe está
dividido en varias partes; la primera se titula "Bienes e Inversiones a
nombre de Su Excelencia el Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina" y
ocupa 17 páginas. En la primera de las 17 figuran las acciones de
varias empresas con un valor total de 41 millones 965 mil pesos; en la
segunda y la tercera figuran varios deudores de Trujillo por un total de
8 millones 882 mil 223 pesos con 68 centavos; la parte final de la
tercera está dedicada al yate que figura valorado en 2 millones 130 mil
695 pesos con 13 centavos, y la tercera comienza con solares en la
capital de la República por 1 mil 988 pesos con 55 centavos, y como se
trata de dos solares con 398 metros cuadrados, se llega a la conclusión
de que su precio por metro cuadrado era de alrededor de 5 pesos; después
se detallan 36 solares de Cambita Garabito con 7 mil 708 metros
cuadrados con un valor de 6 mil 60 pesos con 3 centavos (menos de un
peso el metro cuadrado).
A partir de ahí vienen "Haciendas y
Propiedades Rurales" que empiezan por la finca de La Victoria (55 mil
762 tareas con un valor de 918 mil 28 pesos con 37 centavos, lo que da
un valor de 16 pesos la tarea). En la parte final de la página número 5 y
en la 6 y la 7 figura la finca La Estrella, con 97 mil 943 tareas por
un valor de 619 mil 865 pesos con 67 centavos (a alguito más de 6 con 30
la tarea). Las páginas 8 y 9 están dedicadas a la colonia Angelita, en
Hato Nuevo: 12 mil 285 tareas con un valor total de 240 mil 334 pesos
con 1 centavo (a algo menos de 20 pesos la tarea).
Otras Tierras y Acciones
Después
aparecen detallados terrenos en San Cristóbal (544 tareas por 3 mil 166
pesos con 98 centavos); terrenos en La Vega: 55 mil 363 tareas de
pinares en Constanza, con un valor de 82 mil 921 pesos con 31 centavos
(a más o menos peso y medio la tarea); 1 mil 107 tareas de tierra en
Santiago con un valor de 5 mil 946 pesos con 88 centavos (a menos de 5
pesos y medio la tarea); terrenos en Maimón, Bonao: 1 mil 855 tareas por
un valor de 2 mil 775 pesos con 78 centavos (a peso y medio la tarea);
terrenos en Sabana Grande de Cotuí, que estaban en trato de venta a la
Secretaría de Agricultura: 10 mil 683 tareas con un valor de 21 mil 558
pesos con 41 centavos (a dos pesos y centavos la tarea); en Maimón y
Hatillo de Maimón, reservados para las minas de hierro de Hatillo: 437
tareas con valor de 1 mil 311 pesos con 90 centavos (a 3 pesos la
tarea); en Chacuey y Zambrano, que estaban también en tratos para ser
vendidos a la Secretaría de Agricultura: 33 mil 362 tareas con un valor
de 36 mil 119 pesos con 83 centavos (a alguito menos de un peso y 10
centavos la tarea); terrenos en Quita Sueño, que estaban también en
venta a la Secretaría de Agricultura: 77 tareas valoradas en 232 pesos
con 44 centavos (a 3 pesos la tarea); terrenos en Ciénaga Azul, que
estaban también en trámite de venta a la Secretaría de Agricultura: 11
mil 352 tareas con un valor de 26 mil 538 pesos con 61 centavos (a 2 con
33 la tarea); terrenos en San Blas, pendientes de venta a la Secretaría
de Agricultura: 25 mil 24 tareas valoradas en 57 mil 371 con 15, o sea,
a menos de 2 con 30 la tarea; terrenos en Los Ranchos, El Plátano y
Yuna Arriba, en trámite de venta a la Secretaría de Agricultura: 15 mil
873 tareas valoradas en 46 mil 554 pesos con 65 centavos (a unos 3 pesos
la tarea); terrenos en Rincón y Monte Bonito, pendientes de venta a la
Secretaría de Agricultura: 24 mil 759 tareas con un valor de 53 mil 830
pesos con 72 centavos (a menos de 2 con 20 la tarea); y terrenos en
Sabana Larga, también en tratos para ser vendidos a la Secretaría de
Agricultura: 3 mil 119 tareas en 7 mil 233 con 29 (a unos 2 pesos con 15
centavos la tarea). En total, los terrenos que Trujillo tenía en Cotuí,
que con la excepción de las 437 tareas de Maimón y Hatillo iban a ser
vendidos a la Secretaría de Agricultura nadie sabe en cuánto, valían 250
mil 751 pesos y sumaban unas 124 mil 405 tareas.
En la Oficina
Particular había en caja 2 mil pesos y muebles por valor de 979 pesos
con 44 centavos. El valor total que aparece en esa primera parte del
informe es, como dijimos, de 55 millones, 110 mil 728 con 28 centavos; y
en la página 16 aparece toda esa primera parte resumida así:
Acciones,
41 millones 965 mil; otros deudores, 8 millones 882 mil 223 pesos con
68 centavos; el yate Angelita, 2 millones 130 mil 695 con 13; solares, 6
mil 60 pesos con 3 centavos; haciendas y propiedades rurales, 2
millones 123 mil 770, y oficina particular, 2 mil 979 con 44.
Posesiones y sus grandes beneficios económicos:
La
presidencia le daría la oportunidad de convertir al país de su
propiedad. Trujillo utilizaba el método de adquirir propiedades, fincas y
negocios lucrativos, a precios bajísimos y con esto los sectores de la
clase alta e inversionistas se aterrorizaban cuando Trujillo se
interesaba en alguna de sus propiedades: después de la destrucción
(debido al ciclón San Zenón en 1930) de la antigua capital dominicana,
(Santo Domingo), el dictador mandó reconstruirla, y una vez modernizada,
la rebautizó como "Ciudad Trujillo".
FranK Moya Pons
Publicado en diario libre
4 de Sept. 2010.
Con la muerte de Trujillo en 1961 se desataron todas las energías de la nación que la dictadura había mantenido reprimidas.
Los
grupos medios que habían venido formándose empezaron a organizarse en
una pléyade de instituciones, grupos de presión, grupos de intereses y
asociaciones que han terminado dándole a la República Dominicana una
fisonomía institucional que contrasta radicalmente con la hegemonía
gubernamental y estatal que fue la norma de la vida dominicana hasta
entonces.
Al caer la dictadura se liberalizaron los controles
políticos que impedían a los dominicanos el ejercicio pleno de la libre
empresa, y los gobiernos mantuvieron la política de permitir la libre
competencia contra los antiguos monopolios trujillistas que quedaron
como propiedad del Estado luego que éstos fueron confiscados por el
Estado a partir de 1961.
Muerto Trujillo comenzó a configurarse
un nuevo empresariado nacional compuesto inicialmente por comerciantes y
artesanos que luego se hicieron industriales o que ampliaron sus
negocios de importación y exportación.
En 1941, por ejemplo, el
87 por ciento de toda la inversión industrial en la República Dominicana
estaba controlada por extranjeros, mientras que hoy, gracias a la
proliferación de industrias nacionales, el control extranjero en este
sector está reducido a menos de un 20 por ciento.
La presencia
extranjera en el sector industrial es más visible hoy en las llamadas
zonas francas para la exportación de productos manufacturados y bienes
intermedios que empezaron a instalarse en el país a partir de 1968.
La
primera de estas zonas francas fue instalada en La Romana, y a ella
siguieron otras dos, una en San Pedro de Macorís y otra en Santiago de
los Caballeros.
Con los años las zonas francas han seguido
proliferando, estableciéndose en Santiago, La Vega, Puerto Plata, Moca,
Haina, San Isidro, Los Alcarrizos y la Autopista de Las Américas, además
de algunas llamadas zonas francas especiales.
En conjunto todas
las zonas francas ofrecen hoy empleo a unas 200,000 personas, muchas de
ellas mujeres que al ocupar estos nuevos puestos de trabajo están
aprendiendo nuevas destrezas laborales, están emancipándose
económicamente de sus maridos, y están adquiriendo una mayor libertad
económica.
No han sido sólo las industrias de sustitución de
importaciones las que han quedado en manos dominicanas pues también el
comercio está mayormente controlado por empresarios nacionales, con
excepción de las grandes casas importadoras y exportadoras que
permanecen en manos de una pequeñísima élite de comerciantes españoles e
hijos de españoles que han sabido integrarse a la sociedad dominicana.
Otro
visible grupo de comerciantes está conformado por los hijos de los
inmigrantes sirios, libaneses y palestinos que llegaron al país a
finales del siglo XIX y principios del XX y que, desde el principio, se
dedicaron a la vida mercantil y terminaron controlando importantes
segmentos del mercado en algunos de los principales pueblos dominicanos.
Con el tiempo los hijos de estos árabes se dedicaron a las
profesiones y hoy forman un importante conglomerado que combina las
actividades comerciales e industriales con las profesionales.
Poco
a poco fueron formándose grupos económicos en torno determinadas
actividades, como ha sido el caso de los antiguos industriales que
forman el núcleo del llamado "grupo industrial de Santo Domingo", o el
de los nuevos industriales de Herrera.
También son muy visibles
los empresarios locales conectados con la banca, los negocios de las
zonas francas, los empresarios turísticos, los importadores, o el de los
exportadores de productos primarios, los importadores y fabricantes de
productores farmacéuticos, así como muchas empresas extranjeras
asociadas en la Cámara Americana de Comercio.
Como empresarios
nacionales también se destacan los productores de leche, carne de pollo,
cerdo y res, y los procesadores de frutos para la producción de jugos y
granos enlatados, al igual que los productores de cigarros y
cigarrillos, cervezas y refrescos, y exportadores de café, cacao y
tabaco.
Hay también nuevos grupos de exportadores de productos no
tradicionales como yuca, ñame, yautía, plátanos, limones agrios y
frutas, además de los tradicionales productores y exportadores de
bananos.
Después de muerto Trujillo, muchos comerciantes
importadores y algunos industriales se valieron de sus relaciones
políticas e influyeron en los gobiernos para que éstos aprobaran leyes
dirigidas a favorecer el desarrollo de sus intereses.
Las leyes
de incentivo industrial, turístico, agroindustrial, y de fomento a las
exportaciones, entre otras, han contribuido mucho al desarrollo de
sectores productivos que antes tuvieron poca importancia en la economía
nacional.
Concomitantemente, el país ha visto crecer una pléyade
de asociaciones e instituciones que agrupan a estos empresarios y que
interactúan constantemente con los administradores del Estado en una
dinámica siempre cambiante de intereses encontrados que, en última
instancia, ha favorecido el desarrollo del mercado nacional.
Aunque
dominado por varias grandes empresas en determinadas áreas, este
mercado es bastante abierto y dinámico, y en él concurren todos los
empresarios que desean invertir tanto en grande como en pequeña escala
como lo muestra el crecimiento del sector de las microempresas, de las
cuales había 650,000 unidades en todo el país en 2009.
Estas
microempresas son negocios que tienen diez empleados o menos, son
responsables de más de un quinto del producto nacional bruto y ofrecen
empleo a más de un millón de personas.
Las microempresas están
distribuidas por todo el país y son hoy uno de los principales
indicadores del dinamismo de la economía dominicana. Ellas expresan la
vitalidad del sector mercantil dominicano pues en casi todos los pueblos
del país proliferan los negocios al tiempo que se modernizan los
establecimientos comerciales.
De la misma manera, esos
micronegocios reflejan la continua innovación y renovación de los
talleres artesanales pues una de cada cuatro microempresas son unidades
manufactureras.
Una de las nuevas características del comercio
interno del país es su amplísima dispersión geográfica. A principios de
siglo, las tiendas estaban casi siempre concentradas en "el centro" de
los pueblos, generalmente alrededor de las plazas y mercados, en donde
inicialmente se celebraban las ferias.
Los establecimientos
comerciales se ven por todas partes, y aunque los pueblos siguen
exhibiendo sus zonas comerciales alrededor de estos antiguos centros, el
desarrollo de los barrios populares y las urbanizaciones ha obligado a
la dispersión de las tiendas.
En las ciudades más grandes
existen ahora muchas zonas comerciales ubicadas, no en un solo punto
como antes, sino a lo largo de las grandes avenidas o de las principales
arterias viales. En los barrios pobres y marginados también existen
centros de servicios, casi siempre en las calles fronterizas de estos
vecindarios con otros de mayor nivel económico.
Por otro lado ,
se observa hoy una clara tendencia entre los empresarios dominicanos
hacia el establecimiento de vínculos con empresas extranjeras,
generalmente norteamericanas, que aportan capital, experiencia
tecnológica y conocimientos gerenciales.
Proliferan hoy las
alianzas estratégicas entre compañías dominicanas y extranjeras que
están abriendo el mercado nacional a la competencia internacional, y
están obligando a los empresarios nacionales a modernizar sus empresas y
a hacerlas más eficientes.
En algunos casos, empresarios
jóvenes con apoyo financiero de sus familias o de los bancos se han
lanzado a la apertura de franquicias que representan grandes cadenas de
comercialización de productos de consumo popular, como es el caso de los
tacos, las rosquillas, las hamburguesas, el pollo frito, las pizzas, o
la ropa y los zapatos deportivos.
La implantación de estos
negocios marca el inicio de una nueva etapa del proceso de
norteamericanización económica que, a juzgar por otros procesos
similares, terminará imponiendo una nueva fisonomía a las ciudades y
pueblos, y a los cruces de caminos en todo el país.
Por otro
lado, la demanda de alimentos por parte de los centros turísticos,
continúa ejerciendo un importante impacto sobre la agricultura
dominicana y sigue aportando un fuerte estímulo a la producción que ha
llevado a los productores nacionales a expandir el horizonte agrícola
dominicano con nuevas plantaciones de frutas.
Se destacan,
particularmente, cítricos, cocos, bananos, aguacates, papayas y piñas,
así como nuevos centros productores de pollos, carnes y productos
lácteos que los turistas consumen en grandes cantidades. Estos nuevos
mercados han fomentado la modernización y expansión de las industrias de
bebidas, alimentos enlatados y cigarrillos, entre otras.
Después
de muerto Trujillo, muchos comerciantes importadores y algunos
industriales se valieron de sus relaciones políticas e influyeron en los
gobiernos para que éstos aprobaran leyes dirigidas a favorecer el
desarrollo de sus intereses.
LO BUENO DE TRUJILLO BERNARDO VEGA
Trujillo,
en 1960, puso todo el oro de nuestro Banco Central como garantía para
un préstamo internacional a sus ingenios y, al no pagarlo, dejó al país
sin reservas. El día de su muerte éstas no llegaban al millón de dólares
La
masiva y cotidiana propaganda de un régimen trujillista que perduró una
cantidad de años equivalente a lo que vive una generación, todavía
condiciona nuestra forma de pensar.
Uno de los supuestos grandes
logros de Trujillo lo fue el pago de la deuda externa en 1947, pero
resulta ser que ese año lo mismo hizo Haití utilizando los mismos
superávit en el comercio exterior resultantes de la bonanza de la
Segunda Guerra Mundial.
Ambas deudas se habían contratado
casi por las mismas razones, en fechas algo similares y por montos
parecidos, pero nadie en Haití considera que el gobierno de Dumarsais
Estimé logró una gran hazaña.
Además, Trujillo pudo haber
pagado esa deuda en 1934 cuando nuestros bonos se cotizaban en la Bolsa
de Nueva York a apenas quince centavos por dólar, pero terminó
pagándola a un dólar, sin descuento alguno.
Se dice que Trujillo
industrializó el país. Pero las industrias que se establecieron aquí en
las décadas de los cuarenta y cincuenta reflejan el proceso de
sustitución de importaciones de toda América Latina y el Caribe.
Esto
ocurrió por donde quiera, con la diferencia de que aquí casi todas
fueron industrias monopólicas y en su mayor parte pertenecían al
dictador.
Trujillo indudablemente ayudó al campesinado
con su repartición de tierras en los años treinta, pero echó todo eso
para atrás cuando decidió convertirse en dueño de una docena de
ingenios, deviniendo en el mayor terrateniente del país y expulsando a
miles de campesinos de sus tierras.
Mientras La Habana, Puerto
Príncipe y Montego Bay estaban llenos de turistas, aquí no venían por la
mala imagen que sobre el país proyectaba la dictadura. ¿Cuántos
empresarios dominicanos y extranjeros dejaron de invertir durante esos
años por la falta de confianza?
Se dice que durante la “Era de
Trujillo” la economía dominicana creció mucho. En esa época no existían
estadísticas sobre el Producto Nacional Bruto (PNB) y su crecimiento,
pero si tomamos como indicador el consumo de cemento, veremos que la
tasa promedio de su crecimiento durante esos treinta y un años fue muy
inferior a la de América Latina.
Es cierto que creó el Banco
Central y la moneda nacional en 1947, pero eso coincidió con la
fundación de los bancos centrales en toda nuestra región y en esos
mismos años.
La misma misión técnica norteamericana que
nos asesoró lo hacía igualmente en Guatemala. Sin embargo, Trujillo en
1960 puso todo el oro de nuestro Banco Central como garantía para un
préstamo internacional a sus ingenios y, al no pagarlo, dejó al país sin
reservas. El día de su muerte, las mismas no llegaban ni siquiera a un
millón de dólares.
Los ultranacionalistas citan que Trujillo, con
la matanza de 1937, sacó a los haitianos del país. Eso no es cierto,
pues permanecieron trabajando en todos los ingenios.
No
hizo como el gobierno de Cuba que a partir de 1933 deportó a miles de
cortadores de caña jamaiquinos y haitianos y desde entonces en esa isla
tan sólo cubanos (blancos, negros y mulatos), cortan la caña. Trujillo,
al convertirse en el dueño de casi todos los ingenios dominicanos,
terminó siendo el mayor empleador de haitianos.
Cuando Trujillo
subió al poder en 1930, el país exportaba azúcar y sus derivados, cacao,
café y tabaco. Treinta y un años después, se exportaba exactamente lo
mismo, agregando un poco de bauxita. Sintamos nostalgia por otras cosas.
De la Era del terror y del silencio a la democracia y la libertad
Un ejemplo. Hace 51 años que fueron asesinados por Trujillo
las Hermanas Mirabal y su chofer Rufino de la Cruz. Ellos, como miles de
dominicanos, fueron víctimas de un régimen negador de derechos y de
libertades públicas.
Los que vivieron y recuerdan aquella época, en la que no podía haber
disidentes y en la que todos tenían que someterse al régimen
dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo, valoran las conquistas de las
libertades públicas que hoy se disfrutan en la República Dominicana como
un legado de quienes tuvieron el valor heroico de denunciar e incluso
ofrendar sus vidas enfrentando al sátrapa.
Rafael –Fafa- Taveras fue un luchador antitrujillista desde el
Movimiento 14 de Junio. Sufrió tortura y represión como muchos tantos
jóvenes izquierdistas de la época.
Recordaba con amargura sus vivencias y dice sentir rabia cuando
escucha personas expresar que en el país hace falta un Trujillo.
“Los que dicen eso no tienen conciencia, o no vivieron la época, o
son sus beneficiarios, o en cierta medida están comprometidos con ese
recuerdo”, expresa Taveras.
Durante la dictadura de Trujillo, de 1930 al 1961, las libertades públicas no existían. Todo estaba bajo el control del régimen.
“Trujillo fue el crimen y el saqueo organizado, la ausencia total de libertad”, así califica Taveras al sátrapa.
El vio cómo los presos eran llevados a trabajar la tierra para
Trujillo, se morían por las sanguijuelas y el paludismo. Había que
tener cuidado porque la degradación humana llegaba a tal nivel que las
mujeres bonitas no podían exhibirse para evitar ser reclamadas por un
alabardero de Trujillo y presentarlas como una ofrenda al dictador.
Las cárceles eran centros de tortura. El crimen estaba legitimado por las autoridades para defender el nombre de Trujillo.
Taveras dice que la concentración indescriptible del poder estaba
santificada por la Iglesia Católica, aunque se reivindicó en 1959
cuando una parte de los jóvenes seminaristas y sacerdotes, en rechazo a
la dictadura formaron parte del Movimiento 14 de Junio, siendo uno de
sus miembros el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.
Movimientos por la libertad. Desde que surgió el régimen se crearon
diversos grupos y movimientos con la finalidad de dar fin a la
dictadura. Trujillo con su poderío pudo gobernar el país por 31 años.
Su aparato represivo había aplastado inmisericordemente todo intento
de rebelión o conspiración en su contra, lo que, aparentemente, daba la
impresión de que el Ejército Nacional era un bloque monolítico que
apoyaba irrestrictamente todos sus desmanes. No ocurrió así.
El historiador Emilio Codero Michel en su libro “Movimientos de
oposición a Trujillo en la década 1930-1939”, plantea que en el cuerpo
castrense hubo oficiales y soldados que, aunque al principio adoptaron
actitudes indiferentes o se hicieron cómplices de las atrocidades de
Trujillo, ya a la vuelta de unos años no estaban dispuestos a seguir
apoyando su creciente criminalidad, que los hacía culpables ante la
sociedad.
La clase obrera combatió al régimen desde sus inicios, pero con la
aplicación del terror quedó sojuzgada y tuvo que esperar hasta la década
siguiente para conquistar objetivos clasistas y revolucionarios.
Expresa Cordero Michel que la tiranía se entronizó en base al terror
sistemático, tanto físico como psicológico, aplicado por los diversos
organismos represivos del Estado, cuerpos paramilitares y grupos de
matones, como los integrantes de “La 42”.
Los que se atrevieron a enfrentar el régimen trujillista tenían tres duras posibilidades: la cárcel, la muerte y el exilio.
La opresión era la respuesta de Trujillo para el que osaba protestar.
En enero de 1946 un grupo de manifestantes obreros llamado “Federación
Local del Trabajo”, fundado por el líder sindical Mauricio Báez, hizo
una huelga que duró más de una semana. La dictadura terminó cediendo a
las peticiones de los demandantes, pero más tarde algunos fueron
perseguidos y asesinados, mientras que otros se exiliaron. Tiempo
después, Trujillo desintegró todos los sindicatos del país, obligándolos
a pertenecer a una federación de él. En 1950, Mauricio Báez fue
secuestrado en Cuba, donde estaba exiliado. Nunca se supo de su
paradero.
Después de 50 años. Tras el tiranicidio, el 30 de mayo de 1961, lo
más importante ha sido el recuperar los derechos a la palabra, a la
opinión, a la libertad de expresión, al uso de las nuevas tecnologías
de la comunicación y de la información, a la libre organización, al
libre tránsito, a la libre empresa, a la libertad de profesar la fe y
ejercer la profesión que deseas, a la libre elección, al voto.
Taveras valora que el país viva la Era de la democracia y de la
libertad, en la que se puede disentir y opinar. Recuerda que en el
trujillismo hasta tirar piropos podía ser sospechoso, por lo que ve una
gran conquista que ya en un régimen democrático uno se puede
enamorar.
Después de 50 años los movimientos sociales se fortalecen, reclaman y
protestan en sus diversas formas. Tras la caída de la tiranía de
Trujillo han sido muchos los movimientos que han luchado por
reivindicaciones sociales y políticas, por el fortalecimiento
institucional y mayor calidad de la democracia.
Las últimas expresiones de democracia y libertad son las elecciones
celebradas en el país y las protestas innovadoras. La diferencia
entre el régimen dictatorial de Trujillo y los sucesivos gobiernos
democráticos del país se evidencian a partir de las protestas sociales y
la cada vez más activa participación ciudadana reclamando sus derechos.
Se citan conquistas como las de evitar que el Gobierno construya una
isla artificial, la cementera de los Haitises y el reclamo del 4% del
Producto Interno Bruto (PIB) para la Educación.
Cuando se hace un análisis retrospectivo, hay quienes concluyen que
hay avances significativos. La socióloga Rosario Espinal dice que a 50
años de la dictadura hay mayores espacios para la disidencia y la
expresión. En la Era de la democracia, el uso de los medios de
comunicación, las redes sociales, la publicidad, ha significado un gran
cambio para el país”. LA FRASE Rafael -Fafa- Taveras
Viví en una época en la que los medios de comunicación existentes
estaban bajo la fiscalización del régimen. Tenían que ser una bocina que
alabe al jefe. No había ninguna libertad para el dueño de una emisora
ni de un periodista para decir lo que le pareciera”.
FAMILIARES Y AMIGOS RECUERDAN VICTIMAS DE LA TIRANIA
LA PROPAGANDA EN LA ERA DE TRUJILLO
POR EDDY PEREYRA ARIZA
La propaganda política, como instrumento dirigido a orientar,
excitar y manipular el pensamiento social, busca influir en la conducta
y en el sistema de valores de las personas, con la intención de
apuntalar una determinada opinión ideológica o política. Sigue la
preferencia y el movimiento de la sociedad, sin dejar de ser la técnica
científica que Jean Jacques Chevalier ha interpretado como “uno de los
fenómenos más impresionantes e inevitables de nuestra época; que por ser
dominante por naturaleza, discurre con acrecentada tendencia al
totalitarismo”. Su meta ha sido obtener el apoyo o el rechazo de la
población, apelando a argumentos emocionales, más que racionales,
porque el instinto y las emociones son los polos de las acciones
políticas, no la lógica ni el razonamiento. Así lo asume, Carlos Luis
Napoleón Bonaparte III, cuando establece que “uno conmueve a las masas
mediante el corazón, nunca mediante la fría razón.” Hubo siempre
personas con tendencia a la dominación y otras propensas a la sumisión
y, según Kimball Young en su obra “Psicología Social”, aún en las
formas de vidas inferiores se desarrolla una jerarquía de dominio y de
sumisión en que los miembros más viejos y fuertes, llegan a mandar y
dominar a sus demás congéneres. La organización humana es forjada en
torno al poder, siendo éste el gran objetivo de los hombres y de los
pueblos. En su ámbito se arremolinan las multitudes y las
individualidades. Esto se explica en función del ansia de dominio del
ser humano. Muchas cosas han girado alrededor de ese ímpetu o impulso
humano, que Fredrich Nietzsche llama la voluntad de poder. Los que lo
promueven, en cualquier sistema, inquieren siempre la estimulación de
voluntades, bajo la invocación de una idea motivadora, suficientemente
atractiva, como para movilizar a la gente alrededor de un propósito
común. El sentido del poder no está orientado a exigir obediencia por
la fuerza, debido a que la experiencia ha demostrado, cada vez más, que
la represión genera reacciones rebeldes e incontrolables de parte de las
personas y poblaciones. En algunos casos, ésta ha tenido éxitos, pero
no duraderos. Por esta y otras razones, surge como necesidad política
inaplazable la de reproducir ese arte, que es la propaganda, capaz de
contribuir por medio del manejo de la conducta social, al sometimiento
y mantenimiento del poder político, con la menor intervención posible
del uso excesivo de la fuerza. Entonces, la propaganda emerge como el
fenómeno político del Siglo XX, el medio de control social que produce
el armamento psicológico del poder, para vender una idea, una acción o
un perfil en el mercado político electoral, así como, mantener una
buena imagen ante la sociedad. PIONEROS En República Dominicana, es el
dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina y sus colaboradores, los que
desentrañaron los secretos y los influjos de la propaganda política
moderna, empleada como efectivo lavado cerebral sobre la población
civil. La operaron con impresionante destreza para triunfar y detentar
el poder. Trujillo Molina implantó un régimen autoritario pero mantuvo
la preocupación de justificar las actuaciones de su dominio y así
salvaguardar su base social y la imagen del contenido ético del Estado.
Mientras, el instrumento represivo del gobierno operaba con su
naturaleza violenta, el aparato ideológico funcionaba por medio de las
ideas para conquistar, conformar a los sojuzgados y evitar que perciban
su estado de opresión. El trujillismo reprodujo una ideología dominante,
que actuó como encerado para mantener fluidas las relaciones sociales,
proporcionando el consenso social necesario, mediante la justificación
del predominio de su dictadura. El dictador tuvo en sus manos el
aparato coercitivo del Estado, (Ejército, Policía, Justicia),
destinados a hacer que las masas estén sojuzgadas, sometidas al sistema
autocrático de gobernar que implantó. Pero utilizó cuatro
instituciones esenciales en la difusión de la ideología trujillista: la
Iglesia, la educación escolar, los medios de comunicación y el Partido
Dominicano. La función de la hegemonía, realizada por la propaganda
trujillista, fue asumida, entonces, por los intelectuales, sacerdotes,
maestros, funcionarios del gobierno y militantes del Partido. La
dictadura de Trujillo, tuvo una característica singular: fue la única en
América Latina que usó la persuasión, por vía de la propaganda
política, para sostener su dominio, por encima de la represión física.
Dándole, un orden a esos valores, la fuerza jugó un su rol en la
aplicación, pero el aparato ideológico de Trujillo, montado en su
tribuna de difusión, constituyó la sustancia fundamental del poder
político. Con la fuerza puede mantenerse el poder, en base al miedo y el
castigo, pero no se logra la adhesión espontánea, duradera y masiva.
El doctor Paúl Joseph Goebbels, Ministro de Propaganda del régimen
alemán nazi, afirma en su discurso del 6 de septiembre del 1934 en el
Congreso de Neurembens, Alemania, que: “Quizás sea bueno el poder que
reposa sobre la fuerza de las armas. Pero es mejor y más perdurable
ganarse el corazón de un buen pueblo y conservarlo”. Harold Lasswell, en
sus reflexiones sobre “Propaganda Techniques in the World War (Técnicas
de propaganda en la Guerra Mundial, 1927), afirma que la propaganda,
sobre todo, a través de los nuevos medios de comunicación, permite
conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planos políticos
determinados sin recurrir a la violencia, si no, mediante la
manipulación. Asimismo, entiende la comunicación en términos
propagandísticos, como la forma más eficaz de mediación. Está
comprobado, que el apoyo político invariable se obtiene a través del
convencimiento. Con las armas se obliga y con el dinero se compra, pero
este último hay que utilizarlo de manera constante, porque si se deja de
apuntar con el fusil o se deja de pagar las monedas, los soportes
sociales finalmente se van gastando, hasta derrumbarse. DIOS Y
TRUJILLO Trujillo sustrajo de las ideas teocráticas, que la naturaleza
da a los hombres autoridad sobre sus semejantes y rechazó la tesis de
que la fuerza por sí sola, pudiese ser la columna principal del mando
político. Por eso, su desmedido afán por sobresalir y encumbrar su
imagen, hasta lo divino como el slogan “Dios y Trujillo. Ese poder
político que logró el autócrata, mantenido por el rito de la propaganda
política como control social, fue lo que permitió superar las barreras
de los 30 años, a la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina, que,
de alguna manera, sigue presente.
27 Diciembre 2011, 11:05
Educación de TrujilloOtra pieza en la maquinaria de control de la dictadura
Dominación. Durante los años de la dictadura, desde las aulas
se sembró el respeto y devoción por Trujillo, a través de un profundo
temor que era inculcado desde los libros, cátedra, marchas y las
actividades de la escuela
Luego de saludar a la clase, la rutina de la maestra era
siempre la misma, tomaba un pedazo de tiza y escribía la fecha en la
pizarra. Lo siguiente era plasmar una idea alusiva al dictador Rafael
Leónidas Trujillo Molina, que luego era comentada durante la jornada.
Mientras, en el patio, grupos de alumnos en perfectas filas
ejercitaban marchas militares, con sus zapatos brillantes, uniformes
impecables y crispados por la insistencia de la plancha.
Durante los 30 años de la dictadura, las escuelas sirvieron como un
mecanismo más de adoctrinamiento y sumisión, que enseñaba el orden y
limpieza, a través de un profundo temor, y que sobre todo, fomentaba
admiración por la figura del caudillo.
Los actos, efemérides, programas académicos y en sentido general la
rutina escolar conspiraban durante la época para crear “fascinación” por
Trujillo, que se continuaba en los pasillos, aulas y oficinas, por la
colocación de las fotos del sátrapa.
Curiosamente, se trata de una costumbre que persiste hasta estos
días, en las instituciones y oficinas del Estado, donde se colocan
copiosas imágenes del Presidente de la República.
Trujillismo escolar. Al inicio de la dictadura, en el país no había
Ministerio de Educación sino una Superintendencia General de
Instrucción Pública, la cual estaba adscrita a la Secretaría de Estado
de Justicia.
Sin embargo, el 31 de diciembre de 1934 esa institución fue suprimida
y se creó la Secretaría de Estado de Educación Pública, Bellas Artes y
Cultos, siendo su primer titular el poeta Ramón Emilio Jiménez.
En su gestión, el también folclorista escribió cantos y poesías a la
Bandera Nacional, a Francisco del Rosario Sánchez y a Ramón Matías
Mella, que aun son entonados en los centros.
Pero, al mismo tiempo, fue durante la gestión de Jiménez que las
escuelas públicas del país se llenaron de un ambiente “trujillista”, que
se evidenció en acciones de propaganda.
En una serie de ensayos sobre la educación en la Era de Trujillo, el
profesor Jesús de la Rosa, asesor de Educación, explica que en 1935,
para conmemorar el Día de la Escuela, en todos los planteles públicos se
realizó la “Campaña del Chele”, mediante la que todos los estudiantes
debían aportar un centavo para regalarle al hijo del dictador, Ranfis,
una medalla por sus “altos méritos”. Ranfis entonces solo tenía 5 años
de edad.
También, a los directores de centros se les ordenó organizar actos
para hablar de las razones para cambiar el nombre de la capital de
Santo Domingo a Ciudad Trujillo.
Además, mediante circular, el secretario Jiménez exhortó a los
directores de escuelas a difundir “la sabia política que, para bienestar
de todos los dominicanos, llevaba a cabo el generalísimo Trujillo,
primer maestro dominicano”.
En sentido general, durante los años de la dictadura, los programas
académicos tenían el objetivo de lograr la adhesión al régimen, a través
de distintos mecanismos infiltrados. Todos los libros impresos por el
Estado traían una imagen y mensaje del sátrapa.
Además de Jiménez, en la primera década de la dictadura dirigieron la
Secretaría de Educación los maestros Víctor Garrido, Virgilio Díaz
Ordóñez, Arturo Logroño, Emilio C. Joubert, Max Henríquez Ureña, Osvaldo
Báez Soler, Pedro Henríquez Ureña y otros.
Al día de hoy. Al inicio de la dictadura, en 1930, la población
escolar era de 50,739 alumnos y la población nacional estaba estimada en
1,250,000 habitantes. Solo un 4 por ciento de los niños en edad escolar
asistía a la escuela.
El sistema educativo nacional disponía de 526 escuelas primarias y 52 secundarias, de las que 400 se ubicaban en la zona rural.
No por casualidad el analfabetismo era la principal preocupación del régimen, arropando hasta a un 90% de adultos.
En los siguientes 50 años, el sistema educativo tuvo un crecimiento
acelerado y progresivo, principalmente vinculado a los planes de
construcción masiva de recintos y a los esfuerzos para inclusión de
niños que estaban fuera de las aulas.
Para el año escolar que recién concluyó, el sistema educativo
registró una matrícula total de 2,648,649 estudiantes, distribuidos en
11,093 centros educativos públicos y privados en todo el país, que
laboran en dos y hasta tres tandas de clases.
Contrario a lo que ocurría en los años de la dictadura, la mayoría de
centros están ubicados en la zona urbana y tienen en su gran mayoría
dos y hasta tres niveles, no solo uno, como entonces.
A pesar de que durante los años de la dictadura el analfabetismo era
uno de los principales problemas educativos, la estadística de personas
que no saben leer y escribir se han reducido considerablemente.
En 1960 el analfabetismo se estimaba en 35% de la población de 15
años y más, de ahí se redujo a 11%, en 2005, y ahora se estima en
alrededor de 9%.
Empero, los avances del sector se han quedado cortos en materia de
calidad, por lo que los estudiantes del país se ubican en los últimos
puestos de las evaluaciones internacionales. Los resultados de las
pruebas nacionales también son penosos, con bajas notas especialmente en
Lengua Española y Matemática.
Su salida de la escuela. Aunque fue un proceso paulatino, que tardó años, el trujillismo ha salido de la escuela dominicana.
Primero, se notó en un silencio temeroso que obligó a evitar los
temas relacionados con Trujillo y su familia, y que se manifestó en su
salida de los libros de texto y, más tarde, en una crítica abierta a las
violaciones de derechos ocurridas durante el régimen.
Los 30 años de la dictadura son estudiados en los sectores público y
privado de forma abierta, y con libertad en las aulas para la expresión
de opiniones y críticas. Las claves 1. Trabajo extra
Durante los años de la dictadura, a los profesores se les exigía
salir a las calles a buscar alumnos que no estén asistiendo a la
escuela, para llevarlos “casi forzosamente”. La idea era incrementar la
matrícula estudiantil a nivel rural y urbano. 2. Las efemérides
Era común en los años de la tiranía que en las escuelas se celebrara
como una efeméride el natalicio del caudillo, el 24 de octubre, y otras
fechas ligadas a la familia Trujillo. Por la ocasión, se hacían fiestas
y marchas.
Rafael Leónidas Trujillo Molina su nombre, “Chapita” su apodo, por presuncion, y el “Jefe” por adulación.
El
16 de agosto de 1930, a la edad de 38 años, inauguró un régimen
antecedido de una rebelión contra Horacio Vásquez. Se puso al frente de
un país pobre y sin instituciones, donde pocos presidentes terminaron
sus períodos cuando eran “tumbados” por revueltas y conspiraciones.
En
plena marcha de esa tercera década del siglo 20, el país no tenía un
liderato político consistente, ni una clase social fuerte y progresista,
ni instituciones de gobierno, ni un cuerpo de orden público y armado
obediente.
Ante todo eso, Trujillo llega a mandar, no a obedecer.
Se
erigió como batuta y constitución, y bajo el lema de dictadores como
Porfirio Díaz, en México; Anastacio (Tacho) Somoza, en Nicaragua, y
Pérez Jiménez en Venezuela, él aplicó la ley de “palo y orden”.
Diseñó
la infraestructura del aparato social con él como centro de todo y,
para sus planes ulteriores, delineó un sistema de leyes que jugaron un
papel elemental para su proyecto de dominio absoluto.
En materia
de legislación y justicia, que abarca los capítulos sociales, políticos y
de orden público, se impulsó un montón de leyes que abrieron el camino
hacia el despegue de la nación, sólo oscurecido en la vida política por
los encarcelamientos, torturas, crímenes y vejaciones cometidos contra
sus enemigos.
Cientos de leyes y decretos fueron formulados durante los 30 años de dictadura.
Este ritmo sólo disminuyó en 1956, cinco años antes de su ajusticiamiento, el 30 de mayo de 1961.
No
todo el sistema de leyes de Trujillo era malvado y violento. Los
tribunales funcionaban con precisión. Estaban bien organizados. Los
jueces dictaban sus sentencias con apego a la ley, menos cuando el caso
tenía motivación política. Si había que condenar a enemigos del régimen,
ahí salían las marcas del desafuero. Nadie podía vacilar para ese
propósito.
Fueron creadas ocho Cortes de Apelación y los Juzgados
de Primera Instancia de la entonces “Ciudad Trujillo” y Santiago
alcanzaron división en Cámaras Civiles, Comerciales y Cámaras Penales.
De esta manera se le dio una salida rápida a los casos de juicios
políticos contra los opositores al régimen.
La promulgación de
códigos y leyes fueron abundantes. La Constitución tuvo siete
modificaciones: 1934, 1942, 1947, 1955, 1959 y dos veces en 1960.
Cuantas veces se hizo fue para dar más poderes o exaltar la figura del “Jefe”.
Los
municipios perdieron su independencia económica al aprobarse que
síndicos y regidores no fueran electos por el pueblo, sino nombrados por
el tirano. Eso ha cambiado hoy al darse esa decisión a los electores.
En
el aspecto social se dio rango constitucional a la asistencia del
Estado a la familia, desocupados, ancianos, enfermos e incapacitados.
Hoy, estos últimos cuatro grupos humanos no tienen protección real y una fracción de las familias reciben asistencia solidaria. Legislación y justicia
Trujillo
lo reglamentó todo. Hizo aprobar leyes, reglamentos, decretos,
ordenanzas y disposiciones. En 1935, en sus primeros cinco años, entre
leyes y resoluciones sumaron 259 y los decretos 312. Quince años
después, en 1945, el Congreso había dictado 787 leyes y resoluciones y
el Poder Ejecutivo emitió 880 decretos. Leyes en el marco social
Se aprobó la separación de bienes como régimen de derecho común en el matrimonio y se permitió la desheredación de hijos.
En
el ámbito religioso se conserva la firma del Concordato con el
Vaticano, de 1954, que organizó las relaciones entre el Estado y la
Iglesia Católica, mientras se prohibía la práctica haitiana del vudú.
Hoy, la nueva Constitución de 2010 establece que: “Las relaciones de la
Iglesia y el Estado están reguladas por el Concordato entre la Santa
Sede y la República Dominicana…”
Entre las abolidas hoy
figura la ley del año 1957, que prohibía la práctica de los Testigos de
Jehová. El artículo 45 de la Constitución de enero de 2010 indica que
“El Estado garantiza la libertad de conciencia y de cultos, con sujeción
al orden público y respeto a las buenas costumbres”.
Los gobernadores de provincias, hoy nombrados por el Poder Ejecutivo, eran seleccionados por elección popular.
La
ley 775 aprobó la Convención sobre Asilo Político, la 1422 de 1937
reguló la navegación fluvial y marítima, la ley del Cuerpo Diplomático
del año 1938 y la ley de Neutralidad del 1939.
En 1934, en la
primera modificación de la Constitución, se permitió los monopolios
estatales, con el control casi absoluto de Trujillo, que también quitó
al Congreso el derecho de aprobar las facultades municipales y las pasó a
su poder. Igual aprobó inmunidad de los bienes de presidentes y
vicepresidentes de la República.
En 1936 se dio el nombre de Pico
Trujillo a la altura de montañas del país, hoy Pico Duarte. El de la
capital fue cambiado, de Santo Domingo a Ciudad Trujillo. La Era del
tirano fue consagrada oficialmente en 1940 cuando se hizo obligatorio
colocar el retrato de Trujillo en escuelas y oficinas públicas. Hoy no
es obligación de ley, aunque la mayoría de las oficinas públicas colocan
la foto del presidente de turno.
En febrero de 1941, tras pagar
la deuda externa del país, consagrada a través del tratado
Trujillo-Hull, la ley 603 creó los Tribunales Tutelares de Menores, hoy
existentes.
En 1942 fue aprobado el voto elector a la mujer.
En
efecto, el nuevo artículo 9 de la Constitución considera ciudadanos a
todos los “dominicanos de uno u otro sexo, mayores de 18 años”.
La ley 391 creó la cédula para las mujeres y la 116 que obligaba a un examen para conocer la actitud física antes de casarse.
También
se estableció los derechos de la clase obrera mediante la libertad de
trabajo, jornadas máximas de ocho horas, días de descanso y vacaciones,
sueldos y salarios mínimos y sus formas de pago, seguros sociales,
participación mayoritaria de los nacionales en todo trabajo y medidas de
protección y asistencia del Estado.
Una ley arbitraria de ese
mismo año fue la que estableció castigo a cualquier dominicano que
asumiera una nacionalidad extranjera.
Eso ha cambiado hoy.
El
artículo 20 de la Constitución de 2010 establece la doble nacionalidad.
“La adquisición de otra nacionalidad no implica la pérdida de la
dominicana”, reza ahora nuestra Carta Magna.
La selección de gobernadores, antes electos por el pueblo, quedó a cargo de Trujillo y así sigue hoy vigente.
En
1947 se estableció el peso como moneda nacional, la ley 1529 creó el
Banco Central y la Junta Monetaria, la 1406 la Guarda de Menores, la
1896, de 1948, la de Seguros Sociales y la 1464 el Instituto
Preparatorio de Menores.
En 1951 fue creado el Código Trujillo de
Trabajo, que rcoge leyes laborales, luego derogado por la ley 1692, del
29 de mayo de 1992, dando paso al Código actual, de 146 páginas.
Leyes de 1952 y 1954 exoneraban de impuestos y hacían inembargables los bienes e ingresos de Trujillo y su familia.
En
1955 se sentó en la Constitución el principio de no intervención,la ley
anticomunista, la pena de muerte por traicion o espionaje a favor del
enemigo. (+) LEYES DE ORDEN PÚBLICO DURANTE LA TIRANÍA
La
Ley 247 estableció la Cédula Personal de Identidad, obligatoria para
todo varón mayor de 18 años, se estableció el principio político de la
no-intervención, se consideró el comunismo como incompatible con los
principios constitucionales del país, se consagró el derecho del país al
mar territorial y espacio aéreo y se permitió la pena de muerte contra
quienes, en caso de guerra, traicionaran o hicieran labor de espionaje a
favor del enemigo.
También se volvió a instaurar la
Vicepresidencia de la Republica, se reconoció al Partido Dominicano (el
único existente y permitido), la inmunidad de los bienes de los
expresidentes o vicepresidentes de la República, sus viudas y herederos.
En
1959 se dispuso que los síndicos y regidores, en vez de ser elegidos
popularmente, fueran nombrados por el dictador Trujillo. En 1960 fue
acortado el período presidencial y el de los legisladores a cuatro años
(eran cinco), se volvió a la elección directa de síndicos, regidores y
gobernadores de provincias mediante el voto popular, contrario a hoy,
que son escogidos por el Presidente En 1960, en el ocaso de la dictadura
de Trujillo, se creó una nueva legislación que acortó el período
presidencial y de los legisladores a cuatro años. Eso ha cambiado hoy,
cuando se ha establecido seis años de funciones legislativas.
También se volvió a aprobar la elección directa de síndicos y regidores.
Sobre
el método para modificar la Constitución, que antes eran realizados por
una Asamblea Revisora, elegida por el pueblo, fue delegado a personas
elegidas por la población como Asamblea Constituyente.
Bajo estos
tiempos postdictadura fueron puestas en vigor las disposiciones sobre
habeas corpus y libertad condicional derogados durante la Era de
Trujillo, igual que leyes de los años 1933 y 1947 que declararon
traidores a opositores del dictador.
Por varias leves se empezó a quitar el nombre de Trujillo y sus familiares a calles, pueblos, provincias.
En
noviembre se dictó la ley 5674 que repuso a la capital su nombre de
Santo Domingo. La ley 5677 quitó la frase “Era de Trujillo” a las leyes y
disposiciones oficiales. La Universidad de Santo Domingo obtuvo
autonomía y fue¬ro. También fue derogada la ley del Servicio Militar
Obligatorio y la obligación de entregar el 1.5% del salario de los
empleados públicos para un fondo de defensa nacional.
COMO DEBE SER CONOCIDO EL TIRANO TRUJILLO
Por Julio Escoto Santana
Trujillo: El chacal bípedo de San Cristóbal.
Rafael
Leonidas Trujillo, uno de los tiranos mas letales que ha tenido la
República Dominicana arrasó con la democracia y con todas las libertades
durante su pavoroso reinado de 31 años en el que se fue haciendo cada
vez más prepotente, ambicioso, codicioso y poderosamente rico; y para
el logro de esos nefastos propósitos, ultimó vidas y talentos; adquirió
-mediante actos encubiertos con aparente legalidad- inmuebles y
haciendas de gran valor a un precio escandalosamente irrisorio, los que
después vendió al Estado Dominicano por sumas exageradamente
abultadas, saqueando así al erario de manera descarada; y el que, al
igual que el nogal, no dejó crecer nada bajo su sombra.
En la
declinación de su autoridad ilimitada, le hizo mejoras a su "máquina
infernal del crimen," por lo que llegó a ser poseedor de un espantoso
expediente en derechos humanos; el que por medio del Servicio de
Inteligencia Militar (SIM), dejó un rastro incalculable de violaciones,
torturas, asesinatos y desapariciones forzadas; el que, a través de
esa misma maquinaria de terror y muerte puso en ejecución un diabólico
plan para, "primero: eliminar a los que conspiraran contra su régimen;
luego, a sus cómplices; después, a sus simpatizantes; y por último, a
los indiferentes y a los tibios." Y bajo ese terrífico esquema, "dio
plata a sus incondicionales; plomo a sus enemigos políticos y palo a
los indecisos."
El que durante 31 años se mantuvo por la fuerza
en el poder irrespetando la disensión ideológica y estrangulando los
espacios de crítica y el pluralismo político; el que modificaba a su
antojo la Constitución, designaba legisladores, jueces y funcionarios
públicos que al tomar posesión de sus respectivos cargos, tenían que
firmar -sin fecha- su renuncia, por lo que, sin ningún aviso, podía
sustituirlos en cualquier momento; el que en sus francachelas afirmaba
-según sus acólitos- "que tenía la astucia de Maquiavelo y la
perversidad de Nerón;" el que hacia compatible sus creencias religiosas
con sus crueldades mas refinadas; con las traiciones mas repulsivas y
la lascivia mas desordenada. Y el que recurría al recurso de la muerte
para acallar a sus opositores, llegando a segar la vida de mucha gente
generosa de este pueblo admirable, haciendo de la Patria de Duarte un
gran cementerio.
El que se consideró dueño absoluto de vidas y
haciendas del país; el que se proclamó único Dispensador de Honores y
Favores; Garante del Orden, del Progreso y del Destino de nuestra
Nación; el Alto Destinatario; el Benefactor y Padre de la Patria Nueva;
el más Grande enemigo del Comunismo; el Big-Man (el gran hombre); "Yo
el Supremo, el mas Grande, el mas Poderoso;" el Heraldo de una Verdad
Superior que se hizo endiosar por sus cofrades con títulos y elogios
para hacerle creer al pueblo que era la encarnación de Dios; el que
hasta pretendió ocupar su sitial cuando plasmó esa blasfemia en la
placa de metal que obligatoriamente había que comprar y colocar en la
entrada de todos los hogares, la cual tenía impresas estas palabras:
"Dios y Trujillo."
Y finalmente, el que, "hasta la misma noche
de su ajusticiamiento creyó haberle tocado la misión de exterminar todo
lo que por no ser como él, representaba el caos, la antipatria y el
sindiosísmo."
A todo eso se debe, que con desparpajo y
frialdad, fuera conocido en la República Dominicana y en el Mundo como
lo que en realidad fue: Un hombre cruel, despiadado, terrible, con un
corazón de piedra y un carácter sanguinario; un cínico; intrigante,
desconfiado, autoritario, siniestro e intolerante sin escrúpulos ni
sentido de la lealtad, salvo al Ejército como Institución, pero no a
determinados compañeros de armas a quienes -en su momento- de manera
selectiva hizo asesinar según su conveniencia. El que obsesionado por
el diablo que llevaba dentro, dispuso acciones criminales para eliminar
físicamente a cientos de sus adversarios políticos, desapariciones
forzadas que "consternaron a la sociedad y que llevaron dolor, lágrimas
y luto a muchos hogares dominicanos." En fin, un megalómano carente de
piedad y compasión que le fascinaba la parafernalia militar, al
extremo, de que llegó un momento en que la pechera de su uniforme
resultaba estrecha para colocar en ella el montón de condecoraciones y
medallas que le otorgaban sus aduladores, lo que le hizo ganar el apodo
de "chapita."
Esas y no otras son las necesarias percepciones
que debe tener la juventud dominicana sobre ese tirano de "temperamento
volcánico" que amasó antipatías nacionales y universales, para que las
conozca y las difunda, y esté siempre presta a impedir que algo igual o
parecido vuelva a suceder en nuestro país; para que evite que ocurran
en el futuro las continuas y graves pesadillas que padecimos en ese
vergonzoso episodio de nuestra historia política que tuvo una duración
de 31 años; y para que nunca más permita el ascenso a la Primera
Magistratura de la Nación de un aspirante, que siendo realmente un
chacal bípedo, se disfrace de oveja y utilice como carnada el acróstico
que le compuso uno de sus lisonjeros con las letras iniciales de sus
nombres y apellidos: RECTITUD, LIBERTAD, TRABAJO Y MORALIDAD, con la
pérfida finalidad de confundir y seducir al pueblo dominicano con
mentiras y falacias, cuando en verdad, lo que hizo este tirano fue lo
siguiente: Rafael (R): (Rectitud) Taimada promesa de justicia para luego implantar una implacable tiranía de 31 años. Leonidas (L) : (Libertad) Mendazmente ofertada; la que después amordazó, y finalmente cercenó. Trujillo (T) : (Trabajo) Promesas de faenas bien remuneradas para más tarde hacerlas forzosas; y Molina (M):
(Moralidad) Buenas costumbres ofrecidas pero jamás cumplidas; por el
contrario, con sus actos aberrantes enlodó las reputaciones de las
familias más dignas, y mancilló con morbosa delectación el honor de
ciudadanos íntegros.
Siempre resultará saludable recordar, que
los hechos sangrientos cometidos u ordenados por este dictador,
finalmente se revirtieron en su contra, y culminaron con la eliminación
de "ese bicho malo que murió como había vivido;" pues de acuerdo a una
sentencia bíblica, "lo que entra con sangre, con sangre cae;"
quedando confirmado: "que el que a hierro mata a hierro muere."
Y
para ventura del pueblo dominicano, este tirano que nunca admitió ser
una frágil criatura olvidó, que "la contabilidad del Altísimo no
solamente es justa, sino que lleva sus libros exactos;" y por eso, no
murió en su cama; ni como César, "en las escalinatas del Senado," sino,
que fue "ajusticiado a la orilla del camino como un bandolero
cualquiera," en cumplimiento a lo dispuesto en el idóneo juicio del
Profeta Isaías que aparece en el capítulo 40, versículos 23 y 24:
"Dios convierte en nada al poderoso y hace desaparecer al que oprime a
su Pueblo, que para Él, es como una planta tierna recién plantada, como
si su tronco nunca hubiera tenido raíz en la tierra, a la que sí sopla
se marchita, y el torbellino se la lleva como hojarasca."
TRUJILLO CREO EL SIM EN EL 1955
7 Marzo 2012, 11:45 PM
El SIM de Trujillo fue el organismo represivo más temido durante la dictadura
El ideólogo fue el periodista deportivo Johnny Abbes
García, quien tras la caída de Trujillo fue asesinado junto a su
familia en Haití
El Servicio de Inteligencia Militar (SIM), la
organización represiva y de persecución política de la dictadura de
Rafael Leonidas Trujillo Molina, cumple este marzo 57 años de haber
sido creado.
Sus operaciones de inteligencia y caliesaje estuvieron bajo la
tutela de la secretario de las Fuerzas Armadas, cuyo titular fungía
como director.
Originalmente sus funciones abarcaban desde la vigilancia de entrada
de animales sacrificados, evadiendo el pago de impuestos municipales,
hasta la eliminación física de cualquier opositor “peligroso” al
régimen.
Cuando Trujillo se enteró de los pingues beneficios que generaba la
venta de carne en la capital, prorrateó entre tres de sus hermanos las
principales entradas viales a la ciudad.
José Arismendi (Petán) controlaba la Norte; Vigilito el Sur, y
Pedrito el Este. Los dueños de la mercancía les entregaban un
comprobante con detalles del producto, desde volumen hasta precio,
documento que canjeaban en las oficinas del Consejo Administrativo
delDistrito Nacional (Ayuntamiento).
Hasta la creación del SIM, los propios comandantes militares, todos
identificados con el poder, también vigilaban y controlaban a los
desafectos del gobierno, y cuando se nombraba un nuevo director
regional, éste recibía del saliente un fichero confidencial con los
nombres, direcciones y perfil de los “enemigos” del Jefe.
El nuevo comandante tenía facultad de aumentar el fichero con nuevos “sospechosos”, según su criterio.
Las oficinas del SIM estaban en una casona de concreto, ubicada donde
hoy está la Guardia Presidencial, en la avenida México esquina 30 de
Marzo. Ahí funcionaba también la oficina de la cédula personal de
identidad y una oficina recaudadora, dependencia de Rentas Internas.
La mayoría de las veces las acciones de los miembros del servicio
caían en la extravagancia. Como muestra vasta relatar la truculencia
como actuaron contra el general Anselmo Paulino, horas después de haber
caído en desgracia por “desacuerdos” con la Primera Dama, doña María
Martínez y su hijo Ramfis Trujillo.
El jefe del SIM era el coronel Manuel García Urbáez (Billia), quien
reportaba directamente al Secretario de las FF.AA, general Antonio
Leyba Pou, funcionario que había ordenado a Billia “poner un
vigilancia permanente a la residencia de Paulino, “para saber quienes eran sus amigos y simpatizantes”.
El jefe del servicio de inteligencia impartió instrucciones precisas
“para que nadie entrara a la residencia de Anselmo”. Cuando en la
mañana del día siguiente llegó el distribuidor de leche la mercancía le
fue arrebatada, vertida en los contenes y el lechero recibió una
paliza para que no quedara con ganas de regresar.
Lo mismo ocurrió con el panadero, mientras que la doméstica fue
brutalmente golpeada cuando se dirigía al colmado a proveerse de
alimentos para la casa.
Indignada por estos atropellos la esposa de Paulino llamó a Trujillo
y le explicó lo que estaba pasando. El Jefe le prometió a la dama que
de inmediato se ocuparía personalmente del asunto y llamó al Secretario
de las FF.AA y al jefe del SIM y les preguntó quien era al responsable
de haber dado la orden. Leyba Pou respondió: “Jefe, no he dado esas
órdenes”, mientras Billia se defendió alegando que “actuaba bajo las
órdenes del general Leyba”.
La acción del Jefe fue inmediata: el secretario fue puesto en retiro
y García Urbáez, por ser nativo de San Cristóbal, al igual que
Trujillo, fue relevado del SIM y enviado al Centro de Instrucción
Militar.
El cuerpo represivo fue reestructurado y descentralizado de las
Fuerzas Armadas después del asesinato del capitán Octavio de la Maza,
según narra el Dr. Euclides Gutiérrez Félix, en su obra “Trujillo,
monarca sin corona” Su misión imperativa era fortalecer y ampliar la
persecución contra los “enemigos” del régimen.
En la ocasión el jefe de la organización era el general Félix
Hermida, quien al igual que otros dos incumbentes, los generales
Federico Fiallo y Fausto A.
Caamaño, fueron duros en el combate de las actividades secretas contra la dictadura.
Otro jefe del SIM, el general Arturo R. Espaillat, egresado de una
academia militar de Estados Unidos, aumentó considerablemente el número
de miembros del servicio de inteligencia. A este titular se le
encomendó el espionaje internacional, la censura y el control de la
inmigración y en la expedición de pasaportes.
Hasta la muerte del generalísimo la organización la dirigió el
temible Johnny Abbes García, quien laboró como periodista deportivo de
La Nación, cuya imaginación maquiavélica era fabulosa.
Este verdugo se dedicó a colocar bombas hasta los más cercanos
colaboradores del gobierno, para aterrorizarlos para que “ni siquiera
pensaran en la traición”.
Al militar lo sustituyó el coronel Roberto Figueroa Carrión, que estuvo en el cargo hasta su disolución, y creación del DNI. EL DATO La entidad
Funcionarios y colaboradores del régimen de Trujillo eran vigilados
por los calieses del SIM, quienes patrullaban la ciudad vestidos de
civil, pero con mayor autoridad que los agentes policiales o jefes
militares.
CONFERENCIA DE ELIADES ACOSTA EN SANTIAGO
.- La investigación histórica de las actividades del régimen de
Trujillo revela crudamente el uso generalizado de los asesinatos y otros
crimines, según queda plasmada en la investigación del profesor cubano
Elíades
Eliades .Acosta es un intelectual Cubano que se plantó en
nuestro archivo general de la Nación y como buen investigador escudriñó
por todos los lados el periodo de Trujillo. Cartas ,informes
.Memorandums .Oficios .Cualquie pedazo de papel donde podía encontrar
una información era aprovechada por este talentoso profesor
universitario y de aquí no solo cada semana en Diario libre nos deleita
con relatos fascinantes que muestran detalles descarnados de esa
dictadura ,sino que con todos estos datos obtenidos ya salió un libro al
mercado que lleva por titulo ."La telaraña de Trujillo" Este y otro más
de su autoría fueron analizados por cientos de miembros y simpatizantes
del Movimiento Izquierda Unida –MIU- en Santiago, y concluyeron en la
necesidad de preservar la verdad histórica y difundirla.
“La
memoria histórica no se reproduce sola, sino que requiere apoyar la
investigación para difundirla, y contrarrestar los intentos de endiosar
al tirano y hacer olvidar sus abominables crímenes”, sentenció el
historiador cubano autor del libro “La Telaraña de Trujillo en Cuba”.
La
exposición del autor recorrió los más sonados casos criminales del
régimen de Trujillo, iniciando con los asesinatos e intentos de eliminar
a sus opositores internos como Estrella Ureña, Federico Velásquez,
Ángel Morales y otras personalidades de esa época, utilizando los
servicios de matones entre los que incluye a Porfirio Rubirosa.
A
solicitud de los militantes del MIU, el profesor Acosta reveló detalles
todavía no muy conocidos, de los acontecimientos que condujeron en 1950
a la desaparición y asesinato, en las calles de La Habana, del líder
histórico sindical dominicano, Mauricio Báez, responsabilizando a la
trama de Félix W. Bernardino que en ese momento controlaba la embajada
dominicana en Cuba.
El investigador presentó dos
primeros tomos de una investigación más amplia sobre el régimen de
Trujillo, en los que pone su atención sobre la realidad económica y
social de la dictadura, reseñando la prevalencia de la corrupción
generaliza como método de acumulación sistemático.
Además
la investigación refirió la mala calidad de las edificaciones públicas,
como resultados de las rapiñas de las familias trujillistas y sus
contratistas, así como a la prevalencia de un escandaloso despilfarro en
los viajes diplomáticos que convirtieron a Trujillo en un payaso
adornado de birretes y tricornios frente a una nación que andaba
descalza.
Frente a los intentos de sectores
trujillistas de presentar al régimen como un gobierno capaz de resolver
problemas, el conferencista resaltó la hambruna generalizada y la
prevalencia de enfermedades del hambre, en la que hasta los soldados le
escribían al dictador desesperados cartas por la muerte de sus hijos con
parásitos, malaria, y diarrea.
“Todavía hoy, en pleno
siglo XXI, el gobierno de Danilo Medina se ve obligado a lanzar un
acertado programa masivo de alfabetización, un mal que Trujillo en más
de 30 años ni siquiera pudo reducir a la mitad de la población”, señaló
el investigador.
Otro aspecto en que el autor presentó
un descarnado panorama de esa época fue en lo referente a la economía,
señalando que el régimen se distinguió por hacer desaparecer a sectores
económicos asentados en las comunidades para imponer empresas
monopólicas e ineficientes en sustitución, acabando con industrias como
la del calzado, las bebidas, el cemento y otras.
La
conclusión más importante del conferencista es que no hay solución con
dictadura, y que el camino de nuestros pueblos tiene que estar basado en
la libertad y en la democracia
La vida de un asesino capitalista glorificada y endiosada por el miserable periodismo moderno
Por: José Sant Roz |
Rafael Leonidas Trujillo Molina fue de los más abominables asesinos que
se haya conocido: mataba sin control alguno a sus opositores, y si éstos
se iban al exterior, ordenaba secuestrarlos y luego los masacraba en su
presencia. A algunos se les quitó la cabeza, o los descuartizó, pero
antes los torturaba con sevicia, con saña. Así hizo asesinar al escritor
Jesús de Galíndez, a quien sus esbirros secuestraron en Nueva York, y
el propio Chapita le ordenó comerse el libro “La Era de Trujillo”, y le
pasó un vaso de agua para que se lo tragara. A este monstruo de Rafael
Leonidas Trujillo Molina se le propuso para el Premio Nobel de la Paz,
sin duda con el apoyo del bello imperio norteamericano. Pero entonces no
teníamos gusanos cubanos exiliados en Miami como Carlos Alberto
Montaner o Andrés Oppenheimer que chillaran todos los días por la
libertad y la democracia en América Latina; como tampoco un Otto Reich
que se viviera irritando por lo que pasaba en aquella isla. Entonces el
mar de la felicidad podía encontrarse en cualquier parte del mundo menos
en la República Dominicana.
Ya quedaban pocos nombres solemnes para llenar los títulos que requería
Trujillo, y en el almanaque faltaban días para cumplir con las
efemérides que exigía tan excelsa familia. El pequeño Ramfis, fue
declarado “Protector de los niños pobres” y “Príncipe Favorito”,
mientras que al Presidente y a su mujer lo aclamaban como los “Grandes y
Únicos Protectores del Reino”. Pero faltaba más, el decreto número 16
del Presidente de la República, fechado el 26 de agosto de 1938,
asciende a Ramfis al grado de general de Brigada, “en mérito a los
servicios”.
El 13 de julio de 1938, se creó la Orden de Trujillo, e inmediatamente
se le otorgó esta máxima condecoración al propio Trujillo en acto
solemne de las Cámaras Legislativas. Más tarde habría de relumbrar en su
casa un letrero luminoso que decía: “Dios y Trujillo”, tal cual como lo
exigía el juez aquel. La Orden de Trujillo la deseaban poseer
ardientemente jefes de Estado y de Gobierno, Cortes Permanentes de
Arbitraje, catedráticos de Derecho, de Historia, filosofía y ciencias
políticas. Si la gente de Pdvsa hubiera vivido entonces, no se habría
llamado “Gente del Petróleo”, sino “Gente de Trujillo”.
Como la señora Bienvenida, esposa de Trujillo, no podía darle hijos, el
30 de septiembre de 1935, se promulgó una Ley de Divorcio con esta
causa: “La voluntad de uno de los cónyuges, si los esposos no han
procreado hijos durante los cinco años siguientes a la celebración del
matrimonio, ni posteriormente...”. Y el hombre fuerte de aquella isla se
divorció de doña Bienvenida. (Después de celebrado su divorcio, esta
ley fue derogada). Siete meses más tarde de haberse sancionado esta Ley
el Honorable Presidente celebra sus bodas con la madre de Ramfis. Poco
antes se había celebrado el bautismo del coronel niño, realizado por
Monseñor Ricardo Pittini, arzobispo de Santo Domingo.
Qué “bello” y qué “simpático” era aquel Ramfis con sus lentes oscuros,
digo, con su gorra de General en Jefe de la Aviación, que paseaba en su
yate que llevaba su nombre, y en el que agasajó a grandes personajes de
la política norteamericana, entre ellos a Richard Nixon, en 1955.
Lástima que Ramfis no hubiera pensado en una cadena de medios de
comunicación para verse en el espejo de millones de pantallas chica
luciendo su bello porte, sus uniformes bañados en excelsos
reconocimientos. Hubiera llegado más lejos, más allá de Hollywood, a la
CIA. Un imperio empresarial, un holding, también es una dictadura,
impulsa dictaduras, sostiene dictaduras, es el vientre de todas las
dictaduras. Son las únicas dictaduras. Y un hijo “bello” es lo mismo en
un dictador que en un dueño de medios. Los nuevos tiranos son los dueños
de los medios. Todos los dueños de medios son unos Chapitas. Se hacen
bellos para todos, como la mujer aquella del “Ciudadano Kane”. O como la
otra hija de Chapita llamada María de los Ángeles del Corazón de Jesús.
Una hija que le nació en medio del caos de la Segunda Guerra mundial,
cuando Trujillo proclamó su neutralidad al mundo en estos términos: “La
República Dominicana seguirá la política de los Estados Unidos por dónde
quiera que éstos se dirijan”.
Trujillo en Europa recogió una buena cosecha de altísimas
condecoraciones, lástima que no estaba en su trono el rey Juan Carlos de
Borbón, porque de seguro le habría encasquetado una veintena (como esa
que le dio a Patricia Poleo) de Premios Príncipes de Asturias. Pero
bueno, fue casi lo mismo, Chapita recibió de esa emputecida y púrpura
derecha muy entroncada con la negra España, la Gran Cruz de Malta, y se
la impuso el príncipe Gaetano de Borbón Parma. El príncipe llegó vestido
con la camisa azul y la boina roja de la Falange Española, y en
retribución Trujillo le impuso su “Gran Cruz de la Orden de Trujillo”.
Téngase en cuenta, además, que el 18 de julio de 1947, día de fiesta
nacional de la España franquista, Trujillo recibió la Gran Cruz de
Carlos III, y se despepitó en elogios a la política de Franco. Chapita
gastó más acuñando en oro su “Gran Cruz de la Orden de Trujillo” que en
lo que hizo en puentes y carreteras. Cuando murió, sesenta siete cajas
con esta memorable orden del gran estadista se cargaron para su país los
marines norteamericanos. Si los rusos se cargaron con el oro español,
los gringos se lo llevan todos los días de todas las repúblicas
democráticas de Latinoamérica.
Las fábricas de placas, condecoraciones, cordones, charreteras,
insignias, galeones, monedas, escudos, pergaminos de cantos dorados, no
se daban abasto en Estados Unidos para las peticiones que cada mes se
hacían desde la República Dominicana. El 25 de mayo de 1938 se creó el
“Premio Julia Molina de Maternidad” (en nombre de la madre de Trujillo),
El Día del Padre será el Día de José Trujillo Valdez, y también se crea
el “Premio Escolar Ramfis”. Después a la esposa de Trujillo la
proclamaran, las emperifolladas damas ricas, civilistas,
proto-mayameras, de esa Nación: “Primera Mujer de las Américas en la
República Dominicana”. Todo lo que tocaba y cargaba Trujillo era
declarado joya nacional, y se estaba encorvando con el peso de tantos
honores porque este mismo año le encajaron el de “Restaurador de la
Independencia Financiera” y “Catedrático de Economía Política” de la
Universidad de Santo Domingo, y enfermó gravemente. En nombre de estos
títulos y muchos otros que se estaban cocinando en los cerebros
ardorosos de sus seguidores, EE UU le concedió en 1941, préstamo, a
través del Export-Import Bank, para comprar armas, de tres millones de
dólares.
Y el 13 de diciembre de 1941, Trujillo le declara la guerra al Japón, y
en grandes titulares de esos medios de comunicación, poderosos y
miserables, apareció un enorme titular: “Fue declarado el estado de
guerra entre la República Dominicana y el Japón”. Tres días más tarde,
esos mismos medios tendrían servido otro titular de declaración de
guerra contra Italia y Alemania. Esos mismos miserables dueños de medios
de aquel país, idénticos a los de todos los países, el 7 de febrero de
1942, en celebración del Día del Periodista, La Nación publicó una gran
foto de Trujillo llamándolo “Primer Periodista de la República”. Se lo
tenían bien merecido. Peor fue lo que se hizo el 18 de junio de 1954,
cuando Trujillo se le designó académico de número de la Real Academia
Española.
Pero hay algo más: El 8 de mayo de 1943, Ramfis le pide a su padre que
derogue el nombramiento de General que “hizo en un acto de simpatía a mi
niñez”. Y el padre conmovido lo acepta. Inmediatamente los medios de
comunicación se llenan de titulares enormes con aquel gesto que es “la
prueba de civismo que acabas de ofrecer a la juventud dominicana”. “¡Qué
hermoso y consolador se aparece esto en un mundo tan escaso de valores
morales!”. Hay miles de carta de felicitación que no caben en todos los
periódicos. Así que Ramfis tenía 14 años cuando renunció a su primer
generalato. Pero diez años más tarde cuando sea de nuevo Mayor General y
Jefe de Estado Mayor de la Aviación, nadie se preguntó cómo fue que
llegó tan alto sin haber pasado por grados o escalafones inferiores.
Pero nada, ya también era doctor en Derecho (sin haber estudiado jamás
leyes) e inspector de Embajadas y Legaciones con rango de Embajador
Extraordinario. Ramfis comenzó a importar caballos de carrera, y cuando
el dueño del algún animal le ganaba a los suyos, lo metía en la cárcel o
lo expulsaba del país.
Pero la familia Trujillo no era tan arbitraría como la gente se imagina.
No. Trujillo amaba tanto la constitución de su país, que para 1947, se
proclamó la Constitución número veinticinco de su historia, y estaba
dispuesto a reformularla veinte veces más si era necesario. El 26 de
noviembre de 1947, familiares de Trujillo fueron condecorados con la
Legión del Mérito de los Estados Unidos. Pero poco después, la hija
menor del dictador, María de los Ángeles del Corazón de Jesús, junto con
una primita suya, son nombradas Embajadoras Extraordinarias en Misión
Especial para asistir a la Coronación de la Reina de Inglaterra. Más
tarde Angelita del Corazón de Jesús será Reina de la Feria de la Paz y
Confraternidad del Mundo Libre. Al pasar por Madrid, estas niñas son
homenajeadas con un banquete oficial por Franco. A Trujillo entonces le
estaban gustando los viajes, porque de veras creía que era uno de los
hombres más importantes de su continente después de Harry Truman. En
mayo de 1954 viaja España y al Vaticano, y en Madrid es recibido
oficialmente por Franco y los dos Generalísimos se abrazan y se
condecoran, otra vez mutuamente. Con el Papa firma un Concordato, cuyo
punto clave es la eliminación del divorcio entre parejas católicas. Ya
para entonces Trujillo se había divorciado dos veces y su hija Flor de
Oro, cinco veces. Esta es la historia de los hombres ricos y poderosos
de América Latina, sobre todo en la región caribeña, cuyos Ramfis
heredan los grandes bienes de sus padres.
El 1956, por exigencia de la Casa Blanca, el estadista Trujillo le
entrega en calidad de préstamo al dictador Fulgencio Batista, y para que
compre armas, un millón de dólares. Cuando se los da, le dice: “Para
que no te ahogues en el Mar de la Felicidad”. Pero así y todo, Batistas
no puede, y acaba huyendo a la Republicana Dominica el 1º de enero de
1959. Batista había huido de Cuba con varias cajas de dólares, y en
República Dominicana quiso hacerse el pobre, hasta que Trujillo lo llamó
a su despacho, y le dijo: “¿Usted no pretenderá que yo le cobre a Fidel
Castro unas armas que se usaron en su contra?”. Batista, luego de sudar
copiosamente saldó su deuda con el terrible tirano.
Con Batista no había Mar de la Felicidad sino de Putas: Mafiosos, bandas
de verdugos trajeados de empresarios, policías criminales al servicio
de la CIA. Qué error ha resultado para todas las Coordinadoras
Democráticas de América Latina que el lugar del Mar de Putas que era
Cuba, terminara en el de la Felicidad de hoy. Venezuela, gracia a Dios,
nunca ha sido un Mar de la Felicidad gracias a los Chismeros que hasta
los carritos de helados nos trajeron hechicitos y completos. Gracias a
ellos Venezuela entró en un franco desarrollo social, en un completo
autoabastecimientos de productos agrícolas, y en una de las potencias
educativas y económicas más sobresalientes del continente.
Fue aquella una época de los años sesenta, que pudo haber sido el del
inicio de la liberación de América Latina, porque los tiranos andaban
temblando en el continente, EE UU diseñó un plan más perfecto para la
dominación: LA MENTIRA A TRAVÉS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN, ADEMÁS DE
LAS ESPECTACULARES TRAMAS PARA IMPONER POR ELECCIONES AMAÑADAS TODOS
LOS GOBIERNOS DEMOCRÁTICOS QUE NECESITARAN. De allí en adelante ya no le
hacía falta el estadista Trujillo, sino bellacos lacayos como Rómulo
Betancourt.
Entre algunos documentos desclacificados de la CIA en referencia a la
República Dominicana, en el relativo a The United Sates Capability to
Influence ther Furtherance or Our National Objetives in Latin América,
el que contiene el menaje número 967156, el Comando Sur sostiene el 29
de octubre de 1959, que “LA PERPETUACIÓN Y EL MANTENIMIENTO PARA SIEMPRE
DE LA DICTADURA DE RAFAEL LEONIDAS TRUJILLO, ES LO MÁS CONVENIENTE A
LOS INTERESES NORTE-AMERICANOS”.
De modo que Betancourt era un cero a la izquierda en su guerrita contra
Trujillo, y nada podía hacer contra el dictador dominicano sin la previa
autorización de los gringos. El mismo Comando Sur, ese 29 de octubre
recomendaba que una maximización de la “INFLUENCIA DE LOS MILITARES EN
LATINOAMÉRICA ES EL MÁS EFECTIVO MÉTODO PARA ENFRENTAR LAS ALARMANTES
SITUACIONES QUE SE ESTÁN DANDO EN LA REGIÓN DEL CARIBE”.
Los mandos militares estadounidenses veían en Trujillo un bastión en la
campaña internacional contra subversión comunista. Estos mismos bandos
recomendaban que a los políticos profesionales de latinoamericana se les
viese con suspicacia, “tanto en lo que respecta a sus motivos
patrióticos, como a su profesada amistad hacia los Estados Unidos”
(rezaba el mensaje secreto de este Comando, número 967156).
Para 1954, en doce de las veinte repúblicas latinoamericanas gobernaban
dictaduras militares apoyadas fuertemente por EE UU. Las que no eran
dictaduras, para gobernar debían tener el visto de bueno de Departamento
de Estado. A partir de 1960, el Presidente Dwight Eisenhower comienza a
plantearse la salida de Trujillo para que no se repita la experiencia
cubana. Era una decisión muy compleja, si se toma en cuenta que Trujillo
fue el campeón del anticomunismo desde 1947, cuando el demócrata Harry
Truman proclama su doctrina. No hay que olvidar que Rafael Leonidas
participó activamente en las actividades que desarrollaron las tropas
norteamericanas en la intervención de 1916 a 1924 en este país. En la
política internacional, el más servil de los gobiernos a las decisiones
de Washington es Chapita. Es totalmente falso que los roces de Dwight
Eisenhower con Trujillo proviniesen de la negativa del gobierno gringo
en 1958 de concederle a Ramfis un diploma por parte del Comand and
General Staff College, de Fort Leavenworth, en Kansas, porque ya en los
pechos de Ramfis no cabía una condecoración más del gobierno
norteamericano. No hubo en aquellos primeros años de la década de los
sesenta, esfuerzos conjuntos con varias dictaduras para intentar
derrocar a Fidel Castro. Betancourt será utilizado por Washington como
la cuña mayor para que en nombre de la democracia emprenda en la OEA y
en todas partes una campaña atroz contra el comunismo en América Latina.
El mar de focas de primeros mandatarios latinoamericanos se contonearan
de lo lindo por las sardinas que les echarán los gringos. Nadie quería
ser, por supuesto, una Mar de la Felicidad. Para no ser un Mar de la
Felicidad había que vivir de rodillas. La situación de hipocresía
bestial en el Caribe se caldeó, cuando The New York Times publicó el 22
de enero de 1959, palabras de Fidel Castro en las que acusaba a los
Estados Unidos el no haber cuestionado jamás las atrocidades del
monstruo de Trujillo, pero que sí pegaba el grito en el cielo cuando se
fusilaba a los esbirros de Fulgencio Batista.
EN QUÉ CONSISTE EL “MAR DE LA FELICIDAD DE CUBA”
Al mismo tiempo, Harry Schlaudeman, experto terrorista del Departamento
de Estado norteamericano, sostenía: “nuestro generalísimo ha sido
durante los años más caliente de la Guerra Fría un aliado o un
instrumento el gobierno norteamericano contra el comunismo
internacional”. Dwight Eisenhower insistía en que había que sacrificar
ese peón para fines ulteriores de la política estadounidense. “Ya es un
perro que no muerde”.
A la par que se veía qué se hacía con Trujillo, EE UU utilizando a su
nuevo peón en la escena política caribeña, a Betancourt, le ordenó
cortarle el suministro de petróleo a Cuba por parte de Venezuela.
Entonces Cuba comenzó a importar petróleo de la Unión Soviética. EE UU
se negó a refinar ese petróleo, y Fidel decidió nacionalizar las
compañías norteamericanas. Fue cuando EE UU decidió convertir a Cuba en
el Mar de la Felicidad que es hoy, con invasiones, embargos y acosos
asesinos de la CIA. La CIA ya había proclamado su ley contra cualquier
gobierno que intentase ser soberano en América Latina: “O coméis mierda o
seréis convertido en un Mar de la Felicidad”. Dwight Eisenhower le
aplicó el primer crimen económico contra Cuba cuando le redujo en 700
mil toneladas a la cuota de azúcar, reduciéndola luego a cero en marzo
de 1961. Fue cuando Trujillo se aprovechó de esta medida, y con
senadores y representantes gringos aliados a su política democrática,
aumentó la cuota de la azúcar dominicana en el mercado estadounidense.
Así se hizo para que la República Dominicana de Chapita nunca fuera un
Mar de la Felicidad. Después vino el show de 1961, cuando Dwight
Eisenhower rompió relaciones con Trujillo, “pero manteniendo las tipo
consular”. Tres días después de este anuncio, la Nicaragua del monstruo
Somoza también rompe relaciones con Trujillo, y lo mismo hace la joya de
Francois Duvalier.
Una cerrado el caso Trujillo, la flota americana se parapetó en las
costas de la capital dominicana, con el llamado GRUPO CONSULTIVO DE
ASISTENCIA MILITAR, MAAG, uno de los principales instrumentos de EE UU
para incidir en las decisiones de este gobierno caribeño. Cuando el MAAG
no podía cumplir su misión a solas, le asistía desde Panamá el Comando
Sur. Fue el MAAG, quien dio el golpe de estado contra el gobierno
constitucional de Juan Bosh el 25 de septiembre de 1963, la prisión y
exilio de los generales balagueristas durante la guerra de 1965, y el
propio exilio forzado del general Elías Wessin y Wessin, además de la
presencia durante los cambios militares efectuados por el Presidente
Antonio Guzmán el 16 de agosto de 1978. Fue así, gracias al MAAG, como
la República Dominicana nunca llegó a ser otro Mar de la Felicidad.
rodri@ula.ve
La ley, Trujillo, ¿y después?
Por Rosario Espinal
Uno de los escollos fundamentales
que enfrenta la construcción de la democracia en la República Dominicana
proviene de la contradicción entre la ley como responsabilidad y la ley
como arbitrariedad. La primera es propia de la democracia, la segunda
del poder autoritario. La ley como arbitrariedad es parte esencial de la
historia dominicana y se afianzó en el siglo XX con la dictadura de
Trujillo.
En aquella
Era, se establecieron formas de dominación arbitraria que definieron la
concepción del Estado y la forma de inserción de los sujetos sociales
en la comunidad política. El
dictador se apoderó del sentido nacionalista que se había gestado en
casi un siglo de post independencia, sin solidificarse como poder
democrático y comunidad de destino. Trujillo interpeló a la nación para que apoyara su proyecto político, pero excluyó al pueblo de la participación. En
la discursiva trujillista, el espacio público permitido a la población
era el trabajo, y le correspondía al Estado, entiéndase Trujillo,
dirigir y enseñar la sociedad a ser productiva y encontrar el progreso. Se
interpeló a la nación en términos de los valores familiares, la
educación cívica y la obediencia, mientras todas las instancias de lo
personal y lo público giraban en torno al logro de una supuesta
disciplina social que guiaría la nación a la civilización. Como resultado, la formación de identidades políticas se produjo fundamentalmente como "masa silente". La
población se insertó a la sociedad a través del trabajo y la
disciplina, sin la posibilidad de reclamar o reivindicar derechos. La ciudadanía no se construyó como una comunidad de deberes y prerrogativas, tal cual ocurrió en las democracias desarrolladas. Tampoco
como pueblo movilizado, como en el nacionalismo populista de los países
latinoamericanos con mayor desarrollo económico. Para
lograr sus propósitos, Trujillo dividió la nación en dos grupos: los
que trabajaban, amaban el orden, la paz y el progreso, y los malavenidos
que no tenían cabida en su sociedad de paz y orden. Estos últimos
morirían, irían a la cárcel o al exilio para que no perturbaran. Así,
el dictador estableció una relación "paternal" con la sociedad
dominicana en dos sentidos: como "padre instructor" que enseñaba al
pueblo ignorante a encontrar el camino del progreso, y como "padre
disciplinario", que castigaba las malas acciones que desviaban de la
meta hacia el bien. Parafraseando a Octavio Paz, la figura del "padre"
se bifurcó en la dualidad de patriarca y macho. El patriarca que
protege, es poderoso y sabio; el macho temible, que es fuerte y
terrible. Trujillo apeló
constantemente a la disciplina social en un contexto sociopolítico de
bancarrota económica y luchas de facciones por la apropiación personal
de los recursos del Estado. Llamó
insistentemente a la disciplina y al trabajo para establecer la
capacidad de regulación del Estado como fuente primordial de
enriquecimiento personal. Así,
el objetivo de ampliar la acumulación de riqueza derivó en
contradicción, porque el supuesto enaltecimiento de la ley chocaba
continuamente con la personalización de las relaciones económicas y
políticas. Mientras la
dictadura apelaba al respeto de la ley, el gobierno subordinaba
arbitrariamente a la población. Como resultado, la tensión entre el
culto al amo y el culto a la ley nunca encontró resolución en la
dictadura. Alienados de
la posibilidad ciudadana, el pueblo dominicano se subordinó ante el
terror y la ley devino en deber por arbitrariedad, no por
responsabilidad colectiva. Las consecuencias de ese sistema de hipocresía legal y opresión social persisten todavía. Sin
un dictador omnipotente, la sociedad dominicana ha sido incapaz en el
pos trujillismo de gestar cohesión social en torno a un contrato de
respeto colectivo a la ley, que permita una convivencia más organizada y
solidaria. En vez de un
orden civilizado, basado en el reconocimiento mutuo de derechos y
deberes, prevalece el caos y la ilegalidad en distintas esferas de la
vida pública y privada. Además,
obtener provecho de manera rápida e ilegítima no es ya exclusividad de
un dictador y su cortejo, sino la regla que guía el accionar de un
segmento cada vez mayor de la sociedad. Por
eso, la democracia actual tiene el sello de corrupción, gran
desigualdad y desprecio por la ley, problemas todos agravados en los
últimos años, en parte, por la magnitud del fraude Baninter.
¿HACE FALTA UN TRUJILLO ?
Por José Alduey Sierra.
Rafael Leónidas Trujillo Molina (Fuente externa)
La muerte de Rafael Leónidas Trujillo Molina, la noche del 30 de
mayo del 1961, significó la desaparición física del Jefe y el
derrumbe de una tiranía. Trujillo produjo más daño y dolor que
bienestar social. Sus crímenes horrendos, sus torturas, su gobierno
despótico y dictatorial maltrató y humilló a muchas familias. Su obra
de odio, maldad y sangre marcó la conducta normal de su tiránica
administración. Se habla de más de 50 mil muertos en su régimen.
Su peor legado es haber institucionalizado el crimen desde el Estado, el latrocinio , la delincuencia, y mantener la ignorancia y
la miseria de la población más pobre . Todo el modelo macroeconómico
faraónico que heredamos hoy, que eterniza la miseria, porque
estrangula la población más pobre, sin desarrollo humano, es
originario de la tiranía de Trujillo. Nunca pagó salarios decentes ni
desarrolló la educación. Lo mismo que ahora. En materia de políticas
sociales y económicas vivimos en plena Era de Trujillo.
Un grupito de funcionarios, el dictador y su familia eran los
únicos con derecho a la prosperidad, al despilfarro y al derroche de los
fondos públicos. El mismo modelo de la democracia con Joaquín
Balaguer, con el PRD y con el PLD y el presidente Leonel Fernández.
Faraonismo y macroeconomía estable, sin impacto social.
Su muerte fue el final de la dictadura, el derrumbe completo de
una era de opresión, muertes y abusos, que tuvo como punto
culminante el salvaje y brutal asesinato de las hermanas Mirabal y
el periodista español José Galindez. Con los crímenes y torturas más
horrendos ocurridos en la cárcel de la 40, el martes 30 de mayo de
1961, desapareció físicamente el tirano y se derrumbó aquel régimen
oprobioso. Pero no el trujillismo como cultura, ideología y visión
social mezquina del Estado frente a la mayoría de la población. Ese
trujillismo sigue vigente, sigue vivo en la democracia.
Trujillo edificó muchas obras. Es cierto. Creó el sistema
financiero y fundó el capitalismo. Hizo toda la infraestructura
vial y hospitalaria. Pagó la deuda externa. Creó el Banco Central y el
Banco de Reservas. Hizo mucho. Pero fue una sola administración de
31 años, equivalente a ocho períodos de gobiernos democráticos
consecutivos. Bien analizados, los logros del trujillismo no son tan
extraordinarios como los quieren presentar sus defensores y
familiares. Cumplió deberes fundamentales del Estado moderno en
cualquier Nación. Tampoco es como para perdonarlo, justificar sus
crímenes y mandarlo a la Gloria.
La pregunta que todos debemos formularnos es la siguiente: ?Ocho
presidentes democráticos lo habrían hecho igual, mejor o peor?.
Quizás mucho mejor, y con libertad y respeto a la vida. Entonces, sus
logros no son tantos ni tan significativos. Mucho menos al precio
de sangre y dolor que debió pagar la Nación. En material de obras,
Leonel, Balaguer y Trujillo están en la misma página de la historia.
Son modelos idénticos. Son peores que Trujillo en corrupción por
cuestión de tiempo.
No podemos decir que hace falta un Trujillo y que no valió la
pena haber matado al dictador 50 años después y darle paso a una era
de libertad de hablar y elegir nuestros gobernantes. Porque en la
democracia haya muchos trujillitos, enriquecidos a la sombra del Estado.
Trujillo y su corte era un grupo reducido de ladrones y matones. Es
verdad que ahora es masiva la fuerza de la impunidad y la corrupción.
Pero podemos combatirla, denunciarla y corregirla con el poder del voto y
de la prensa.
¿Ha sido la democracia peor que Trujillo? En algunos aspectos sí.
Pero eso no justifica ninguna dictadura. La democracia, la
libertad, es preferible siempre. Por más incompetente y decepcionante
que sea. Porque el votante tiene la palabra para castigar sus
malos gobernantes en las urnas. Siempre puede escoger algo mejor.
Pero siempre elegimos lo peor. Al menos malo. No al bueno.
No sabemos elegir o tenemos los ojos cerrados por los de arriba con
la pobre inversión en educación. Exactamente igual de pésima y
desastrosa en los trece gobiernos de la era democrática post-trujillista
con la gobernabilidad administrada por el PLD (tres períodos, 12
años), PRD (tres períodos, 12 años y PRSC (seis períodos, 22 años).
Como quiera es preferible a la dictadura. Lo demuestran las grandes
democracias contemporáneas, como Francia, Inglaterra, Estados Unidos,
Alemania. Aunque en todas partes hay muchos problemas.
Apenas hemos tenido 12 gobiernos democráticos, en 50 años, después
del ajusticiamiento de Trujillo. Si no contamos los siete meses del
primer presidente e electo Juan Bosch (1963), derrocado por los
gorilas del trujillismo, el triunvirato de Donald Reid Cabral ni la
gestión de Francisco Alberto Caamaño Deñó (1965) ni la transición
hacia el balaguerismo con Héctor García Godoy, tras la Guerra de
Abril de 1965.
Es de suma importancia establecer los compromisos de Estado
contraídos por Balaguer con el trujillismo. Porque es bien claro:
Balaguer gobernó con las botas de Trujillo. No es nada nuevo. Pero
que lo admita la familia Trujillo le da categoría de un hecho
histórico consumado. Y explica todo el comportamiento militar y civil
posterior desde el poder, especialmente en los doce años, 1966-1978.
Todo el abuso de la era oscura y sangrienta del balaguerismo fue
planificado. Que luego, retornado al poder por el PRD, liberalizó un
poco sus mandatos en 1986-1994. Pero un gobernante malo, en democracia,
al servicio del trujillismo.
Lo importante es ver ahora en qué forma ha podido
perpetuarse el trujillismo en la sociedad dominicana actual, desde la
caída del dictador hasta nuestros días. A partir de esa alianza
estratégica Balaguer-Trujillo. Que se ha mantenido en lo
ideológico-cultural, en las políticas públicas clientelistas, en el
manejo del presupuesto y los recursos del erario público, en la
corrupción y en la impunidad, con la presencia en el poder de los
partidos gobernantes de la era democrática, llamados a producir el
cambio, el relevo generacional, con el PRD y el PLD y sus
respectivos gobiernos. Sólo hay que mirar las babilónicas villas de
riqueza y los tugurios de la pobreza.
Queda demostrado, si es que hacía falta esa demostración, que el
nacimiento de la democracia, trae como secuela , pese al
ajusticiamiento de Trujillo, la permanencia del trujillismo, como
escuela de teoría y práctica política de Estado, algo que se refleja
en la superestructura de la sociedad, en la clase media y las clases
bajas, así como en la conducta caudillista y mesiánica de nuestros
gobernantes, amaestrados en el seguimiento de adhesión al
trujillismo en muchas de sus manifestaciones políticas, ideológicas y
culturales.
Podemos palpar trujillismo en la violencia intrafamiliar y los
altos niveles de criminalidad en la sociedad dominicana de hoy, con
la muerte de más de 200 mujeres al año, como secuela directa del
machismo a ultranza y el mal ejemplo que brindan desde arriba las
autoridades judiciales con la impunidad y la tolerancia absoluta a
la corrupción y el crimen como herencia fatal del trujillismo.
El servilismo político hacia la autoridad establecida, el
guapismo como demostración de fuerza, hombría y valentía, el
exceso de autoridad militar, el autoritarismo civil, el jefismo y
el abuso de poder, son expresiones claras de una nación que
todavía vive inmersa, en muchos aspectos, en la mentalidad del
trujillato.
Es que el trujillismo es un modelo de ejercicio del poder todavía
vigente, vivo, y con mucha fuerza en el país. No importa quién
gobierne. El afianzamiento del paternalismo, el endiosamiento de los
gobernantes de turno, está presente en esa cultura del
trujillismo, la biblia de la clase gobernante dominicana en el manejo
político del Estado. Es trujillismo lo que impera en los cuarteles,
con los altos mandos militares ricos, y con veinte guardaespaldas para
cuidar sus fincas, una manera de reproducir el perfil del Jefe.
Si miles de dominicanos mueren ametrallados por la Policía en los
denominados “intercambios de disparos”, en pleno Siglo XXI, eso es
secuela del trujillismo más puro en la democracia, en flagrante
violación a los derechos humanos. La justicia es ajena a ese permanente
pelotón de fusilamiento. Es que la conducta político-militar frente a
los civiles sigue normada por el abuso de poder, el atropello del
militarismo rancio que mantiene los patrones trujillistas como
estandarte en muchos estamentos de las Fuerzas Armadas y la Policía, en
la conducta práctica, con violaciones elementales a su Ley Orgánica de
los cuerpos militares y policiales.
La tarjeta de un oficial militar tiene más categoría de ley que los
principios constitucionales. Esas “tarjeticas” tienen más influencia y
más poder que cualquier legislación establecida. El jefismo, una
categoría histórica en el país, coloca en funciones públicas a
personajes incompetentes por pura influencia política, en desprecio de
profesionales académicos y preparados. Civiles y militare. E so es puro
trujillismo.
Sin esas prácticas de transferencia de la influencia y el poder,
José Figueroa Agosto probablemente jamás habría penetrado tan hondo
como lo hizo en los más altos niveles de la sociedad civil ni en los
estamentos militares corrompidos por el narcotráfico. La vuelta al
trujillismo no es más que una expresión de descontento, válida
frente al deterioro profundo de la autoridad Por la crisis derivada
de la impunidad compartida por el tripartidismo. Es una expresión de
desahogo nacional, ante la impotencia. Lo que la gente quiere es más
autoridad, más respeto a la ley y más orden con justicia social. No
más Trujillo.
Todos los años, al llegar el mes de mayo, aparece en los
periódicos la máscara mortuoria modelada sobre el cadáver de Trujillo.
En muchas sociedades antiguas hubo la creencia de que tocar la máscara
de una persona fallecida “transmitía” las cualidades o poderes que tuvo
mientras vivía. La máscara mortuoria de Napoleón fue subastada hace
siete años. La compró “un particular cuya identidad se desconoce”. Se
dice que esta máscara es “la verdadera”, pues se nota en ella una
diminuta cicatriz que “identificaba” la cara de Bonaparte. Escuché hace
años, de boca de un anciano: “mirando la máscara funeraria de Trujillo
se comprende que era militar; se ve firme, en atención”.
El cadáver de Trujillo ha viajado en su lujoso féretro: desde Santo
Domingo a San Cristóbal; de ahí fue trasladado a París y luego a
Madrid. Ha sido “un muerto trajinante”, según dicen los “espiritistas”
dominicanos. Con cada solsticio de verano se calientan los huesos del
tirano y se aviva la combustión de las polémicas sobre su figura
política. No hemos hecho la “digestión histórica” de Trujillo. Una y
otra vez, recomenzamos el esfuerzo por asimilarlo parcialmente, como si
fuésemos una sociedad de rumiantes.
La máscara de Trujillo sigue actuando sobre los dominicanos. Les
invita a repetir el pasado, a resolver a golpes y patadas lo que debería
arreglarse con inteligencia y disciplina. El autoritarismo es una
planta endémica del Caribe antillano. En Cuba se ha cumplido la
antiquísima ley del eterno retorno: Machado, Batista, Castro. De una
manera o de otra, se regresa al despotismo en la Antilla Mayor. Algún
exiliado anticastrista, residente en Miami, podría decir: “Chico, Fidel
es un hombre con pelotas; lleva cincuenta años burlándose de los
americanos”.
La admiración por “el poder total” disminuye con suma lentitud;
incluso en aquellos que racionalmente rechazan los gobiernos
autocráticos, los procedimientos despóticos. El general José Miguel
Soto opina que es imprescindible “arrojar de nuevo la bestia antigua del
autoritarismo y del continuismo a los abismos”. Afirma que “la
historia no se puede corregir”, puesto que se compone de hechos
cumplidos. Propone “matar el fantasma de todas las formas de
dictadura”. Pero “amortajar” a Trujillo exigirá un trabajo de
intelección, geopolítico y sociológico.
CONSTITUCION Y APOLOGIA DEL TRUJILLISMO
La Constitución protege el derecho al honor y al buen nombre
¿Es constitucionalmente admisible penalizar a quienes alaben o
exalten a los Trujillo como dispone la Ley 5880 de 1962? Responder esta
pregunta es crucial a la hora de determinar el tipo de democracia
constitucional que tenemos y el contenido de una libertad que, como la
de expresión, es clave en toda sociedad democrática.
La referida ley parte de la premisa de “que el pueblo dominicano al
liberarse de esa sangrienta tiranía [la de Trujillo], tiene el legítimo
derecho a defender y preservar el estado de libertad y dignidad que
disfruta, de los residuos y resabios de ese pasado luctuoso, que
pudieran conspirar contra su tranquilidad”. Con las sanciones penales a
quienes alaben o exalten a Trujillo, el legislador prohíbe la
manifestación de opiniones que son infamantes y ofensivas para la
memoria de las víctimas, de los supervivientes y de todo el pueblo
dominicano y constituyen una amenaza en la sociedad democrática en tanto
que tienden a la rehabilitación “de aquel régimen despótico en pugna
con el sistema democrático que vive ahora el pueblo dominicano”. Es, por
tanto, una necesidad social imperiosa “legislar, en el sentido de
erradicar del ambiente nacional esas peligrosas e inciviles actuaciones
que alteran el orden público y, además, producen confusión en las mentes
de niños y jóvenes”.
La dignidad humana es un superlímite que configura el marco dentro
del cual ha de desarrollarse el ejercicio de los derechos fundamentales y
el núcleo intangible de los valores supremos de nuestro ordenamiento
constitucional. La Ley 5880 establece limitaciones a la libertad de
expresión que son perfectamente compatibles con las exigencias del
artículo 49 de la Constitución, que establece que el disfrute de esta
libertad “se ejercerá respetando el derecho al honor, a la intimidad,
así como a la dignidad y la moral de las personas, en especial la
protección de la juventud y de la infancia, de conformidad con la ley y
el orden público”. Y es que, en el fondo, lo que dicha ley busca es
proteger penalmente el bien jurídico del “estado de libertad y dignidad
que disfruta” el pueblo dominicano, es decir, “la paz y seguridad
públicas” (artículo 1 de la ley), asociadas a la dignidad humana, valor
supremo y fundamento de la Constitución y del Estado (artículos 5 y 38
de la Constitución).
Como esta ley precede a la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, el tipo penal que establece no puede reconducirse, sin violar
el principio de legalidad penal, al delito de apología del odio cuya
condena por ley es exigida por el artículo 13 de dicho instrumento, al
disponer que el legislador debe prohibir “toda apología del odio
nacional, racial o religioso que constituyan incitaciones a la violencia
o cualquier otra acción ilegal similar contra cualquier persona o grupo
de personas, por ningún motivo, inclusive los de raza, color, religión,
idioma u origen nacional”. Pero ello no es malo porque la apología cuya
prohibición legal exige dicha Convención requiere que la misma
constituya una incitación a la violencia o acciones similares, en tanto
que la apología al trujillismo, condenada por la Ley 5880, se configura
por el solo hecho material de la exaltación a los Trujillo.
Pero más allá de la Ley 5880, y sin que en ningún caso se admita la
censura previa, convengamos que el Estado constitucional se basa en un
“mínimo de verdad” (Peter Haberle). Esta verdad incluye la memoria
histórica de “los ejemplos de luchas y sacrificios de nuestros héroes y
heroínas inmortales”, como afirma el Preámbulo de la Constitución. La
Constitución protege, por tanto, el derecho al honor y al buen nombre
(artículo 44) y la dignidad (artículos 38 y 49) de las víctimas de la
Era de Trujillo y cualquiera de ellas o sus sucesores, pueden ejercer
acciones judiciales civiles, preventivas y penales para proteger su
honor. Estas acciones pueden ser colectivas pues, como bien ha señalado
la jurisprudencia constitucional española, la libertad de expresión
puede verse limitada por el derecho al honor de “grupos humanos sin
personalidad jurídica pero con una neta y consistente personalidad por
cualquier otro rango dominante de su estructura y cohesión, como el
histórico, el sociológico, el étnico o el religioso” (STC 176/1995).
Editorial del periodico el Caribe.
01/11/2012 12:00 AM - Redacción
De acuerdo al “Diccionario de sinónimos y antónimos del español
actual”, la dictadura tiene como sinónimos la autocracia, el
absolutismo, el totalitarismo y la tiranía. Identifica como su antónimo a
la democracia.
En la dictadura, el poder reside en un hombre, y
su recua de colaboradores, que son quienes lo ayudan a conformar una
pantomima que suelen definir como democracia, en este caso, un congreso y
un poder judicial a imagen y semejanza del dictador.
La
Constitución, en una dictadura, si bien existe como instrumento de
legitimación, está subordinada a la voluntad del Supremo. Y así, las
demás instituciones de ese sistema quedan bajo su supremacía. La
escuela, las expresiones artísticas y culturales quedan subyugadas al
imperio del hombre fuerte. Su predominio se impone con los aparatos
represivos y su partido único.
(¡Ay de aquél que no portara la
palmita!, sinónimo del carnet del Partido Dominicano durante la era de
Rafael Trujillo Molina). Y así, en la dictadura, el jefe se convierte en
un ser por encima de la misma Constitución que patrocina, las leyes que
aprueba su congreso, la justicia que administra a su acomodo. La
opresión impone el miedo. Su presencia es perceptible en todos los
lugares, incluso, en las viviendas, en la intimidad del hogar. Queda
entronizada en la familia. Por eso, era común encontrar en los frontales
o interiores de las viviendas y bohíos durante la Era, un letrerito
con la siguiente expresión: “En esta casa Trujillo es el jefe”. La
dictadura pasó a ser sinónimo de trujillismo. El poder era omnímodo.
Por
todo eso, constituye una osadía pretender que la tiranía o el
trujillismo está permitido por mandato constitucional. La Constitución
es portaestandarte de la democracia, negación de la dictadura. Un estado
social de derecho reconoce las libertades y derechos ciudadanos, y
obviamente niega la tiranía, el trujillismo.
De modo que invocar
la Constitución para defender los “valores” de la dictadura es un
cinismo sin nombre, que insulta la inteligencia y agrede el sentido de
convivencia ciudadana. Es una afrenta. Ramfis Domínguez Trujillo ha ido
demasiado lejos.
Carta de Americo Lugo a Trujillo. Una pieza exquisita que esboza el valor y la rectitud de un ser humano vertical.
Ciudad Trujillo, Distrito de Santo Domingo, 13 de Febrero de 1936
Generalísimo Rafael L. Trujillo.
Presidente de la República.
CIUDAD
Honorable Presidente:
En el discurso pronunciado por Ud. el 26 de Enero último al inaugurar el
acueducto y el mercado de Esperanza, hace Ud. una afirmación que no
puedo dejar pasar por alto, relativa al encargo que, a iniciativa de Ud.
me fué propuesto por el gobierno dominicano y que, aceptado por mí, dió
ocasión al contrato celebrado entre éste y yo en fecha 18 de julio de
1935, y en virtud del cual me he comprometido a escribir una nueva
Historia de la Isla de Santo Domingo. Dicha afirmación es la siguiente:
"Que Ud. me ha confiado el encargo de escribir, en calidad de
Historiador Oficial, la historia del pasado y del presente".
Me veo en la necesidad de ocupar su elevada atención para manifestarle
que no me considero historiador oficial ni obligado a escribir la
historia de lo presente. No me considero historiador oficial, porque mi
convenio excluye por naturaleza de toda idea de subordinación y debe ser
cumplido exclusivamente bajo los dictados de mi conciencia. No recibo
órdenes de nadie y escribo en un rincón de mi casa. Tampoco me considero
historiador del presente, porque, por el contrario, la cláusula primera
de mi contrato con el Gobierno Dominicano excluye de manera expresa el
escribir la historia del presente. Dicha cláusula dice así: "El doctor
Américo Lugo se obliga frente al Gobierno Dominicano a escribir una obra
intitulada Historia de la Isla de Santo Domingo, que constará de cuatro
volúmenes en octavo, de cuatrocientas páginas, más o menos, cada
volumen; la cual comprenderá el período comprendido entre los años 1492 a
1899, o sea desde el descubrimiento de la isla basta la última
administración del Presidente Ulises Heureaux inclusive. A partir de esa
fecha, el Dr. Lugo se obliga a hacer en su obra un recuento histórico
de las demás administraciones". "Recuento" significa: Enurneración,
inventario". En consecuencia, recuento histórico significa una
enumeración de sucesos históricos; pero de ningún modo significa
escribir la historia de dichos sucesos. Y un recuento es lo único a que
me he obligado, a contar de 1899 o sea de la última administración del
Presidente Heureaux. El título de historiador oficial carecía de sentido
aplicado a un historiador del pasado. No podría referirse sino a la
persona nombrada para escribir la historia de la administración actual; y
la historia de la administración actual está excluida de mi Contrato,
con el Gobierno Dominicano, como lo está la de todas las demás
administraciones públicas posteriores al 26 de julio de 1899. Yo
manifesté al enviado de Ud. que mi deseo era y había sido siempre no
escribir historia sino hasta el año 1886 solamente. Se me arguyó que mi
historia quedaría muy atrás para los estudiantes; y en obsequio de éstos
convine en alargarla hasta 1899 y en hacer un recuento o enumeración de
sucesos históricos a contar de esa fecha, pero nada más.
A Ud. no podía sorprenderle que yo me negase a traspasar en mi historia,
los linderos del siglo XX. Ud. recordará que en Marzo de 1934 Ud. me
ofreció una fuerte suma de dinero para que yo salvara mi casa, a cambio
de que yo escribiera la Historia de la Década, lo cual era proponerme
que fuese su historiador oficial; y Ud. recordará así mismo que preferí
perder mi casa, como efectivamente la perdí, contestando a Ud. en carta
de fecha 4 de abril de 1934 lo siguiente: "Yo podría ser, aunque
humilde, historiador, pero no historiógrafo... Creo un error la
resolución de escribir la historia de la última década. Lo acontecido
durante ella está todavía demasiado palpitante. Los sucesos no son
materia de la historia sino cuando son materia muerta. Lo presente ha
menester ser depurado, y sólo el tiempo destila el licor de verdad dulce
y útil para lo porvenir. Todo cuanto se escribe sobre lo actual o lo
inmediatamente inactual, está fatalmente condenado a revisión.
Página 1
La administración del general Vásquez y la de Ud. sólo podrán ser
relatadas con imparcialidad en lo futuro. El juicio que uno merece de la
posteridad no depende nunca de lo que digan sus contemporáneos; depende
exclusivamente de uno mismo. Aparte de estas consideraciones decisivas,
yo no podría escribir ese trozo de historia por dos razones: la
primera, mi falta de salud; la segunda, mi falta de recursos. Recibir
dinero por escribirla en mis presentes condiciones, tendría el aire de
vender mi pluma, y ésta no tiene precio".
No cabe en lo posible que quién escribió a Ud. lo que precede, acepte,
ahora ni nunca, el cargo de Historiador Oficial. Aunque Ud. hubiera de
alcanzar y merecer todo lo que se propone y dice en su discurso, de lo
cual yo me alegraría por el bien que reportaría el país, yo no sería su
historiógrafo. No puedo serlo de nadie. Un historiógrafo o historiador
oficial huele a palaciego y cortesano, y yo soy la antítesis de todo
eso. No soy ni puedo ser sino un humilde historiador de lo pasado, y
sólo como tal me he obligado con el Gobierno. Un historiador oficial es
un historiógrafo, y la diferencia que hay entre simple historiador e
historiógrafo ha sido magistralmente expuesta por Voltaire en su
"Diccionario Filosófico", vocablo "Historiografía", en donde dice: "Este
título es muy distinto del título de historiador. Se llama
historiógrafo en Francia al hombre de letras que está pensionado. Es muy
difícil que el historiógrafo de un príncipe no sea embustero, el de una
república adula menos, pero no dice todas las verdades. En China los
historiógrafos están encargados de coleccionar todos los títulos
originales referentes a una dinastía... Cada soberano escoge su
historiógrafo. Luis XIV nombró para este cargo a Pellisson. . . "
También se debe a mi exclusiva iniciativa la cláusula séptima del
referido contrato del 18 de julio de 1935, cláusula que se refiere a la
cesión de 5.000 ejemplares al Gobierno Dominicano. Esta no me exigió
nada; pero yo no hubiera aceptado su oferta de escribir una historia
sino a condición de ofrecer, a mi vez, la manera de reembolsar
ampliamente la cantidad de dinero que costase escribirla y editarla. Es
mi firme voluntad, sean cuales fueren las condiciones en que yo escriba
mi Historia; poner desinteresadamente mi obra, por algún tiempo, a
disposición del Estado.
He aceptado escribir una nueva historia de Santo Domingo a pesar de mi
poca idoneidad por la razón capital expresada en 1932, en mi
introducción al curso oral sobre historia colonial, cuando digo: "El
efecto más doloroso para nosotros de la decadencia de la isla ha sido
que, desde entonces, la historia de ésta quedó enterrada en los archivos
coloniales; y allí está y estará hasta que la rescate de la noción que
la conciencia nacional va creando de sí misma y tan poco a poco como lo
requiere el hecho de que la formación de la conciencia nacional depende
del conocimiento de la historia patria". Cuando Ud. me propuso
escribirla, envió a decirme que Ud. consideraba que prestaría un
servicio eminente a las generaciones futuras aportando su concurso para
que yo la escribiera, y yo acepté, por mi parte, el escribirla, con el
único pero elevado propósito de contribuir, siquiera modestamente, a la
formación de la conciencia nacional, que todavía no existe pero acepté
teniendo cuidado en evitar, como se vé en las cláusulas primeras y
séptima de mi contrato, que nadie pueda erróneamente figurarse que
pertenezco a la farándula que sigue a Ud. como sigue a todos los
potentados de la tierra, tratando de medrar a cambio de lisonjas.
Creo que, en honor a la verdad, si Ud. hubiera podido tener a mano y
compulsar el contrato que he celebrado con el Gobierno Dominicano, no se
habría expresado en la forma en que lo hizo, atribuyéndome un cargo que
no tengo y una obligación que no me corresponde. Creo también que
aunque Ud. me haya tratado muy poco, me conoce lo bastante, como me
conoce todo el país, para saber que yo no me puedo consentir en verme
uncido a ningún carro triunfal. La virtud y la ambición son en principio
incompatibles. Los vencedores no tienen entrada franca en mi
cristianizado espíritu. Los que la tienen son los pobres y los humildes.
"Los humildes serán ensalzados y de los pobres es el reino de los
cielos", dice el Evangelio. En cuanto a los grandes triunfadores, éstos
pertenecen a la historia: ella se los entrega a la posteridad, y la
posteridad ha de juzgarlos. No se puede formar Juicio histórico
contemporáneo sin violar la jurisdicción de ese tribunal misterioso y
supremo.
Yo no tengo "una mentalidad erudita". Sólo tengo ideas claras y rectitud de corazón. No he estudiado Página 2
nunca por la simple curiosidad de saber, sino, conforme a Aristóteles,
para ser bueno y obrar bien. En este sentido creo que la lectura de la
historia es una suprema lección de moral. Es injustificado el desdén
hacia la historia del pasado. No hay pasado obscuro. La obscuridad sólo
está en nosotros. Es del pasado de donde viene siempre la luz con que
vemos hoy con el espíritu las cosas, sencillamente porque no puede venir
del porvenir. El porvenir sería tan obscuro como la muerte, si no fuera
porque la luz de lo pasado es tan potente que permite prever ciertos
acontecimientos de un futuro próximo. Y la ciencia difícil del mando es
la eminencia sobre la cual la historia proyecta con más claridad la luz.
Aunque la marcha de la humanidad sea progresiva, el hombre de Estado
debe abismarse en la contemplación de lo pasado, porque éste es raíz,
tronco y savia de los frutos del presente, sin los cuales éste se
marchitaría y se secaría como rama arrancada del árbol.
Antes de elaborar sucesos históricos es indispensable estudiar los
sucesos realizados por las generaciones anteriores. Ellos son la
experiencia de la vida; ellos suministran las reglas y modelos. Y de
modo singular necesita el político el conocimiento del pasado de su
pueblo, porque ese pasado es la cantera de los materiales apropiados
para la fábrica de una obra política verdaderamente nacional. La índole
de un pueblo no puede estudiarse sólo en su generación viviente. En
política ninguna solución es fácil; ningún error es teórico. Las
disposiciones legislativas de un pueblo, aunque sean científicas; son
perturbadoras cuando no respondan a sus necesidades, a su situación,
opiniones y creencias. Lo que se llama reconstrucción nacional debe
hacerse de acuerdo con lo pasado: la reconstrucción contra el pasado es
pura ideología; es lo mismo que si para reparar un edificio, se
prescindiese de él.
Los más grandes, guiadores de sociedades y de ejércitos han medido sus
pasos por la lección de la historia y acuñado sus hazañas en este
acerado y finísimo troquel. Los mejores reyes y capitanes de Grecia y
Roma y del mundo se criaron y formaron en el regazo de la historia, y
aún algunos magistralmente la escribieron. La almohada de Alejandro era
la Iliada junto con su espada; César puso al lado de la suya sus
admirables Comentarios; y Napoleón, en sus reflexiones sobre la campaña
del Magno Macedonio, nos revela su atento y profundo estudio de lo
pasado. El rey Alfonso el Sabio, el hombre más culto del siglo XIII,
escribió la Historia de España para enseñar al pueblo español sus
orígenes; también escribió la del suyo el profeta Moisés, mientras lo
guiaba a la tierra prometida; y Mahomet el Conquistador leía y fundaba
escuelas mientras combatía. La excelsitud no se improvisa. Las grandes
acciones exigen poderoso y cultivado entendimiento, y necesitan ser
puestas, antes de ser realizadas con audacia, bajo el signo de la
prudencia, virtud suprema del que manda y rige pueblos y que sólo se
acendra en la lección atenta de la historia.
La actual generación dominicana es precisamente, en mi pobre concepto,
la más desgraciada de cuantas han hollado con su planta el suelo de la
isla sagrada de América.
Débese ésto a la Ocupación Americana, que fué escuela de cobardía y
envilecimiento, debilidad y corrupción, y cuya acción depresiva y
deletérea destruyó la energía del carácter, la seriedad de la palabra,
la vergüenza en el obrar, dejando, a la hora de la Desocupación, un
pueblo muelle, despreocupado y descreído sobre esta tierra de acción y
de fé, que fué almáciga de héroes desde los primeros tiempos del
descubrimiento del Nuevo Mundo y que dió a éste, en el siglo XIX, un
príncipe de la libertad en Francisco del Rosario Sánchez. Los poderes
públicos deben estimular en nuestra juventud el florecimiento de
aquellas energías de que dieron alta prueba Meriño frente a Santana,
Luperón frente a España, Emiliano Tejera frente a Báez, Luis Tejera
frente a la tentativa filibustera de 1905, y, frente al desembarco de
los norteamericanos en San Pedro de Macorís, Gregorio Urbano Gilbert. Es
menester buscar al historiador dominicano que más se asemeje a
Tucídides, para que evoque en toda su épica belleza el proceso glorioso
de esta república nuestra durante la Anexión y riegue con la corriente y
declaración de los sucesos antiguos los modernos, a fin de vigorizar la
debilitada cepa del presente.
Mi creencia, cada vez más arraigada, de que el pueblo dominicano no
constituye nación, me ha vedado en absoluto ser político militante. No
he sido, dentro de los términos de mi país, ni siquiera alcalde pedáneo.
En una serie de artículos publicados en 1899 y reproducidos luego en "A
Punto Largo", he escrito lo siguiente: "Gobernar es Amar". "Son, a mi
ver, más compulsivos para el político que para el Página 3
sacerdote los deberes de humanidad, dulzura, piedad y tolerancia, porque
lo más grave de la ley es como afirma San Mateo. el juicio, la
misericordia y la fé. Para mí la cuestión no es dispensar el bien y el
mal como las divinidades antiguas, sino hacer el bien; es no adoptar
resoluciones que no estén cimentadas en la rectitud del corazón, es dar
al pueblo toda su personalidad enérgica y viril, fortificando
diariamente su espíritu en el rudo ejercicio de la libertad, que es el
único que produce los caracteres enérgicos que forman las naciones y
mantienen independiente al estado de toda dominación extranjera; es
proporcionar, no la educación meramente intelectual que sólo sirve para
aumentar las filas de los peores auxiliares del poder, sino la que
fecundiza, extiende y vivifica la libertad jurídica, hasta el punto de
producir la libertad política, que es la verdadera libertad; es poner
fuera. de todo alcance los derechos del ciudadano y reducir al mínimum
necesario los de los poderes públicos, es finalmente, consagrarse al
bien público con perfecto desinterés material e inmaterial, amar la
pobreza y practicarla, despreciar el aplauso en absoluto, adoptar sólo
los medios que justifiquen la nobleza de los fines y acuñar la paz en
las palabras, en las medallas, en los actos y en las almas.
Suplico a Ud. dispensarme por haberle distraído de sus importantes
ocupaciones, y espero que Ud. no tendrá inconveniente en reconocer, como
es de estricta verdad y justicia, que no estoy encargado de escribir la
historia del presente, sino la del pasado hasta el 26 de Julio de 1899,
y que lo único a que estoy obligado, respecto del presente es a hacer
una enumeración de los sucesos históricos a contar de 1899, todo de
conformidad a mi contrato con el Gobierno Dominicano, de fecha 18 de
julio de 1935; y que es conforme a este criterio que debo continuar
escribiendo la Historia de la Isla de Santo Domingo.
Soy de Ud. Honorable Presidente, con sentimientos de la consideración más distinguida.
AMERICO LUGO
Editorial
30 DE MAYO DIA DE LA LIBERTAD
¿Por qué todavía hay gente que entiende como beneficiosa la forma de gobierno dictatorial y reclama algunas de sus virtudes?
¿Por qué a tantos años de la muerte del dictador hay gente que aún
conserva el temor a decir lo que piensa? ¿Subsiste todavía la teoría del
gancho enarbolada por el eminente psiquiatra Antonio Zaglul?
¿Por qué todavía hay gente que entiende como beneficiosa la forma de gobierno dictatorial y reclama algunas de sus virtudes?
Estas son algunas de las preguntas que nos hacemos a propósito de
este nuevo aniversario de la muerte del chivo, con motivo de este nuevo
30 de mayo.
Apócrifa la versión de que Trujillo escapó a atentado y vivió en España hasta hace poco .Aclaración de su autor Luis Dominguez
Luis Dominguez aclaró al periodico digital almomento.net la versión de
que Trujillo no lo ajusticiaron en 1961, del cual fue él su autor en el
año 1998 .Firmando con el seudonimo de Jean Giró y encontrandose en ese
entonces viviendo en los Estados Unidos ,lo hizo como un experimento
paa una revista sensacionalista llamada Fantastica.
Publicamos esto
para la edificación de mucha gente que todavía cree que esta versión no
fue un invento, quizás su puesta en vigencia de nuevo , fue fruto de sectores interesados que
tomaron lo publicado ya hacía tiempo para revitalizar la imagen de que
Trujillo fue un super hombre que estaba más allá de la muerte, y quien
sabe para que fines posteriores más.
Fuente al momento.net.
06 Diciembre 2008
SANTO DOMINGO.- Es por completo falsa y fruto de la imaginación
de un autor satírico una hipótesis que ha circulado profusamente en
internet según la cual el dictador Rafael Leonidas Trujillo no murió en
1961, como registra la historia, sino mucho tiempo después, y de causas
naturales a los 99 años de edad.
Aunque más de 200 sitios de internet han reproducido esta
versión a pie juntillas, ALMOMENTO.NET investigó el asunto y determinó
que el autor de la misma no es un periodista francés de nombre Jean
Giró, como se ha publicado, sino uno dominicano que reside en Santiago
de los Caballeros y tiene una escuela para formar talentos de
televisión.
Se trata de Luis Domínguez, quien escribió dicho texto hace diez
años, en 1998, para una revista satírica que dirigía mientras se
encontraba viviendo en Providence, Estados Unidos.
La revista se denominaba Fantástica y era alimentada con notas
especulativas o de entremetimiento que buscaban, según su editor, captar
la atención de los lectores de Providence, ciudad en donde vive una
gran cantidad de dominicanos.
Domínguez, quien laboró durante un tiempo como corresponsal en
Santiago de las televisoras Teleantillas y Color Visión, remitió a
ALMOMENTO.NET una nota aclaratoria a propósito del revuelo que ha
causado la publicación en este periódico digital de la versión, según la
cual Trujillo no murió como cree la mayoría de los dominicanos,
acribillado a balazos en la carretera que conduce a San Cristóbal, y de
que esto último se trató de un montaje para ocultar al país la salida de
éste al exterior “producto de negociaciones con las autoridades
norteamericanas".
La aclaración.
El texto de la aclaración de Luis Domínguez es la siguiente:
“Apreciado Saúl, esta mañana al chequear como de costumbre AL
MOMENTO.NET me encontré con la sorpresa de ver el revuelo causado por
una historia o mejor dicho ensayo que escribí en una revista que edité a
finales de los años 90's en la ciudad de Providence, Rhode Island,
acerca de una trama sobre la muerte de Rafael Leónidas Trujillo Molina”.
“Como su nombre lo indica, Fantástica La Revista era una
publicación con notas especulativas o entretenimientos que buscaban
captar la atención de los lectores, toda vez que en la ciudad de
Providence, cerca del 80 por ciento de la población hispana es
dominicana, entendí que debió ser interesante publicar un ensayo de una
novela que en ese tenor escribo desde hace unos años”.
“Como es sabido las novelas se nutren en muchos casos de la
imaginación del escritor para llamar la atención acerca de un tema, y el
de Trujillo siempre será de interés. Además de la novela sobre el tema,
que tanto ha llamado la atención, trabajo en la preparación de un guión
para un largo metraje que está en la fasede pre producción y que
versará sobre esta historia fantástica que tanto ha cautivado a los
lectores de todo el mundo”.
Atentamente,
Luis Domínguez.
P.D ahí te envio fascimil de la revista año 1 volumen 1 del 1998. Jean Giró fue un seudónimo
La falsa versión
La versión sobre la muerte de Trujillo que elaboró el periodista Domínguez y que ha causado el revuelo es la siguiente:
"PARIS. (Jean Giró) - Documentos confidenciales en poder de los
herederos del dictador dominicano Rafael Leonidas Trujillo Molina,
revelan que este no murió, como cree la mayoría de los dominicanos,
víctima de un complot en la carretera que conduce a San Cristóbal, sino
que se trató de un montaje para ocultar al país la salida de éste al
exterior producto de negociaciones con las autoridades norteamericanas.
"Los documentos pertenecientes a la familia Trujillo estaban en
poder del fenecido Ramfis, hijo mayor del dictador dominicano y quien
murió víctima de un accidente automovilístico ocurrido en París, en la
actualidad los mismos reposan en una caja fuerte de la que solo tiene
acceso Ramses, uno de los hijos de Ramfis".
"Según datos filtrados por Ramses a uno de sus amigos de la
universidad, su abuelo fue convencido por el gobierno norteamericano
para que abandonara el poder en vista del desgaste de la dictadura que
encabezó por mas de 30 años, y para evitar que grupos de exiliados
apoyados por el régimen comunista de Fidel Castro capitalizaran el
descontento popular y tomaran el poder".
"La 'verdad' histórica acerca del ajusticiamiento del tirano
dista mucho de la realidad; portando una nueva identidad que incluía una
sofisticada cirugía plástica que le cambió drásticamente su físico y
cara, y con la nada despreciable suma de 700 millones de dólares
Trujillo se estableció en España, donde era visitado en secreto por sus
hijos y esposa, así como por el doctor Joaquín Balaguer".
"El deceso de Manuel Jiménez, que fue la nueva identidad dada al
hombre fuerte puesto por los norteamericanos al frente del Ejército
dominicano luego de la intervención que culminó en el 1929, se produjo
en realidad en 1990 a la edad de 99 años".
"A los servicios fúnebres oficiados en el mayor secreto solo asistieron cuatro personas".
"Según Ramses Trujillo, para simular la muerte de su abuelo se
procedió a usar como doble a Wenceslao Tejada, un agricultor nativo de
Villa de los Almácigos, de la línea noroeste, quien tenía un parecido
extraordinario con el 'Jefe'. La similitud era tal que en ocasiones se
le utilizó para hacerlo pasar por Trujillo cuando habían rumores acerca
de complots contra el tirano; vistiéndolo con su uniforme y
desplazándolo en el vehículo de éste por las rutas consideradas
peligrosas, mientras que el tirano viajaba de incógnito en otro carro".
"Tejada se encontraba en poder de Johnny Abbes García, Jefe del
Servicio de Inteligencia Militar (SIM), a la espera de la ejecución del
plan, que aunque se realizó la noche del 30 de mayo de 1961, se estaba
planificando desde hacía mas de un año. Los participantes en el complot
para matar a Trujillo también fueron engañados por enlaces militares
quienes tenían la misión de hacerles creer que el hombre que se dirigía
esa noche a San Cristóbal, era el Jefe, cuando en realidad no fue así".
"La perfección del plan fue tal que todos los héroes murieron
creyendo que habían asesinado al sanguinario gobernante. La ejecución
del complot se aceleró a raíz de los atentados de las fuerzas
trujillistas contra el Presidente de Costa Rica, José Figueres, el cual
fue frustrado en mayo de 1957, también por la muerte del Presidente de
Guatemala Carlos Castillo Armas, el 27 de julio del mismo año, por
órdenes del dictador".
"Con financiamiento del tirano dominicano se montó otro atentado
contra Rómulo Betancourt, Presidente de Venezuela quien sobrevivió
milagrosamente cuando su vehículo fue impactado por un carro bomba.Todas
estas acciones determinaron que para los Estados Unidos no fuera
supuestamente conveniente su permanencia al frente del gobierno
dominicano".
"Pero sin dudas el hecho que marcó la salida del poder de
Trujillo, fue el secuestro del profesor universitario Jesús de Galíndez,
ocurrido el 12 de marzo de 1956, orquestado por espías dominicanos en
la ciudad de Nueva York, el plagio fue investigado por el FBI tras
determinarse responsabilidades, se le hizo saber al perínclito de San
Cristóbal que debía abandonar el poder o sufrir las consecuencias".
"Las presiones y negociaciones en las que no solo participaron
funcionarios norteamericanos sino, españoles y franceses, se prolongaron
por cuatro años, ya que el dictador ponía condiciones incumplibles;
hasta que finalmente se hizo el montaje de lo que sería su
ajusticiamiento; detalle tras detalle todo estuvo meticulosamente
planeado, tambien planeado que fue engañada hasta la misma historia".
"Después de ejecutado el plan, Trujillo vivió la mayor parte del
tiempo en España y Brasil, países en los cuales aun conservan sus
herederos decenas de empresas con capitales que sobrepasan los mil
millones de dólares. Tejada, el campesino usado como doble en el
presunto ajusticiamiento, nunca pensó que cuando le pusieron uno de los
uniformes de Trujillo y se le maquilló, se dirigía a un encuentro con la
muerte, para que el tirano siguiera viviendo".
A ENTERRAR EL TRUJILLISMO
Carlos Báez.
Aquí nunca ha terminado el trujillismo porque la mayoría de las personas
que han estado ,están , o aun pululan en el quehacer político nacieron
bajo la ignominia de la "era" fatal . Se criaron bajo la propaganda
estatal y han vivido bajo el mito de las cosas "maravillosas" de Rafael
Leonídas sobredimensionadas por sus acolitos ,y lamentablemente no han
superado esa tara impuesta de manera puntual y subliminal , por que no
se han superado a si mismos . Fueron 31 años gravitando el dictador
sobre la psiquis del Dominicano. Haciendo desde la escuela con su
cartilla de la alfabetización niños trujillistas, para que fueran
hombres trujillistas , estos niños a su vez eran criados por padres
trujillistas por convicción ,o con la mea culpa de serlo quizás por
terror al sistema, que no jugaba para arrancarle la cabeza a sus
“desafectos”
Los gobernantes todos los que han pasado , sin excepción
,o fueron parte activa porque trabajaron drectamente con el tirano , o
pasiva ,porque el aparato productivo en su mayoría pertencía al
"generalisimo" y en algun momento trabajaron en el regimen ,cuando no ,
se criaron bajo las premisas del mismo, por ende la cultura del poder
del trujillato es el primer referente para cuando se piensa en
disciplina ,autoridad, o el pan y el circo de la propaganda y la dadiva.
De
los gobernantes que hemos tenido Leonel Fernández es el menos afectado
por cuestiones cronológicas en los influjos de la maquinaria Trujillista
,pero con el atenuante que su padre fue un oficial del régimen, en
ocasiones muy cercano a Ranfis Trujillo y sus desafueros finales .Nadie
se escapa todavía aún de los tentáculos de la dictadura de una manera u
otra y por eso seguimos siendo un país con tantos defectos y problemas
no resueltos.
En la población la cultura del tranquelo! está presente
,como también la del callate! de manera individual y colectiva .Esta
combinación ha sido un mal precedente para protestar por nuestros
derechos ,como para los gobernantes dejarnos hacerlo ,pero ya las nuevas
generaciones no están marcadas por este tatuaje indeleble en el
cerebro que lo único que ha hecho es jodernos .Por eso ya afloran todos
los días más grupos que empiezan a exigir, o simplemente a protestar
porque están hartos de que las cosas nunca funcionen como tienen que ser
y cada día les importará menos que los gobenantes quieran limitar el
derecho inalienable de uno a poder quejarse.
En ocasión de las
desafortunadas , o sinceras declaraciones de Hipolito Mejía, es el
momento adecuado para recordarle a este , al actual gobernante y a los
demás pretendientes del poder ,que ya está bueno de trujillismo ,que
esto solo significó corrupción y crimen .Que avancemos y miremos más
adelante .Da asco y vergüenza que en pleno siglo XXI todavía se recuerde
,se piense , se actue o se quiera accionar como “el jefe” .Su autoridad
estuvo llena de sangre y tortura ,su andar de su histriónismo
hipócrita y su legado a la larga solo fue el culto a la personalidad y
el atraso.
Para atrás ni para tomar impulso .Cero servicio militar
obligatorio dizque para enderezar a los jóvenes .Fuentes de trabajo y
oportunidades para estos para alejarlos de los vicios y sobre todo
educación , Hipolito .Educación, Leonel .Educación , Danilo y todos los
aspirantes al poder .Educación por un tubo y ocho llaves ,que brote a
borbotones YA, para que veamos algún día los resultados y podamos
capacitarnos para ser competitivos y poder producir para salir de la
miseria .Es inconcebible que una obra , en este caso el metro sea más
importante que la educación que es el futuro de una nación. Da rabia que
la solución para arreglar los entuertos que han traído las malas
administraciones que hemos tenido y sus herencias de corrupción a todos
los niveles, sea desinformar por medio de propaganda y campañas de
cambios de percepción en las personas ,metodos dictatoriales usados en
el nefasto regimen , o retrotraer directamente el fantasma de Trujillo a
la palestra publica .Fuera Satanas. Ofertas de trabajo para cualquiera
que sea zacatecas, o quiera serlo ,no importa que tengan mas de 35 años .
Para que nos ayuden a enterrar al trujillismo .
De por Dios ¿Cuando los
políticos pensaran verdaderamente en el país?