Del Diariolibre
Lo ocurrido en el Departamento Antinarcóticos de la Policía Nacional no es un hecho aislado, sino parte de una enfermedad más grave en el Estado dominicano como lo es la falta de procedimientos que se cumplan y la impunidad.
No hay que ser muy viejo para recordar varios casos similares, y que se sepa, solo uno de ellos llegó a la Justicia. Es una práctica que ha hecho millonarios a muchos oficiales de alto rango, que han dejado caer su “boronita” a los de abajo para comprar su silencio cómplice.
Es decir, no se está hablando de una fiebre que llegó ayer, como la chikungunya. Lo del DICAN es un “dandí” que tiene mucho tiempo aclimatado en estas tierras.
La falta de protocolos se observa claramente cuando se establece que la droga robada era un “cuerpo de delito”, es decir, formaba parte de un expediente criminal, aunque en ese momento se desconociera el nombre de los autores. Es decir, se requería la complicidad del Ministerio Público y de la Policía. Aunque no podamos curar la enfermedad, a este enfermo hay que internarlo.
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