Jose Gell
La práctica política en República Dominicana evidencia que la misma está muy influenciada por la cultura política que heredamos del caudillismo trujillista.
En el proceso histórico dominicano la cultura monárquica ha sido una constante, aunque la dictadura trujillista la potenció mucho más.
El continuismo gubernamental y el caudillismo son dos categorías que han regido nuestro devenir histórico, las cuales comprueban la existencia de la cultura política monárquica que practican líderes y partidos políticos en este sufrido país.
¿Buscamos que nos gobierne “un rey”?. El historiador Euclides Gutiérrez Félix, caracteriza muy bien al tirano Rafael Leonidas Trujillo Molina al llamarlo “monarca sin corona”.
Es que seguimos moviéndonos en esa dirección. Por ejemplo, nuestra Constitución ha perdido la rigidez que tienen la mayoría de las constituciones de América Latina. Es por esto que se habla de reformarla, simplemente para permitir la apetencia de poder de un gobernante, lo cual se celebra con
Modificar la “Carta Magna” a fin de viabliizar un proyecto reeleccionista es, para algunos, defender el interés nacional y salvar la Patria. No obstante, esto es una reafirmación de esa cultura política monárquica.
Así las cosas, el subdesarrollo político expresa esa cultura monárquica tan arraigada en nuestra realidad sociopolítica.
El destacado politólogo Francis Fukuyama, en su libro “Orden y Decadencia de La Política”, explica
con amplia sabiduría que la legalidad es “el fundamento del desarrollo político”.
con amplia sabiduría que la legalidad es “el fundamento del desarrollo político”.
En República Dominicana, precisamente, esa legalidad es sumamente frágil y la burla a la misma es permanente. Por consiguiente, a falta de la modernización política, la cultura monárquica llena el vacío de esa modernización inexistente.
Sin embargo, los teóricos del desarrollo político entienden que sin la mencionada modernización, tampoco habrá garantía de desarrollo democrático e institucional. En esta perspectiva, República Dominicana no podrá avanzar demasiado, ya que esta cultura monárquica obstaculizará, significativamente su progreso.
sp-am
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