Al nieto del dictador se le imputan los delitos de conducción temeraria, atentado contra la autoridad y daños. El juicio se celebrará el 22, 23 y 24 del próximo enero
Francisco Franco Martínez Bordiú, el nieto del dictador Francisco Franco, será juzgado por los delitos de atentado contra la autoridad, conducción temeraria y daños los días 22, 23 y 24 del próximo enero. Según un comunicado de prensa enviado este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, las sesiones —que en un principio estaban datadas los próximos 11, 12 y 13 de diciembre— se celebrarán en el Juzgado de lo Penal número 1 de Teruel. El fiscal solicita para Francis Franco, el nombre con el que se le conoce popularmente, seis años de cárcel por un incidente ocurrido en abril de 2012 en Teruel cuando dos guardias civiles trataron de detenerle y él huyó en coche tras embestir a los agentes.
En concreto, el ministerio fiscal pide para Franco, primer hijo varón de Carmen Franco y Polo y de Cristóbal Martínez-Bordiú, cuatro años de prisión por un delito de atentado cualificado; otro año de cárcel, además de la retirada del permiso de conducir durante tres años, por un delito contra la seguridad vial; y otro año más de prisión, junto a una multa de 20 meses con una cuota diaria de 40 euros, por un delito de daños. Además, pide otros 40 días de sanción por el mismo importe por una falta de lesiones. Para el acompañante de Franco, Silviu Nicolae R., el fiscal pide dos años de cárcel por un delito de atentado a la autoridad.
Los incidentes por los que Francis Franco va a ser juzgado ocurrieron entre las 7.00 y las 7.30 horas del 30 de abril de 2012, cuando dos guardias civiles dieron el alto a un Toyota Hilux conducido por Franco, que circulaba con las luces apagadas por la carretera nacional 234. Pero el coche se dio a la fuga "a gran velocidad, sin respetar las distintas señales de tráfico y con evidente riesgo para la seguridad", especifica el escrito de acusación. Los guardias lo persiguieron, y cuando pudieron detenerlo en un camino entre las localidades de Collados y Laguerruela (noroeste de Teruel), el copiloto, Silviu Nicolae R., encañonó a los agentes con una escopeta mientras Franco daba marcha atrás con su coche y arremetía y chocaba contra el vehículo de la Guardia Civil y lesionaba a uno de los agentes, que necesitó asistencia médica. Además, la reparación del automóvil costó 2.720 euros.
Franco y Nicolae se volvieron a escapar y los guardias, otra vez, fueron tras ellos por caminos y pistas forestales. Los policías perdieron de vista el Toyota y establecieron un dispositivo de búsqueda para encontrarlo. Lo hallaron abandonado, cerrado y sin llaves de contacto en el municipio de Bea (Teruel).
Aunque Franco y Nicolae solicitaron en julio de 2016 que se archivara la causa, la Audiencia de Teruel lo desestimó. En el recurso que presentaron, ambos pedían el sobreseimiento de las actuaciones por considerar que no existen indicios suficientes para poder imputarles estos delitos. Sin embargo, el tribunal lo descartó al entender que sí hay numerosas sospechas de la participación de ambos encausados en los hechos. El tribunal subrayó que Franco fue reconocido por un guardia, que hay un testigo que acredita que lo recogió esa mañana en el punto en el que dejaron abandonado el coche y que el rastreo del teléfono móvil sitúa al nieto del dictador el día de los hechos y en la zona en que ocurrieron. Sin embargo, Franco alegó en su recurso que el testigo que dijo haberlo recogido en la localidad de Bea se retractó posteriormente y que él ese día se encontraba en Madrid (aportó testigos de ellos).
En el juicio, en el que se tendrán que aclarar todas estas contradicciones, declararán 21 testigos y dos peritos y serán interrogados Francis Franco y Silviu Nicolae R.
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