Del muro de Federico Marcos Didiez.
Para los héroes de Luperón del 1949, la exquisita poeta petromacorisana Carmen Natalia Martínez Bonilla escribió lo siguiente:
Fue la trágica fiesta del plomo y de la sangre.
Y la rubia mazorca se desgranó
en silencio sobre la tierra triste,
triste hasta la desesperación y hasta la muerte.
El plomo hendió las carnes
y las llenó de rosas rojas y desoladas.
Y era la carne florecida pasto de la bestia en furia.
Y era David con las manos atadas contra Goliat
soberbio cabalgando sobre un carro blindado.
Sangre de valientes. Sangre de héroes.
Sangre de Costa Rica libre de cadenas.
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