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PARAQUENOSEREPITALAHISTORIA .Para los interesados en el tema y los olvidadizos de sus hechos, aquí están para consultar múltiples artículos escritos por diversas personalidades internacionales y del país. El monopólico poder de este tirano con la supresión de las libertades fundamentales, su terrorismo de Estado basado en muertes ,desapariciones, torturas y la restricción del derecho a disentir de las personas , son razones suficientes y valederas PARA QUE NO SE REPITA SU HISTORIA . HISTORY CAN NOT BE REPEATED VERSION EN INGLES

martes, 31 de marzo de 2015

La corrupción es política, y la justicia también


Por Rosario Espinal. 1 de abril de 2015 - 12:10 am - Deja tus comentarios
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Rosario Espinal

Autora de los libros “Autoritarismo y Democracia en la Política Dominicana” y “Democracia Epiléptica en la Sociedad del Clic”, y de numerosos artículos sobre política dominicana publicados en revistas académicas en América Latina, Estados Unidos y Europa. Doctora en sociología y profesora en Temple University en Filadelfia, donde también ha sido directora del Departamento de Sociología y del Centro de Estudios Latinoamericanos.
La cobija protectora de los políticos corruptos en la República Dominicana se teje en dos argumentos que con frecuencia aparecen en los medios de comunicación y en las conversaciones privadas.
El primero: si juzgan un político por corrupción hay que juzgar muchos más porque la corrupción viene de lejos. Resultado: no se juzga a nadie, y por tanto, se incentiva más la corrupción.
El segundo: quien acusa tiene una motivación política, por tanto, la acusación no tiene validez. Como los acusados son políticos, este argumento siempre pega; y como los acusadores casi siempre son también políticos (representantes del Ministerio Público nombrados por el Poder Ejecutivo), el argumento de la politización adquiere aún mayor relevancia. El resto es tecnicismo jurídico manipulado.
Estamos en un país donde nunca ha habido independencia de la justicia, y donde, por más meteórico e injustificable que sea el enriquecimiento de los políticos, nadie es declarado culpable por desfalco. Peor aún, los corruptos se convierten a veces en benefactores de la patria.
La corrupción es eminentemente política porque sólo en el Estado ocurre de manera excesiva y continua. Si en una empresa privada hay corrupción, es porque los dueños la orquestan con los políticos; y si la corrupción es interna a la empresa, los dueños la detienen tan pronto se enteran y envían los culpables al banquillo.
¿Quién puede entonces enfrentar la corrupción pública? No puede hacerlo un ciudadano o ciudadana común; no puede hacerlo ni siquiera una organización no gubernamental por la complejidad de los casos, el costo de las investigaciones y el sistema de encubrimientos Sólo puede hacerlo el Ministerio Público, que es una dependencia del Poder Ejecutivo, y por tanto es político.
Pero también son políticos los jueces. Las llamadas Altas Cortes se conformaron con jueces nombrados por miembros del Poder Ejecutivo y Legislativo (todos políticos). Ellos escogieron sus panas juristas, algunos de los cuales tenían más trayectoria en la política partidaria del PLD, PRD o PRSC que en un tribunal de justicia.
Sólo en países con un largo historial de carrera judicial, donde los jueces adquieren poder y prestigio por su independencia de criterio, puede el sistema judicial hacer justicia con menor injerencia de los políticos en el gobierno.
En países como República Dominicana, de alta precariedad institucional, la ciudadanía juzga a los políticos antes de que los jueces emitan un veredicto, porque se sabe por larga experiencia que los políticos no serán condenados en los tribunales. Muchas veces ni siquiera van a juicio, como ha sucedido con el sonado caso de Félix Bautista y compartes.
Por más de 20 años, la inmensa mayoría de los dominicanos ha dicho en las encuestas que en el país hay mucha corrupción. Pero ¿conoce usted algún político importante juzgado o en cárcel? ¿Es entonces la corrupción un invento de la ciudadanía? ¿Son santos piadosos los políticos?
En República Dominicana no habrá independencia política de la justicia hasta tanto no se logre enjuiciar políticos corruptos con evidencias claras y sin tecnicismo jurídicos amañados. Para eso se necesita voluntad política.
Hacer de la lucha anti-corrupción un hazme reír bajo el argumento de que a la gente no le interesa este tema, es una gran irresponsabilidad cívica y política.
La corrupción daña toda la sociedad y sólo con gran esfuerzo es posible enfrentarla. Quien defiende la corrupción de manera explícita o implica contribuye a generar cinismo y descontento ciudadano, y eso constituye un golpe mortal a la aspiración democrática.
Los políticos no roban para el pueblo, roban al pueblo.  Los jueces injustos apuñalan la sociedad.
Artículo publicado en el periódico HOY
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El Estado de rodillas frente a la corrupción

El Estado de rodillas frente a la corrupción
EL AUTOR es periodista. Reside en Nueva York.


Para los sectores pensantes no fue ninguna sorpresa. Mas bien vino a confirmar que el Estado de Derecho  está  sepultado. Esta monstrusidad jurídica desafía  la paciencia y la tolerancia de la población más pobre que es  la que paga siempre el precio más caro con la falta de educación, salud, empleo y alimentos cuando el Estado falla en hacer justicia al perseguir y castigar el uso y abuso de los recursos públicos. 
Se está colmando la paciencia del pueblo más humilde y las consecuencias políiticas vendrán porque la Suprema Corte ha dictado su veredicto, pero no asi el tribunal de la calle,  y tan solo aguarda el momento más oportuno, tal vez  en el 2016, para pronunciarlo. Mientas en las cortes faltan evidencias,  en la calle sobran.
En un mismo dia, la Suprema Corte de Justicia y la Corte de Apelación de San Francisco de Macorís, emitieron sentencias que dejaron  sabor amargo a  toda la población. Mientras los jueces argumentaron falta de prueba para procesar al Senador Felix Bautista y al alcalde de San Francisco de Macoris,Manuel Rodriguez Grullón, el tribunal popular ve que evidencias abundantes.
Es el choque frontal entre las dos grandes lineas éticas  en que está dividida la sociedad, los que combaten la corrupción y aquellos que quieren perpetuarla. El sistema judicial está roto, y no ha podido caer en peor descrédito al ponerse al servicio del más grande festival de sentencias absolutorias de personajes a quienes el dedo acusador del pueblo señala como corruptos.
Por primera vez en la historia del país, asistimos a un capitulo penoso  en que los corruptos acuden a las cortes en busca de perdón, no de  justicia, no de la verdad de los hechos, sino buscando legitimar sus fortunas con el aval siniestro de las cortes.
A partir de esos veredictos  se ha creado un clima bastante raro, porque son juicios fallidos, fabricados para burlarse de la justicia, que han dejado en el corazón de nuestra  gente un dolor grande, y que han creado un ambiente de luto e indignación.
Es el colmo  de la impunidad a la vista de toda. Nada puede ser mejor  como incentivo al delito, el robo descarado,  y la protección franca  y deliberada a los hacedores de fortunas  mal habidas.
La toga y el birrete están de luto. En este combate ganaron los que apuestan siempre a imponer su voluntad por la fuerza. Olvidan que una cosa piensa el burro, y otra el que lo apareja.  
Mas temprano que tarde,  La maquinaria de la impunidad quedará disuelta. Porque si algo grande sabe el pueblo dominicano  es hacer justicia  en frío con tino, paciencia e inteligencia contra sus verdugos.
Lo supo hacer frente al  trujillismo y luego frente la maquinaria del balaguerismo. Por ahora que siga el festival de sentencias. Los que  han puesto al Estado de rodillas frente a la corrupción ganaron una gran batalla.
El blindaje de la justicia les funcionó a la perfección. Si estamos seguros de que al final perderán la guerra….y que será en las urnas.

Fidel Castro entre los ocho dictadores más crueles del mundo

 POR AGENCIAS30/03/20150
REDACCIÓN INTERNACIONAL.-
La CIA ha dado luz verde a un estudio donde ha elaborado los perfiles psicológicos de lo grandes dictadores de la historia como Hitler, Ho Chi Min o Gadafi, entre otros. Hitler era un narcisista neurótico suicida, inseguro, impotente, masoquista, y que se veía a sí mismo como “el destructor del superego anticuado hebraico cristiano”. La semana pasada Politico y USA Today publicaron un secreto a voces. Según un estudio elaborado por el Pentágono, el perfil psicológico de presidente ruso Vladimir Putin era autista. La CIA tiene una larga historia en la elaboración de perfiles psicológicos y políticos de figuras internacionales, con diferentes grados de profundidad y precisión. Conozca algunas muestras curiosas de estos intentos de ‘adentrarse’ en las cabezas de los jefes de Estado. Adolf Hitler Muchos perfiles se han sacado sobre el dictador alemán pero ninguno como el que ha protagonizado la CIA. La angencia le describe como narcisista neurótico suicida, inseguro, impotente, masoquista, y que se veía a sí mismo como “el destructor del superego anticuado hebraico cristiano”, según el psicólogo estadounidense Henry Murray que escribe en ‘Mother Jones’. Los psicólogos llegan a la conclusión que la personalidad de Hitler es un ejemplo del tipo contradictorio, que está marcado por los esfuerzos intensos y obstinados de superar las discapacidades tempranas, debilidades y humillaciones, y a veces también por los esfuerzos para vengarse de insultos al orgullo. Ho Chi Minh La CIA estudió al líder vietnamita en la década de 1950. Pese a que el documento está clasificado, una fuente que trabajó para la agencia dijo que la inteligencia norteamericana malinterpretó motivaciones y objetivos políticos de Ho. Siendo un producto de la Guerra Fría, se “exageró el marxismo de Ho y se subestimó su nacionalismo ardiente”. Nikita Jrushchov La CIA retrató a Jrushchov como “un campesino crudo al que le gustaba ser impredecible y de dos caras”. Según un informe, elaborado en vísperas de su reunión en 1961 con John F. Kennedy, el líder soviético “estaba dotado, en ocasiones, de una considerable dignidad personal y tenía una habilidad verdaderamente inusual para proyectar la fuerza de su propia personalidad poderosa”. Menájem Beguín y Anwar el-Sadat La agencia preparó los perfiles psicológicos del primer ministro israelí Beguín y del presidente egipcio el-Sadat en previsión de las conversaciones de Camp David en 1978, siempre bajo la petición del presidente Jimmy Carter. Según la CIA, la autoconfianza y la mirada especial de sí mismo de Sadat han sido fundamentales en el desarrollo innovador de su política exterior, al igual que su flexibilidad y capacidad para moverse fuera de la insularidad cultural del mundo árabe. Por otro lado, Beguín fue marcado por su “predilección por la precisión y el legalismo.” Su perfil de la CIA afirma que “Beguín cree que las reuniones cara a cara entre los líderes mundiales pueden producir cambios en sus enfoques a los problemas internacionales complejos y aparentemente insolubles”. Muamar el Gadafi A principios de 1980, la CIA trató de describir al líder libio, cuyas acciones preocupaban el Gobierno de Ronald Reagan. “A pesar de la creencia popular sobre lo contrario, Gadafi no es psicótico, y la mayor parte del tiempo está en contacto con la realidad. Se considera que Gadafi sufre de una severa perturbación personal: “Trastorno límite de la personalidad”. Bajo estrés severo, está sujeto a un comportamiento raro y entonces su juicio puede ser defectuoso”, dice el perfil de la agencia. Un perfil posterior de la CIA atribuyó su comportamiento a “una venidera o real crisis de la mediana edad”. Sadam Husein El perfil de la CIA sobre Husein dice que aunque a este líder iraquí a menudo se lo tilda de “loco de Oriente Medio” y “megalómano”, en realidad no hay evidencia de que esté sufriendo un trastorno psicótico. Sin embargo, señala, Husein tiene una “fuerte orientación paranoica”. “Para Husein, la persecución del poder para sí mismo e Irak no tiene límites. Sadam no tiene ningún deseo de ser un mártir, y la supervivencia es su prioridad número uno. Es un pragmático autoproclamadorevolucionario, no desea un conflicto en el que Irak sea dañado gravemente y que su estatus como líder sea destruido”, reza el informe. Fidel Castro El estudio, elaborado en 1961, destaca que Castro adora sentirse adulado por las masas, siente enormes ansias de permanecer en el poder y necesita enfrentarse a un adversario para que su existencia sea perfecta. El perfil psiquiátrico de Castro explica en primer lugar que no está en ningún caso loco, aunque tiene una personalidad inestable, vulnerable a la presión psicológica.La CIA hace hincapié en que Castro es inestable y necesita los halagos de sus congéneres para sentirse pleno: cualquier crítica lo desestabiliza y hace que pierda el contacto con la realidad. Jean-Bertrand Aristide La CIA elaboró un perfil psicológico de este presidente haitiano en el exilio en 1991, con el fin de provocar una campaña para retirar el apoyo estadounidense. Aristide sufrió de depresión maníaca, habría buscado tratamiento en un hospital de Montreal y habría estado tomando un potente medicamento antipsicótico. Además, era “propenso a la violencia y podría tratar de matar a sus opositores políticos en su regreso al poder”. Fuente: Lainformación.com

El Nuevo Autoritarismo

 Actualidad

 por Sergei Guriev y Daniel Treisman

Por Prodavinci | 28 de marzo, 2015
Traducción exclusiva 640
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1. Las dictaduras no son lo que solían ser. En las últimas décadas han surgido las nuevas formas de dictadura, basadas en la manipulación de la información en lugar de la violencia masiva. Esta columna explora las ventajas y desventajas y técnicas del dictador moderno. Dictadores que pueden sobrevivir utilizando poca violencia, frente a un pobre rendimiento económico. Las recesiones económicas a menudo exigen un aumento de la censura y de la propaganda. Aunque las nuevas dictaduras basadas en la información se adaptan mejor a una sociedad modernizada, factores como la propia modernización y el acceso a la información, además de las contracciones económicas, podrían socavarlas.
Las dictaduras no son lo que solían ser. Los tiranos totalitarios del pasado —como Hitler, Stalin, Mao o Pol Pot— empleaban el terror, el adoctrinamiento y el aislamiento para monopolizar el poder. Aunque fueron menos ideológicos, muchos regímenes militares del siglo XX también se basaron en la violencia masiva para intimidar a los disidentes. Se cree que los agentes de Pinochet, por ejemplo, torturaron y mataron a decenas de miles de chilenos (Roht-Arriaza 2005).
Sin embargo, en décadas recientes han surgido nuevos tipos de autoritarismo que parecen mejor adaptados a un mundo de fronteras abiertas, a los medios globales y a las economías basadas en el conocimiento. Desde el Perú de Alberto Fujimori hasta la Hungría de Viktor Orban, los regímenes han logrado consolidar el poder sin cercar sus países ni recurrir a los asesinatos en masa. Algunos regímenes militares sangrientos y estados totalitarios siguen existiendo —como Siria y Corea del Norte— pero la balanza se ha inclinado hacia otro lado.
Las nuevas autocracias menudo simulan la democracia, la celebración de las elecciones en las que los funcionarios casi siempre son reelectos, el soborno y la censura a la prensa privada en lugar de acabar con ella y la sustitución de las ideologías políticas integrales por un resentimiento amorfo hacia Occidente (Gandhi 2008, Levitsky y Camino 2010). Sus líderes a menudo disfrutan de verdadera popularidad, al menos después de eliminar a cualquier rival plausible. La propaganda del Estado tiene como objetivo no ‘gestionar almas humanas “, sino aumentar la popularidad del dictador. Los opositores políticos son acosados y difamados, acusados de delitos inventados y animados a emigrar, en lugar de ser asesinados en masa.
2. Dictaduras e Información. En un artículo reciente se discute que el rasgo distintivo de estas nuevas dictaduras es una preocupación con la información (Guriev y Treisman 2015). A pesar de que, en ocasiones, hacen uso de la violencia, estos regímenes mantienen el poder manipulando las creencias de sus víctimas en lugar de aterrorizarlas. Por supuesto, la vigilancia y la propaganda eran importantes para las dictaduras de la vieja escuela. Pero la violencia era lo primero. “Las palabras son cosas buenas, pero los rifles son todavía mejores”, bromeó alguna vez Mussolini. Compare esta frase con la confesión del jefe de seguridad de Fujimori, Vladimiro Montesinos: “La adicción a la información es como una adicción a las drogas”. La matanza de miembros de la élite le parecía a Montesinos un error: “Recuerde por qué Pinochet tenía sus problemas. No vamos a ser tan torpes” (McMillan y Zoido 2004).
Pongamos un ejemplo y estudiemos la lógica de una dictadura en la que el líder sobrevive mediante la manipulación de la información.
Nuestro supuesto clave es que los ciudadanos se preocupan por un gobierno eficaz y la prosperidad económica: primero y ante todo, quieren elegir a un gobernante competente en lugar de uno incompetente. Sin embargo, el pueblo en general no conoce la competencia del gobernante; sólo el propio dictador y los miembros de una “élite informada” pueden ver eso de una manera directa. Los ciudadanos comunes hacen las inferencias que pueden, en función de sus niveles de vida —que dependen en parte de la competencia del líder— y con base en los mensajes enviados por los medios de comunicación estatales e independientes. Estos últimos portan mensajes de la élite informada. Si un número suficiente de ciudadanos llega a creer que su gobernante es incompetente, se rebelan y lo derrocan.
El reto para un dictador incompetente es, entonces, engañar al público haciéndole creer que es competente. Él escoge, entre un repertorio de herramientas (propaganda,  represión de las protestas, la cooptación de la élite, censura de sus mensajes) pero todas estas herramientas cuestan dinero. Un dinero que debe provenir de los impuestos a los ciudadanos, deprimiendo su nivel de vida e, indirectamente, reduciendo su aprobación de la competencia del dictador. He ahí la disyuntiva.
Ciertas conclusiones emergen de la lógica de este juego: primero, mostramos cómo las autocracias modernas pueden sobrevivir mientras emplean relativamente poca violencia contra la masa. La represión no es necesaria si las creencias de las masas pueden ser suficientemente manipuladas. Entonces, los dictadores ganan un juego de confianza en lugar de asumir un combate armado. De hecho, ya que en nuestro modelo la represión sólo se utiliza si ya no existen equilibrios basados en métodos no violentos, la violencia puede hacer ver a las fuerzas de oposición que el régimen es vulnerable.
Segundo, dado a que los miembros de la élite informada deben coordinar entre ellos mismos si van a venderse al gobierno, dos equilibrios alternativos existen bajo circunstancias idénticas: uno basado en la élite cooptada y otro basado en medios privados censurados. Debido a que ambas (censurar a los medios o sobornar a la élite) son formas de prevenir la emisión de mensajes vergonzosos, sirven de sustitutos. La propaganda, en contraste, complementa todas las otras herramientas.
3. La propaganda y la competencia del líder. ¿Por qué hay quienes creen en este tipo de propaganda? Dado al incentivo obvio del dictador a mentir, esta pregunta es un rompecabezas eterno para entender los regímenes autoritarios.
Ofrecemos una respuesta. Pensemos en la propaganda como un conjunto de afirmaciones del gobernante que sostienen que es competente. Por supuesto, los gobernantes verdaderamente competentes también hacen tales afirmaciones. Sin embargo, respaldarlos con evidencia convincente es más costoso para los dictadores incompetentes (pues tienen que fabricar tales pruebas) que para sus contrapartes competentes, (a quienes les basta con revelar sus verdaderas características).
Debido a que falsificar la evidencia es costoso, los dictadores incompetentes a veces optan por gastar sus recursos en otras cosas. De ello se desprende que el pueblo, observando los reclamos verosímiles de que el gobernante tiene competencia, demuestra una estima que mayor a la que realmente le tiene al dictador.
Por otra parte, cuando los dictadores incompetentes sobreviven pueden, con el tiempo, adquirir una reputación de competentes, como resultado de una inferencia bayesiana de los ciudadanos. Tales reputaciones pueden soportar las crisis económicas temporales si éstas no son demasiado largas. Eso ayuda a entender por qué algunos líderes autoritarios claramente ineptos sin embargo retienen el poder —e incluso su popularidad— durante períodos prolongados (cf. Hugo Chávez). Mientras que las grandes crisis económicas pueden devenir en su derrocamiento, los deterioros graduales no siempre empañan su reputación de una manera significativa.
Una consecuencia final es que los regímenes que se centran en la censura y la propaganda pueden aumentar el gasto relativo mientras la economía se desploma. Como cuando la tasa de crecimiento de Turquía se redujo del 7,8% en 2010 al 0,8%, en 2012, y el número de periodistas encarcelados aumentó de 4 a 49. Se hizo evidente una disminución de la libertad de prensa después de la crisis global en países como Hungría y Rusia. Por el contrario, aunque esto puede estar cambiando ahora, tanto en Singapur y China, durante las últimas décadas de rápido crecimiento, la estrategia de control de la información por parte del régimen pasó de la intimidación más abierta a una que a menudo utiliza los incentivos económicos y sanciones legales para fomentar la autocensura (Esarey 2005, Rodan 1998).
El tipo de dictadura basada en la información que hemos identificado es más compatible con un entorno modernizado que las consolidaciones rurales del totalitarismo en Asia o en las sociedades tradicionales en las que los monarcas retienen legitimidad. Sin embargo, la modernización en última instancia socava el equilibrio informativo sobre el cual se basan esas dictaduras. La razón es que la educación y la información se extendió a segmentos más amplios de la población y hoy se hace más difícil controlar cómo esta élite informada se comunica con las masas. Éste puede ser un mecanismo clave que explique la tendencia ya bastante conocida de los países más ricos que empiezan a abrirse políticamente.

domingo, 29 de marzo de 2015

OPINION: Trujillo, según su nieto, fue un gran ser humano

OPINION: Trujillo, según su nieto, fue un gran ser humano
EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York.


Trujillo tiene en su haber, crímenes de lesa humanidad y lesa patria. Desde joven, este humanoide fue protervo.  Sus hechos de hombre malvado en todos los periodos de su vida, con las cuales se hizo de dinero y poder, están ampliamente documentados.  Habrá quienes trataran de tergiversarlos, escribirlos o reescribirlos a su modo, manipularlos, acomodarlos o retorcerlos, pero nunca podrán borrarlos, o evitar que haya libros que narren la autenticidad de esos hechos en la historia.
Como bien se sabe, Trujillo, llegó a la presidencia, traicionando a su mentor Horacio Vásquez, y luego se mantuvo en el poder por 31 largos años, robando y masacrando a todo su pueblo.  Bajo su férrea tiranía, los dominicanos supieron de terror, represión, asesinatos, cárceles, torturas, violación a los derechos humanos más elementales y abusos infinitos.  En el gobierno de ese sátrapa, la Guadaña de la muerte, el látigo de alambre o de cuero, lo mismo que la silla eléctrica y la picana, no tuvieron descanso; sus usos sobre la espalda y testículos de los hombres fueron constantes y consuetudinarios; y ni las mujeres escaparon a las versiones femeninas de esas prácticas.
Para este engendro mantenerse en la presidencia de la República, no tuvo reparos en matar a extranjeros y nacionales.  El genocidio de más de 17 mil haitianos en 1937, el asesinato de Galindez, el atentado a Rómulo Betancourt, el asesinato del líder sindical Mauricio Báez y otros, más la muerte atroz de miles dominicanos en las mazmorras y en las fincas del Sisal de Azua, el Pozo de Nagua, en Nigua, en la Cuarenta, y en otros centros de encarcelamiento, confirman la naturaleza bestial de ese régimen.
Pero también, ese gobierno fue la era del cinismo y la hipocresía. Trujillo vendió la idea, de que matar a más de 17 mil haitianos fue para asegurar la dominicanidad, cuando posteriormente, contradiciendo esa postura, trajo al país más de 250 mil de esos seres humanos como braceros para el corte de la caña en sus 12 ingenios, que luego no repatriaba para evitarse el coste de esa devolución.
Este hecho y muchos otros, contradicen la versión “nacionalista y patriótica” que los  seguidores de Trujillo le endilgan a ese tirano, cuando la realidad es, que Trujillo ha sido el dominicano que mas haitianos ha traído al país nuestro (más de 250 mil), con quienes en base a una explotación inmisericorde, se enriqueció obscenamente hasta más no poder.  Dicho sea de paso, hoy Domínguez Trujillo, por heredad, disfruta de esa fortuna que las manos y el sudor de esos explotados fueron claves en producir, aunque hoy, él, paradójicamente, se une al “conglomerado nacionalista y patriotero”, que quiere abusar una vez mas de esa gente, desnacionalizándolos y negándoles derechos adquiridos, como la mísera pensión ganada por cortar caña por 40 años o más.
Es historia, que ese monstruo se hizo rico haciendo del país una finca privada para él y su familia.  Todo lo que emprendió (pago de la deuda externa, creación de bancos, nacionalización y creación de empresas, leyes desde el Congreso Nacional, nombramientos, construcciones y todo cuanto hiciera, estaba motivado con la intención de sacarle ventajas personales, con lo cual se hizo enormemente rico, y como expusimos, usando de asesinatos, robos, y del terror más espantoso.
En realidad, Trujillo fue la encarnación de un demonio. En él caben todos los calificativos: mitómano, maquiavélico, macabro, maléfico, malsano, malhechor, malévolo, matón, vil, ruin, vesánico, capo, calumniador, cínico, canalla, recalcitrante, energúmeno, indolente, desalmado, infame, bandido, perverso, delincuente, inmoral, pandillero, sórdido, alevoso, brutal, demente, siniestro, felón, escoria, sin escrúpulos, intrigante, pernicioso, hipócrita, taimado, troglodita, hez, nefasto, pesadilla, abusador, engreído, lacra, inhumano, inmundo, pérfido, insidioso, inmoral, ladino,  demagogo, degenerado, resentido, desequilibrado, indigno, asesino, desgraciado, víbora, chacal, rata, bestia, gusano, aberración humana, lleno de odio, sin alma, sin sentimientos nobles, corazón de piedra, de entrañas inicuas, enfermo mental, fiera malvada, de mala sangre, sin amor  en su corazón, maquina de odio, intriga y muerte, psicópata desalmado, y cuantos conceptos, que puedan expresar  su bajeza y  maldad.
De esta hiena, que tanto daño hizo a nuestra patria y al mundo, que sus manos manchó con robos y tanta sangre de gente noble y valerosa, es que su nieto, Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, dice que fue un gran ser humano.
Este hijo de Angelita Trujillo, profesa tanta admiración por su abuelo, que desde su “Fundación Rafael Leónidas Trujillo”, promueve los supuestos valores (nacionalismo y patriotismo) de esa carroña, a la vez que defiende y justifica todas sus aberraciones, y para mas, luce con orgullo los gemelos y un botón en la solapa de su traje que perteneció a ese déspota.
Es público ya, que Luis José Ramfis Rafael Francisco Miguel Domínguez Trujillo, ha formado un partido político que le ha llamado, Partido Esperanza Democrática (PED) (al que yo he renombrando, Partido que EPaz Descanse).
Este Partido, según su líder y fundador, ha sido creado, “para recuperar la patria, los valores, el orgullo y principios morales de la dominicanidad, y devolver la esperanza perdida a los dominicanos; y motivado además, por la evidente carencia de liderazgo político en la República Dominicana”.  Este Partido, sostiene su “líder”, tiene una determinación indetenible de aportar ideas modernas, transparencia, constitucionalidad, respeto, eficiencia y progreso en la administración pública, persiguiendo siempre la recuperación de los valores tradicionales, el orden, la paz, la justicia y la grandeza del país teniendo como referente a los Padres de la Patria y a Trujillo, quien fue para este aspirante a Presidente, “un gran ser humano”.
Yo entiendo que este Trujillo, apegado a las exigencias constitucionales (si es que se cumplen), no tiene ningún derecho a participar en la política dominicana, muchos menos a la formación de un Partido para aspirar a la presidencia de la República, porque él no nació en territorio dominicano. Pero aceptemos el supuesto, que sí puede, para preguntarnos, ¿es lógico que alguien, sea o no, nieto de Trujillo, llamase fulano o mengano, esté aspirando a presidente de la República Dominicana, sosteniendo que el desgraciado de Trujillo fue un gran ser humano?
Ante lo que fue Trujillo, ¿no es esto una burla, una afrenta, una ofensa a toda la nación que fue víctima de la vesania de ese asesino, ladrón y demente?
Tómese en cuenta, que no estoy denostando a esta figura, porque sea nieto de Trujillo, sino, porque al estar proclamando “que su abuelo fue un gran ser humano”, ello denota, que este sujeto es un inconsciente, un irrespetuoso, un burlón, un perverso al igual que su abuelo, y que en consecuencia, los dominicanos en su totalidad, deberíamos rechazarlo de plano.
Yo lo entiendo así, pues comprendo, que los hijos, los nietos, ni ningún otro descendiente, deben pagar por las faltas de sus progenitores, pero si estos apoyan las depravaciones que sus ancestros ¿entonces, en que estamos?
Téngase en cuenta, que la posición de Domínguez Trujillo, frente a su abuelo, no es el caso de los hijos de Pablo Escobar, que compungidos y hasta avergonzados, de los hechos de su padre, pidieron perdón al pueblo de Colombia por los inmensos daños que su progenitor les había ocasionado a esa nación.  El caso de Domínguez Trujillo es diferente, él está orgulloso de su yayo, y en vez de pedirle perdón a nuestro pueblo por los desmanes de ese engendro, mejor lo defiende y quiere inducir a nuestro pueblo a que creamos “que su abuelo fue un gran ser humano”.
¿Qué se puede esperar de este Trujillo como presidente, si ello aconteciere? Bueno…lógicamente, se reivindicaría totalmente el nombre y la figura de Trujillo y al efecto, tendríamos que rescribir la historia, y llevar a este demonio al Panteón Nacional, y de nuevo tendríamos calles y ciudades con el nombre de Trujillo y su familia. Eso solo seria para comenzar, pues lo que vendría después con el devenir de los días, sería algo más que alucinante, ante el espectáculo de vergüenza y bochorno que para el mundo protagonizaríamos los dominicanos, al saberse la infamia, de que el nieto de aquel satánico, que llenó de deshonra a nuestra patria, los hemos elegido presidente.
De hecho, ya hay algunas escenas de esa obra.  La creación del Partido referido, y el apoyo que esta concitando entre muchos dominicanos, incluso los recibimientos y atenciones especiales que este “líder” está recibiendo de la prensa y líderes políticos importantes, son actos de esta tragicomedia, que ante el mundo, debería de avergonzar a todos los dominicanos que aún tienen dignidad, y respeto por sus antepasados, que sacrificaron sus vidas, unos, para que tuviéramos una patria, y otros, para librarnos de la satrapía de Trujillo.
Para confirmar esta situación, Hipólito Mejía ya ha salido en los diarios y por facebook muy sonriente retratado con este “líder”; y Hatuey Decamps no ha querido quedarse atrás.   Por ello, en días recientes recibió a este aspirante a la presidencia en su residencia con todos los honores y alegría; y orgullosamente manda a publicar las fotos tomadas de ese encuentro.  Lo de Hipólito no me causa sorpresa, pues él, de cuna, ha sido afecto al jefe, y además este nieto de Trujillo es su familiar por la vena de los Domínguez, pero lo de Hatuey, llama a reflexión, porque este líder, desde pequeño,  ha sido un revolucionario, aunque tampoco es un hecho para asombrarse, ya que este se siente muy orgulloso de su amistad con Leonel Fernández y con todo personaje en el poder o en la oposición, sin importar los corruptos que estos sean.
Como van las cosas, no dudo que un día de estos el Congreso Nacional, que una vez declaró a Balaguer padre de la democracia, asuma a este nieto de Trujillo, como hijo meritorio de la patria, y quién sabe, si hasta a Trujillo Molina le den por reivindicarlo.  No dudo esta posibilidad, puesto que el trujillismo en estos momentos está en sus buenas.  Vincho y sus hijos, y Euclides Gutiérrez Félix, no pueden tener más privilegios y poder de los que tienen, tanto, que el presidente Danilo, no puede quitar a estos funcionarios, aunque ellos, lo insulten.
Por demás, sabemos, que el hombre fuerte del país en este momento (Leonel Fernández), llegó al poder de manos del cortesano de Trujillo, Joaquín Balaguer, y que muerto este, Fernández ha sido apoyado por los remanentes del trujillato y por funcionarios corruptos, que con tal de que lo dejen robar, le da lo mismo que en el poder esté, Juan o Juana.
La cuestión es, que en esta época tenemos un país dividido, inconsciente, simi-analfabeto, alienado, envilecido, degenerado, hambreado, corrompido, gobernado por corruptos trujillistas, caldo de cultivo para más trujillismo, donde impera el “na’ e’ na” y el sálvese quien pueda.  A eso nos ha llevado el trujillismo, ante lo cual, mal haríamos hacerle caso a un nieto de Trujillo, que nos quiere  inculcar, que  la bestia de su abuelo, fue un gran ser humano, pues estaríamos amolando cuchillo para nuestras gargantas.
En esta situación del “na’e’na”, yo espero que la Fundación héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, la Fundación Coronel Francisco Caamaño Deñó, la Fundación, Coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, la Fundación, Coronel Juan María Lora Fernández, la Fundación Hermanas Mirabal, la Fundación Amaury Germán Aristy, Inc., y sobre todo, los del Museo Memorial de la Resistencia Dominicana y otros de naturaleza ideológica semejante, alcen sus voces de protesta y condenen este avance neotrujillista que se quiere colar como democrático.
Hago este llamado, porque dada la involución vertiginosa en que ha caído la sociedad dominicana, temo que esta pesadilla pueda tornarse cierta, en la que Domínguez Trujillo, tendría todas las posibilidades de concretizar sus aspiraciones presidenciales y de que todos aceptemos, que realmente Trujillo, fue un gran ser humano.  En este hipotético escenario, si Pedro Santana está en el Panteón Nacional, ¿por qué no, también Trujillo?  Incluso, hasta al altar de Patria podría ser llevado, para que esté junto a Duarte, Sánchez y Mella, dado el retroceso ideológico en que ha caído la sociedad dominicana,
Ello puede suceder así, en este tiempo del na’e’na’, de sordidez, de inversión y pérdida de valores, de corrupción e impunidad y hasta de envilecimiento, y por la falta de una Comisión de la Verdad, obstaculizada siempre por el sector lógicamente, trujillista.
El “no ha lugar”, apoyado por la Suprema Corte de Justicia, que declara inocentes a Félix Bautista y a Félix Manuel Rodríguez Grullón de actos corrupción, enriquecimiento ilícito, lavado de activo y falsedad de escritura, es prueba fehaciente, de que en este tiempo todas las desvergüenzas y todas las aberraciones pueden ser posibles, incluyendo la reivindicación de Trujillo, con todo lo que ese acto implicaría. Ello es así, porque estamos en el tiempo, del na’e’na’, donde hemos perdido la memoria histórica y el sentido de la justicia, por eso: Memoria y justicia, ni olvido ni perdón, debe ser el lema de todo buen dominicano, ante el nuevo trujillismo que nos quiere embaucar.
Al amigo lector, dejo la palabra

Infección


A estas alturas, un ciudadano libre tiene la obligación de saber que votar a un gobierno corrupto te hace cómplice de la corrupción


Existe una infección que se llama ideología mórbida, mucho más contagiosa que la gripe del pollo o la enfermedad de las vacas locas, contra la que no existen vacunas. Uno de los síntomas de esta infección es una fiebre rara que te impide ver el lado sórdido de los políticos de tu partido. Aunque los medios de información descubran y aireen cada día sus delitos de cohecho, malversaciones de caudales públicos y robos descarados piensas que sus tropelías no te atañen. Los votas, pero tú eres un ciudadano honorable. Por mucho que los veas entrar y salir de los juzgados y de las cárceles, esa fiebre ideológica te obliga a creer que basta con el cabreo para sentirte a salvo del contagio. Los votas, pero tú eres un ciudadano incontaminado. La virulencia de esta infección cerebral te llevará a las urnas una vez más como un borrego y, pese a haberte desayunado a lo largo de una legislatura con los latrocinios evidentes de los políticos de tu partido, incluso celebrarás su triunfo si ganan las elecciones. Pero después de depositar el voto en su favor, aunque no lo notes, volverás a casa con el cerebro seriamente dañado. Los efectos de esa lesión son expansivos y envolventes, actúan como una lenta bajada de las defensas, de modo que sin darte cuenta irás perdiendo la autoestima y llegará un momento en que ya no podrás reaccionar contra cualquier clase de injusticia, hasta considerar muy natural que te roben a ti directamente. A estas alturas, un ciudadano libre tiene la obligación de saber que votar a un Gobierno corrupto es un acto inmoral, que te hace cómplice de la corrupción. Te creías vacunado contra esa basura, pero un día el espejo ante el cual tu rostro se refleja, puede que te dé un veredicto fatídico: si de forma consciente votas a un político corrupto es porque tú en su caso harías exactamente lo mismo.

EL MERENGUE Y TRUJILLO

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CUENTO SOBRE LA DICTADURA DE TRUJILLO

COMUNICACION Y PRENSA EN LA DICTADURA DE TRUJILLO

POESIA EN LA DICTADURA